martes, 28 de diciembre de 2021

LA PROPIA MIRADA DE LA DIMENSIÓN HUMANA.


LA PROPIA MIRADA DE LA DIMENSIÓN HUMANA.

Un
a mirada no puede ser una reproducción, y esto es lo que ocurre con la mirada de una persona a otra persona.
(Sharif Sidi Muhammad al-Ghalli).

El ayuno consciente es vibracional y nos permite descubrir la esencia de nuestro ser y sus valores. (Shaykh Ahmad Salah As Sufi).

Cuando nos entregarnos a una persona receptiva, buena y sabia, que pueda ser nuestro guía, nuestro maestro, esto es un acto de generosidad, de don, de entrega. Aunque, en el trabajo de nuestro maestro, hay una parte de sugerencia, de consejo, de instrucción, de dirección, de orientación, hacia nosotros mismos; en tal actdel ser de nuestro 
maestro, hay algo místico, milagroso. El maestro puede, en algún momento, dar una palabra, una frase, una mirada, una acción, un susurro, una gota, una cucharada, una taza, una relación, una sonrisa, una mirada, etc., que nos abra lo desconocido y nos haga ver más allá de nuestra sensibilidad y nos dé la libertad, nos haga ver las posibilidades de la vida interior, de la existencia humana, de la existencia individual, de la existencia colectiva, etc. 

Siempre ha estado muy presente el consejo de los maestros y grandes místicos sobre el deseo de obtener mayor información (decían) que es una distracción que no ayuda a conseguir la Verdad última que es sobre la instrucción. 
Otros alumnos estaban adelantados sobre la inflación de la información. Sin embargo, existen dos excepciones para mencionar de entre las diversas recesiones que han pasado en el transcurso de sus ilustraciones. El primero se refiere a las agudas y pertinentes preguntas que planteaban y que tan sólo eran pérdidas de tiempo valioso para otros asuntos más importantes y productivos. ¿Qué pretende la mística del hombre?. ¿Qué no pretende?. ¿Qué define?.. etc. no necesitaban mirar, ellos mismos ya se ponían el velo para no observar la verdad que determina el ser del ente, y no sólo como pensamiento, sinó como Realidad. 

La mística es silencio.. ésta es su primera característica; está escondida (como la Verdad), pero no se esconde. Debemos saber distinguir entre un Misterio y un enigma. Pero ésto no quiere decir que no haya silencios perversos y mortales. El místico no es violento ni fanático, pero no tiene miedo de hablar cuando se hace conveniente. La mística no es quietismo. En segundo lugar, los hay que "miran", pero no ven. Además, toda fluctuación tiene también su misterio, y de ahí precisamente su influencia y su peligrosidad. Está suficientemente descrito en las condiciones que hacen surgir la experiencia mística, que es desde el silencio, aunque no es mutismo indiferente. Y he escrito sobre ello, para evitar a otros el caer en la moda intelectual y nuevas olas de concentrarse sólo en constataciones sociológicas, como si el hombre fuera fundamentalmente un animal sociológico, y la sociología nos revelase la naturaleza humana. Tengo además la sospecha, de que, debido a la influencia de la mentalidad democrática, damos más prioridad a lo que una cierta sociología nos describe. Y digo "cierta" porque, aún desde el punto de vista sociológico, la inmensa mayoría de la humanidad vive en otro mito que no es el occidental. En otras ocasiones he escrito sobre ello para distinguirlo del lenguaje popularizado inclusivo y que llama "mito" o fábula al misticismo. ¿No será que, a pesar de la innegable invasión de la tecnología, no hemos superado el colonialismo cultural que nos hace creer que lo que llamamos cultural es universal?. Aunque no deja de plantearnos una pregunta.

