domingo, 27 de diciembre de 2020

EL FENÓMENO DE LA POLARIDAD COMO PRINCIPIO DE VIDA.


          NO HAY MAS DIOS QUE DIOS...
El contraste es la conexión para el amor y el intelecto, y ahora, es un diagrama del comienzo del trabajo en Jalwah, (reclusión), y su final, es el trabajo público.

EL FENÓMENO.
Se le suele aplicar al yo individual, que es descrito como el yo del poder oculto y anhelante en actividad, y dado que su vida es acción, se aprisiona a sí mismo en los medios para la acción, se individualiza para que la acción pueda convertirse en una posibilidad.

El yo se fortalece al tomar conciencia de sus propias peculiaridades y su singularidad. Se aprisiona a sí mismo en su propio ser hasta que se vuelve capaz de actuar, y gasta sus poderes previamente acumulados en hechos. La reclusión (Jalwa, khalwat) puede convertirse así en reclusión del propio yo, o en la reclusión de la experiencia en la oración, del contacto con el Ego. En éste punto, lo que se pretende es que la concentración y la acción continúen sucesivamente, y que la acción sea la expresión del anhelo interno del Ego para pasar a la etapa superior de la contemplación:
¿Cuál es el origen de nuestro ojo despierto? La alegría de VER aquello que se convierte en forma.
La luz se transformó en un círculo hasta convertirse en ojo. El deseo determina la evolución y el carácter de nuestro interior. 
Así, formó el pie por el deseo de caminar con gracia y su boca por el deseo de oirle hablar. Esto puede tomarse como la expresión del desarrollo que las funciones determinan en la estructura de los órganos, pero quizás sea también un efecto paralelo a la idea de los aspectos especiales del destino, y que en el hombre pueden desarrollarse a través del deseo intenso, y que incluso, es posible dar la propia dirección de la vida eterna gracias a la inquebrantable concentración en el desarrollo de un Todo y Lado distintivo del ego de uno, siempre que permanezca en los límites de las posibilidades innatas del ego:
El árbol no agradece la oscura sombra, sin embargo, su humedad le permite hidratarse cuando el agua escasea. La semilla siempre tiene el deseo de crecer.
Este deseo de crecer es el misterio de toda vida. La vida es, en sí misma, polvo y prodigiosa luz; en un tiempo sin fin, da luz y se destruye sólo por producir un modelo perfecto que hace lamentos en busca de una sola estancia.
F. Attär ya se había quejado de que se necesitan innumerables vidas humanas hasta que un profeta pueda llegar a existir. Al aceptar esas innumerables vidas, que surgen y caen nuevamente en la destrucción durante millones de años desde la creación, se culmina finalmente en el hombre; que nuevos y diferentes gritos se pronuncian para hacer surgir una llamada a la oración. Así, el hombre, no es sólo un punto de vista biológico sinó espiritual, y es el resultado de inmensos períodos para el desarrollo. No se debería,  (como hicieron los evolucionistas), indagar demasiado sobre los estados anteriores de la vida biológica, sino más bien, reflexionar sobre su futuro:
Por qué se debería preguntar a los sabios: ¿De dónde viene mi comienzo? 
Estoy ocupado con el pensamiento: 
¿Cuál será mi final? 

El pesimismo (del mundo occidental) parece despojado de la fe en el futuro del hombre, mientras que la idea de la evolución, (en el islam clásico), se imparte como un medio eficaz para dar a la vida una nueva dirección: se subraya éste concepto evolutivo insertando los famosos versos del Maulänä Rümi que apuntan a una creciente posibilidad. Dichos versos, se extienden desde la piedra hasta los seres celestiales: versos, que incluso han sido leídos por otros comentaristas como una defensa en la transmisión de las almas. No hay duda, de que las traducciones asignadas sugieren muchos valles sombríos a lo largo de toda la gama del ser que corre en la nota ascendente del egoísmo para alcanzar su perfección en el hombre. El gozo de la manifestación, la cuidadora del estiércol, el deseo de volverse cada vez más individual, es la fuerza principal y la misma idea que ha sido explicada por la vida. En muchos libros filosóficos recientes, es interesante resaltar, la cantidad de "filósofos" que son influenciados por algunos conceptos de Nietzsche:
Como en toda vida, la tendencia ascendente es preponderante; de ​​lo contrario, no habría vida en absoluto; todo desarrollo aspira a un escalón más alto, y en el rango más alto, a la mayor conciencia, individualización y libertad.

