lunes, 6 de marzo de 2017

La SHARIA

SHARIA.

Por principio Sharia es la «ley»,  la normativa. Es el método que, como en cualquier otro proceso de aprendizaje, equivale a los «ejercicios» que mantienen el propósito e inducen la modificación, en este caso, hacia el  estado  de Islam, concebido (siempre) como  estado de Paz ó Armonía. Es la primera etapa, el primero de los periodos en el desarrollo, el que comienza con la aplicación de las normas y con la sencilla comprensión de los primeros niveles de la Revelación horizontal y el respeto por su ley, ley de la Naturaleza. Percibida la Revelación del Principio Creador en todo cuanto existe, Sharia nos invita a la correcta práctica cotidiana de las enseñanzas y preceptos  de la Revelación vertical, en la convicción de que, si primero no nos dejamos enseñar por la norma (el método), difícilmente podemos ser liberados de la ceguera y de los condicionamientos por la acción del modelo al que supuestamente estamos recurriendo. No obstante, hemos de asumir las reticencias y dificultades que probablemente habremos de oponer. El ego jugará un importante papel. Este método ha de ser aceptado en su totalidad y no puede ser modificado ni cuestionado, porque pretenderlo es tanto como  oponer  el  personal  criterio al de las enseñanzas contenidas en la Antigua Sabiduría. Y la Sabiduría es la combinación del resultado de nuestro esfuerzo con la intervención de la dinámica creadora en la historia de la humanidad, donde descubrimos el signo de la Revelación. Para entender esto recordemos los conceptos de lo que es la Revelación. En éste primer periodo, la lectura de los Textos de la Revelación, así como otros vinculados a la Tradición, es de una  importancia probada, ¡sin lugar a duda!.. Pero como ya hemos dicho varias veces, cuidémonos de la avaricia intelectual, que no nos conduzca a una erudición banal en la que algunas personas se pierden;  para buenos archivos ya están las bibliotecas. Los textos, que nunca deben de ser renunciables, son una guía, pero no guardan lo que solo puede ser encontrado en «el corazón» del ser humano. Una sabia combinación de «otras fuentes de inspiración» sería lo correcto.
Sharia es un primer periodo de «limpieza y puesta a punto», es una primera etapa de estricta ortodoxia en ruta hacia la remodelación, ¡pero primero la buena observancia de la norma! El concepto de Sharia es mas extenso en el marco de la «religión estructural», pero es la primera idea que acabamos de comentar brevemente, la que nos interesa en éste contesto de trabajo. Desde la concepción sencilla y sobre la práctica de la norma y Revelación, el iniciado irá pasando a una segunda percepción sobre ambas más sutil, que no invalida la primera comprensión, sino que la amplia y perfecciona. Esta otra percepción, sin inculcar la ortodoxia, habrá de ir sustituyendo a la rigidez de la literalidad  para ir gozando cada vez más de la flexibilidad capaz de percibir la heterodoxia «necesaria» que se guarda discretamente tras la cuadriculatura de la letra. Normalmente, durante éste primer periodo, el Salat, suele ser poco más que un ejercicio devocional con la intervención de algunas emociones, pero el «estado de Salat» no es todavía accesible. Durante éste tiempo, será la constancia diaria en los ejercicios de Dhirk, una herramienta inestimable, que prepara a la mente y el espíritu para la entrada en aquel otro estado más sutil. Otro ejercicio fundamental durante éste periódo,  es dedicar una parte del esfuerzo a la eliminación activa de los defectos dominantes que tan bien conocemos y que con tanto cariño tratamos, pues éstos son la primera línea defensiva del ego. Al mismo tiempo que tales deficiencias se van desplazando del lugar que antes ocupaban, las cualidades contrarias que debemos de ejercitar van remodelando nuestra personalidad en sustitución de aquellas. Esta modificación progresiva como resultado de nuestra labor sobre las deficiencias, más la fidelidad a las practicas de la Îbadat, anuncian el final del primer periodo, marcado por un proceso de ruptura con los viejos hábitos y la adquisición de los nuevos. Este primer «estado» del Tasawwuf recién adquirido durante el periodo de Sharia es el que llamamos Tawba, cuyo significado es el de asentar la corrección de los defectos. Preparados para entrar en la segunda etapa, Tariqa, donde se comienzan a difuminar la palabra y la imagen, el sonido del discurso que quedando como una coletilla que mantiene la mente consciente en un estado libre de la interrupción de otras distracciones y la atención fija ante La Presencia. Ahora estamos dispuestos para el inicio del siguiente proceso que nos introduce a un nuevo cambio de «estado»; es un viaje que se inicia con la muerte del ser viejo que éramos y nos lleva hasta el nacimiento del ser nuevo al que aspiramos.

FDO