miércoles, 19 de abril de 2017

EL CAMINO ES DEPURACIÓN.

Extracto de las sentencias.

Los conocimientos superiores brotan desde la Fuente original para preparar al "Yo" en su recibir sin limitaciones.
Ahora bien, debe recordarse siempre que no es correcto dar pasos en falso ni precipitarse.
Primero, es necesario corregir lo más fácil que es el mundo exterior. No se debe acceder al segundo estadío hasta que no se haya realizado el Islam en todo lo que significa ésta palabra: "incondicional rendición a Allah en todo".
Segundo, es necesario, (una vez que el mundo exterior está en calma), asomarse al mundo del corazón, modelándolo para Allah y persistir para darle la forma más bella y perfecta. No se debe pretender el último grado antes de haber realizado todas las condiciones que exige la plenitud del corazón, deshaciendo su agitación y sosegándolo.
Tercero, y último; se pasa entonces a la Presencia directa de Allah. Ha sido dicho: "Quién es resplandeciente en sus principios es resplandeciente en sus finales". Éste es el orden justo.
En todos los pasos, se seguirá el ejemplo irreprochable del Profeta. Se trata de la Mutaba'a o seguimiento riguroso del Maestro Ideal (Rasulullah o Nabíullah, el Mensajero) del que el maestro humano, (el shaykh), sólo es una sombra. La Mutaba'a es el signo más claro de sinceridad y encaminamiento correcto, pues implica que se ha dejado atrás al peor de los enemigos, el Nafs (ego), que sólo pretende amoldar la Verdad a sus gustos e inclinaciones.
En sus palabras, actos y estados espirituales, el sufi sigue el ejemplo de Rasulullah Sidna Muhammad, sálla llahu 'alaihi wa sállam. Ése es su Camino despejado. El Corán y la Sunna serán sus guías en todo.

Grande Luz es el Dador de Vida y tú corazón anhela buscarle. 

Él es Evidente, pues nada existe sin ser sostenido inmediatamente por Él.
Allah es la Verdad, y no hay otra Verdad. En realidad, con cada una de sus acciones el aspirante (murid) pretende aprender a reconocer la Verdad tal como se le muestre, pues ha sido defraudado por las apariencias. Sabes quién es el generador de las apariencias: los miedos y las ilusiones que han creado velos que esconden al Verdadero, y hay que descorrer esos velos. Se ha estado entregando, (el hombre), a ídolos que lo han defraudado y ahora (como murid) se ha convertido en pescador de perlas. Para ello debe sumergirse en un óceano que no tiene fondo, el óceano de la Verdad Creadora.
Lo hace movido por muchas causas: por un amor ardiente, por una inclinación natural, por la necesidad del saber, por certezas primitivas en él. Quiere deshacerse de todo lo que le estorba..Y lo que le estorba son los "Awsaf al-Basharía", las Cualidades Superficiales, (las que lo han aislado), para que no vea la inmensidad de los "Awsaf ar-Ruhanía", las Cualidades del Ruh, (la profundidad de su Ser).  Es decir, desea hacer emerger lo que es más hondo en él para que adorne su existencia exterior.
La condición, (sin la cual no es posible nada de lo anterior) es:
El Adab, la cortesía. Sólo la cortesía ante Allah (manifiesta antes en la cortesía hacia todo lo que existe), es la llave que abre Su Puerta. Del mismo modo, que no se accede al corazón de otro ser humano más que a través de la cortesía, (las malas formas hacen que se cierre), y por analogía, debemos saber que ésa es también la clave para llegar a Allah. A semejanza del amante, sólo la espera respetuosa a las puertas del Amado conduce hasta Su Presencia. He aquí, que el sufi aprende de sus experiencias el camino por el que llegar a la meta de su aspiración. Su Adab es la reducción de todo a Allah.
La apertura del corazón hacia Allah, es contemplación.
Quien comprenda lo que ésto significa, no dependerá de sus acciones, pues sabe que en el fondo, Todo es realizado por Allah.