lunes, 18 de abril de 2022

LAS POTENCIAS FORMATIVAS.

INTRODUCCIÓN

Durante los siglos IV y V de la hégira, por medio de la ascesis del saber de la que hablaban con insistencia los Ijwān al-Ṣafa', bajo el influjo de As-Suffa.. Entendemos: que hay unas actitudes de una gran confianza en el ser humano, en el sujeto individual que se lanza a la búsqueda del saber y que, de ese modo, y por medio del esfuerzo intelectual continuado, asciende (regresa) por el camino hacia Allah. Y es muy de notar que, si nos atenemos a la obra conservada de los antiguos, puede afirmarse con rotundidad, que tanto ellos como otros humanistas musulmanes concibieron la posibilidad de la metamorfosis, y de paso, la condición del espíritu, por procedimientos racionales y razonables; es decir, por experiencias contemplativas o por contactos inefables e inexplicables.

Es evidente, que la capacidad definida como expresión global del crecimiento espiritual, mantiene una relación directa con el concepto de "potencias formativas", que ya hemos expuesto en diversos artículos. Si admitimos, que la capacidad revela la idoneidad de un continente, para recibir el contenido, podemos comprobar dicha relación recordando lo dicho por Ibn Arabi: 
(Sea éste quien sea, honor a él.
La impetuosidad de las pasiones no lo agitan, siempre está firme como una montaña. Ninguna pena lo aflige, ningún miedo lo despoja de sus nobles virtudes [con el fragor de su combate].
Mira cómo, él solo, ha derribado los ídolos. Así es él: suave y duro en un mismo tiempo). Esto es, con respecto a la potencia y el acto: "pero potencia y acto son aspectos complementarios de un mismo  fenómeno, como "lleno" y "vacío": al verter el contenido de ese recipiente, el mismo, va quedando menos lleno y, por lo tanto, más vacío. Como en el caso de lleno y vacío, la conclusión depende del punto de vista: al manifestarse en el ente (o en cualquier estructura) se va perdiendo potencial a medida que se actualiza y progresa hacia una cierta medida, ya que la estructura crece); basta decir: "Que a menos actos menos potencias formativas". Potencia y acto son, pues, análogos en los estados del lleno y vacío de un recipiente. Pero lleno y vacío, son los límites extremos que adopta todo contenido y que están determinados por la capacidad del continente: y así se comprueba que la capacidad está efectivamente relacionada con la potencia. Pero además, resulta claro que la capacidad es una determinación de la potencia, que es el límite formal último más allá del cual 'ella' (la potencia) no puede actualizarse: el acto causado por una potencia depende de la capacidad; la potencia es capaz (dentro de los límites de la capacidad, en su continente. Sin embargo, por definición, la potencia no puede estar esencialmente determinada: la capacidad es un límite agregado exteriormente a la potencia; el ejemplo anterior, explica, que si la potencia radica en el contenido, es evidente que éste será limitado exteriormente por la capacidad del recipiente; pero si, la potencia procede del espíritu, es aún más evidente que la capacidad del recipiente no establecerá nunca un límite para la extensión universal, a la "potencia espiritual", hablando en alegória.. Allah contrae y el hombre se expande.

En el caso de la formativa viva, la capacidad determina a la potencia formativa del universal que la sostiene. Ésto, lo comprenderemos mejor refiriéndonos con los términos universal y/o particular de un ente individual, por ejemplo: la "estructura viva" individual es en efecto un organismo en constante crecimiento; y éste crecimiento, es impulsado por la potencia formativa del acto cuyo proceso concede una "existencia natural" al ente. La potencia formativa causará un crecimiento de la estructura de acuerdo a un cierto movimiento o velocidad condicionada por causas externas y de un modo propio de la esencia; más ¿qué es lo que determina el crecimiento de la estructura espiritual, y qué principio limita ónticamente con la potencia formativa universal?.. Respuesta: es la esencia, el "principio individual" que pone un término particular, específico, a la naturaleza universal y le otorga una existencia personal. Nos estamos refiriendo entonces, a la capacidad que determina la potencia formativa, al creacional que hace crecer hasta cierto límite y que fija las estructuras esenciales para definir la capacidad característica del crecimiento de la estructura viva que puede responder a la luz del ejemplo hasta donde pueda crecer de un modo estructural. 

El microcosmos potencial. 
Análogamente a lo mencionado, la capacidad global esencial es algo del destino que determina a la potencia formativa. Pero éste destino es más completo pues es un "designio" que existe: en Su plan y que consiste en una estructura de planes, cada uno de los cuales dirige el crecimiento formal de los diferentes órganos del microcosmos. ¿Cómo saber que es un plan?.. Respuesta: está escrito en el Corán "toda la estructura que determina la forma"; y el Creador, describe Su propia obra con un plan determinado por Su capacidad armónica sobre el microcosmos. Pues existe una capacidad propia con un plan para determinar el potencial formativo que se integra en la capacidad global de la estructura esencial, es decir, en la capacidad del Plan completo. Esto está claro, puesto que cada miembro orgánico crece con un modo y movimiento propio, pero integrados armónicamente en la estructura del microcosmos, de tal manera, que ésta matriz crece a su vez, con una velocidad y un modo global esencial. 

