viernes, 26 de febrero de 2016

LOS CUATRO PILARES DE LAS COFRADIAS (TURUQ)

Los cuatro pilares de las cofradias o centros de instrucciòn espiritual..TARIQAS.

1-INVOCACIÒN
2-MEDITACIÒN
3-CUIDADO DEL CORAZÒN
4-PRESERVAR EL LAZO CON EL      MAESTRO

La invocaciòn.
La invocaciòn (Dhikr) tambien llamada la plegaria perpetua del corazòn, es la pràctica màs importante de cualquier (Turuq) Tariqa del sufismo (Tasawwuf). Consiste en invocar y tener presente a Allah SWT en todo momento. El tèrmino "dhikr" significa "recuerdo" "menciòn" "evocaciòn" "rememoraciòn". Su pràctica va mucho màs allà de la plegaria ritual obligatoria del Salat y debe prolongarse hasta que el Nombre de Allah SWT penetre en el corazòn del practicante y tome posesiòn de aquel que invoca. Se comienza por la lengua y se termina con el corazòn.
Por medio de la invocaciòn se pretende llegar gradualmente a enfocar la atenciòn exclusivamente en Èl, en el Uno y que la conciencia se purifique alistàndose para la identificaciòn con la divinidad. Es un estado de pobreza espiritual que consiste en apartarse de todas las formas y apariencias para no ver en ellas màs que la esencia ùnica y divina. Tambien significa ver las cosas en su verdadera naturaleza, olvidando por completo las opiniones personales..Es en definitiva, el abandono de la multiplicidad de los objetos percibidos para sòlo ver en ellos al UNO.

La meditaciòn.
La meditaciòn es el complemento indispensable de la invocaciòn. Es una poderosa herramienta que predispone al corazòn para percibir la certeza de Allah SWT, al enfocar la atenciòn exclusivamente en el UNO dentro de nosotros mismos.
Dijo nuestro Amado Profeta saws. en relaciòn a la meditaciòn: "Una hora de meditaciòn vale màs que las buenas obras de las dos especies que pesan.."el hombre y los àngeles."
Efectivamente, la meditaciòn posibilita la adquisiciòn de un estado de silencio mental muy propicio para experimentar la realidad divina dentro de nosotros. Mientras que la invocaciòn se esfuerza por advertir exclusivamente al UNO en el exterior, en el mundo creado (inmanencia divina), la meditaciòn se esfuerza por advertir al UNO en el interior de nosotros, al margen del mundo creado (transcendencia divina).

El cuidado del corazòn.
La acciòn recìproca de la invocaciòn y de la meditaciòn permite a la conciencia acceder a un estado de receptividad tal, propicio para captar la Realidad ùltima. En èsta captaciòn de la Realidad, denominada "iluminaciòn sùbita" se puede recibir la develaciòn de la esencia divina..En suma, representa la "visiòn" en el corazòn de su verdadera realidad y unidad con el todo.
El cuidado del corazòn, tercer pilar del mètodo, consiste en permanecer en este estado de receptividad siempre vivo..Mientras que tomados individualmente, la invocaciòn y la meditaciòn pueden ser considerados como tècnicas de atenciòn cuya sìntesis es la contemplaciòn permanente, que es necesaria para lograr la verdadera experiencia espiritual. Èsta contemplaciòn, conocida en el (Tasawwuf) sufismo, como el cuidado del corazòn, implica una permanente "vigilancia" (Muraqabah). El servidor (el que contempla) debe esforzarse por advertir al UNO, tanto en el mundo que percibe como dentro de uno mismo.

Preservar el lazo con el maestro.
En la cadena (silsila) espiritual del (Tasawwuf) sufismo, el (Sheikh) maestro, es un representante del Profeta saws. que ayuda al discìpulo a transformar su alma y posibilita el renacimiento espiritual. Es tambien el representante de la enseñanza de la (Tariqa) cofradìa, y es a travès de èl como el discìpulo llegarà a ser un eslabòn de la cadena (silsila) ininterrumpida de maestros. Segùn el caso, el Sheikh, pir, maestro es quien conduce al discìpulo por la vìa, lo instruye en la doctrina, en la invocaciòn, la meditaciòn, sugiere las lecturas del estudiante, recibe sus preguntas y lo instruye en la asamblea, que es una imagen terrena de la asamblea celeste de los santos.
El lazo de uniòn entre el discìpulo y maestro, implica la frecuencia regular..Generalmente, en el (Tasawwuf) sufismo se desaconseja frecuentar a un maestro distinto del propio, ya que cada uno tiene sus propios mètodos y actitudes. Seguir enseñanzas de diversos maestros conduce màs a menudo a la confusiòn que a la luz..Ademàs, debe existir entre ambos aquello denominado, "lazos de amor."
Todo lo anterior, la uniòn entre maestro y discìpulo tiene que ser intenso.
En la visiòn sufì, el lazo entre ambos perdura aùn despuès de la muerte, y la direcciòn e inspiraciòn espiritual del maestro sigue subsistiendo de forma misteriosa.
"Que tu visiòn sea recta y no se dirija nì a izquierda nì a derecha"-Rumi.

En la actualidad.
En la vida contemporànea se vive con ciertas presiones constantes..Se le pide al discìpulo que medite, que se vuelva hacìa sì mismo, al interior, y por lo general, responde que no tiene tiempo para dedicarse a un tal ejercicio..Se le insiste y asiente, pero en la mayorìa de los casos dirà que no ve nada..Niebla y oscuridad..En algunos casos el observador informarà que percibe "algo" pero que no puede definir, porque ese "algo" cambia todo el tiempo. En efecto, todo cambia en nosotros a cada momento y en cada instante..El YO interior es cambiante y tiene sus propias aspiraciones, no una, sino varias que pretenden conseguir sus fines.
Cuando descubrimos el movimiento de una introspecciòn, podemos ver el mètodo de trabajo que permite conocerse y entrar en sì mismo..A medida que progresamos nos damos màs cuenta de la real situaciòn en que nos encontramos..En definitiva, el interior del hombre es anàlogo a un recipiente que tiene que ser llenado aquì para viajar allà bien aprovisionados..Pues quien es ciego aquì tambien serà ciego allà y se perderà todas las maravillas celestiales. La apertura debe comenzar en èsta vida.

Assalamo aleikum.