Pero el hombre, constituye el rango más alto en su mundo, porque contiene el mayor número posible de rangos en su ser, y es, como tal, "la primera y última constante cósmica", mientras que las potencias inferiores, (lo que Nietzsche había llamado tan agudamente a la materia que no ha aprendido nada), están siempre en peligro de ser destruidos, (pues la gota de Ángel), no se ha consolidado en su Yo, y por lo tanto, es aspirada por alguien más que debe empezar una y otra vez a ascender gradualmente dentro de la gama de la personificación.. así, el hombre se diferencia de esa materia que aporta simplemente una colonia de egos de orden inferior gracias a su afán por la perfección.

Mírate a ti mismo, 
y no te angusties por tu camisa vacía, Porque en tu pecho se esconde la luna llena del mundo naciente. (R. Pawita).

El ideal moral y religioso del hombre es el impulso interior en todo lo que está conectado. (Secretos X).
 
El riesgo de la creatividad no es sólo la grandeza de la personalidad, sino también, los peligros innatos de la armonía:
En el caso del hombre, en el que la individualidad es profunda, la personalidad puede abrir posibilidades de hacer el mal, pues el sentido de la tragedia de la vida, hace probar esta percepción psicológica.  Corán Sura 33:72.
"En verdad les propusimos a los Cielos y a la tierra y a las montañas recibir la confianza, (Mensaje), pero rechazaron la carga y temieron recibirla. ¡El hombre se comprometió a llevarla, pero ha resultado injusto, (consigo mismo), insensato! (por las consecuencias de asumir esa responsabilidad)".
Esta confianza, que fue ofrecida a toda la creación y rechazada por todos excepto por el hombre, se explica como la vicegerencia divina que le fue otorgada a Adán, o como la carga de la individualidad que es tan gloriosa como peligrosa para aquellos al aceptarlo. 
Por el contrario, los místicos quietistas que anhelan la aniquilación del Ego, (en la Divinidad que todo lo abarca), están seguros de que el fin de la búsqueda del yo no es la emancipación de las limitaciones de la individualidad, y es por el contrario, una definición más precisa de su ego, que el hombre será capaz de comprender el carácter de persona y lo Divino será un punto central del círculo liberador.. Ver a Allah a la luz de Su Luz. 
Esto, debe ser interpretado en el sentido de que al reconocerse como una personalidad bien definida y que contiene posibilidades aún desconocidas, que se despliegan según mi formación original, también podré concebir mayores posibilidades infinitas que aquellas otras de cualquier cosa creada. De lo contrario, sería difícil entender líneas como el comienzo de Kalim:
El secreto oculto del Ser es No hay más Dios que Dios, y la espada cortante del Ser es No hay más Dios que Dios.

Antropológicamente, ese hombre es el más grande que se ha realizado en relación con la Superioridad, según la etiqueta de la tradición profética baklay Allah, Crea en ti los atributos, es decir, quién está más cerca en creatividad y actividad, y vive en el pulso de la reclusión y manifestaciones divinas. Ese es el musulmán ideal que se representa en todos los poemas como el heredero de los profetas, no tiene lugar en el mundo de los demás, hasta que trae un mundo nuevo y destruye el mundo viejo, etc. etc. 

