viernes, 25 de agosto de 2017

ENTRE LA DISCULPA Y LA CRÍTICA


NO NECESITAS DISCULPAR LO QUE HACEN LOS DEMÁS.

A lo largo de la historia, los musulmanes no hemos vivido, gracias a dios, ningún proceso de expulsión expeditiva en lo religioso y espiritual de nuestras sociedades; pero siempre, (en otras  Sociedades ajenas), han tratado de llevarnos a una Edad Media, (a una edad de las tinieblas), en la que el Islam y la espiritualidad nunca han estado.
Algunos pretenden reescribir nuestra historia, una nueva historia del Islam al amparo de sus obnubiladas visiones, derivadas, (entre otras muchas razones), de una tremenda ignorancia, y de arraigados complejos con una ira contenida estéril. Estos grupos se auto-arrogan en posesión de la verdad absoluta, y quieren liquidar de un golpe  toda la historia.
La decadencia de Occidente, no la procuraron los musulmanes, sino los que han intoxicado y multiplicado con corrupción para alcanzar sus objetivos.: No estaría de más repasar cualquier manual de historia, mínimamente fidedigno, para que nos sitúe en los acontecimientos del mundo musulmán de ésta última década y apreciar quiénes son los culpables y los palmeros de esa corrupción.
Los adiestrados malabaristas económicos, y mentirosos compulsivos, no son responsabilidad para ningún musulmán, y en menor medida, para el Islam.
Los radicales pretenden imponernos criterios de existencia, ajenos a nuestra voluntad e idiosincrasia, con los mecanismos de un Estado de Derecho y es de esperar la pertinente actuación  proporcional. Y subrayamos, que es también absolutamente rechazable, que desde algún poder del Estado se conculquen derechos básicos obligando a comulgar con ruedas de molino.
Un fenómeno que ha adquirido una fuerza evidente, son los altibajos familiares, (las fracturas familiares), que se viven en muchos hogares musulmanes, donde exista una comunidad musulmana conectada a los efectos nocivos de la globalización; conjuntamente con una fitna derivada de las distintas tendencias interpretativas del Islam. [La palabra fitna, como es sabido, denomina en el léxico árabe a la división, independientemente de las causas que originen ésta fitna].
Se dan casos de hijos que llegan incluso a acusar a sus padres de incurrir en kufr (incredulidad) –grave, gravísima acusación para cualquier musulmán que se precie– porque éstos, no siguen la caprichosa orientación que pretenden imponer a sus padres.
Como decimos, todo éste caldo de cultivo, ha hecho, quizás hoy más que nunca, el que en cada hogar musulmán  vivan en conflicto, en muchos casos, irreconciliables. Un fenómeno que ha adquirido un fuerte auge, (a expensas de la presencia salafí/wahabí) y que cabalga a lomos de las nuevas tecnologías  inexorables. Ya sea vía satélite, internet, radio, televisión, publicaciones al uso etc., medios todos ellos hegemonizados por ésta tendencia, y al amparo del poderío económico de sus patrocinadores, claramente anclados en el petrodólar. Sus valedores y representantes locales, que actúan como ejecutores directos, en estos últimos tiempos y muy presentes en todos los ámbitos de nuestra sociedad, han originado ésta corrupción interna, a la que no es exagerado denominar fitna.
Una anécdota ilustrativa, (que le ocurrió a una hermana foránea, hace unos días en que era entrevistada), es ver como la periodista le hace referencia para que pida perdón.. y lo que quedó meridianamente claro, (por la insistencia machacona, y la ira mostrada al respecto por ciertos grupos), es que hay un enemigo de todos con el que no hay que ser condescendientes, pero aquí, no se trata de confesarse y pedir el perdón, (como si no hubiese sucedido nada); sino de encontrar la raíz del virus contagiante y vacunar.
Siempre hemos entendido que las dificultades más importantes no provienen de aquellos que abiertamente declaran la contienda; los que plantean de FRENTE hasta son previsibles como reto. Lo preocupante, es la ambigüedad calculada de algunos personajes, que a lo largo de mucho tiempo, les han dado pingües resultados en mentir al ignorante..y de aparecer (alegoría) siempre con el primer cubo de agua, aparentando competir para sofocar el fuego, cuando con la otra mano, (a hurtadillas), son ellos los que han encendido la mecha; esos no pueden seguir gozando de impunidad indefinida.
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El RADICALISMO es la sentencia contra la caridad.

Las palabras soberbias siempre escriben en mal consejo engañando en peor obrar.

La flaqueza es de los que se apartan del camino, y van cerrando las puertas para los verdaderos caminantes.

La costumbre crea necesidad; la necesidad crea desesperación.

Los seguidores del demonio nunca contradicen a los vicios.

En el corazón del justo siempre está presente un Paraíso.

El árbol de la vida es la sabiduría espiritual, y el gusto sabroso, es la contemplación.

El fuego tiene dos propiedades: Que aparta las cosas diferentes y junta a las semejantes.

Dijo Salomón:
Cómo despierta el deseo para saber y  provocar al tener la atención; pararse en ello diciéndole, antes que le dijese ésta  brevedad, que se observa: "Hijo, escucha mis palabras con los oídos de tú alma, y a mis razones inclina tus orejas, y no se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tú corazón, porque vida son a los que las hallan, y a toda carne son sanación."

'El miedo sale huyendo cuando no sabe guiar a la bestia, ni reinar, ni poner cobro para evitar el daño que recibió, pues fácilmente hace tierra en sus entrañas y por costumbre, siempre engaña el demonio, padre de los malos, con los cuales trae guerra, porque, aunque son  sus hijos, no los perdona; pero tampoco les dará tentaciones, pues ya los tiene donde quiere.

No hay a quien menos puedan vencer las cosas terrenales que al que más desea las celestiales.'

Assalamo aleikum.