martes, 5 de septiembre de 2017

TIEMPOS DE VIOLENCIA Y MENTIRAS.


En otros tiempos antiguos, todo el mundo sabía, que lo verdadero residía en el comportamiento.
Nadie pregunta qué es la verdad, sino quién es la verdad, y obtienen respuesta sobre praxis, ejemplo, acción, vida, etc.; cuando ni tan siquiera conocen éstos conceptos.
Hoy, la repercusión del mundo violento sobre el resto tiene mucho más valor que la búsqueda sincera y seria de la verdad, la honestidad, la virtud; cualidades específicas de los seres humanos que se precisan para dejar la animalidad.  Como decía un sabio: "Cierto tipo de personas llegan a condicionar hasta el medio que les rodea y lo acaban variando todo de forma inevitable."
La inmediatez con la que se obtiene el aplauso y la lisonja, gracias a la irrupción de la tecnología actual, ha hecho que el hombre moderno se desmiembre entre la persona y el personaje, creando una identidad de tipo virtual, (que poco a poco), les va comiendo terreno hasta llegar a expulsarlos de sí mismos.
Ésto, unido a sus prejuicios, hace que el trabajo interior haya perdido total y absolutamente el valor que siempre tuvo. Una vez que la ideología del tecnológico pragmático se ha colado en las mentes, ya sea por el dogma o por el avatar político, es bien fácil tener éxito inmediato ante los discursos universalistas, los deseos de paz universal, los poemas exacerbados, las imágenes de cálidos abrazos o de bocas llenas de sonrisas. Y nadie es capaz de resistirse ante tan suculenta tentación. Aunque  bodhi, esconda un gran cuchillo ensangrentado a su espalda.. manchado por las víctimas que acaba de masacrar.
La espiritualidad vital es débil en los tiempos violentos, (donde los seres vivos de ésta época), en su mayoría, son de carácter débil, (y es ahí), donde los violentos y los falsos se aprovechan para masacrar ésta debilidad.
Si hoy en día, nos visitara un hombre de la antiguedad, se quedaría perplejo ante el divorcio del comportamiento y la lógica irracional que destila. Imagino que le tratarían sin pudor alguno, le darían la espalda, lo estigmatizarían, lo condenarían. Actualmente, (sin embargo), todo son levantamiento de hombros, risitas exculpatorias acariciando un gran misil, reparto de miseria por parte de los señores de la guerra, responsabilidad total disuelta y mirar para otro lado. Y ya está; qué le vamos a hacer; si esto es así.
Un escritor afirmó:  Que algún día la cordura y la cultura serían víctimas de la retirada de la palabra.. ósea, les cortarían la garganta. 
Perdido el centro, desorientado y descentrado, el hombre moderno se fragmenta y diluye en la multiplicidad de opiniones, mensajes, aplausos y seguidores, en los que el ego, encuentra su caldo de cultivo para devorarlo todo y utilizar todo lo que tenga alrededor suyo para provecho personal. En nombre de lo sagrado, lo profano o lo divino, qué más da.  El imperio del Yo ha llegado cuál escudo profanador.
En fin, es el tiempo en el que hemos nacido y debemos recorrerlo hasta el final. No hay otro. Pero NO debemos permanecer quietos, como aquel soldado romano cuyo esqueleto fue encontrado delante de una puerta en Pompeya y que murió al estallar el Vesubio, pues nadie se acordó de decirle que se podía ir de allí..
Algo parecido a lo que ocurre en Birmania (Myanmar) con los musulmanes y los  horribles crímenes..
¿Porqué no se marchan del fuego?..
¿Porqué se dejan masacrar sin defenderse?..
Los musulmanes no somos masoquistas y podemos "defendernos" ante las agresiones que nos realizan.. pues dejarse matar, (sin resistencia), es como el suicidio.. y en el Islam el suicidio es un grave pecado condenatorio.
Reserva sin derecho de admisión.. sin ninguna ironía. Es la única manera de no ser el juguete de cualquier payaso potentado. Y ojo concreto: 《ésto no es un llamado a la sublevación, sino un llamado al derecho a la vida y para vivir en paz dónde cada cual pueda defender esos derechos inalienables y fundamentales del hombre, sea de la creencia religiosa que sea y de la idea que practique.》
EL DERECHO A LA VIDA ESTÁ POR ENCIMA DE TODOS LOS CONCEPTOS.

Assalamo aleikum.