lunes, 22 de febrero de 2021

EL SILENCIO ES UNA PACIENCIA Y LA PACIENCIA ES UNA MISERICORDIA.

Es el silencio el que cura la soberbia que sale del habla, (y cómo ésta), tiene su alojamiento en el corazón, donde está rebajada para no estinguirse por ella, y así, conservarse lejos del hervor de la inflación, con lo que es más aconsejable quedarse con el silencio; para evitar menos vanidad, arrogancia y altanería: muy compuesta por todo lo exterior; y muy desordenada en el interior.
Hay que cuidar el interior, y no hacer fuerza en el escrúpulo, porque la humildad radicalizada por el silencio, apartará la soberbia retenida en el pecho. El que se sustenta del aire, moriría si le cerrasen las  aberturas respiratorias, porqué le faltará su alimento: así es la soberbia, que se alimenta de la vanidad, del influjo que le entra.. pero tapando dicha influencia, con el casto silencio, se irá apagando hasta  consumirse enteramente; porque, (digámoslo así), la leña que tiene encendida ese fuego dejará de estar.. por tanto, cuida de recoger tú lengua; para no darle humillación al corazón.

Para desahogar tus vaniloquios, busca tus afectos virtuosos, aquellos que no te obligan a la discursiva.. o la caridad con precisión inevitable: pues, aunque te parezca un ejercicio práctico para la devocion, esas pláticas rompen el silencio, y el espíritu se resiente por la superflua palabrería. Cierto es, que el mejor lugar para tú introspección es el corazón, (Allah está cerca de él), más que de la lengua; y no es razón para colocarlo en otro lugar menos grato. Mira que en tu pecho no exista un lugar para el peligro y se pueda disgustar.
En lo espiritual hay muchos riesgos en que se aventura la humildad, ¡pero si se introduce la soberbia!, se oculta el potencial: por eso es tan importante el silencio y el convite a la soledad del retiro, para que hable el corazón, (mejor dicho), para que escuche como testigo de Sus visitas amorosas: y no te expongas a una probable contingencia por minimizar Su poder, sinó que dichas visitas aumentará Su gracia y fortalecerá el alma; como quién frecuenta todos los dias virtuosas obras y se alimenta del bien sin las viandas de las culpas. No hay mejor alimento para el espíritu, que el efecto de esos propósitos, (y que sean tan repetidos), que se quede la conciencia libre de los vicios mundanos y de sus imperfecciones.

Que en el silencio se encuentra el tesoro de la paciencia y la conformidad.
Para una mayor eficacia del medio del silencio, (te quiero insistir), en que veas preciso ese alimento para el espíritu, sin la habitacion del mundo por abrigo, sin un lienzo para tapar la desnudez, arropado de la piedad y abandonando a los hombres: que lo espiritual te acerca más a otros dones mejores que la apretada congoja y amargura; y que para decirlo todo, (o de otro modo), te veas hecho un retrato vivo de los dolores y trabajos del siervo Job.

Atiende ahora en lo que nos dice el Corán sobre éste milagro de la paciencia:

Te dice que está con los pacientes guiándolos y apoyándolos y otorgándoles una victoria clara. Dice Allah:

“en verdad, Allah está con los pacientes” [Sura al-Baqarah 2:153]

(interpretación del significado): Allah ha puesto al liderazgo en términos de la religión como condición sobre la paciencia y cierta fe, tal como dice: 

“E hicimos de algunos de ellos líderes ejemplares para guiar a los hombres con Nuestra voluntad. Esto por haber sido pacientes y haber estado convencidos de Nuestros signos.” [Sura al-Saydah 32:24]

(interpretación del significado): Allah nos dice que la paciencia es mejor para quienes son pacientes, pues dice: 

“Pero si sois pacientes [y perdonáis] será lo mejor para vosotros.” [Sura al-Nahl 16:126]

(interpretación del significado): Allah nos dice que si somos pacientes y piadosos, el plan de los enemigos no provocará daño alguno, aún si es poderoso. 

“Pero si sois pacientes y teméis a Allah, sus intrigas no os harán ningún daño. Allah sabe bien lo que hacen.” [Sura La familia de ‘Imran 3:120]

(interpretación del significado): Allah nos dice que la piedad y la paciencia de su Profeta Yusuf lo llevó a una posición de poder y fuerza.

