martes, 6 de julio de 2021

EL AMOR PLUSCUAMPERFECTO.

Muchas personas no logran nunca alcanzar la máxima plenitud de la existencia que representa la más elevada gloria de Allah en los seres humanos. Están siempre encadenadas a las dudas, a los temores y/a las culpas, y se quedan vinculadas a opciones y dependencias que tratan de alivar ese dolor. El mundo se aprovecha de sus espíritus atormentados, prometiendo deliciosos sabores, cosas exóticas, lagos azules, mejores comidas, etc.; también les inculcan el miedo a la muerte y compran muchas cosas con la esperanza de disfrutarlas ahora y pagarlas mañana, hasta que los armarios de sus vidas están rebosantes de polvo y polillas. Pero el dolor continúa haciéndose sentir.

Los cambios profundos no llegan nunca de forma rápida o con facilidad. Cambiar los hábitos del comportamiento, corregir las actitudes básicas y la orientación de la vida, y resolver viejos prejuicios y aceptar correr el riesgo de la sinceridad, de la responsabilidad, la confianza y el compromiso, son unos procesos que se parecen a una gran curva que se puede recorrer sólo de forma gradual, despacio, con paciencia y no en línea recta que se puede alcanzar de un golpe. Pero una cosa es clara.. Toda relación de amor favorece el cambio y el crecimiento del hombre con más eficacia que cualquier teoría psicológica o técnica terapéutica.
El verdadero amor que libera.
¿Qué es éste amor que logra el milagro de la curación y de la liberación humana?.. Creo, que en cierto sentido, conocemos por instinto el significado del amor, que será bueno cuando amemos o cuando somos amados. Sin embargo, será útil hablar más específicamente de la naturaleza del amor. Para una definición válida, quisiera usar la descripción del amor hecha por el doctor Sullivan en la moderna concepción de la psiquiatría:
"Cuando la felicidad, la seguridad y el desarrollo de otra persona se vuelven importantes como la propia felicidad, la propia seguridad y el propio desarrollo, significa que hay amor".

Teóricamente, el amor supone un interés fundamental por la felicidad, la seguridad y el desarrollo de la persona amada. En la práctica, el amor supone la disponibilidad inmediata y generosa para renunciar al propio interés en favor del contrario y su participación en el tratamiento, que puede llegar a incluir un intento de reforzar su propia persona.