El musulmán soñado es la estrella brillante para el destino del mundo, el gran ejemplo de humanidad como se describe en Zarb-i Kalim 129, y se parece a la gota de Ángel que, en su espléndida belleza, se concentra en el sol de la mañana; es modelo de energía y confianza en Allah; sin embargo, esta confianza (tawakkul) no es una aceptación ciega de cualquier lluvia sobre él de visitaciones del Destino, sino una cooperación positiva con el verdadero creyente en la personificación de la apacibilidad y la bondad, y de su fuerza personal surge su tolerancia. La tolerancia no es un atributo de los débiles que no tienen más remedio que tolerar todo lo que encuentran, sino la cualidad de quienes contemplan que son fieles porque ambos están creados por Allah, y por tanto, son dignos de respeto. Este musulmán perfecto es el vicegerente en virtud. (Corán, Sura 2:28). 
Por lo tanto, las alusiones son que ¡Aparece el jinete del destino! y el fruto del árbol de la humanidad debe conquistar éste mundo, no sólo materialmente, sinó también espiritualmente. 

El hombre poderoso no se adapta a su entorno; son los alrededores los que deben adaptarse a su temple. La revalorización del hombre, olvidada durante tanto tiempo en los países islámicos, es el Mensaje principal. 

¿Quien eres tú? 
¿Y de dónde vienes? 
¡Porque el cielo azul oscuro ha abierto la arena de las estrellas sobre tu camino!.
Humano, este puñado de polvo, aparentemente tan minúsculo, es todavía tú individualización, un objeto de envidia y asombro, no sólo de los cielos y estrellas diminutos, sinó también de los ángeles que carecen del elemento de libre elección entre el bien y el mal que hace al hombre rico en personalidad, aunque en peligro.
Esa es la expresión de la palabra coránica de que el mundo está al servicio de Adán. Sólo el incrédulo se extravía en las Causas secundarias, donde los horizontes se pierden y donde la palabra fidelidad no se restringe al musulmán, sinó que significa un todo para aquel que ha experimentado la Divina Presencia.
La conquista de los "horizontes" está relaciona con la conquista del Sí mismo. 
Este alto rango en el mundo, que distingue al hombre, se debe al hecho de que su Ser, (la parte eterna en él), no pertenece al mundo del polvo, (del que está exteriormente moldeado), para explicar este ego eterno e indestructible en términos coránicos se escribe:

La vida del ego es una especie de tensión causada por el ego que invade el medio ambiente y el ambiente invadiendo el ego. El ego no se encuentra fuera de esta área de invasión mutua. Está presente en él como una energía directiva y está formado y disciplinado por su propia experiencia. El Corán es claro sobre esta función directiva del ego.

"Te preguntan por el espiritu. Di: El espiritu procede del Amr (Orden) de mi Señor; pero [del conocimiento], no habéis recibido sino poca ciencia". (Corán, Sura 17:85).
Viendo la diferencia entre la creación, orden, (amr), dirección, y como se usan en la representación coránica, se expresa que:
El versículo citado anteriormente significa que la naturaleza esencial del espíritu es directiva, ya que procede de la energía directiva de Allah; aunque no sabemos cómo funciona la Amr, (orden divina), como unidades del ego. El pronombre personal usado en la expresión Rabb (Mi Señor) arroja luz sobre la naturaleza y el comportamiento del ego. Tiene la intención de sugerir que el alma debe tomarse como algo individual y específico, con todas las variaciones en el alcance, el equilibrio y la eficacia de su unidad ... Por tanto, mi personalidad real no es una cosa, es un acto. Mi experiencia es sólo una serie de actos, que se refieren mutuamente y se mantienen unidos por la unidad de un propósito rector.
Este concepto dinámico del Yo, es muy característico en la idea de Balski: sin embargo, hay una pequeña inconsistencia en cuanto a la relación del mundo creado con el hombre y con Allah. En el Amr e incluso en algunos versos posteriores uno se encuentra con formulaciones como esta:
La forma de la existencia es un efecto del yo, todo lo que ves es un secreto del yo, hace de sí las formas de los demás para multiplicar los placeres de la contienda. 
Suena bastante subjetivo: un Yo abrazador que saca de sí mismo mundos y egos individuales que ahora, a su vez, forman pequeños mundos propios, pero dijo diez años después:
Que es el mundo "El templo" de mi pensamiento, La proyección vista de mi ojo, Como miro, o no, es nada, y nada es, Tiempo, Espacio dentro de mi mente, es una mentira audaz .. El yo es la vigilia de la creación, el misterio interior de la vida.
Muchos se sentirán tentados para  concebir un mundo reducido al yo. 
El mundo no es más que nuestra manifestación irreal.. pero sin nosotros, no habría luz ni sonido.
La noche nace de su sueño (del Sí mismo). El día brota de su vigilia, y dividió su llama en chispas. 
El historiador de las religiones recordará inmediatamente la definición clásica de un fuego ardiente y que las chispas se dispersarían en todas direcciones, aun así de este yo (Atman) se dispersan en las respiraciones vitales, y de las respiraciones vitales, los poderes de los sentidos, y de los poderes de los sentidos los mundos.
El hombre es más alto que la arcilla y el agua, y el mundo, es una imagen del monasterio de su fantasía.
El Yo, tomado de manera abstracta y aislado de sus contextos, es el símbolo de la luciérnaga que ilumina su camino con su propia luz.

