sábado, 16 de mayo de 2020

TODO TIENE UN DUEÑO. Rumi.


Mawlana Jalaluddin Rumi,  conocido a través de Oriente y Occidente (y el autor del épico poema Sufí, el Masnavi) una vez estaba cruzando una plaza cuando un sacerdote pasó a su lado e inclinó su cabeza por respeto. Mawlana devolvió el saludo, inclinándose incluso más, desde la cintura.
La gente le preguntó: "¿Cómo es que se inclina frente a un sacerdote (que representa a una religión que fracasó en reconocer al Santo Profeta del Islam) ?" En el Islam, la inclinación es un gesto generalmente reservado para las devociones a Allah, y otros signos de respeto que se usan más comúnmente.
Luego Mawlana les respondió, en un nivel de acuerdo a su comprensión: "Ese sacerdote fue humilde frente a nosotros. Él es cristiano, nosotros somos musulmanes; y el Islam representa la culminación de todo bien encontrado en el Cristianismo. Por lo tanto, si él es humilde debemos esforzarnos por ser aún más humildes".
Esta explicación es real, pero a un nivel más profundo, ésta reciprocidad del saludo debe ser entendida como respeto hacia la verdadera personalidad (ruh), la Personalidad real frente a la Presencia Divina de ese sacerdote - ya que es sólo El Todopoderoso Quien viste a Sus siervos en diferentes formas externas y los predispone para diferentes tipos de acciones.
Mawlana reconoció que fue su Señor que lo vistió a él como un Sheikh y a ese hombre como un sacerdote; y si Él quiere, puede hacer que se intercambien los roles, que cada uno de los corazones se adhiera a la religión del otro en un segundo; y ¿quién puede decir lo que hará Allah? ¿Qué hay debajo de esas ropas sino es el lugar del Trono de Allah, en una única manifestación de personalidad?

Si nosotros podemos recordar,  que la presencia de este secreto Divino está en el corazón de la gente, y pasamos por alto sus formas externas y acciones, aprenderemos de todo y de todos, y aumentaremos en sabiduría. Solo con esta visión podemos aspirar a una magnanimidad que cause (que buenas acciones aparezcan en la gente) para que un rayo de su Esencia Divina brille y anime para que los velos del ego se levanten. El respeto a la Naturaleza profunda que Allah SWT dio al hombre lleva a la familiaridad entre la gente, y la familiaridad abre el camino al amor, y todo el amor pertenece a nuestro Señor.