ATIENDE MURID
Personalmente, uno debe tener la esperanza en la espiritualidad para obtener el favor de Su Misericordia y ser miembro productivo de la sociedad, sin apartarse de ella, pues quien se aparta de alguna parte de la Creación se aparta en sí mismo de una parte del Creador y eso no deja margen para la expansión espiritual.
Los siervos espirituales (en la Casa del Supremo) no cacarean como las gallinas al poner un huevo; sino que toman aviso prudente al silencio para que las gracias naturales, (que les otorga la contemplación,) sean de ganancia y recobren más fuerza en el contener, y no en vociferar y bailar, (y que se puedan mover en el corazón, y no en las piernas), y que ésto, es mucho más seguro para los devotos que guardan sus lenguas.
No reprimas al espíritu con golpes y vanos sacrificios que no remedian nada y trabaja más para crecer sin hacer llagas en las fuerzas humanas.
Aquel que es creyente, se conforma con la Misericordia Suprema sin hacer daño a ninguna cosa. No busques al diablo para hacer el mal sobre las cosas exteriores y cuida la morada del Amado como el siervo guarda la Casa del Supremo, para que te aprovechen Sus cuidados. Firme en la esperanza y con gran amor a las cosas celestiales, haz que la humildad crezca contigo, (como el fundamento de todo ejercicio espiritual,) pues todo árbol que da fruto, tiene las raíces muy fuertes para soportar los frutos; así tiene que ser la humildad, como el primer perfume sobre las maravillas de las virtudes, para ser recogido y moderado por la integridad espiritual, (y el alma en humildad), pueda despiertar en maravillas para el hombre de corazón.. Y ésto, es bueno de aprovechar.
La humildad espiritual no es para el menosprecio de las cosas terrenales, sino para la riqueza de las cosas celestiales en la sublimidad; pues la humildad sublime, es crecimiento en la verdad y siempre está cargada de dones y gracias del Hacedor Supremo..
Pues todas las cosas aquí dichas tienen alguien que las acompaña, cuando vienen de lo más Elevado.
Cuidarse mucho más.
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ATIENDE CAMINANTE
Era un humano, que de tanto pensar en el negocio del mundo, y al final se olvidó de su alma y se perdió.
El diablo torna mucho sobre sí mismo y alaba su propia reputación. Nunca ofrece un buen ejemplo y siempre está llamando al desacato.
Al predicador que tiene presunción, está el diablo cerca de su oreja y le agarrará el corazón.
Los soberbios son los palmeros del diablo.
El que alega virtudes sin humildad, es como el que lleva polvo contra el viento, (que ciega su fe con el polvo), y se carga de presunción y falsedad.
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ATIENDE MURID
Mira como la abeja, (en tiempo de mucho viento y para no ser derribada), toma una piedrecita entre sus patas y vuela con ella sin caerse.. dale favor a la piedrecita de la humildad para que no seas derribado.
Obras morales.
Si tenemos dentro de nosotros, (Un principio operativo que es nuestra voluntad), en verdad: que no tenemos un principio gratuito, que es lo principal que se mira en las obras meritorias, (las cuáles), por la Gracia dan lustre al alma del hombre para los buenos servicios.
Las cosas sensibles, (pueden salirse del sustrato del conocimiento), porque están por encima de los estudios y permanecen en quietud para ser limpia sabiduría secreta, que así evitan la jactancia y la necia imitación.
La humildad y la magnanimidad son compañeras de la misma fila.
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ATIENDE MURID.
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SOBRE VUESTRO NOMBRE.
Todos los grandes sabios musulmanes están de acuerdo,
(en base al Hadîth, o a una autoridad como el Imán Mâlik,) para afirmar que el nombre ejerce influencia en el nombrado. Para ello, se basan en el hecho de que el Profeta del Islam cambiaba a veces el nombre de musulmanes por nombres más afortunados. Sin embargo, éste tema es más cercano al aspecto exterior del Islam (Sharî´ah) que a la iniciación espiritual en sí misma. El plano exterior admite una dinámica de cambio que, por otra parte, es inherente de forma general al mundo sensible.
En el plano iniciático, el nombre representa efectivamente la esencia de un ser. Pero éste nombre, sólo podrá ser revelado por un proceso de iniciación. Y éste proceso implica el paso por varios grados ontológicos, que "ligan" al individuo con su arquetipo divino. Hay pues un nombre para cada grado.
LA LUZ
La luz del alma llega a todas las partes del cuerpo, a su exterior y a su interior, en el estado de vigilia. Si la luz cesa en el exterior, pero subsiste interiormente, se trata del estado de sueño. Si [la luz] desaparece completamente, es la muerte.
GRADOS O ETAPAS.
Mediante el recuerdo (Dhikr), y en la medida que progresa su depuración, el alma gravita a través de la etapas que deben conducirla al conocimiento del Único. En cada nueva etapa, el alma aparece con nuevos caracteres.
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ATIENDE CAMINANTE.
Es totalmente vano querer comprender la faz oculta de éste mundo, (El Qudra), valiéndose de la razón humana, que está hecha para comprender las leyes del mundo de la sabiduría, de lo aparente, pero sin ir más allá.
-La gente corriente (básicos) no conocen más que el exterior de las cosas; se encuentran al nivel de la Sharîa.
-La élite está compuesta por aquellos que, después de haber conocido la Haqîqa, no conocen nada que no sea ésta.
-La élite de la élite está formada por aquellos que, después de haber conocido la Haqîqa, vuelven a la Sharîa. Ven así, la unidad (El Haqîqa) en la multiplicidad (el mundo de la Sharîa), y la multiplicidad* en la unidad.
“No hay que imaginarse que el secreto de las letras sea algo que pueda conocerse gracias al razonamiento; sólo se llega a él por la vía de la contemplación y el favor divino”.
(El Magrebí El Bûnî)
* El Kutrah