La Ira. Las personas que padecen de una sensación de indignidad personal aborrecen sobre todo su propia insuficiencia e inutilidad, y no tardan en odiarse a sí mismas. Cuando esa ira se vuelve contra ellas mismas, adopta la forma de depresión y abatimiento. De algún modo, el hecho de verter la ira sobre los demás les sirve para aliviar el dolor. De hecho, las personas airadas pueden estar reflejando una dolorosa situación personal.
Docilidad defensiva. Otra posible adaptación a la falta de una verdadera autoestima consiste en cumplir de manera sumisa todas las normas, leyes y reglas con una precisión mecánica. Las personas en cuestión han aprendido muy pronto en la vida que tal obediencia lleva consigo una recompensa - una bendición o una palmadita - (por ejemplo), y por eso siguen intentándolo. Tratan de ser completamente buenos y obedientes. De ese modo, se sienten más a salvo del dedo de la crítica, ya que pueden esconder su yo real detrás de las reglas y el cumplimiento de las mismas. Están constantemente buscando la aprobación de los demás y luchando por su propia seguridad.
Convertirse en un solitario. Obviamente, hay personas que piensan que es más seguro no tener nada que ver con los demás. Y hay otras que llegan a la conclusión de que no merecen ser amadas por sí mismas. Y como los demás van a tratar de imponer las mismas y extenuantes condiciones de siempre, para obtener el reconocimiento y el amor, les resulta más fácil eludir simplemente éste juego agotador e ir por libre. Estos espíritus heridos pueden aparentar una cierta sociabilidad, pero en el fondo, son unos solitarios que eligen seguir siéndolo.
Obsesión por el rendimiento. Hasta cierto punto, todos creemos que lo que hacemos compensará todo lo que no conseguimos ser. Sentimos la tentación de realizar 'grandes proezas', y queremos poseer cosas grandes y magníficas, en la esperanza de que esas cosas nos consigan una atención y reconocimiento. Muchas personas están atrapadas en ésta supuesta adaptación e interpretan sus logros y posesiones como una extensión de su propio ser, y necesitan todas las extensiones que sean capaces de conseguir.. quieren acaparar más, pero eso sólo son máscaras, papeles y fachadas.. falsedad. 
Las personas que sólo han recibido y conocido el amor condicional no pueden soportar que se critique en exceso sus acciones, sus opiniones o/a ellas mismas. Les han herido y no desean arriesgarse a que sigan hiriéndoles. La crítica de sus acciones o de su persona ataca toda su existencia. Por eso pueden tratar de inmunizarse frente a tales críticas devastadoras representando una especie de papel, en lugar de presentarse tal y como son en realidad. Si la gente critica su representación, siempre pueden mejorarla. Pero si critican a su persona o/a la autenticidad de sus actos, se sentirán desolados.
Introyección. Las personas que se sienten despreciables, al estar básicamente insatisfechas consigo mismas, tienden a identificarse con algún otro, preferiblemente con un héroe público o privado. Serán como el joven que adopta los movimientos típicos de su ídolo deportivo o como la chica que imita a su estrella favorita. Ambos introyectan las cualidades y habilidades que no poseen. Aunque es una farsa, no deja de ser un consuelo para ellos. 
Adaptabilidad posterior. Una de las adaptaciones más tristes que hacen las personas, que no pueden amarse a sí mismas, consiste en jugar a ser siempre personas amables. Estas personas mostrarán su acuerdo sobre cualquier tema y en cualquier momento, a cambio de un mínimo reconocimiento y aprobación. En realidad no son auténticas, sinó que tristemente están acomodadas. Sin embargo, prefieren conformarse con ser absolutamente sumisos antes que permanecer en la más absoluta soledad.
Muchas de estas personas se convierten en el objeto que la sociedad busca para vivir, sin percatarse de que ese hombre o mujer sean seres vivos. O sea, que pueden convertir a un ser humano en una "cosa" para incorporarlo, haciéndolo desaparecer como subjetividad. Entonces, viene el amor, como una pasión objetiva, que satisface la necesidad humana y engendra una serie sin fin de conflictos, porque el otro no se resignará a ser destruido por el desaforado y violento afán de posesión. Luego, todo el amor real, es un deseo de apropiación objetiva, porque no pueden amar de verdad a una persona sinó que desean hacerla suya, y la pulverizan hasta que pierda toda su independencia personal.
Ahora bien, el amor también es contemplación amorosa, deseo de que exista ese otro ser por sí mismo como libre realidad humana, convirtiéndose en un valor supremo, el más preciado de todos los objetos, el sujeto por excelencia de mi subjetividad al ser el único que me realiza totalmente. Pero, en realidad no puede existir un amor sin pasión y tampoco se puede vivir una pasión sin amor. Esta es la dialéctica del desarrollo interior de ésta unidad contradictoria, porque el amor de un ser humano puede llevarnos a la destrucción recíproca, para satisfacer la necesidad objetiva de la pasión o, (al revés), a la profundidad extensiva de mi amor que puede arrastrarme al sacrificio de mí mismo, a la aniquilación por una desmedida entrega al otro Ser. Esta dialéctica puede complicarse, multiplicándose. La pasión amorosa puede salvarse, pero precisa la fusión al Ser que amo, al convertirme en siervo, reducirme a mendigo, o contrariamente, a convertirme en un acaparador obsesivo. Esta relación objetivo-subjetiva del amor asume variadas transfiguraciones, unas son dichosas y otras son desdichadas. Pese a sus disociaciones, el amor es la unidad interior del ansia de posesión y también del deseo de entrega.. y Allah es el Poseedor del Amor puro con el más grande e inocente esplendor. 

La aportación esencial del amor. "Mi amor debe hacerte ser capaz de amarte a ti mismo". Deberíamos juzgar nuestra capacidad de amar, no en función de quienes nos admiran por nuestros logros al respecto, sinó en función del número de quienes han visto reflejada su belleza en nuestros ojos, y su bondad en el calor de nuestras palabras. Somos como espejos los unos de los otros. No podemos saber cómo nos vemos mientras no nos veamos reflejados en algún tipo de espejo. Es absolutamente cierto que no podemos conocer nuestra belleza ni percibir nuestra valía personal mientras no las hayamos visto reflejadas en el espejo de otro ser humano que nos ame y se interese por nosotros.
El viaje hacia el amor es el viaje hacia la plenitud de la vida, porque sólo en la experiencia del amor podemos conocernos a nosotros mismos. Sólo amando podemos aceptar gozosamente lo que somos y lo que seremos y descubrir la plenitud de vida que es la gloria de Allah. Cuando Allah está presente, el yo está necesariamente ausente. Él, (que carece absolutamente de yo), es el Único que merece llevar por derecho propio ese pronombre.
Sólo en el amor podemos encontrar motivos suficientes para mantener una perenne actitud celebrativa. "Quien se conoce a sí mismo conoce al Señor". (Ibn Arabi). ¡Acaso no reflexionarán!.

ODA.
Este es el camino a donde me guiabas, 
y el que recorreré, 
desde el recuerdo de Tú inmenso manantial silencioso.
Muéstrale al corazón de polvo, 
aquel fuego iluminador, 
porqué mi corazón es el sendero herido,  donde Tú paso hace florecer el viento, 
y mi canto es Tú aliento que florece en mí. 
El corazón está buscando la luz,
que es la luz del Todo, 
con la verdad del otro mundo, 
cuando era algo más que un ignorante lleno de dudas.
Inspirar, espirar, respiramos: la fusión es perfecta en el círculo de la consciencia.

Assalamo aleikum. 

PD. Shaykh Ahmad Salah As Sufi.