Con éstas aclaraciones, vamos a referirnos a un organismo particular del microcosmos, éste es, la "desús psíquica", cuyo esquema analógico es la conformación de la estructura compuesta y específica que dirigen el crecimiento de las esferas afectivas, racional y de la conciencia. Especialmente, nos interesa considerar la base que conforma la estructura neurofisiológica del cerebro, la estructura cultural y la estructura del esquema de sí mismo: tales estructuras están vivas y en crecimiento permanente, con unas velocidades y modos propios, cumpliendo con los requisitos característicos que hemos puesto en el análisis. Debemos admitir, que éstas estructuras tienen una "capacidad" específica propia, que permiten su crecimiento, el cuál se realiza en su forma. Más claramente: las estructuras neuronales del cerebro que se desarrollan de acuerdo con el plan contenido en el destino; tal plan específico es la potencia formativa del organismo microcósmico: que es un término particular que limita la potencia formativa y determina el crecimiento formal de la estructura y de las capacidades neurofisiológicas.. Y lo mismo sucede con la estructura cultural, la cual crece determinada por una capacidad propia. Así como, también, la estructura del esquema de sí mismo crece según la capacidad de un plan particular del Creador universal. 

Ahora bien, estas estructuras sirven para la manifestación del sujeto anímico, el cual se denomina "sujeto racional" en la estructura neurofisiológica, "sujeto cultural" en la estructura cultural, y "sujeto consciente" en el esquema de sí mismo o de la estructura de la esfera de la conciencia. He aquí, la definición ontológica de la creación microcósmica: La percepción que el hombre efectúa sobre la capacidad de la estructura psíquica se denomina "memoria". Más particularmente: la percepción subjetiva del hombre racional que se produce sobre la capacidad de la estructura del cerebro se denomina "memoria del arquetipo" y que es la percepción global que se expresa sobre la capacidad y los contextos conceptuales de la "memoria cultural"; y la percepción consciente del hombre que se realiza como un esquema de sí mismo. 

Quizás pueda sorprender, a primera vista, semejante definición del concepto de "memoria" con la capacidad de una estructura, pero, con un poco que se medite sobre ello, se comprenderá que la "capacidad" es el verdadero origen de la memoria, y que "memoria" es la percepción subjetiva de la capacidad: la memoria, es un continente, cuyo contenido estructural crece y se desarrolla con el impulso de una potencia; así pues, la "memoria" y la "capacidad", que determinan la potencia estructural, son lo mismo. La diferencia subjetiva, radica en que el hombre atiende solamente a los contenidos estructurales del crecimiento y los considera como retenciones de la memoria; para él, es sólo la "capacidad" de retener y conservar ciertos datos.  

La capacidad de una potencia. 
Es decir, lo que es la capacidad del plan directivo que estructura la potencia formativa del arquetipo. Pero todo ésto se comprenderá mejor cuando damos la "definición funcional de la memoria" con la "facultad de recordar".

Definición de la memoria. 
¿Sabemos lo que es la memoria?: 
Es la percepción subjetiva de la capacidad de una estructura viva, es decir, el límite formal que determina la potencia estructural. El crecimiento de una estructura es en función de su capacidad, o sea, de su memoria. Pero el crecimiento depende concretamente de los elementos que se van integrando con el correr del tiempo.

Los enlaces integrados a los sistemas simples o complejos. 
EI hombre, que a la "capacidad" la denomina "memoria", también percibe de forma subjetiva el contenido de una capacidad, es decir, de los elementos de la estructura: para el hombre, los sistemas son recuerdos, si son percibidos en el marco de una "memoria". En otras palabras: si una estructura viva está bajo la extensión del concepto de "memoria", los sistemas que la componen son percibidos como "recuerdos".. El concepto memoria es el encuadre contextual preciso y suficiente para que un sistema adquiera el significado de recuerdo. Un sistema, por ejemplo, si es vivenciado bajo la extensión del concepto "memoria", en su contexto, será experimentado por el sujeto anímico como dicho "recuerdo". Así, la "memoria", que no es otra cosa que la capacidad de una estructura, es comprendida subjetivamente como un almacén de contenidos minémicos, como si fuese un "conservador de recuerdos" y que esa es su funcionalidad. De aquí, la evidente equivocación por definición funcional de la memoria: la memoria es un continente estructural con capacidad para recibir y conservar la forma de un suceso y de permitir su reproducción o aplicación posterior. 

