martes, 30 de marzo de 2021

LA INTUICIÓN SIN INTERROGANTES.

La intuición pura significa recibir lo que se da. Una intuición pura se da a sí misma, lo receptible es el recibir. Esto es claro si se piensa en el mismo concepto de intuición pura, como distinto de la intuición empírica. Pero ésto, no significa que la intuición pura sea imaginación pura.
(Shaykh Ahmad Salah As Sufi).

La metafísica, y precisamente la psicologia racional, distingue tres aspectos de la imaginación: 
A) Facultad formadora, la que se refiere a las representaciones del tiempo presente; 
B) Facultad imaginaria, para las representaciones del pasado;
C) Facultad pre-vidente, para las representaciones del futuro. 
En realidad, un modelo a seguir para la intuición pura del tiempo, (que sólo es posible en la facultad formadora), con una imaginación que no se limite a intuir el presente. 
La intuición sólo puede formar la sucesión para que la serie de [ahora] sea tal y como tiene que ser. 
La fundamentación de la metafisica o del conocimiento ontológico se centra, pues, en ésta pregunta: ¿Cómo puede un ser finito, (que como tal está entregado al ente y destinado a recibir al mismo), conocer al ente antes de la recepción, (es decir), intuirlo sin ser su creador?.. En otras palabras: ¿Cómo ha de ser ese ser finito, (según la constitución de su ser), para que le sea posible conocer, (independientemente de la experiencia), la constitución del ser del ente, (es decir), para que le sea posible una síntesis ontológica?.

La respuesta a ésta pregunta y también a la pregunta sobre la posibilidad de la metafisica.. No es de la metafísica especial, sinó de la metafísica general, o mejor dicho, de la ontología fundamental que viene buscando desde el Ser y el tiempo. Esto implica un análisis del conocimiento humano, donde se pone de relieve la realidad del conocimiento puro. 

El tiempo es la condición formal a priori de todos los fenómenos generales. El espacio es la intuición pura en la que se ordenan los datos de los sentidos externos. El tiempo se refiere al sentido interno, con lo cual comprende también los datos de los sentidos exteriores, que tienen que ir a parar a aquel. Esta característica del tiempo, (sólo se justifica), si éste nos lleva más a conocer la esencia de la subjetividad.
Se pregunta por la unidad esencial del conocimiento puro. El conocimiento finito se caracteriza por depender del pensar de la intuición y por necesitar ésta de una determinación por parte de aquel. 
Hay una síntesis interrogativa, la cual pertence a una sintesis predicativa, más amplia que ella; y ésta, (a su vez), pertenece a una síntesis de verificación. La síntesis buscada pertenece a ésta última síntesis, la cual se extiende a las otras formas de síntesis. Y no sólo ésto. La síntesis buscada es la síntesis de la verificación pura. Se trata de una unidad esencial de la intuición pura universal.
Para el núcleo de esta fundamentación es esencial precisamente el carácter humano de la razón, (es decir), su carácter finito. También aquí aparece claro el estado en la perspectiva del Ser y del tiempo.

El conocimiento humano está ordenado, (como finito), a un objeto de la intuición que no lo crea él, sinó que existe de por sí y que le es dado. Este objeto se presenta a la intuición y al entendimiento, el cual conoce mediante un sondeo discursivo. Pero, por ser el conocimiento finito y receptivo, es necesario que el objeto se muestre, (aparezca), y no sea una mera apariencia, sinó el ente mismo. ¿Pero puede ser patente el ente?, ¿puede ser un fenómeno sin que el ente sea conocido?. De ahí que se dé un "más allá" del fenómeno, una "cosa en si misma", que no le es accesible al conocimiento finito. El problema de la posibilidad de la metafisica se plantea precisamente a éste conocimiento finito. Pero en el conocimiento humano finito hay que considerar algo más que su ser dado. Precisamente en esto se funda el giro de Copérnico y su minucioso análisis.
Hasta ahora se admitía que todo nuestro conocimiento tenía que regirse por los objetos. Probemos, (por tanto), una vez, si no adelantaremos más en las tareas de la metafísica, si aceptamos que los objetos tienen que regirse por nuestro propio conocimiento, lo cual ya concuerda mejor con la deseada posibilidad de un conocimiento a priori de los mismos, que establezca algo sobre los objetos antes de que nos sean dados. 
Mediante un conocimiento ontológico... El conocimiento óntico (relacionados con él) sólo puede adecuarse al ente () si éste ente se ha manifestado ya como ente, (es decir), cuando se conoce la constitución de su ser. La patente del ente (verdad óntica) gira alrededor de la desocultación de la constitución del ser del ente (verdad ontológica). Esto significa que hay que fundamentar la metafisica tradicional mediante una ontología.
Este conocimiento ontológico tiene que ser entendido desde la experiencia óntica, como conocimiento a priori, como una 
referencia previa al ente; una pura referencia a.. (la síntesis), que forma el hacia y el horizonte, dentro del cual el ente en sí mismo se hace perceptible a través de la sintesis empírica.. que se llega a ella como a un hecho; y se tiene una 
pre-comprensión de la misma, pero no se da de ella una explicación temática y explícita.
El hecho de que la temporalidad constituye el sentido del ser significa que constituye también el sentido del ser en general. Se revela al mismo tiempo como el horizonte del ser. Las clases que deberían haberse desarrollado en la tercera parte del Ser y del tiempo, 
(proyectada como Tiempo y ser), no han aclarado estos axiomas. Ni siquiera se trata de explicar lo que es la temporalidad. El camino hacia la ontología queda cerrado por la temporalidad como existencia integrante.

