domingo, 19 de agosto de 2018

ES TAMBIÉN UNA ORACIÓN.. I

Lo que llamamos CONTEMPLACIÓN; pues el alma conoce un orden superior y sobrenatural que no se puede alcanzar por otra diligencia que no venga desde la Luz y el Amor que se encierran bajo la Gracia Suprema. El hombre, que es paciente, será agente de ésto y recibirá los dones comunicantes que aprovechan mucho tiempo; más el rigor afirma, que bueno es tener un maestro espiritual que instruye en aciertos, pues toda enseñanza no es bastante si no existe provecho con la experiencia, (y faltando esa luz interior), no se acierta en dar un paso en la dirección correcta, pues es necesaria la obediencia para aprender y después servir, ya que quién pretende llegar a la contemplación, debe dejar su propia voluntad y ser un humilde jornalero.
Bien sentada la intención, se requiere aprovechar los ejercicios aprendidos y conservar la pureza del interior y exterior, conforme a lo que ya hemos aprendido para utilizar los ejercicios previos.. (Allah es Ar-Rachid) y por ende debemos sinceridad y cuidado por hacerlo todo correctamente.
Los actos interiores deben ser actos de Amor y deseo por agradar a Allah SWT más que a los demás hombres, (que a veces son desagradecidos y otras no,) pero no debemos, en las virtudes, tener compensaciones humanas, pues no debemos preocuparnos por aquello que no restaura para la Otra vida y que tan sólo ofrece sequedad y distracción, (que la gente misma,) padece sin provecho ninguno.
Ser perseverantes en los ejercicios espirituales de la contemplación, pues el esfuerzo es una prontitud para recibir el beneficioso alimento por hacer las cosas de Su servicio y romper con las dificultades que sean impedimentos. Una vez llegados a la cumbre, la gran paz interior llevará al consuelo espiritual sin igual, sobre el señorio, con una nobleza interior dará el ánimo para la próxima experiencia unificante.
Finalmente, a quienes no son movidos por éstos provechos, (para éstos), es mejor el ejercicio de la súplica y dejar los vicios mundanos, pues muchos están, pero son movidos por la carne y las acciones propias del mundo.. para tales personas, la comparación es como el muerto que se mueve cuando es movido por otro a su voluntad, y aunque le pongan en un buen lugar, siempre tiene el mismo semblante de oprobio con las asperezas semejantes de la obligación, lo cual es una contradicción en sí misma.
Poco o nada vale lo exterior sin la riqueza interior, (que sin lo interior), todo sería mera hipocresía y vanidad más que virtudes.
Assalamo aleikum.