¿La función de la memoria es conservar los recuerdos y facultar la rememoración?  Para el hombre despierto la "memoria" es solo una percepción subjetiva de la capacidad de la estructura viva. Es decir, que, la verdad de la memoria consiste en su "definición funcional" (y subjetiva), en tanto que, para el despierto pinealmente, la verdad de la memoria está expresada en su "definición ontológica" con la facultad de recordar. - Siendo que en cada estructura viva puede definirse una "memoria" a partir de la percepción subjetiva de su "capacidad", y es evidente que cada sujeto dispondrá de su particular "facultad de recordar": por eso decimos que "la facultad de recordar es propia del hombre completo, cualquiera que sea la estructura en la que "actúe". Sin embargo, los recuerdos, (el objeto del acto de recordar), son reproducciones conscientes, es decir, imágenes referidas hacia el umbral de la conciencia y hacia el centro de referencia de sí mismo. Como sea que haya sido catalizado en la memoria por el sujeto racional, (en la memoria cultural por el sujeto cultural), o en la memoria de sí mismo por el sujeto consciente, el contenido séptico del recuerdo emerge a través de la esfera de la sombra y se manifiesta en la esfera de la luz como reproducción consciente. De aquí, que en las valoraciones siguientes, no tomaremos la procedencia de distintas memorias, (es decir), de distintas estructuras, para que al recuerdo se lo considere referido exclusivamente al sujeto consciente: el recuerdo real será una reproducción consciente requerida por el sujeto consciente y el sujeto consciente será quien disponga de la "facultad para recordar". Este acuerdo nos facilitará un prólogo para dar la pertinente explicación. Puestas así las cosas, podemos afirmar que la capacidad de recordar es en todo semejante a la "facultad de imaginar". Primero: Un recuerdo, en efecto, solamente difiere de una fantasía en que es reconocido como tal: entonces el recuerdo aparece claramente en referencia a un pasado real, a diferencia de toda fantasía en la que es evidente el carácter irreal. Y ésta posibilidad inmediata de reconocimiento,  es lo que caracteriza subjetivamente la situación de recordar. El hombre consciente, (por otra parte), puede analizar con claridad si el contenido de su pensamiento es algo "recordado" o algo que parece "imaginado". Por lo demás, como veremos, las propiedades energéticas de un recuerdo o de una fantasía son completamente equivalentes.

Quedamos en lo siguiente: que tanto el recuerdo como la fantasía son una reproducción efectuada por un acto volitivo del hombre.. y que toda representación es siempre una producción del sujeto racional o cultural; el recuerdo y la fantasía, por el contrario, son reproducciones causadas por el requerimiento del hombre consciente. Pero el requerimiento del sujeto, es un acto volitivo, un hecho que exige una interpretación energética de la facultad de recordar análoga a la yá expuesta para la facultad de imaginar. Recordemos, que.. la "energía psíquica" es la fuerza que dispone de voluntad para actuar. En la estructura cultural, el sujeto cultural anima al sistema, y por ende, es quien produce volitivamente la representación emergente. El "potencial activo" de la relación, es en realidad, una disposición potencial para actuar que tiene el sistema vivo, animado por el (nafs) alma; en otras palabras: hay una reserva volitiva del alma que será utilizada por el hombre conforme a la disposición potencial de tal o cual referencia particular. Recordemos, que las "facultades" son "disposiciones" del hombre; por ejemplo, "el cultural tiene la facultad traductiva". Pues bien: las facultades son disposiciones activas del ente potencial por la disposición potencial de la estructura Espiritual existente.. osea, desde Allah.

En éste caso, cabe averiguar ¿cuál será la potencial estructura que determina la disposición activa en la facultad de recordar?. Respuesta: es la memoria esencial, la capacidad de la estructura viva. La capacidad de la memoria, en cuanto continente minémico, es el límite formal que determina su disposición. Activar la facultad de recordar, tanto para recibir, conservar, o reproducir cualquier contenido. 
Hemos visto, que la capacidad es una determinación de la potencia formativa actuante en toda estructura; ahora vamos a comprobar que la capacidad, como "memoria", es una determinación del valor potencial activo de la estructura viva, la que, a su vez, condiciona la disposición activa en la facultad traductiva. Sabemos, por la definición funcional de la memoria, que el hombre reconoce un sistema como un recuerdo, si éste ha sido dotado del marco y concepto "memoria": no hay que aclarar, que ésto, ocurre automáticamente y sobra dar una explicación sobre el automatismo.

"..es situado [el hombre] delante, cerca del Señor de los hombres [Allah]. Prefiere el otro [el Espiritual] a sí mismo, he ahí el adorno [triunfo] del caballero (fata).
[Ibn Arabi].

Assalamo aleikum. 

Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 
Pdr.goto.