martes, 27 de marzo de 2018

ES MÁS RICO EL POBRE CONTENTO QUE EL RICO INQUIETO.

Te llena Allah SWT de dádivas gloriosas, pero también te pide fidelidad; mira que el corazón no te aprisione a los bienes terrenales, pues no eres de tus bienes.
Desnuda viene la providencia del hombre, (y sobrevive en la vida), pero el sabio no cuida de las cosas de los ignorantes, que infelices se alistan a la sujeción temporal, y recogen manzanas en un árbol muerto de frutos y poblado de hojas. La mayor ventaja del sabio es lo glorioso y de rechazar las generosidades del mundo, siendo él mismo rico en fines más loables  y austeros y llevando la ventaja en el uso y disfrute de todo, pero con cierta medida razonable, que le permite vivir, pero sin exaltar en lo material y pegadizo.
No te duermas en la paciencia, más disfruta de ella en todos modos, y no cometas los errores del inquieto. Descansa sobre lo que te ha sido dado y aprende de la templanza y la modestia,  trabajando para el cumplimiento de las obligaciones, más también la austeridad lo enseña todo por sí misma. No hay adorno más virtuoso que la paciencia, pues ahí es donde se estiman los amigos y salen a la luz las proporciones que reconocen al sabio del necio. Puede el sabio instruirlos con el ejemplo de su paciencia, pero cuando se usan los preceptos de la gracia, no debe exponerse  para consumirla rápidamente, sinó administrar para poder repartir entre quien se lo merezca.. pues nada tengo y con la nada necesito, mientras el sabio tenga brazos para trabajar y lograr progresos evolutivos en la vida espiritual.
Son muchos los que su alma camina a la sombra del sabio, y nunca sufren intolerancia por aprender y aprovechar lo aprendido, aunque la saciedad debe ser desahogada para que no todo sea un empacho superfluo. La sabiduría inspira profundos respetos, pero es desnuda en riquezas mundanas, pues éstas, son causa de estorbo para encontrar los méritos del Venerable.
No temas a la miseria, pues las solas riquezas te privan del Paraíso y despojan  al alma de Sus Gracias.. sólo traen las riquezas peligros forzosos; más la austeridad aporta abundancia al alma. No temas ser pobre,pues es mejor la vida del Otro mundo, donde no entra un rico, por más riquezas acumuladas que tenga en éste mundo. Mientras tanto, te favoreces aquí, te esperan tres pasos: no caer en transgresiones, no tener malas costumbres y no juzgar al mundo.
La sabiduría quiere de éste modo animarte para añadir perfecciones, pero los méritos, se obtienen trabajando en pos de la gracia Suprema, que encuentra mejor disfrute y agrado en lo espiritual que en lo natural, pues sólo Él puede recompensar por las cualidades y todos los méritos del hombre.
Ningún sabio menosprecia aquello que nutre al alma y la fortalece para la carrera.  Debes menospreciar las vanidades, pues la belleza es tener el alma hermosa y no penosa y adúltera.
No apelar nunca a los méritos de tus antepasados, que para ellos se los ganaron, sin mostrar en ello tus méritos; pero tampoco tengas flaqueza, pues muchos hacen gala de los triunfos ajenos y creen con ésto que disponen de ciertos dones, cuando es una ostentación, vanidad y caer en el orgullo, que ambiciona más dignidad que recompensas propias. Cuantos se han perdido por eso y ninguna ciencia conocieron para solicitar méritos por los trabajos de otros. Ten nobleza y busca la circunferencia* por tí mismo, que otros ya tienen la suya. (*Hace referencia al círculo de la Tariqa, cofradía de hermanos, reunión). Ningún vestido da la honra ni la nobleza, más los honores son como los furores y deben controlarse para que no te opriman con las amenazas de los leones. Cuanto miran muchos a los aplaudidos del mundo, aunque de buen seguro, que están sin mansedumbre y admitiendo, por tal motivo al ignorante, más que al sabio maestro; pues muchos aplauden sólo por aquello que desean escuchar y lo que les hace lisonja en los oídos, con el sólo afán de lo sugerente, pero ésto, no quiere decir que sea bueno o correcto.
Los mejores misterios se encuentran en el silencio; no necesitan muchos espectadores ni publicidad para ser grandes conocidos o respetados en grado máximo.
Apártate de los vendedores de humo, que no llenan el espíritu más que con ilusiones y divertimentos mundanales, y al final del humo, siempre aparece el fuego por divisa.

Assalamo aleikum.
Shaykh Ahmad Salah As Sufi.