La llegada constante a España de fuerzas bereberes era semejante a la llegada de inmigrantes a una España que estaba desfavorecida en fuerzas militares y con bases políticas débiles; Las otras influencias menos claras pero indiscutibles eran las formas ambientales de esa decadencia política que los Omeyas hispanos aprovecharon y establecieron su florecimiento en Córdoba donde la fortuna de gobernar un país bien protegido, geográficamente y cuyos vecinos francos pasaron por un periódo de descomposición tras la muerte de Carlomagno.
Los Abbasies perdieron las zonas periféricas de España; Después del 763 no consta rebelión alguna que fuera provocada por ellos.
Pronto se impregnó España de la Cultura hispano-árabe Islámica, promovida oficialmente en el 822-852 bajo el gobierno de Abdelrajman II y que perduró hasta finales del siglo XII y más allá. España fué considerada culturalmente como área colonial y su notable aportación a la arquitectura fué original; En la Poesía abierta y popular fuera de todo clasicismo y creadora que sintonizó con la época y teóricamente, ayudó a sintetizar lo recibido.
Más precavidos que los visigodos, los Omeyas se protegieron contra nuevas invasiones desde la costa Africana con la construcción de puertos y armando la flota, de ésta forma, la rivalidad con los Fatimies tuvo como escenario, casi exclusivo, el suelo Norteafricano. Las oscilaciones en las relaciones de poder pueden seguirse desarrollando con la influencia Omeya en el actual Marruecos, que cristalizó muy a menudo en apoyo financiero de grandes proyectos, como ocurre hoy en día; Así Abdelrajman III ayudó en el 955 al Emir bereber de Fez, vasallo suyo, en la reconstrucción de la Mezquita de Qarawiyin. Es significativo que se entablaran relaciones diplomáticas con Bizancio en el 839-840 acomodadas varias veces a lo largo del siglo X, aunque no maduraron en los resultados políticos; En cualquier caso, los artistas bizantinos ejercieron una notable influencia en el desarrollo de la arquitectura y decoración hispano-árabe.
Los estados cristianos del Norte eran invencibles en su encierro geógrafico, y entre la batalla de Covadonga (que frenó en el 718-726 la conquista musulmana), y las avanzadas de la línea del Duero, que a finales del siglo IX eran muy débiles para emprender una contraofensiva eficaz para desbancar las posiciones musulmanas, en vanguardia en lo cultural e incomparablemente más fuertes en lo económico; Pero la realidad es que gran parte de Asturias fué conquistada y poblada por laboriosos musulmanes que se dedicaban en su mayoría al negocio de la seda, dado que aquellos lares eran muy prolíficos en los árboles llamados "moreras" (noten la palabra) con lo que se alimentan los gusanos de seda; Seda que aún hoy mismo se puede ver en los tejidos con hilo de oro en la Catedral de Roda de Isábena, en Huesca,(antiguamente Wasqa).
Aún en mi pueblo se pueden ver las ruinas de aquellas fábricas.-
El fracaso de la expedición de Carlomagno a Vasconia, la aniquilación en Roncesvalles, el año 788 de parte de su ejército, mandado por el Conde Roldán, no fué importante para destacar en la historia, aunque la historia está a veces escrita de forma errónea...Esta derrota del Conde Roldán, estabilizó la frontera nordeste durante mucho tiempo; El primer avance en la región Catalana dió origén a la formación de una línea fronteriza favorable a los cristianos; Barcelona fué reconquistada en el 803; En el Sureste se mantuvo el equilibrio a lo largo de generaciones; La irrupción de los Normandos designados por los árabes, con el extraño nombre de Mayus (los que adoran el fuego) fué impresionante; La caída de Sevilla en el 844 constituyó un fuerte revés, pero en el fondo no significó un peligro serio para el estado Omeya. Sin embargo, el estadío político construido por los Omeyas no poseía una estructura sólida.
Los conquistadores eran poco numerosos y divididos entre Árabes y Bereberes; Sólo en el siglo X se logró una minoría árabe que hizo superar las viejas tensiones entre las tribus, que en España ya no tenían sentido. En su gran mayoria eran Sirios, que pronto se aclimataron en España y se organizaron tambien en la nueva Patria con arreglo a los cinco distritos militares de su provincia de origen. En los años 50 del siglo 8º los seguidores de la dinastía Omeya se desplazaron en su mayor parte a España y a partir de entonces no hubo un desplazamiento notable de árabes. El hecho de que Abdelrajman I (756-788) llamasé a los palacios construidos a las puertas de Córdoba, "Rusafa" evocando a la famosa residencia Omeya de Palmira, no fué sólo una expresión de nostalgia personal por la pátria Siria, sinó que respondía al talante de la clase dirigente.