Con todo, creemos que el análisis ha logrado importantes resultados. El análisis ha constatado, (por diferentes vías), una 
pre-comprensión del ser, un saber acerca del mismo. Esta pre-comprensión está implícita en todo comportamiento con los entes. El análisis ha llegado también a ver el sentido del ser en la temporalidad, en la cual radica y por la cual se limita todo el comprender. 
Ignorar el saber o la pre-comprensión implícita en el trato con los entes, es ignorar lo ontológico. Esto conduce a la negación de la ontologia e Ignorar el hecho de la existencia fáctica y temporal como punto de partida, y puede conducir a una ontologia en la que se disuelve lo óntico, (como sucedería), según otras fuentes y otros modos, (si no de negar), sí de relativizar el tema de la temporalidad. El saber o la pre-comprensión del ser es la facultad formadora. Sólo que allí se recupera haciéndola temática como supratemporal. De ese modo se afirma demasiado lo ontológico y se deja demasiado de lado la temporalidad de la existencia fáctica. Así la posibilidad de la ontología resulta también fundada sobre un conocimiento absoluto, no sobre una comprensión del ser propia de una temporalización de la temporalidad.
Estos significados coinciden en que se refieren al hombre como el sujeto de los acontecimientos. 

¿Por qué tiene el pasado una primacía en la historia?. Las cosas del pasado, llamadas históricas, se conservan a veces en un museo, y otras veces se continúan usando. Se utilicen o no, se les llama históricas cuando ya no existen en su mundo, cuando su mundo ya no es presente. ¿Pero que es su mundo?.. Su mundo es el conjunto de cosas, de instrumentos relacionados entre sí y "cuidados" por quien vive con ellos y se ocupa de ellos. Este mundo es el mundo del Creador. Éste mundo, éste entomo de la vida pasa y es histórico. Nótese bien la norma de la historicidad, Él "existe". Y lo es precisamente como Existente. Existente es entendido aquí en sentido estricto y pleno, en relación con el total poder ser y con la decisión. En segundo lugar, el histórico mundo, entendiendo por mundo no el conjunto de objetos, sino el conjunto de relaciones donde "es", como ser-en-el-mundo. Éste mundo va pasando, precisamente porque tiene una estructura temporal.
Lo dicho hasta ahora parece indicar que histórico equivale a temporal. En el fondo, la interpretación de la historicidad se nos muestra sólo como una elaboración más concreta de la temporalidad. ¿En qué consiste esta elaboración?.. Podemos sintetizarlo diciendo que historicidad significa existir como destino, en el modo del Destino. Como hemos visto, este ser-en-el-mundo, es arrojado y recibe una herencia. Su apertura como decisión tiene que aceptar esa herencia. Sólo a partir de ella puede decidir plenamente con el acto (fundado) de la ideación, (en cambio), no se piensa en la objetividad fundante. La ideación nos da lo que se suele llamar ideas o especies. La ideación "es aquel modo de intuición que da la especie, (ésto es), lo común de casos individuales". Esta ideación se funda en la percepción de algo individual, pero el objeto de la misma no es individual, sinó general. Es otro tipo de objetividad, aunque se le puede aplicar arbitrariamente a cualquier individuación. Se trata de nuevo, de un acto categorial, que implica una intuición simple.
Si se tiene presente la importancia que han tenido las ideas o la abstracción en la ontología, se comprende la importancia de la ideación para la misma. La posibilidad de la metafisica tradicional en sus diferentes corrientes se funda en la base segura de las ideas, (de las esencias), que en definitiva son innatas o/a priori. Si se quita esa base, como sucede en el empirismo y más recientemente en el psicologismo, o como sucede también en la filosofia de la vida, no se ve la posibilidad de fundar una ontología. La fenomenologia es, (en éste sentido), un nuevo intento. En éste tema, tiene una importancia enorme la intuición categorial. De ahí la importancia de la fenomenología para la ontología. "En la investigación fenomenológica, se logra el modo de investigación que buscaba la antigua ontología. No existe una ontología junto a la fenomenología, sinó una ontología científica, que no es otra cosa que fenomenología".
Todo conocimiento que no se funda en la experiencia, pertenece al orden subjetivo de lo interno.

