jueves, 7 de enero de 2021

CREER Y REZAR EN TIEMPOS DIFÍCILES.

Algunas personas no entienden el Islam.. y la ignorancia de los otros no soportan ninguna idea más que la suya. 

Los enemigos del Islam dicen que los musulmanes son egoístas y arrogantes. A los que realizan la oración les dicen: "Que en lugar de realizar tantas oraciones, para escapar del infierno, se levanten y sirvan a la comunidad". 
La fe islámica no es una religión de egoísmo, y aquellos que no son egoístas son más queridos. La realización de las oraciones, (los musulmanes), y de forma contraria a lo que piensan los ignorantes, no adoran para escapar del Infierno o para obtener consuelo. Adoran porque es un mandato de Allah ta'ala, porque es un deber. "El deber es hacer lo que manda el
المتكبر- El Supremo- (Al-Mutakabbir)
y evitar lo que prohíbe". Las órdenes están para cumplirse. Incluso en nuestra sociedad, es deber principal cumplir las órdenes superiores y asegurar el cumplimiento de las leyes. Para engañar a los jóvenes, los enemigos del Islam dicen: "El deber es sagrado. El deber primero y lo sagrado viene después". Aunque el deber es aún más sagrado de lo que creen. Pero el deber principal es cumplir el mandato del comandante más Elevado. Éste comandante Elevado es Allah ta'ala. El primer deber, por lo tanto, es la oración. Ningún superior, ningún teniente, ningún oficial de rango debería cambiar éste deber ordenado por el Estado Mayor.  Uno debe realizar la oración durante los descansos, en lugares limpios o si no hay otro lugar, incluso en la zona de reuniones. Sin embargo, es positivo y mejor no trabajar con los enemigos de la religión, aquellos de corazón de piedra y mentes cerradas y mantenerse alejado de ellos. Sin duda, Allah ta'âlâ le dará al musulmán más sustento de una u otra manera. El Imam Ghazâlî dice en su libro Kimyâ-i Sa'âdat: "No habrá fertilidad en un trabajo que obstaculice el rezo o lo haga difícil. Hay abundancia en aquellos trabajos que son convenientes para el rezo". Dice en la septuagésima novena página: "El Rasûlullah dice: 'Musulmán significa una persona que no daña a los musulmanes con la mano o la lengua. Todo musulmán debería ser así. Un hadiz dice:.."de ustedes, el que tiene el îmân más perfecto es el que tiene el carácter moral más hermoso". Como se ve, incluso el iman se mide con la moral, con ser útil para los demás. Los buenos modales que los musulmanes están escritos en detalle. 
Al realizar la oración, una persona extiende (salams) paz para todos los creyentes y pide por ellos. Pero el que no realiza la oración, está violando éste derecho de los creyentes. Entonces, realizar la oración no es egoísmo, sino beneficio y buenos deseos. Es una crueldad contra la caridad no realizar oraciones.
El cuerpo es piel, carne y huesos, y el alma es su director, el que guarda el secreto del poder Supremo. Sin el alma, todo lo demás se descompone.. es un cadáver. 

El ser humano tiene que ser como el agua cristalina, siempre refinándose a sí mismo
y debe evitar lo que es harâm, (prohibido), y su nafs debe evitar las multitudes errantes.
El hombre es el guardián y poseedor del conocimiento y la ciencia; El alma se alimenta de puro conocimiento, no de ropa o viandas consumibles.
Una persona que conozca su naturaleza interior, y que ilumine su alma, será un hombre consciente de las declaraciones del Verdadero, y estará lejos de los distorsionados y perdidos.
Los animales también poseen cuerpos, con sentidos aún más fuertes que los humanos. Un lobo, (p.ej.) con sus ojos penetrantes, verá dónde está el señuelo, pero no a quién hace los señuelos.

Nuestro Profeta (sall-Allâhu alaihi wa sallam), pidió papel en su lecho de muerte. "¡Tráeme papel! Escribiré para
que no te equivoques conmigo", ordenó. Hadrat 'Umar (radi Allahu' anh), junto con algunos otros compañeros, dijo:" ¡El libro de Allah ta'âlâ será suficiente para nosotros! Preguntémosle si está hablando en sueños". Sin embargo, cada palabra que pronunció Rasûlullah (sall-Allâhu 'alaihi wa sallam), fue una expresión de wahy, (revelación). De hecho, el tercer âyat (verso) de la Sura La Estrella, significa: "No habla por propio impulso", y el cuarto verso reafirma: "No es sino una revelación que se ha hecho".. por tanto, no son tonterías. Siempre dice el revelado: "Causa incredulidad rechazar la revelación". De hecho, el cuadragésimo cuarto verso de la Sura 5 (Al Mâida) La Mesa Servida, dice:
"Hemos revelado la Tora, que contiene Dirección y Luz. Los profetas que se habían sometido administraban justicia a los judíos según ella, como hacían los maestros y doctores, según lo que de la Escritura de Allah se les había confiado y de lo cual eran testigos. ¡No tengáis, pues, miedo a los hombres, sino a Mí! ¡Y no malvendáis Mis signos! Quienes no decidan según lo que Allah ha revelado, ésos son los infieles".
Todo musulmán debe ser recto, y todo el que está de pie en oración es un ser, y cuando está en prosternación deja su animalidad para obtener los atributos existentes para él. 
Todas las cosas tienen un centro, un núcleo interior, un germen, en el que están resumidos los atributos, y a partir de cual, todo se desarrolla y toman la forma que conviene a esa semilla de su ser.

