sábado, 9 de enero de 2021

EL AZUFRE ROJO. (Material de estudio).

EL CUERPO MUERTO ES TRANSMUTADO Y RETORNA A SU PRIMERA GLORIA.
(Siempre que Allah lo determine).

Toda la vida es movimiento, con entendimiento, razón y sentido, tanto en los animales como en los vegetales, consisten originalmente en el Azufre, a saber.. en el deseo de la naturaleza y en el deseo de disfrutar del líquido eterno.
En el deseo de la naturaleza surge la muerte y el encierro, y en el deseo de la libertad surge la apertura y la vida; porque el deseo de la libertad matiza el deseo de la naturaleza, de modo, que la matriz  renuncia a su propio derecho y se resigna libremente al deseo de libertad, y así la vida crece desde la muerte, porque no hay vida sin luz; pero si la luz se apaga en la esencia del Azufre, entonces es una muerte eterna, a la que que ningún hombre puede revivir, a menos que Allah lo mueva de la misma muerte; porque la muerte no puede recibir vida de ella, a menos, que el primer deseo libre se manifieste en el deseo de la naturaleza, allí donde se genera el encierro y la muerte.
Por lo tanto, cuando muere el azufre, nadie podrá revivirlo, a menos que el deseo de la vida eterna vuelva a entrar en su Pléroma, es decir.. en el nacimiento de la naturaleza de la propiedad humana, en la capa más profunda de los tejidos primarios meristemáticos, que es un punto de crecimiento para mover a la muerte encerrada en el centro de la naturaleza, y entregarse de nuevo al centro, (la propiedad semejante al alma), ​​en la esencialidad y corporalidad del alma, y ​​así se lleva a cabo.
Sabemos que la derecha del Azufre es una generación de toda espiritualidad y corporalidad; en lo que concierne a su principio original, donde es celestial la generación de la esencia de todas las esencias: Porque todo, lo que es la eternidad y el tiempo, es en sí mismo, más tiene y puede efectuar residentes en éste nacimiento: Pero ahora, en cuanto al reino de éste mundo terrenal, es sólo una figura de lo eterno; porque de ella se deriva el tiempo y la criatura, y todo lo que es visible e invisible.
Ahora bien, el hombre, y toda vida también, en cuanto al reino de éste mundo, fue creado y engendrado del Azufre exterior; el hombre por dentro y por fuera [Azufre], y la criatura exterior, los animales, sólo por fuera; porque el hombre fue creado a imagen y semejanza de Allah (en Espíritu) y las demás criaturas son como una similitud, según la sabiduría de Allah, osea, en la Esencia celestial expresa y según los principios eternos. 
El hombre fue creado bueno y perfecto, y de los tres mundos, era como una imagen de la Deidad Espiritual; e incluso era una esencia Espiritual, según la eternidad y el tiempo en los tres mundos; pero era una criatura con un principio, en cuanto a la criatura de pléroma natural. Para la naturaleza interior, que se generó en el centro, (entre luz y fuego), donde estaba la vida esencial, (es decir), aquello que encendía la esencia de la mansedumbre divina, en la que consiste la fitrah o la forma angelical; que (digo) se volvió del interior de la libertad, del libre albedrío y la eternidad en el tiempo con el nacimiento externo, en una propiedad mineral, y [partió] del elemento divino puro hasta los cuatro elementos: Así la esencialidad divina interna, o corporalidad interna, se quedó retenida en vida: Y éste fue el inicio de la muerte material; porque el fuego del alma procede de la propiedad del estado creado, pero se apartó de la propiedad en la que consiste la vida divina. Así, la propiedad del alma permaneció desnuda sólo con su propiedad en el azufre exterior, y el interior se encerró, y continuó firme en la eterna inmutabilidad, como en una nada eterna, en la que ya no había ningún trabajo para que la eficacia se produjera. Así, el ser humano, con su cuerpo exterior vivía escasa y simplemente en el tiempo; y el tesoro precioso de la corporalidad celestial, (del cuerpo exterior), desapareció, pero se mantuvo escaso y sólo en la vida del deseo de la naturaleza. Mientras, en la propiedad ardiente del alma; encender la  propiedad y la ira del azufre, es la propiedad del mundo de las tinieblas: Pero viendo el cuerpo exterior, que fue creado fuera del tiempo, (y por lo tanto), es temporal a los cuatro elementos.. así obtuvo el dominio de él; aunque la propiedad es divina, (es), el deseo de la Deidad (que gobierna y matiza el tiempo, de modo que hay una vida espiritual en la criatura fuera del tiempo), y su propio amor peculiar [en el deseo divino] se convirtió en agua y se volvió ciego para ver la Luz y la forma Esencial. 