En sentido fenomenológico, lo que es a priori no se limita al sentido subjetivo. "La fenomenología ha mostrado que lo es a priori y no se limita a la subjetividad. La característica de la ideación como intuición categorial ha dejado claro que tanto en el campo de lo ideal, (ésto es), de las categorías, como en lo real hay algo así como una extracción de ideas". Lo que es a priori en sentido fenomenológico no es un título del comportamiento, sino "un titulo del ser": y no se limita ni a la subjetividad ni a la objetividad. Precisamente por fundarse en el ámbito del ser, es percibido de forma directa y por simple intuición natural. La intuición es una pura solución, y no tiene problemas. El intelecto solo supone problemas, no tiene soluciones. Si ves bien la división lo entenderás muy bien: si no puedes disponer del instinto, te morirás. Si no puedes disponer de la intuición tu vida no tendrá sentido; no harás más que arrastrarte: será como una especie de vida
vegetativa.

La intuición te da sentido, esplendor, alegria, bendición. La intuición te descubre los secretos de la existencia, te proporciona un gran silencio, una gran serenidad que nadie puede perturbar ni arrebatarte. 

Cuando el instinto y la intuición trabajan juntos también pueden utilizar el intelecto para buenos propósitos. De lo contrario, solo tienes los medios pero no tienes los fines. El intelecto no conoce ningún fin. Esto es lo que ha producido la situación actual del mundo; la ciencia sigue produciendo cosas pero no sabe para qué. Los políticos siguen utilizando esas cosas sin saber que son destructivas, y parece que únicamente se preparan para un suicidio global. El mundo necesita una rebelión general que lo pueda conducir más allá del intelecto y hacia los silencios de la intuición.
Hay que entender la misma palabra intuición
La intuición quiere decir algo que surge dentro de tu ser, es una potencia tuya, por eso se llama intuición. La sabiduría nunca se puede tomar prestada y aquello que se toma prestado nunca es sabiduría. A menos que poseas tu propia sabiduria, tu propia visión, tu propia claridad, tus propios ojos para ver, no serás capaz de entender el misterio de la existencia.

No perturbes el favor del instinto natural. 
Todas las religiones han enseñado a doblegar y no dejarse llevar por el instinto natural y así perturbarlo: ¿Qué es el ayuno sinó un intento de rebajar el poder del instinto natural?.. para que florezcan los atributos espirituales. Tu cuerpo tiene hambre y está pidiendo comida; sin embargo, tú pasas hambre por razones espirituales. Tu instinto está pidiendo agua, tiene sed; tu cuerpo la necesita. Sin embargo, es tu religión por la que haces el esfuerzo de aguantar tal maceración .. Si pensamos sólo en el cuerpo, en los vicios y sus necesidades materiales, puede que nunca sepa usted definir la intuición. 

