domingo, 26 de marzo de 2017

ATIENDE MURID.

En la oración, (salat) el trabajo máximo no consiste en los ejercicios, sino en procurar que la oración misma os haga interiorizar y entrar en una conexión de gracia, la cual sólo Allah SWT puede dar, pero primero, hay que luchar contra las distracciones y segundo, producir actos adicionales de quietud y supresión del hastío que causa la absorción completa, que muy a menudo,  se muestra renuente para perfeccionar otras cosas.

Perseverancia.

Los estados interiores son los fenómenos que más han ocupado a los místicos y han sido causa de mayor ansiedad para los principiantes.
Los actos, que se han denominado adicionales,  deben ser de carácter voluntario, y son los que  pueden obstaculizar o suspender las reflexiones piadosas.
Por regla general, los estados tienen tendencias a excluir todo lo que es extraño y todo lo que procede de nuestro propio esfuerzo. A veces, sin embargo, Allah SWT hace excepciones.
En cuanto a las fluctuaciones, nunca tienen la misma intensidad y hay tres reglas de conducta idénticas a las ya dadas para la oración (ver arriba).
Si un director-maestro, sospecha que un murid ha llegado a la quietud, puede decidir el caso a interrogarle sobre las diversas características o señales que acabamos de mencionar.

El Jalwa (y sus virtudes) son impulsos para acceder hasta otras virtudes más "sensibles" de unión merced a la humildad.