lunes, 11 de enero de 2021

TODO SE ENCUENTRA EN EL ABSOLUTO. (Material de estudio).

EL TESORO OCULTO Y EL MISTERIO DE TODO LO PRIMORDIAL. 

En el sentido correcto, os damos a entender esto de la esencia divina; sin la naturaleza sideral Allah es un misterio, comprendido en la nada, que es una hornacina de la eternidad, un obstáculo óbice abisal, que está en la nada, porque es un abismo; y ésta misma es una voluntad, que comprende un anhelo de manifestación sin nada antes que la voluntad, donde puede encontrar algo, y por lo tanto entra en sí mismo, y se encuentra a través de la naturaleza.
Dicha naturaleza es la primera voluntad con dos formas; una, la naturaleza de la propia manifestación de la luz maravillosa; y la segunda, la forma que se produce a partir de la primera, que es un deseo de virtud y poder de la primera voluntad, y su deseo de alegría. Así entendido, ese deseo fue egresivo vocalmente, (la orden vibracional creadora), que procede del Espíritu de la voluntad y el deseo, porque es un movimiento, y un deseo que hace  forma en el Espíritu con la formación del infinito sideral del misterio.
Esta forma [o semejanza] es la sabiduría eterna de la Deidad; y entiendan aquí la única Deidad, cuyo fundamento no alcanzamos a conocer, ni cómo surge la primera Voluntad desde el abismo de la eternidad; sólo conocemos el eterno y distinguimos a la Deidad en lo que concierne pura y simplemente a la Deidad, o al bien, de la obra natural, que se nos muestra el arcano del mayor misterio secreto, cómo es el abismo, o la Deidad, que se manifiesta con ésta generación eterna; porque Allah es un Espíritu tan sutil como un pensamiento o una voluntad, y la Espiritualidad es su esencia eterna; y la naturaleza sideral exterior, (el mundo visible y comprensible), es una manifestación del espíritu interno, un misterio palpable y esencia en el bien y el mal, es decir, la representación y semejanza del mundo del fuego y la luz.
La naturaleza interior, (del mundo interior), es, residente en la generación: porque la forma exterior toma su origen del interior; el residente interior es inaprensible para la criatura, pero el exterior es aprensible para ella; sin embargo, cada propiedad residente aprende de la matriz de donde proviene.
Como el alma comprende la naturaleza eterna interior y el espíritu del alma, la imagen es hermosa, (según Allah), pues comprende el resurgimiento del mundo de luz angelical, y el espíritu sideral y elemental comprende el nexo y propiedad de los elementos; y todo ojo espiritual puede ver de donde proviene.
Que nadie considere imposible, (ver), la luz en la hornacina.. el poder de la criatura está en la esencia, y consiste sólo en una luz más clara. 
Hemos mencionado en el artículo "El azufre rojo" cómo es el nacimiento externo, (la esencia de éste mundo), el Azufre que está en nosotros. Ahora debemos establecer y aclarar lo que es, viendo que todas las cosas surgen por un origen, y después se efectúa su separación interior; esto debe entenderse ahora, como se mencionó antes, con respecto al centro de todas las Esencias.
El azufre en el principio eterno consiste en dos formas, y así también en el principio exterior de éste mundo: en el interno, la primera luz que consiste en la libertad eterna; que es el lubricante del abismo eterno, la réplica original del deseo; y el otro origen de ese deseo, que es el  movimiento, a/e de algo; y en ésta circunstancia de voluntad se encuentra el comienzo eterno de la naturaleza, y se llama Azufre, la concepción de la libertad, del bien, concepción o comprensión del deseo, por la atracción suave en el deseo.

