jueves, 6 de abril de 2017

METÁFORAS E HIPÓTESIS.

Todas las verdades reveladas por Allah SWT, son actos del Amor de Su voluntad Excelente y no tienen objeción ninguna, para que los receptores, puedan ser pasivos en su entendimiento.

Esa misma razón, prueba que nuestra alma no forma ideas, ni mueve nuestros órganos; pero puede formar actos de amor conexionados con el Espíritu Dador, no por nuestro interés y actividad material, sino por la inmanencia. El alma no puede mover los órganos por una influencia física, porque Allah SWT (creó)  formó el cuerpo con anterioridad, de tal manera que, hará en tiempo y en lugar lo que responda a los atributos del alma; aunque, sin embargo, es cierto que el alma es el principio de la operación.  Decir que el alma no produce sensaciones o sentimientos es donde no existe una razón convincente. Toda sustancia simple (es decir, toda sustancia verdadera), debe ser la verdadera causa inmediata de todas sus acciones y pasiones internas espirituales; y hablando con rigor, ella no produce movimientos de inercia. Los que son de otro parecer, (me refiero a los agnósticos y escépticos) hacen al físico como único actor, y se crean dificultades por emplear expresiones que les costará gran trabajo explicar sin chocar con la religión, además de chocar de forma absoluta con la razón. He aquí, sin embargo, que no hacemos aquello que no sabemos cómo se hace; pero éste es un principio que no le es reconocido a una especie de imperfección en la materia, hasta cuando no hay en ella movimiento desarreglado; es lo que se  llama "inercia natural," la cual le da una resistencia al movimiento en virtud de la cual, una masa mayor recibe menor velocidad de una misma fuerza. Hay solidez en ésta observación, y no me he servido útilmente de ella más arriba para obtener una comparación que mostrase cómo la imperfección original de las criaturas pone límites a la acción del Creador que tiende al bien. Pero como la materia misma, es una obra de Allah SWT, nos proporciona un ejemplo, de que no puede ser el origen mismo de la imperfección. Se puede demostrar, que éste origen se encuentra en las formas o ideas de los posibles, porque debe ser eterna, y la materia no lo es. Ahora bien, habiendo hecho Allah SWT toda la realidad positiva, que no es eterna, ¿hubiera hecho el origen de esa imperfección?-- si no consistiese ésta-- en la posibilidad de las cosas o de las formas. Entendemos esa imperfección como un mal, y que el origen del mal consiste en las formas posibles, anteriores a los actos de la voluntad, y que concurre al mal en la ejecución actual que introducen éstas formas en la materia; y ésto origina la dificultad que aquí se trata. Algunos han hablado de éste concurso, queriendo que sólo sea general, por temor de que venga el daño contra la libertad del hombre y de la santidad de Allah SWT.. Pretendiendo, (al parecer), que habiendo dado el Creador a las criaturas la fuerza del obrar, se contenta con conservarla y le imputan lo negativo del mal por la parte contraria de la fuerza creacional.
Admitamos, pues, (en éste sentido), que la conservación es una creación continua; Veamos lo que dicen algunos autores: "Parece, (dice un autor), que debe inferirse de esto, de que el Creador lo hace todo y que en las criaturas no hay ni causas primeras ni segundas, ni siquiera ocasionales, como es fácil probarlo. Porque en éste momento mismo, en que estoy hablando, soy tal como soy, con todas mis circunstancias, con tal pensamiento, con tal acción, sentado o de pie. Y si el Creador me crea, (en éste momento), tal y como soy, como debe necesariamente decirse en éste sistema, me crea con una acción, un movimiento y una determinación. Pero no puede decirse que Él me crea puramente, y que después de creado produce conmigo mis movimientos y mis determinaciones.  -Esto es insostenible por dos razones: la primera es, que cuando Él me crea y me conserva en éste instante, no me conserva como un ser sin forma, (como una especie), o cualquiera de los universales lógicos. 