El corazón es la verdad de cada cosa, y su materialidad es el resultado de lo que hay contenido en su misterio. Esa forma de manifestación exterior está al servicio de las claves y predisposiciones guardadas en el seno de su razón de ser. Por tanto, el corazón de cada cosa es lo verdaderamente relevante en ella. Si nos detenemos en el recipiente de una cosa, tendremos sólo un conocimiento parcial, pero penetrar en su centro-corazón es difícil porque el buscador debe asomarse a algo que, (en sí), carece de la sustancia que sea reconocible. Ese conocimiento profundo de la realidad requiere de una gran habilidad. Sin embargo, alcanzar ese saber ha sido siempre el gran desafío que se ha propuesto el ser humano: el acceso al núcleo de las cosas. Si bien, ese centro no se muestra, sus repercusiones nos hablan de él, nos lo describen y nos lo hacen evidente.

Los Shaykhs enseñan los aspectos del corazón humano, su centro, su motor, está compuesto de tres partes. La primera de ellas es el Nafs, (el ego), la sede de sus instintos y pasiones, que posibilitan su supervivencia en el mundo. En segundo lugar, encontramos el Aql, (la inteligencia), con la que se diferencia del rango animal. Por último, tenemos el Rûh, (el espíritu), donde se desatan las grandes aspiraciones que elevan al ser humano por encima de los embates y esclavitud del mundo. NafsAql y Rûh son los componentes básicos del Qalb, del corazón del ser humano. Para conocer al hombre en profundidad, es imprescindible introducirnos en lo que significan estas palabras. 

El Nafs se desvía hacia la animalidad cuando es abandonado a su suerte, y es educado a base de imponer al cuerpo una disciplina.                                              

Como he comentado en otras ocasiones, la oración simboliza los estados del ser humano.. en pie, (1)-el Alif espiritual), en genuflexión, (2)-animales y vegetales), y en prosternación, (3)-los minerales de la tierra).. todo aquel que hace oración, reconoce al Creador y a Su creación y sabe sobre los ciclos de la vida. 

La oración correctamente ejecutada en el recogimiento y la sumisión, ilumina el corazón, instruye el alma y enseña al siervo las normas de la sumisión y los deberes hacia Allah, Honorable y Majestuoso sea, lo que hace que se enraice en el corazón del practicante la majestuosidad de Allah y su grandeza. Adorna al individuo y le embellece con las virtudes más sublimes, como la sinceridad, la fidelidad, el sentirse satisfecho con lo que Allah le da, la lealtad, la modestia, la justicia y la benevolencia. Eleva al orante y le dirige exclusivamente hacia Allah. Refuerza así su sentimiento de que Allah le está observando, y por su temor ante Él hace que se eleven sus aspiraciones y se purifique su espíritu. Se aleja así de la mentira, la traición, el mal, la perfidia, la cólera y la prepotencia y se eleva por encima de la injusticia, la agresividad, la vileza, la prevaricación y la desobediencia. En la oración se manifiesta la justicia y la igualdad. Cuando el almuédano llama: "Venid a la oración, venid a la prosperidad", ésta llamada está dirigida a quienes, (entre cuantos la escuchan), deben observar la oración. Entre ellos se encuentra el rico y el pobre, el grande y el pequeño, el principe y el ciudadano. Una vez reunidos se disponen de pie, con el mismo rango, sin distinción ni discriminación, pues todos son siervos de Allah que se han reunido en un mismo ámbito para evocar a Allah humildemente y recogidos delante de Él, en uno de los lugares apropiados para ello.

La fe en los corazones es la vivacidad de esta hermosa creencia.

☆اللهم لا تحرمنا أجره ولا تفتنا بعده واغفر لنا وله

¡Oh humanos! Temed a Allah! ¡Buscad los medios de aproximaros a Él y apresurarse para hacer buenas obras, mientras vuestro tiempo os pertenezca! Vincularos con vuestro Señor incrementando el pilar de la oración, la caridad y la bondad.

Assalamo aleikum. 

Pd. Shaykh Ahmad Salah As Sufi.