Viendo que el tiempo tiene principio y fin, y que la libertad con el deseo se ha entregado al líder temporal, y por tanto, el dominio del tiempo destruye su propio espíritu artificial, así como el cuerpo biológico también caduca, muere y pasa; ésto es lo que Allah le dijo a Adán, que "no debería comer del árbol o de la planta del conocimiento del bien y del mal", o de ambas propiedades, para que no muriera; pero sucedió por desobediencia, y murió en el Azufre; y el Paraíso eterno se apartó de él.
Ya no había remedio para él, a menos que el deseo de Allah entrara nuevamente en la esencialidad muerta [o mortificada], y la encendió nuevamente con el fuego del amor; el tesoro escondido (del Hadiz) que quiere ser encontrado, (y así), se levantó de nuevo el cuerpo celestial a la luz de Allah. Pero el amor-deseo debe entrar de nuevo en la voluntad de la ira encendida para apagar y vencer la ira con el amor; el agua divina tiene que entrar de nuevo en el fuego ardiente del alma y apagar la muerte con el espíritu astringente, para que el deseo de la naturaleza y el amor-deseo, (que desea la Deidad), vuelva a encenderse en el alma. Porque la felicidad del hombre consiste en ésto, que tiene en él un verdadero deseo de Allah, porque de ese deseo brota el amor; es decir, cuando el deseo recibe la mansedumbre en sí mismo, entonces el deseo se sumerge en la mansedumbre y se vuelve esencial; y ésta es la esencia o corporalidad celestial o divina; dónde el espíritu del alma (que estaba encerrado en la ira, (es decir), en la muerte, nace de nuevo en el amor de Allah; porque la purificación del amor vence a la muerte y a las tinieblas, y de nuevo amanece la luz divina.
Esto que se efectúa en el hombre, también ocurre en la transmutación de los metales. Ahora bien, si el cuerpo metálico llega a la máxima perfección y afinación, entonces debe morir para el organismo externo y no volver a ser como era, [un elemento tosco], como cuando todavía no tenía los cuatro elementos en él, sinó que estaba sólo en el elemento primario.
Ahora nadie puede reducirlo a tal estado anterior, sinó sólo el que ha generado; el que le han dado los cuatro elementos, y solo él puede quitárselos, o Quien al principio lo hizo corporal, debe traerlo a Sí mismo y transmutarle. Debe volver a sacarlo de la oscuridad y reducirlo en uno; como Allah en el último Día, el encendido separará la esencia de los cuatro elementos del elemento puro para que la corporalidad eterna del elemento puro pueda brotar: Y como en la muerte.. el cuerpo celeste aparezca sólo en sí mismo; cuando se retira la acción del material.
El proceso está bien explicado en otros artículos de éste blog. 

Esta alma no desea nada más que la misericordia de Allah, para que pueda ser libre de la angustia del infierno; pero esto no puede obtenerlo por sí mismo, porque está encerrado en la física de la muerte: pero si Allah le muestra su gracia y le da de nuevo Su amor, entonces, por el amor comenzará el gusto de una gran alegría: porque de nuevo prueba la dulzura del amor divino.. el viejo Adán se alejará de él.
In sha Allah. 
Ese viejo Adán que se enferma, se debilita, moreno y pálido, se muere; y los cuatro elementos fluidifican de él con sus sustratos: Entonces se levantará el espíritu de la muerte; porque ya no trabaja para la oscuridad.
¿Quién eres?, ¿de ésta maniobra naces?, 
Obra escogida eres, y sin embargo, ignoras la pureza que está en tí como el rojo del azufre.. pero debes salir y Vivir en la Luz, aunque el mundo pueda despreciar esa labor.
Ven al amor de Allah.

Continuación en el artículo: "TODO SE ENCUENTRA EN EL ABSOLUTO".

Assalamo aleikum. 

PD. Shaykh Ahmad Salah As Sufi.