No se puede abordar razonablemente un tema como el de la intuición, (cargando tantos sentidos restrictivos), sin intentar ofrecer, (antes de nada), una definición tan precisa como sea posible. El único problema consiste en que, (a pesar de lo que pueda parecer), la intuición no es tan simple como pueda creerse.
Se aborde como se aborde, la intuición está íntimamente relacionada con tres parámetros esenciales: 
1) Nuestra sensibilidad, 
2) La determinada visión de la realidad,  
3) El carácter inmediato.. y de su sabia y misteriosa imbricación nace un conocimiento cuya primera particularidad es el no tener ninguna relación con ninguna actividad creadora de la mente.
Esto es lo mismo que decir -y éste aspecto es especialmente importante para la intuición-, (por su brillantez instantánea), que no le debe nada a la razón. No obstante, la intuición y la razón no pueden oponerse categóricamente, (ya que), existen determinados elementos que permiten relacionarlas.
Por eso, en su fundamento inicial, la intuición escapa a todo acercamiento consciente y metódico en lo referente al contenido de su mensaje. Se asemeja más a un saber inmediato, sin recurrir al intelecto. Su universo es el de la sensación, la presciencia, lo impalpable, lo sutil, el saber inmediato sin ninguna base intelectual. Es una evidencia que se impone de repente, lejos de la lógica y el razonamiento, sin preocuparse del contexto o del momento. En éste sentido, se trata, efectivamente, de una relación original con el tiempo y el conocimiento. 

Por otra parte, tambien parece necesario ponerse de acuerdo sobre la forma de dicho conocimiento, (ya que), tal y como confirman muchos testimonios, a menudo se trata de un conocimiento anticipado. El proceso intuitivo se interpreta entonces como un presentimiento literalmente.. «presentimiento», lo cual resulta bastante sugestivo, dado la forma y el momento en que ocurre dicho fenómeno. 
Sean cuales sean sus orígenes, su forma o la definición con la que lo adornemos, éste «saber» intuitivo existe en nosotros... Forma parte de nuestros recursos, de esa amalgama de expresiones sorprendentes
y diversificada que constituye nuestro ser, y que aporta a nuestras facultades su auténtico relieve y puede convertirse en uno de nuestros bagajes más preciosos. Uno de los mayores intereses de la intuición reside, sin duda, en que nos es propia. Nadie, ninguna estructura, ninguna «buena voluntad» tiene poder sobre ella. Es completamente interna y autonoma, no se somete a ninguna influencia y se revela, (en todos los casos), de independiente en el contenido de su mensaje,.. es como una experiencia muy personal.

La evidencia de éste saber, que parece surgir de ninguna parte, junto a una muy fuerte sensación de certidumbre, aporta a menudo una nueva luz a lo vivido. En éste sentido, la intuición debe considerarse, sin ninguna duda, como una de nuestras facultades internas, aunque no sepamos dominar sus parámetros. Se manifiesta con simpleza, de forma espontánea, como otra visión de la realidad en la que evolucionamos con normalidad. Justamente, esta función de otra mirada, es la que confiere a la intuición todo su valor, ya que lo que nos rodea no será apreciado desde el exterior con la mirada fisica, sinó desde el interior, con un profundo conocimiento hasta entonces insospechado. 
Lo que se manifiesta de éste modo en nuestra conciencia no tiene nada que ver con ningún medio de comunicación exterior que imprima, como de costumbre, su información sobre nuestra pasividad.. sinó que procede, (por el contrario), de una fuente interior, ciertamente inconsciente, pero tan aguda como sea necesario para considerarla una fuente de conocimiento.

Aparte de la razón, y además de la conciencia, desconectada de las fuentes clásicas de información, y manteniendo todas las proporciones, la intuición nos hace pensar en una estrella fugaz que fascina de repente por su brillo, pero que desaparece tan rápidamente como ha aparecido, dejando sólo en su paso una sorprendente certeza. En ese instante, un poco fuera de tiempo, alejada de todas las definiciones clásicas, la persona que vive la intuición no piensa, no reflexiona.. sabe.

