miércoles, 23 de mayo de 2018

CUANDO LOS CORAZONES SON DE CARTÓN PIEDRA.

Aprende Israel, que el suceder de la familiaridad, cuanto más crece más se puede debilitar y queda marcada por los resentimientos que se clavan en el corazón y son como los furores de las saetas envenenadas, que hieren el punto del sentir. Lo peor de ésto, es que todo proviene de las personas menos seguras e inestables y que tienen mayor miedo, cuando eso, no es útil en absoluto, si se tiene limpia la conciencia.
Ya no os importa la sangre que os une, sino que vosotros optais por hacer más sangre para la separación, sucumbiendo a la palabra encarnada del apocalipsis; pero también sabes, que para alcanzar la salvación es precedente reunir méritos, y merecerlos, y eso es por gracia Suprema, no por cooperar con el pecado. Acerca de ésto, conviene saber que el libre albedrío, a pesar de ser muy poderoso, lo es con la ayuda de la gracia y es débil para caer en el pecado del que no podrán levantarse. Dicho ésto, la justificación no es la historia teologal, sino la que se ramifica al sentido común de la convivencia con la  caridad en las formas y los modales de diversidad.
El bien es una prosperidad, pero el mal es una adversidad que expedita al abismo, pues el gusto del entendimiento es la elección, no la ejecución.. justicia para la prudencia, justicia de piedad, paciencia para la fortaleza, entendimiento para la sabiduría, sabiduría para la caridad. Son éstas excelencias más aprovechadas por el sabio que por el hombre natural, pues mientras el primero se acerca a la perfección en la dirección certera, el segundo se acerca al defecto de la actitud malvada. Por último, las especulaciones no se consuelan con la espiritualidad sin gracia, pues no es un principio reparador de hábitos con integrismos en los que tienen el tumor de la soberbia y el rencor como lepra. No son misericordiosos, ni tienen compasión, los que hacen peticiones frente al muro y en oficio ofrecen plegarias, para después en la urbe, dar palizas y matar la paz, como si estuvieran jugando a las batallas de ciencia ficción, procurando amargura y el llanto de los demás; y todo ésto, por culpa de un "ismo" tópico que los llevará a morir por el no acercamiento a la justicia. El consejo dispone a la misericordia, pues en todas las Escrituras se prefiere la misericordia al sacrificio, y el entendimiento con la paz al apetito caníbal irracional.
La verdadera sabiduría es un resplandor celestial de suma dulzura, nunca es un veneno autoritario inyectado por algún traductor alucinado.
Admonición es el presente discurso, y en bien para corregir el camino.
De vosotros depende vuestra dirección.