Las mentes finitas consideran a la naturaleza como un Otro confrontado que existe perse y que la mente conoce pero no crea. Por lo tanto, podemos considerar el acto de la creación como un evento pasado específico, y el universo nos parece un artículo manufacturado que no tiene relación orgánica con la vida de su Hacedor, y del cual, el Hacedor no es más que un mero espectador. Así considerado, piensan que el universo es un mero accidente en la vida de Dios y podría no haber sido creado. La verdadera pregunta a la que estamos llamados a responder es la siguiente. ¿Se enfrenta el universo a Dios con el espacio que se interpone entre ellos? El universo no puede considerarse como una realidad independiente que se opone a Él. Esta visión del asunto reducirá tanto a Dios como al mundo a dos entidades separadas que se enfrentan en la recepción vacía de un espacio infinito. Hemos visto eso en muchas creencias de la India.

Al participar de la gracia creacional de Dios, esto significa crecimiento eterno: el concepto de que el universo es una unidad orgánica con voluntad y destino lleva a la convicción de que ésta entidad está creciendo y cambiando en cada momento; se prueba en la Sura 35:1 -- "Y Allah añade a la creación lo que Él quiere". La realidad no es algo dado, algo prefabricado, sinó un eterno devenir. Allah ta'ala siempre está creando. 
Nuestro mundo no es más que el boceto de Un artista, y ésta creación, (tal vez), esté todavía inconclusa porque a cada momento surge el grito 'Sé', y vuelve (1).
Tanto del Corán como de la ciencia moderna, surge, especialmente, la teoría de la relatividad de Einstein, que parecía proporcionar la base científica necesaria para ésta idea concebida religiosamente. (1) Allah agrega en cada momento nuevas manifestaciones a lo una vez creado. 
El hombre: dado que el Señor lo ha destinado para ser vicegerente en la tierra, debe ayudarlo culminando Su creación, no destruyendo, sino creciendo como una semilla hasta convertirse en un árbol fructífero. 
El hombre es el teclado de la melodía del amor.. el hombre es el solucionador, y el misterio, Allah hizo el mundo, el hombre lo tiene que hacer aún más justo. 
Sura 23:14. 
No hay duda, que al aplicar el versículo citado se puede hablar de posibilidades creativas.. Todos los días son fases, (Sura 55:27-28), para el hombre.
A cada momento el fiel tiene un nuevo entonces (trabajo, nuevos momentos). De palabra y de hecho, él es la prueba cosmológica de la creación y del Creador. Las cualidades del conquistador, del clemente, del santo y del poderoso. Dónde estén estos cuatro elementos, se encuentra el verdadero musulmán. Aunque muchos musulmanes ortodoxos no seguirían fácilmente esta la personalidad humana construida en completa analogía con la personalidad divina: Adán según su imagen. 

La expresión más famosa del trabajo del hombre:
Tú creaste la noche, yo hice una lámpara. Tú creaste el día, yo hice una copa.
Tú creaste los desiertos, las montañas y los bosques..
Puse huertos, jardines y las arboledas. 
Soy yo quien convierte la piedra en un espejo, y soy yo quien convierte el veneno en un antídoto.