Soy un individuo; me crea y me  conserva como tal; siendo todo lo que soy en éste instante con todas mis dependencias.. La segunda razón es, que creándome Él en éste instante, (si se dice que en seguida produce conmigo mis acciones), será preciso concebir necesariamente otro instante para obrar. En este caso, tendremos dos instantes donde sólo suponemos uno. Por consiguiente, (resulta de ésta hipótesis), que las criaturas no tienen ni más enlace ni más relación con sus acciones que las que tuvieron con su producción, en el primer momento de la primera creación."
El autor de éste dictamen deduce de esto consecuencias graves, como puede imaginarse, y dice al final que merecería nuestra gratitud el que enseñara éste sistema para librarse de tan espantoso absurdo. Otros, aún apuran más sus argumentos: "Ya sabéis, (dicen), que en las escuelas se demuestra que la criatura no puede ser ni la causa total ni la causa parcial de su conservación, porque si lo fuese, existiría antes de existir, todo lo cual es contradictorio. Ya sabéis que se razona de ésta manera: lo que se conserva obra; es así que lo que obra existe, y nada puede obrar antes de tener su existencia completa; luego si una criatura se conservase, ¿obraría antes de existir?. Éste razonamiento no está fundado sobre probabilidades, sino sobre los principios de la metafísica (non entis nulla sunt accidentia, operari sequitur esse)-(el que no existe no posee ningún accidente, el obrar sigue al ser), claros como la luz. Sigamos: Si las criaturas concurriesen con el Creador (hablo de un concurso activo y no de un concurso de instrumentos pasivos) para conservarse, obrarían antes de existir; esto ya está demostrado. Ahora bien, si concurriesen con Él a la producción de cualquiera otra cosa, obrarían igualmente antes de existir y, por lo tanto, es tan imposible que ellas concurran con Él a la producción de cualquier otra cosa (como el movimiento local, una afirmación, una volición, entidades realmente distintas de su sustancia, según se pretende) como a su propia conservación. Y puesto que su conservación, es una creación continua, y que todos los hombres que hay en el mundo deben reconocer que no pueden concurrir con Él desde el primer momento de la existencia humana, ni para producirse ni para darse ninguna modalidad, (porque sería obrar antes de existir..) (nótese que T. de Aquino y otros muchos enseñan); que si los ángeles hubieran pecado en el primer momento de su creación, ¿Quién sería el autor del pecado?.. veis cual es la señal que reconocen en el primer instante, y que la criatura no puede obrar en cosa alguna, se extrae de aquí evidentemente, que las criaturas no pueden concurrir con Él en ninguno de los momentos siguientes, ni para producirse ellas mismas, ni para producir ninguna otra cosa. Si pudieran concurrir en el segundo momento de su duración, nada las impediría el concurrir en el primer momento."
La producción o acción por la virtud, de la que Allah SWT produce, es anterior en naturaleza a la existencia de la criatura que es producida; la criatura, tomada en sí misma con su naturaleza y sus propiedades necesarias, es anterior a sus acciones; y sin embargo, todas estas cosas se encuentran en el mismo momento. Allah SWT produce a la criatura de conformidad a la exigencia de los instantes precedentes, según las leyes de Su Sabiduría, y la criatura obra de conformidad con ésta naturaleza que Él le da creándola siempre. Las limitaciones e imperfecciones nacen aquí de la naturaleza del sujeto que limita la producción del Creador; ésta es la consecuencia de la imperfección original de las criaturas; pero el vicio y el crimen nacen por la operación interna y libre de la criatura, en cuanto pueda tener lugar en el instante mismo, y que se hace notable por las premisas a la conclusión.
-Nada encuentro en los razonamientos que se acaban de exponer, que no pueda satisfacerse con ésta consideración; de que cuando Allah SWT produce, (por ejemplo a un individuo), y no como universales lógicos; "produce su esencia" antes que sus accidentes, y produce su naturaleza antes que sus operaciones, según la prioridad de su naturaleza, que  es donde se ve cómo la criatura puede ser la verdadera causa del pecado, sin que la conservación creacional lo impida. Precede del mismo estado, la máxima para seguir las leyes de Su Sabiduría, pero lo reconozco, no obstante, que el pecado es producido por la criatura.