El misterio primordial interno, es el espíritu, que Allah depositó en la naturaleza; porque de la naturaleza externa surge la propiedad del azufre; su sustancia es una materia seca y constringente, y es de una propiedad ardiente, ansiosa y dolorosa, (que aunque fuerte), se seca como pétalo separado de la flor, y su dolor la fuerza a sí misma con cautela y ansiedad: La causa y el origen de ésto, es porqué se encuentra en dos comienzos, el de la propiedad del deseo, que atrae; y el de la propiedad de la luz o libertad, que se expande por la manifestación del deseo de la naturaleza.
El deseo de esa atracción hace la dureza, y es la causa del fuego, y el lubricante es la causa del brillo o la luz del fuego: pero no se puede reducir sólo de Azufre a fuego y luz, sinó en la esencia y el agua: Y así se entiende, que en el primer deseo, (el de la libertad), todas las cosas son y se hacen sustanciales y esenciales, de donde procede la creación de éste mundo; y encontramos aquí la propiedad sideral de la tierra, así también como de todos los minerales, en el origen de los elementos y de todas las cosas que aún continúa.
Allah ta'ala siempre está creando y separa la esencialidad oscura de la esencialidad de la luz, los metales de la propiedad tosca, constringente, oscura, pedregosa y terrenal, porque la propiedad del deseo da y hace la esencia, y la propiedad lubricante libre hace a la esencia ligera, del mismo tipo y semejanza.
El lubricante de la libertad vuelve a poner su deseo en la quietud de la impresión  sensible, y esa libertad, se agudiza para que se convierta en una ilustración, que es y provoca, un reino de alegría en la libertad del dominio del espíritu.
La esencia permanece en la impresión y se vuelve material; no es divino, sinó otro material reactivo de la flama, pues no puede haber esencia sinó sólo en el espíritu de la esencia; la esencia procede enteramente de la muerte de la impresión, donde está la flagrante caducidad; sin embargo, la esencia atraída por el lubricante de la libertad continúa todo el tiempo en la comprensión de la atracción, en la angustia astringente de la muerte, y así se vuelve también material, pero por causa de la libertad se transforma, se consterna y surge el rechazo; porque la primera propiedad [que existía] antes de la muerte se enciende nuevamente con el espíritu del azufre.
Por otra parte, el amor-esencialidad, surge en el reino de la alegría: pero viendo qué sucede también una mortificación de la materia libre, (aunque no es mortificante, sino una redención de la ira), entonces ésta materia cae hacia abajo, y es agua; y no es propiedad de la ira, pero la ira lo tiene cautivo en sí mismo; la esencia de la ira da tierra y piedras, la esencia de la libertad es el agua, que surge con el encendido del fuego por la mortificación de la mansedumbre de la luz.
Cada propiedad es también una esencia y  comprender un cuerpo esencial, sin vida y sin sentido, cuya materia se mortifica en el ámbito terrestre: y así hay una diversidad de agua, y una diversidad de la vida, y una diversidad del cuerpo o de la materia; como es cada cuerpo, así es también su espíritu esencial. Ahora debemos considerar esto desde el primer origen; y en segundo lugar, cómo se genera a partir de la propiedad astringente, que atrae hacia sí misma en un agua salada; ésta se evapora a través del fuego o el calor y se convierte en sal; y todo lo que sea afilado y atractivo, ya sea en plantas, hierbas o árboles, procede de allí; entre la diversidad del azufre y sal, como hay variedad de sabor y fuego en todas las criaturas, hierbas y árboles; también todo lo que vive y crece tiene azufre y sal; porque la propiedad salada atrae y preserva el cuerpo; y el azufre tiene en sí el aceite o la luz, del cual consiste el lubricante libre para la manifestación, de donde surge el crecimiento.
Cualquier agua contaminada, tratada con el azufre sutil y las sales, se purifica.
La atracción compuntiva, es la primera impresión en el espíritu. En la propiedad terrena del agua; su materia es la tierra; porque el mismo surge de la esencialidad oscura, donde la oscuridad se imprime en el primer deseo, allí donde la oscuridad surge, y como se mencionó anteriormente: así engendra de su propiedad la impresión de una bruma, un vapor humeante de sales nitrogenadas, y su esencia o se precipita o muere, y cae hacia abajo; Esta es la materia de la tierra, aunque la tierra no es de un solo tipo, sinó que tiene en ella todo lo que se volvió material con el fulgor, todo lo que brota de la muerte de la tierra, según fue envuelto y empujado junto en la creación es un bulto, como observamos claramente.