El hombre tiene que dar forma al universo potencialmente existente y formar a partir de la materia prima dada al mejor mundo posible. Así, creando siempre nuevos valores, el hombre, más que un superhombre, es más humilde que nunca, dedicado a eso, y no es sólo él mismo, sino que su legado y ministerio le ayudará en la formulación sobre el destino del hombre como vicegerente divino en la tierra, lo que implica además que éste mundo no le es dado como propiedad sino que debe tomarlo sólo como un encargo de Allah a quien debe devolverlo en el momento de su muerte.. pues el legado, es un fideicomiso en el que el hombre no es propietario del mundo creado y debe evitar que los fieles cometan transgresiones en el ámbito político y social, y ser un antídoto contra el nacionalismo, el capitalismo, el latifundismo y el imperialismo.
Este mundo es el mundo del trabajo en el que el musulmán debe someterse al examen de sus posibilidades; es la piedra de afilar la espada llamada hombre y que Dios tiene en su mano el símbolo para el Ser y la comparación: hombre = espada en forma de media luna). Así como la espada se afila por la resistencia de la piedra, el hombre también despliega su personalidad para conquistar sus entornos y crear nuevos valores. Esta actividad libre es su oportunidad y un privilegio, y por eso, la Tariqa aboga por una gran acción que es casi idéntica, para el hombre.. el amor.
Sólo en esa acción, el yo del hombre se une al Creador sin perder su propia identidad y trasciende los límites del espacio y del tiempo, a la acción espiritual en la forma más elevada que es la contemplación.
Este énfasis, puesto en acción, podría haber llevado a todos los filósofos a un tratado teo-logos fundado sobre la moralidad profesional, un "ethos" instructivo; pero éste problema, (que en general nunca ha sido tratado en su totalidad por los filósofos islámicos), tampoco a sido examinado por los sabios menos partidarios de la filosofía, aunque podría haberse desarrollado en base a la educación de ajustarse al orden del jardín y aprender a significar simplemente, que el hombre, está obligado a cumplir con su deber según el lugar que se le asigne, y debe tratar de aprovecharlo al máximo.
El creyente se ha dado cuenta en sí mismo de la llamada Divina a la vicegerencia, y se ha consolidado tanto, que es capaz de tener un encuentro con su creador.. ese, es el Hombre Perfecto, el que es Libre. 
De hecho, se pueden admitir ciertas similitudes entre el Hombre Perfecto, o, como dijo Emerson: "un hombre de más". 
Como puede demostrarse, para el observador astuto, cuanto más se acerca el hombre a Dios, más sobrepasa los límites de lo normal y despliega todos sus poderes internos. Es interesante hacer notar: la gran importancia a las predisposiciones psicológicas y parapsicológicas del hombre, aún no exploradas, a las que hasta ahora sólo se insinúan algunos ejemplos de la llamada experiencia mística: los efectos del conocimiento, la región de la experiencia mística que es tan real como cualquier otra región de la experiencia humana en la expansión de la conciencia y las facultades casi desconocidas, pero incuestionablemente verdadera en el hombre que se ha realizado plenamente en su relación personal con el Supremo, aquel con quien vive, trabaja y habla. Y no estamos aquí hablando del mundo de la filosofía, sinó de la tradición islámica, del Islam clásico, donde el Profeta mismo es  el Hombre por excelencia y siempre se respeta ésta conexión con el Profeta. Sin embargo, el Hombre Perfecto no es, como se refleja en la teosofía de Ibn Arabi, un ser meramente metafísico.
El Hombre Perfecto es "el ojo" del mundo por el cual el Hacedor ve sus propias obras.. es el microcosmos de un orden superior, que refleja, no sólo la naturaleza poderosa, sinó también los poderes divinos como un espejo. Enfatizar, que el servidor fidedigno está en las etapas y cadenas más elevadas de la vida, (y que cuanto más servidor sea, más ascensión conlleva), y de eso es testigo el Noble Corán.
Hemos captado aquí el punto de comparación, incluso semejanza, con la excelencia Muhammadiana. El estado de servidumbre es el más alto posible que puede alcanzar el hombre, porque implica la sumisión amorosa y la posibilidad de un anuncio de eternidad, el principio de vida. 

Fdo. Shaykh Ahmad Salah As Sufi.