La inevitable mezcla con la población nativa consolidó el arraigo del elemento árabe, y principalmente la lengua árabe. La atracción de la arabiridad supuso una tradición romántica, (aparte del prestigio como forma de vida de los potentados) aparece con claridad en la ausencia de documentos de la literatura romántica, conjuntamente con la desaparecida diatriba del sacerdote Eulógio reprochando a los paisanos cristianos el afán de abandono del Latín en favor del Árabe; Sin embargo, tal invectiva no debe hacer olvidar que a pesar de todo, el romance era usado en la vida diária y que el propio estamento señorial árabe-bereber se fué sirviendo paulatinamente de ambos lenguajes.
La equiparación fomentada por la Islamización de amplios sectores, y los métodos de política conciliadora frente a los no musulmanes, las comunidades judias en particular, vivieron una época de esplendor, coartada por las revueltas políticas de los Almohades del siglo XII; Los árabes no supieron conciliarse entre sí, principalmente los Bereberes fueron el elemento perturbador. Las espléndidas ciudades, sobre todo la cápital, Córdoba, eran propensas a la rebelión.
Otros Arrabaleros ocuparon Alejandría y al ser expulsados de Egipto se apoderaron de Greta en donde arraigó la dinastía hispano-Islámica hasta la reconquista de la isla por los bizantinos en el año 961.
Tras esa revuelta y agitación en los distritos rurales, del 879-928 el Mozárabe (español) arabizado Omar Ibn Hafsun y sus hijos, del castillo de Bobastro, en los valles montañosos del oeste de Málaga, reintegraron las zonas rebeldes. Abdelrajman III, el soberano más fastuoso de su tiempo, dió en el 929 el paso inaudito de cambiar su título de Emir por el de Califa, esto supuso discordia con el Califa Abbasi.
La justificación no se hizo esperar; En la guerra con los herejes Fatimies y con los invencibles cristianos (pese a todos los éxitos árabes) la independencia Omeya gozó de fama en Europa y Córdoba y fué aún más conocida; Su ciudad, similar a la futura Versalles, su gran Mezquita y su esplendor en todo su apogeo.
Al mismo tiempo, al Norte, en la Europa cristiana, recepciona la corona imperial de Carlomagno, aunque esto atrayese consecuencias; Al poderío de Carlomagno pronto continuó la división del imperio y su decadencia.
Por otro lado, el cultísimo Al-Hakan II (961-976) conservó la herencia de su padre hasta su muerte, en que se apoderó del estado una nueva dinastia de mayordomos, que acabaron ocupando Santiago de Compostela, destruyendo la biblioteca de Al-Hakan y saqueando a su voluntad los territorios cristianos, pero pronto empezarían los problemas internos con los andaluces, árabes y nativos, bereberes y esclavos que dió de sí en luchas violentas entre ellos mismos.
Aún así las cosas, en el siglo X marchaban bien; Mantenían un ejercito para tutelar el partidismo sectorial, exportaban textiles, productos de pieles, alfarería, joyas y armas, principalmente a Egipto. Fueron los primeros en crear Renting de tropas, berebiscas, hispanas y esclavos, sin embargo con los judios no se aliaron militarmente pero aceptaron los motivos económicos con ellos.
Alos 70 años de la muerte de Abdelrajman III su casa perdió todo el poder; Tras la caida de los Omeyas, ningún soberano hispano se atravió a llevar el título de Califa. Aunque el doble Califato despuntaba solidaridad y tradicionalismo entre los creyentes, no hay que olvidar que aquella situación favoreció la desvinculación de la Umma respecto a las instituciones políticas y promovió de algún modo a garantizar (a la larga) a una Religión Universal al desarrollo y la valided absoluta supratemporalmente de forma institucional. Las comunidades aspiraban a la emancipación en los azares políticos y rechazaban al mismo tiempo las teorías jurídicas de esa tendencia.
En el panorama de la gran cultura Islámica de los siglos IX y X la aportación de Al-Andalus fué sin duda muy original, por ejemplo. el cambio de los arcos con nuevo estilo; La formación de poemas estróficos con métrica un tanto complicada, etc. pero en su conjunto, se quedó un tanto aislada al modo colonial, como se comprueba también la gran autoridad de que gozaron los sabios musulmanes orientales.
