jueves, 12 de abril de 2018

LA MUERTE: ¿Realidad natural o artificial?

Give them good counsel.. believers will surely benefit from good counsel.

Un ratón le dijo a su compañero:
"¡Ven conmigo!, que han puesto alimento en nuestra madriguera.." y cuando entraron, todo era una ilusión para atraparles y causarles una irreparación.
(Un ex-budista que encontró el Islam).

El hombre que se encuentra con la muerte, con su capacidad de pensar, puede hallar en ella luces para la comprensión de su propia vida.
Por la conciencia, (de la propia muerte, que parece antinatural), (porqué lo más natural es la inmortalidad), el hombre siente el llamado para sobrepasar los horizontes, a los cuales, con facilidad se agarra; los fines pasajeros que lo esclavizan y no le permiten responder con todas sus fuerzas a las exigencias más profundas de su ser.
Es por la conciencia de la muerte, que el hombre descubre "que no está creado para poseerse como un objeto de su perfecta felicidad. Su grandeza, su normativa, sus méritos, (son al contrario), reconocer que él no es el fin de sí y para sí; que él tiene una obligación infinita y que su rol es confesar una necesidad que sobrepasa lo perpetuo." Ésta conciencia, muestra que el hombre es un ser razonable en quien existe una esencia espiritual, una dignidad personal y una necesidad fundamental de aspiraciones a ser más, (a realizarse), por lo tanto, el hombre tiende a sobrepasar al hombre y ningún muro le puede aprisionar; ni aún la propia mortalidad.
La plenitud es una relación de nuestro espíritu con el Ser Superior, dejando la envoltura y despertando a esa realidad inmortal.
Lo mismo que la materia, sirve para una determinada participación, la realidad se distingue por la Unión. Ésta materia, no es absolutamente un ser, porque no hay nada de ella en el Ser Superior. Asumir todo ésto, es aceptar los elementos transitorios para formar parte de la dimensión espiritual y así en la personal inmortalidad, (pues la materia), no es aquello que confiere realidad a los seres, son los seres los que dan a la materia aquella realidad verdadera e indeleble.
Hemos de valorar, (por ende), la vida orgánica como una mediadora entre la materia y el espíritu, para así preparar las condiciones necesarias que descubren el valor de la vida de aprendizaje y que nos ofrece la posibilidad de tener pruebas y condiciones para participar en el destino ulterior del espíritu.. "pues lo único que nos quedará serán los conocimientos."
El hombre debe integrarse en la dinámica espiritual y ser más digno de su condición  espiritual, conduciéndose a la perfección de una vida nutritiva en abundancia y conforme a Su promesa unitiva e íntegra.
El mal uso de la vida hace perder su verdadera finalidad, y se convierte en el contrario que hace fracasar el devenir consciente; así se comprende, que la realidad de la realización de nuestro destino es en consistencia un través del envase constituido.
Hay que tener en cuenta, que la realidad es cierta, (en concreto), hay que ver la muerte como una realidad que busca la interacción y que hace crecer auténticamente al hombre en su entrar espiritual, (en su especulación espiritual), que le ayudará en el camino que recorremos. Es evidente, que la religión tiene un cuidado "religioso" y de respeto a la muerte, pero más a los muertos, y revela cierta conciencia para sobrepasar el hecho de la muerte. Ahora bien, éste cuidado religioso y de respeto, lo tiene el hombre desde los comienzos de la humanidad y no le deja indiferente, pues no observa la muerte como algo natural; pero también ésto le hace ser un superviviente que le invita a la apertura que le ofrezca una explicación sobre toda ésta transcendencia, un más allá que le de sentido a las experiencias sensibles.
La muerte es reveladora y quita las apariencias, pues tiene mayores posibilidades para acabar con el tránsito del tiempo.
El ser pensante y espiritual debe pensar en el hecho de la eternidad, y que nada se destruye si no es para abrir una intersección entre mundos. Hay que entender, que nada material puede participar en la certeza de la realidad trascendente sin un progreso espiritual que conduce hasta el destino inmortal, (y hará participar) en el desarrollo de nuestra moral personal.
La contemplación no es una meditación sobre la muerte, sinó sobre la vida. La muerte, (aparece entonces como un momento), en el cual, el hombre se siente en división, pero ella no es el final de todo, ni es un fracaso, sinó la posibilidad que abre la puerta al hombre para su propia realización. Pero a ninguno de nosotros nos satisface la idea del dato sensible que culmina en lo material con la descomposición del organismo biológico para acceder a la inmortalidad con la unidad; esa es la otra cara de la muerte en el pensamiento humano, pero que constata la fragilidad de la condición  humana; ahora bien, ésta experiencia humana, manifiesta que hay un punto de referencia superior y que la vida tiende a la perennidad, (pues los seres vivos), no nacen para durar, sinó para sobrevivir; quiero decir,  que primero tienen que tener conciencia sobre la inmortalidad para sobrepasar los datos sensibles que pasan por la conciencia de la muerte.
El hombre necesita de los principios intemporales y de una Verdad para ver la capacidad de los principios esenciales y "sobrepasar" la capacidad de pensar para encontrar las luces de la comprensión espiritual.. incrementar su aspiración hasta lo espiritual para sobrepasar la realidad contingente de la materia y retraerse, (de ésta manera), hasta las Excelencias de Allah SWT, El creador también de la inmortalidad.. Insisto: el hombre no puede aferrarse plenamente a su existencia terrenal.
Todo ser humano participa del Orden que sobrepasa al universo físico; y en consecuencia, sería carente de sentido el establecer una inmortalidad corporal, dejando al estado espiritual como una simple esencia que existe para afirmar la vida material. Nuestro cuerpo, en efecto, es constituido esencial del ser humano, una morada, una envoltura simple que constituye una realidad integral que se limita a hacer posible un progreso espiritual para cuando llegue la separación corporal-espiritual.. pero Todo ésto tiene una función en el plan celestial.. Todo tiene un sentido de gloria futura, pues somos partícipes de la Eternidad.
La Unión con el Real es también una cariñosa caridad celestial.

Assalamo aleikum.

DMG&