Además, debemos considerar del arcano más elevado, de la esencialidad celestial, y luego de las piedras y metales preciosos, de donde todos toman su origen; viendo que todas las cosas salen de una fusión, que es el lubricante y el deseo de la eternidad a su propia manifestación.
En cuanto a la esencia incorruptible del Espíritu, la misma surge también en el primer deseo de la naturaleza, pues el espíritu no muere; la libertad es su encendedor, y su naturaleza eterna es su agudeza; esta misma esencia pierde la propiedad de la ira en la luz pura; está en el mismo fuego pero no hay muerte, sinó una entrada a otra fuente. El misterio primordial interno que puso el Creador. 
Lo que muere en el fuego, o se hunde por la muerte, es materia; y se efectuó igualmente por la orden divina. Cuando la propiedad tiembla en el gozo de la mansedumbre y se sumerge por la muerte del fuego, se le llama ira, y si se apaga, Allah otorga luz mansa.
Las propiedades de la tierra residen en el núcleo interior. Otros planetas sin luz interior y exterior están muertos, son frías cenizas, y el azufre se fue disolviendo sin agua, sin esencia, sin naturaleza. 
La fuente propiedad se llama cielo, en la que se conocen y manifiestan las maravillas del reino divino; en la propiedad acuosa [que retiene] el agradable manantial del paraíso; porque en la (propiedad) ardiente surge el elemento eterno, y es la esencia real de la Divinidad, en la que consiste todo lo que se puede conocer en la revelación divina, tratando de la sabiduría divina eterna. Y ahora nos dirigiremos a la esencia del mundo exterior, es decir, a la manifestación de lo eterno, es decir, a los minerales, las plantas y los árboles; así también a los hombres y los elementos animales.
Observas que los minerales tienen una forma de cuerpo distinto que los seres vivientes, o son diferentes a la tierra y las piedras, son: Ahora el intelecto pregunta: ¿Cómo es el origen de todo, viendo que al principio todo surgió de un matriz, y sin embargo, la eternidad no tiene comienzo temporal? Aquí debemos considerar de nuevo que la esencia se separa de otra, de lo incoactivo de lo eterno, del tiempo de la eternidad, y sin embargo, se mantienen mutuamente el uno en el otro, pero se dividen en dos principios. Al reino de Allah y a éste mundo; y, sin embargo, todo es Uno. Podemos aclarar hasta qué punto, es un principio según las Revelaciones, y vemos, (que lo espitual), no es de éste mundo, no es de la masa materia del primer suelo, (que es propiedad de la tierra), aunque todo lo que ha tenido principio surge dentro y fuera de su impresión, e incoactivamente surgió entonces con la primera orden de la atracción astringente, a través del deseo y Voluntad del Creador, y proporciona una diversidad de esencia y espíritu, según la primera propiedad de la separación.
Primero, fueron los espíritus elevados, que se crearon a partir del libre deseo, en la propiedad lumífera alejada del centro de todas las esencias, y tenía en ellas las propiedades de ambos mundos eternos; pero otros, por ser hechos espíritu entero, permanecieron con el deseo de la propiedad e introdujeron su voluntad por  luz, y los convirtieron en ángeles; y otros, (con propiedades austeras), se les convirtió en genios, fuera de la luz, como se menciona en los escritos, fueron sólo fuego.
Por lo tanto, los genios y demonios no tienen ni el reino de Allah ni el reino de éste mundo en posesión; porqué en el principio de la creación, éste mundo, fue creado de ambas propiedades internas, después de lo cual, el maldecido sólo tiene ahora la parte de la ira en posesión, y la otra no le beneficia en nada; y así, está en el mundo, (y tampoco en el mundo pleno), porque sólo tiene una parte en posesión, y de la otra fue echado.
Después de la creación de los espíritus más elevados, Allah creó éste mundo visible con las estrellas y todos los elementos, como un nacimiento externo de todas las esencias; todo procedió del principio eterno.
El Uno permanece, y es la esencia de Todo.. y cuando la vida se enciende, (obtiene un espíritu), tiene un derecho de pertenecer a la eternidad, y por lo tanto, con un gran poder, eficacia y virtud, en el sentido de que estarán cerca de la Deidad y la Deidad estará tan cerca de ellos como lo está su vena yugular. El movimiento divino, sólo puede verse en lo que podría ser, por lo que ninguna razón cree o entiende por lógico razonamiento, si no existe la visión divina [por visión] contemplativa. 