“Quienes teman [Su castigo] y sean pacientes [ante las adversidades] sepan que Allah no dejará de recompensar a los benefactores.” [Sura Yusuf 12:90]

Éste es el modo con el que se explica la paciencia y tolerancia. Creo, (que para una mayor efectividad), éstas virtudes van de la mano con el silencio, pues sin decir ni una sola palabra, el silencio lo explica todo cuanto puede decirse por su conformidad: y una vez que no se despegan los labios, ni para queja ni para consuelo, (con el silencio), se tienen ganadas todas las otras virtudes, como atadas a su misión.
Procura acostumbrarte para hablar con serenidad, sin afectación, con voz suave y no alterada, sin aspavientos, sin movimientos descompasados, ni demasiadas muecas, porque todo ésto es una falta contra el silencio.
Cuando tengas dudas, sobre la elección de lo que vas a hablar, reflexiona si le será mas útil al alma, (lo que vas a decir), y si encuentras que será mejor el silencio.. ya tienes la regla para gobernar la lengua, sobre la elección de lo más provechoso. -Si alguna de las reflexiones tratadas,  hiciesen en tu alma alguna sensible impresión, procura abrigarla y repetirla, no perdiendo de la memoria su eficacia, hasta conseguir el hábito al que aspiras del silencio que emprendes: y como lo consigas, (el estado de la perfección que deseas estará entonces más cerca), con  las utilidades más fructuosas.

Para ésto tienes que considerar que el alma tiene que hablar con el corazón, con la memoria, el entendimiento y la voluntad, y con los sentidos, y con todos los afectos santos: y que la virtud del silencio no se guíe sólo por lo material de no hablar, sinó al motivo de callar, que es el solicitado recogimiento y la paz interior: y así que se ha conseguido, ha de ser utilizado en silencio para sus potencias y sentidos, para acallarlas con fin de que no alboroten en la oración y en el don pacífico del espíritu. Este cuidado y vigilancia son las puertas de la ciudad, [sus muros], su fortaleza: éste mantenimiento en vela y contemplación se aplica también en Jalwa.
¿Pudo conformarse Job en su paciencia, con el desahogo de las voces?..
De ningun modo. Si se descuidara en una palabra de queja, si buscara testigos que le fomentaran lástima, desbarataría toda la tolerancia de su conformidad; si hiciera entonces más dolorosos sus tormentos, y más insufribles sus desgracias: la razón es clara, (porqué las quejas), son lazos, relaciones de los trabajos, (y las muchas necesidades), causan en el ánimo una nueva irritación que lo conmueve. Como se miran pintados los colores de la exageración, crecen y se engrandecen vanamente con aquel aire de engañoso consuelo, que sólo sirve de avivar más y más la llama del dolor. El que quiera pacificar con humor absurdo y picante, con repetidas situaciones, aumentará por éste medio los intolerables ardores. El hidrópico abraza como refrigerio la bebida, que le exalta más la cólera de su rabiosa sed: así sólo queda el parlanchin querelloso por sus males, (perdida toda la paciencia), el alma se amarga, y mucho más irritados que su lengua, están los humores de sus infortunios.

Escucha autorizado éste pensamiento con una sentencia de Salomón: El sabio dijo: (guarda en el corazón los preceptos, y el necio se lastima, y se hiere con sus mismos labios): y exponiendo éste mismo ejemplo, se sienten unos como aquellos que prefieren herirse con los labios y que es lo mismo que engañarse, y como dicen otros; ésto es, que los desahogos de la 
lengua hace lo que hace la levadura, que corrompe toda la masa; pues es lo mismo que dar rienda suelta a los labios para su engañoso alivio, que corromper todo su interior y así herirse más con lo que busca para su consecución: que se muerde con la misma voracidad con que se explica: y aleja de sí el verdadero objetivo de la paciencia y la conformidad.

