jueves, 2 de julio de 2020

LA TRANSMUTACIÓN.

La gran ley de la justa compensación, su percepción y entendimiento, que puede ser obtenido si uno vive su vida como si el sueño transmutado fuese un hecho. 
Si algún sufrimiento te agobia, intenta mantener en la mente, que éste suceso no ha sido de manera fortuita o milagrosa, sino que debe de tener una causa. No necesitas buscar esa causa.. Sólo aquel que sabe transmutar puede disponer de una visión que le haga favorecer la causa-efecto y recibir esa causa como un feliz evento, evitando el suceso. Lo que es muy necesario es un cierto estado de ánimo, una sensación a la que rendirse para que puedas "sentir" cómo una pena o una alegría deben tener su causa (y al mismo tiempo) puedan causar otros eventos en el futuro. 
Aquel que se empapa con éste estado de ánimo y ve su vida y todo lo que le sucede como si fuese un hecho, encontrará que ésta existencia se le va haciendo cada vez más comprensible. Aquel que suprime su enfado, cuando algo le sucede y le molesta (y en su lugar piensa que), igual que una piedra rueda al ser empujada, así ese algo molesto debe haber sucedido o realizado por alguna ley del universo, y adquirirá la comprensión. Tan cierto como que mañana te levantarás por la mañana, dadas las circunstancias necesarias y sin que tu salud sufra ningún cambio,.. es igualmente cierto, que comprenderás la ley de la transmutación, si ves la vida de esta manera. 
Hay dos pequeños requisitos, para que una persona, que desee la educación precisa de un sheikh Sufiyya pueda acceder a la Tarbiya.. la primera es que no deben de aceptar ciertas actitudes mundanas como si fueran un dogma.. por el contrario, se debe dejar la puerta abierta a la posibilidad de que ciertas cosas sean ciertas o no (libertad) en el modo de ver la vida de ésta manera. Segundo: No se deben de tener dudas o supersticiones, porque éstos, son los mayores obstáculos. Sólo una persona que ve la vida de ésta manera, con una mente abierta, está preparada para recibir la instrucción que demanda. 
Existe un tercer aspecto que debe ser considerado.. ningún maestro instruirá a una persona que esté llena de supersticiones y prejuicios, o una persona que sea proclive a emitir juicios insensatos o caer víctima de cualquier ilusión. La regla de oro aplicable aquí es, que antes de dar el primer paso en la dirección de un aprendizaje superior, una persona debe liberarse de cualquier pensamiento frívolo o la posibilidad de confundir la ilusión con la realidad.. pero por encima de todo, el aspirante a Murid debe ser una persona que observa y tiene pensamientos disciplinados. Si una persona se inclina hacia los prejuicios y la superstición, en el mundo de la Realidad de los sentidos, el instructor le invitará a corregir esa trayectoria errática por la verdadera realidad. Sin embargo, si la persona no piensa lógicamente y se deja arrastrar por las fantasías, entonces la corrección de trayectoria no es tan simple. Siendo así, es esencial que uno tenga su vida del pensamiento a mano y que sea capaz de ejercer un control estricto sobre sus pensamientos antes de adentrarse en los mundos del Espíritu y del Alma.
Uno que se puede inclinar, fácilmente hacía esas fantasías, supersticiones e ilusiones no está preparado para entrar en una educación en la via del corazón. Pero es muy fácil engañarse en éste punto. La liberación de las fantasías, ilusiones y prejuicios se obtiene con autodisciplina. Ésta libertad no es fácil de adquirir por cualquiera. Se hace necesaria la recordación de que, la mayoría de las gentes tienden a objetivar pensamientos torpes y descuidados y que son incapaces de controlar su propia vida del pensamiento a través de su propia fuerza de voluntad. 
Al mirar las demandas que te hace la vida diaria, es evidente de que es imposible liberarse completamente a uno mismo de las impresiones externas. Para poder hacerlo, es necesario apartar un pequeño periodo de tiempo cada día para interconectar con el sheikh. Éste período de tiempo, (que pueden ser cinco minutos,) no deben suponer un conflicto con nuestras obligaciones,.. una persona debe ser capaz durante ese tiempo de separarse de todas las impresiones que le circundan alrededor, de todo lo que venga a través de los ojos físicos, oídos y su sentido del tacto. Durante ese período de tiempo debe volverse sordo y ciego a su entorno exterior (aislarse completamente).
Todo lo que nos asalta desde el mundo exterior nos une con la sensualidad y el ordinario mundo diario y eso, debe de ser silenciado, hay que poner calma total, (e interiormente,) instaurar el silencio. 

Sheikh Ahmad Salah As Sufi. 
Abreviatura de la conferencia de Córdoba. 
Año 2004.