La luz es diferente, y todo desde la primera impresión; antes de la impresión del deseo de libertad, se encuentran mutuamente una combinación de grandes maravillas, donde todos los colores, poderes y virtudes que están contenidos en unos ojos espirituales maravillosos; así es como se manifiestan seres particulares con los ojos de la eternidad; cada luz es una esencia según el espíritu de donde se generó; y si se enciende en el fuego, produce igualmente una luz, tal y como es el espíritu en la esencia.
En la medida en que la mente se esfuerza y mueve los pensamientos y sentidos, desde los más altos a los más bajos, y comprende, asimila y ordena los pensamientos en ese orden descendente, así que la mente eterna se ha manifestado desde la más alta Majestad, incluso hasta lo más bajo (lo más externo), es decir, a la oscuridad de éste mundo y los elementos, y cada ser de las criaturas, no es más que una manifestación de la eternidad de la voluntad y la Mente eterna; y como era al principio, todavía está en su hervidor de vegetación, y así avanza hacia la luz y la oscuridad, hacia el mal y el bien. Y todas las cosas consisten en estas tres formas, como un grado en orden tras otro; porque así también es el dativo de los espíritus, como también de las estrellas, árboles, hierbas y de todo lo que haya sido y sea; también lo son los dativos celestiales internos con su distinción y Quien conoce la causa de la existencia del universo (‘ālam) y sabe que el Verdadero (al-Haqq) ha hablado de Sí mismo diciendo que quiso [lit. ahabba] ser conocido --por lo cual-- creó a las criaturas (jalq) y se dio a conocer a ellas, de modo que éstas le han conocido, y por ello: “todas las cosas celebran Su alabanza” [o bien, “toda cosa (Le) glorifica con su particular alabanza”] y sabe así mismo, por medio de ésto, a qué se vinculó la rahma en primer lugar…” [es decir, cuál es el primer existente relacionado con la gracia (awwal muta’alliq ta’allaqat bi-hi l-rahma)].

Según el hadiz qudsī del Tesoro Oculto (1) al que aquí se alude, la causa de Toda la creación es el ‘amor’ o deseo de Allah por darse a conocer. El verbo empleado es ahabba. El participio activo de la misma forma verbal es muhibb, ‘amante’, término que Ibn Arabī emplea a menudo en sus textos para dar a entender que, de hecho, en tanto que ‘amante’, Allah el deseante es el primer existente en que la rahma se actualiza, el primero en compasión, la primera determinación del Ser relacionada con la gracia. Así pues, la primera manifestación de la rahma es la Voluntad de Allah por darse a conocer: la auto-compasión divina que origina la creación. 

(1)--Hadiz Registrado en al-Muttaqi, Kanz al-'ummal, Beirut, 1989, hadiz n° 29850.

PD. Shaykh Ahmad Salah As Sufi
Dgjb.☆ Material de estudio.