No es así el silencioso y retirado sabiamente, pues éste obedece callado el precepto que le ha puesto la providencia superior que lo gobierna interiormente, (la divina mano que lo mueve), y recibe el conocimiento que se encamina en su beneficio, porque la diestra que le impulsa, es el amor divino que todo lo dirige para nuestro bien: y en éste silencioso padecer, es dónde se encuentra esa dulzura y suavidades: Aquel que no se queja, que no busca consuelos humanos, (porque sabe que es lo que está dentro del retiro), y así, alejándose de las oscuras tribulaciones, se percibe una luz, aunque no muy clara, pero bastante fuerte para divisar todo el cielo, pero como no malgastas tus palabras con inútiles clamores, (se puede echar a dormir en la misma tempestad), teniendo bien asegurado de que vendrá un Ángel para sacarte de todos los conflictos, como recompensa por haber sido conservado en el secreto del silencio de los vivos espíritus de la esperanza. Que buen ejemplo tienes en el Profeta Muhammad (s.a.w.s), que en la noche también fueron entregados confiadamente al sueño, viene el Ángel y lo despierta, mandándole que le siga mientras se mantenia callado y sin quejarse, (y lo que es más), ni le preguntó al Ángel quién era, ¿y para que le sacaba?, sinó que con el silencio, esperó el remedio de la providencia que se desvelaba en su cuidado; cuando Allah da confianza no se vicia con particiones en los auxilios temporales y caducos.
No quiero alargarme más en éste punto, por que mucho de ésto, se encuentra en otro artículo de éste mismo blog.. pero concluiré el presente dejándote un aviso que te pueda aprovechar para el desengaño. No me puedes negar, que el motivo final de tus quejas y clamores sólo sea exonerar la compasion ajena, para así aliviar, - aunque sea un poco - aquel falso motivo de tú dolor, y porqué juzgas que se alivian tus males, con la comunicacion a los demás de tus fatigas: debes saber que el mundo es muy miserable hasta en el dar limosna de piedad; y que si le pides mucho, aún de ésta manera, te la negará huyendo de tí, para no padecer la molestia de escuchar tus clamores; y puede ser que, sintiendo dentro de su corazón un poco de tú sufrimiento, (porque hace una justicia cruel en cabeza ajena), quiere las virtudes sin el costo de ejercitarlas y te llevará el presente a sacudirlas de la tormenta, y no volver a verte en la obligacion o el trabajo que no precisa de tú comunicacion: pero cuanto más te quejes, más le irás endureciendo el corazón, hasta convertirse en impaciencia, que puedes juzgar extraída como lástima. 
Al contrario le sucede al silencioso en sus desdichas, cuando las ofrece en su retiro como sacrificio, y las expone ante Allah para el remedio; todos le buscan sin pedir los consuelos, todos se disculpan en los cargos y en las causas, todos se defienden de las oposiciones, todos lo socorren en sus necesidades, se avivan, y se emplean en su beneficio, y hasta los negacionistas se hacen cargo de Su proteccion. Acuérdate del silencio de nuestro Maestro, (quien no se defendió), sabiendo que estaba su vida y su muerte en sus manos; él (s.a.w.s) no se quejaba ni se defendía, ¿y qué resultó de tan invencible silencio?.. Que salió aún más perfeccionado y límpio de toda iniquidad.. porque el silencio más elocuente es un juez inocuo: y no pudo sufrir aquella compostura sin que los observadores la declararan por inocente; y se hizo parte de su sentido el doliente agravio, (como una prueba más), para calificarlo de siervo justo y Enviado selecto. [Me refiero al hecho de la hendidura y la limpieza del corazón reflejado en la Sura 94 del Corán.] 
Los Hadices también dicen: "tres hombres con una vasija de oro llena de nieve y me agarraron y me abrieron el vientre, y en otro hadiz; “Desde la garganta hasta la parte blanda del vientre, y a continuación sacaron de él mi corazón, lo abrieron en dos y sacaron de él un coágulo negro y lo tiraron, luego lavaron mi corazón y mi vientre con la nieve que traían hasta limpiarlo.”

Dice en otro hadiz: “Luego, uno de ellos tomó algo y apareció en su mano un anillo de luz que asombraría al que mirara algo inferior a él, y selló con él mi corazón que se llenó de fe y de sabiduría. Luego, lo volvió a poner en su sitio y el otro pasó su mano por la hendidura de mi pecho y se cerró”.

El dormir de las almas nace de no tener amor y temor a Allah: se descubre así la causa, y se propone un fácil remedio.

El amor a Allah, no es mismo que el amor al prójimo, (aunque sean tan correlativos y acordes entre sí), el uno no suena como el otro en el alma. Con certidumbre, si amas de verdad a Allah, te pregunto: ¿como te va el amor por el prójimo?.. Me respondes, que no se puede aborrecer ni tenerle rencor. Está bien, eso es sólo amarlos negativamente; más el precepto es de dirección positiva, y eso hemos de saber: pero ya entiendo tú corazón. Es verdad,  (me dice que deseo hacerles todo el bien), pero hay algunos que me repugnan por sus genios malignos é impertinentes, y aunque no los puedo aguantar, porque me agravian sin causa; tampoco les deseo nada malo: les hablo de cumplimiento, y cuando murmuran no siento complacencia interior, les ayudo y me desahogo: siempre vivo con éste tropiezo, y siempre sucede lo mismo: ya no me enfada, pues no es mi dictamen ni mi provecho: lo puedes censurar, afearlo, pero no puedes dormir sin descargar esa ansiedad del corazón y hablarlo con Allah el Perdonador, al que hay que alabar por encima de todo. 

DIJO EL MENDIGO:

Se vuelven ávidos,
en conocimientos superiores, 
aunque ellos contengan particulas nuevas, que se clavan en sus egos. 

El bálsamo que tú les has dado,
hará que éstos caminen sin dolor, 
y los consejos y enseñanzas,
no se habrán de desperdiciar. 

Tú pon con amor la semilla de luz en sus corazones; que el tiempo y el silencio interior, harán crecer lo que el Divino cosechará.

Éste proceso debe cumplirse, 
aún más con tú tiempo, 
porque el hombre, 
no está preparado para los cambios bruscos.

Párrafo del 2° libro: "La Sabiduría del mendigo".

Assalamo aleikum. 

PD. Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 

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