Esta espontaneidad de conocimiento intuitivo, (en realidad), si se mira atentamente, se encuentra en todas partes. Y siempre ha sido asi, mucho más allá de donde se remonta la memoria de la humanidad. En todas las sociedades, en todas las etapas de nuestra civilización, incluso en las que nos precedieron, han existido referencias de ciertos individuos particularmente intuitivos, capaces de «sentir» las cosas, o incluso a los seres, y de tener de pronto una visión de lo que sucederá, en los buenos y malos momentos, para emprender una u otra acción.
Se trata de personas sin una particular educación, muy próximas a la naturaleza y a la esencia de las cosas, a la sensibilidad, y que curiosamente reciben todo tipo de señales que no pueden compartir con sus congéneres, porque no se pueden formular ni traducir al lenguaje corriente y sólo pueden asimilarse a impresiones o/a un saber inmediato que transforma su entorno. En especial, en algunos pueblos primitivos se encuentran huellas de comportamientos extraños, donde se mezclan el instinto e inconsciencia, que hacen que en un momento determinado se «sepan» las cosas, sin ni siquiera haber pensado en ellas previamente.
Éste mismo principio de conocimiento instantáneo se encuentra en unos seres particularmente sensibles, en los niños, (en efecto), por naturaleza son sorprendentemente receptivos y, a menudo, su comprensión supera de largo su elocución. Ese conocimiento es implicito y no verbal, y se relaciona con el aspecto receptivo, más que expresivo, de la esfera afectiva, todavia no iniciada en las formulaciones abstractas de los adultos. Mucho antes de entender su sentido, el niño «siente», «percibe», se encuentra bien a su pesar en comunión vibratoria con los hechos o los seres.
Cómo no recordar, (también), la famosa intuición "femenina", que hace sonreir a muchos hombres y que, sin embargo, a menudo resulta mucho más pertinente que los grandes discursos y las reflexiones de éstos últimos. 
Una vez más, la sensibilidad -(incluso la ultrasensibilidad)- esa alta capacidad de percibir las intenciones latentes, es una especie de paréntesis extraintelectual, cuyo acceso (aparentemente) resulta más dificil.

EL PLANTEAMIENTO DE LA PSICOLOGIA CON LA INTUICIÓN
El tema de la intuición suscita mucho interés cuando se plantea en una conversación general. Además, aunque las personas se puedan ver en apuros para definir la intuición, lo habitual es que se la tomen en serio o con cierto respeto. Se habla a menudo de la intuición "femenina", o de que las mujeres saben observar mejor que los hombres lo que sucede en las interacciones sociales. Algunos libros, destinados al mercado de la auto-ayuda, exhortan a confiar en la intuición, y citan ejemplos de personas de éxito que lo han hecho. Huelga decir, que en éste tipo de libros no se habla de los ejemplos de las personas que confiaron en las intuiciones y fracasaron. La impresión que se quiere dar, es que con la intuición se tiene una fuente de sabiduria sin explotar, (y que), al ponernos en contacto con éste tipo de sentimientos, podemos tener un mayor éxito en la vida y que hasta nos sonría el azar. 
Existen, (por supuesto), una gran variedad de literatura y vídeos que se ocupan del tipo de errores que se pueden cometer cuando uno se guia por el juicio intuitivo. Sin embargo, lo habitual es que estos libros y vídeos no consigan definir la intuición en si misma. 

EL SENTIDO.
Es importante insistir en que el concepto de intuición significa muchas cosas distintas para diferentes personas y ha atraido la atención de muchos estudiosos. En un extremo de la escala, se ha representado en algunos escritos filosóficos como el camino hacia el conocimiento definitivo y goza de una especie de estatus. El tema que abordan estos filósofos es cómo llegamos a conocer determinados hechos los seres humanos. No sabemos que es éste conocimiento. Ni lo podemos obtener mediante argumentos racionales o analíticas. En cambio, existen algunos aspectos del conocimiento que alcanzamos de forma independiente mediante la experiencia de la intuición. En consecuencia, éste conocimiento es por supuesto verdadero. 

INTUICIÓN COMO PERICIA.
Como decíamos antes, el contenido de la intuición puede entenderse desde la perspectiva de inferencias retrospectivas y prospectivas en el tiempo, y también como cierta reserva de conocimientos. Además, sabemos que la intuición se basa en gran medida en la experiencia y que las experiencias de las personas difieren bastante. Así, (por ejemplo), Ricardo el nutricionista, posee unos valiosos conocimientos intuitivos sobre trastornos alimentarios, pero no sabe casi nada de antigüedades. Y a Teófilo, el anticuario, le sucede al revés.