El período de dinamismo cultural fué extremo. Cenáculos de pensadores de todas las corrientes aparecian pugnando por darse a conocer en multiples manifestaciones que fueron más allá de las fronteras de España. Podemos acordarnos del viajero profesional Ibn Battuta, muerto en el año 1369, narrador de viajes y navegante. Biógrafos como Idrissi; Tabari (historiador y comentador del Coran);Buruní. linguista del árabe; Poetas como Mutanabbi y Abu Al-Maarrí; Héroes religiosos como Al-Dawia; Sabios metodistas como Abu-Hanifa y Malik, Juristas como Safíì, etc. y otros muchos que engrandecieron el acervo cultural y arquitectónico de éste País, que tuvo, como comentaba al principio, muchos mandatarios a lo largo de su historia.
Vamos a centrarnos, desde éste punto general, un poco, en lo acontecido en Aragón:
DISTRITOS: Wasqa=Huesca (con sus castillos de Sen-Men-Bolea-Labata-Abarda-Gabarda.)
Zaragoza=Zaragusta Al-Baida (con sus comarcas agrícolas delimitadas por el curso del agua desde donde nace el rio Huerva al Jalón y al Gállego, hasta los Castillos de Alcañiz- Caspe y Rueda de Jalón.
El distrito de Calatayud con Maluenda, Lomed y Daroca.
El distrito de Tudela con Tarazona.
El distrito de Medinaceli con Santaver, Recopolus, Zorita, Guadalajara y Toledo; En el de Santaver se encontraba Teruel y Villel, señoriados por los Gaelum; En la llanura los Razim, con capital en Santa Mª de Albarracin.
Sedes judiciales: En Zaragoza desde el 755 hasta el 1118. En Huesca desde finales del siglo 8º hasta la reconquista. En Tudela desde el 884 hasta el 1110. En Calatayud desde el siglo X hasta el XII.
Se sabe que Abdelrajman III nombró Cadi (Juez) para Calatayud, Huesca y Lérida a Ibn Al-Sindi.
En lo religioso, Huesca contaba con 6 Mezquitas principales y otras pequeñas y privadas hasta un total de 36--Barrios de Almeriz, Angáscara, Arrabal Occidental, Arrabal Almecoralla, El Morillón, La Mesa, Haratalcomez, Alquibla, Babalgerit.
En éste territorio Andalusi-aragonés (Al-Andalus del Norte) en su parte Sur se instalaron los linajes Árabes-Bereberes de Ansar-Jazray-Kalb-Maafir-Murad(Qurays)-Sadaf-Tuyib-Udra y Yuham.
En su parte Superior los: Asad-Fihr-Hudayl-Qays-Sulam y Tamim.
Se sabe que Hicham I alzado en Zaragoza (como destacado) fué el Emir de Córdoba y que Sa-id un hijo de Husaym convocó a los Árabes del Sur en su contra. Sa-id fué muerto por Casio (Qasi) en el 789 en venganza por un liberto que mató a Mussa.
Destacaremos las campañas de Almanzor y de Abdelmalik por la marca Superior y que en el 1049 Ahmad Al-Muqtadir (Rey de Zaragoza) sucedió a su padre Sulayman y que reunió las tierras dispersas.
No sobran historias de rebeliones, caídas y levantamientos a lo largo del tiempo en que los Musulmanes estuvieron en España hasta su expulsión en el 1614, aunque sabemos que (aún estuvieron más tiempo) los que vivían en núcleos pequeños. Resaltar de Aragón macrotopónimos como los de: Acered-Arrabal-Aladren-Alarba-Albalate-Alberite-Albeta-Alcalá-Alcaine-Alhama-Alloza-Alforque-Almolda-Almudevar-Almunia-Alpartir-Alcañiz-Azaila-Azara-Azuara-Beceite-Binefar-Bujaraloz-Calaceite-Calatayud-Cuba-Calatorao-Fabara-Jaraba-Jarque-Mequinenza-Mezquita de Jarque-Mingalbo-Mirabete-Monzalbarba-Muniesa-Oseja-Vinaceite-Zaidim-Zuera, et.etc.
Sin lugar a dudas, la estirpe y la sangre de aquellos antiguos continúa viva por las venas de todos los españoles.
Compilación de datos históricos extraidos de los diversos libros de la Biblioteca de Aragón.
Año 2010.
Redactor y traductor: Qassim Umar
