martes, 5 de septiembre de 2017

PARA CUALQUIER BUSCADOR. ATIENDE MURID y CAMINANTE.


La búsqueda de Allah SWT, se hace eterna, para el buscador que está inmerso en un mundo henchido por abrumantes laberintos.

Más allá de las ilusiones de la vida, la energía, busca su fuente caudal.

No podemos ignorar, que detrás de una súplica, siempre hay una necesidad.

El ego tiene una perpetua instrucción sobre su labor; pero debemos hacer, que el ego se duerma mientras que el corazón siempre esté velando.

La pureza del corazón tiene que ser el guardián de los sentidos.

No existen suficientes lágrimas, (para llorar), por todos los pecados.

Un mal concepto sobre el estado del alma, (con carga de pensamientos y deseos secretos), suscita a la soberbia y negación, (escollos), para el hombre. Tened cuidado, pues Allah SWT sondea el fondo de todos los corazones.

La virtud pura hace que el corazón se desprenda de las aprehensiones mundanas y adquiera disposiciones elevadas.

Ninguna dificultad puede frenar las buenas y esenciales obras del corazón de cada estado fervoroso.

Muchos caminan desnudos, (con estériles destinos), y otros, (son indiferentes a las cosas sensibles).

Competir no supone ningún triunfo..
Y luchar por conseguir una victoria u objetos, es una compulsión obsesiva, que forma parte de una actitud dominante anticipada.

Si cualquier nivel de la vida te sobrepasa, y caminas oscilante, nunca serán de eficiencia los sistemas de control y realización que te impongas, a causa de la dispersión.

Nunca podemos eludirnos de un problema adaptándose al problema; es más sencillo y positivo encontrar una solución, que caer en la desesperación y el pánico de confluencia.

Persigue el hombre demasiadas quimeras  exteriores y nunca obtiene la satisfacción; y si algún día, (alcanza alguna), ya no le quedará tiempo para disfrutarla.

Si tú religión te dice que en los negocios se puede engañar y mentir, estafar y robar, no cumplir con la palabra o contrato en mal pensar.. entonces no es una buena religión.

Nunca exagerar en un mal o un peligro para no caer en el círculo vicioso del terror y enfurecerse por cosas baladíes.

En la formación, tiene que existir la decencia y el comportamiento seguro de un ser humano noble y espiritual, que no actúa como un simple animal.