La idea clave es la pericia, en el que la intuición se puede entender como una forma de sentido que es especifica en un determinado ámbito. Es evidente que todos tenemos intuiciones sobre muchos aspectos diversos del mundo: cómo funcionan los procesos fisicos y biológicos y como interactúan los seres humanos en sociedades, etc. Esta cualidad de la intuición es una función del conocimiento que se ha adquirido tanto intelectualmente (del sistema deliberado) como experiencialmente (del sistema tácito). Así pues, aunque todos tenemos intuiciones sobre muchas cosas, nuestra pericia relativa depende de aquellos ámbitos a los que más expuestos hemos estado, principalmente a través de la experiencia mística. 
Por consiguiente, el pensar en la intuición será instructivo, pero considerar la pericia. ¿Cómo se adquiere la pericia? y ¿Cuáles son sus límites?, ¿Qué distingue a los expertos de quienes no lo son?, ¿Qué grados de rendimiento son más elevados entre los expertos?.. En resumen, autor, ¿puede demostrar que la intuición es como la pericia?. 
Como afirmábamos antes, la intuición es especifica de unos determinados ámbitos. Se adquiere mediante la experiencia relevante en un ámbito determinado. Y se puede mejorar con la instrucción y la práctica. En consecuencia, debe quedar claro que ningún libro puede ofrecer el contenido sustantivo del conocimiento intuitivo, porque éste siempre se verá afectado por las experiencias concretas de cada individuo. Pero lo que se puede hacer es educar en dicho proceso para que las personas adquieran esos conocimientos intuitivos.
ALCANZAR LA INTUICIÓN.
Les voy a mostrar ahora una visualización primordial para entrar conscientemente en el parámetro intuitivo y aprender a dominarlo. Esta lección pretende reeducar tu parte del cerebro derecho y ponerlo en modo intuitivo. Hace muchos años que propongo esta técnica a mis alumnos y he podido constatar cómo ha mejorado la calidad de la información intuitiva que reciben. No se trata de ningún curso universitario o para obtener un master,  puedes practicar esta experiencia lo más a menudo posible, si que se recomienda perseverancia. La visualización es una sugerencia de ideas positivas que desencadenan emociones positivas. En ésta práctica, vamos a utilizar nuestra imaginación y todos nuestros sentidos,  para permitir centrarnos y controlarnos, para estimular nuestras capacidades y desarrollar nuestro potencial. Con un poco de entrenamiento, aprenderán a utilizar esta visualización y serán más intuitivos, además, se abrirán a otras dimensiones más sutiles de la existencia. Este ejercicio trata de dialogar con nuestra intuición y nos hace ser más receptivos y también podemos aplicarlo en muchas ocasiones.
Por ejemplo.. Al ir a dormir, vayamos visualizando una gran pradera verde con bonitas flores multicolores. Parece que hasta se pueden percibir sus olores. Escuchar algún grillo o el pio de algún pajarito. Duerma con ese pensamiento, como si se tratara de una escena de teatro. Una vez dentro del sueño, y con la escena anterior, visualicen una bonita casa en la cercanía de esa pradera hermosa cargada de flores. Esa casa bonita es suya.. es agradable y tranquila para descansar con toda seguridad. Entre en ella.. suba la pequeña escalera y abra la puerta. Una vez dentro, puede ver a varias personas invitadas disfrutando de su cortesía. Intentaremos hablar con una persona en particular.. elija la persona que lleva un traje oscuro. No se preocupe si parece darle la impresión de que no le está escuchando.. usted hable.. hable y pregúntele algo. Y permanecer en esa estancia disfrutando de lo que pueda escuchar y saboree un rico zumo tropical. 
La visión se canaliza cuando esa persona del traje oscuro [u otra allí presente] se acerca a usted y le dice alguna cosa. Centrarse en retener lo que le está diciendo. Retención del mensaje. (Al despertar, anotar dicha retención en un papel. Es importante considerar tener cerca el bolígrafo y papel). Esto lo puede hacer tantas veces como le sea posible hasta conseguir dialogar con su intuición. Si aprenden a utilizar estas herramientas de visualización y las ponen en práctica, vamos a potenciar y estimular nuestras capacidades y desarrollaremos nuestra labor intuitiva efectiva fuera del sueño vívido.

Assalamo aleikum. 

PD. Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 
para la Tariqa Sufiyya Orden España. 

Artículos relacionados con éste tema:
--El crecimiento de la intuición. 
--Las virtudes de la Firasah.
--El avance. 
--La Tariqa. 
--Alumnos y maestros. 
--Dogma, concreción y transmutación. 
--Pruebas.
--Espíritus incorpóreos. 
--Sólo los amantes entenderán (tercera parte).
--El séptimo precepto.