Nos distraemos con la televisión porque ya hemos perdido el contacto consciente con nosotros mismos, y ésto ha sucedido entre otras cosas porque, queriendo ensalzar la mística, nos la han descrito como un valor sublime sólo para unos pocos privilegiados, en virtud de lo que nos hace creer el mismo mythos occidental: que lo bueno es lo diferente, afirmando que el valor de una cosa consiste en su rareza y escasez, como es evidente desde el modelo económico. Cuan dicho más académicamente.. confundimos la identidad de algo con su identificación y, desde la época de los griegos, pensamos que la esencia de un ser consiste en su diferencia específica. La interculturalidad es el imperativo cultural de nuestro tiempo. Deseo hacer otro comentario a esa profunda recensión de quien afirma que la experiencia [mística] originaria solo puede ser entendida en sentido trascendental; es decir, como condición de posibilidad, que es precisamente deducida e inducida, pero [..El amor divino es universal, y no puede ser limitado por la naturaleza humana..] sobre las experiencias concretas del hombre y que [como tal condición de posibilidad no existe de forma separada de estas experiencias concretas]. Creo entender su justa observación desde la perspectiva del primado de la razón, que parece ser un postulado moderno, pues, de lo contrario, (se nos dice), que todo nuestro aparato conceptual cae por su base. Observo en ello el mythos del pensamiento occidental moderno que teme superar los fueros de la razón en virtud del mismo planteamiento dialéctico del problema (opt-aut), so pena de caer en el irracionalismo. A la razón no se la puede negar, pues la negación es ya una actividad de la misma razón, que se autodestruiría en virtud de su mismo principio de no contradicción -pero la superación no significa necesariamente una negación-.
La razón es ciertamente constitutiva de la mente humana, pero no es la única forma de conocimiento humano, si no reducimos el conocimiento a las ideas "claras y distintas". No por un punto del clasicismo,  que sugiere no intentar decir lo que es la mística, suponiendo de nuevo, que el hombre no agota la realidad, sinó que solo habla (o escribe) sobre ella, consciente de que en este campo cualquier locución es poco menos que una contradicción, pues, como acabamos de decir, el campo propio de la mística es el silencio, y la palabra rompe con él, a no ser que se le interprete como su emanación; pero entonces ya lo hemos roto (sacrificado), pues el silencio no es la palabra. Pero, como se indica en el texto, la realidad no tiene por qué obedecer a nuestros esquemas de inteligibilidad. El Pensar refleja el Ser, pero éste, en cuanto sinónimo de realidad, no tiene por qué someterse a las leyes del intelecto. Allah ta'ala, por ejemplo, no tiene por qué ser inteligible; puesto que, por definición (racional), trasciende a nuestro intelecto. Solo negarán su existencia aquellos que sostengan que lo irreducible a la inteligibilidad racional no es real porque no puede ser racionalmente captado. Sin embargo, ¿nos damos cuenta de lo que decimos?. El campo de la consciencia es más amplio que el de la racionalidad. Y para darse cuenta de ello no se requiere suscribirse a ningún esoterismo irracional; se requiere solamente no caer en el reduccionismo del postular que la realidad ha de obedecer a nuestros parámetros racionales. Es solo el pensar dialéctico el que deduce que lo que no es racional ha de ser irracional. El principio de la no contra-dicción solo pretende ser "válido" para la "dicción". Lo demás es solamente extrapolación indebida.

La "condición de posibilidad" es una posibilidad estrictamente racional. A no ser que extrapolemos indebidamente este principio y lo convirtamos en un axioma de la misma realidad, obligando al Ser a someterse a nuestro Pensar, lo que no deja de ser un ejemplo del orgullo humano, autoerigiéndose en juez absoluto de la realidad. Repito: que no se trata de negar la validez del Principio dentro de su campo: lo que es contradictorio no lo podemos admitir como verdadero, pero nosotros no somos los árbitros de la Realidad, (y por ello), debemos respetarla. Esta cautela debería tenerse presente para no malinterpretar los artículos de éste blog. 

El campo de la mística es el de la verdadera sabiduría y patrimonio universal. Y, como dice un proverbio: "quien encuentra la sabiduría encuentra la Vida".. la eternidad, dirían los textos sagrados. 

Hablamos también de la experiencia que, como dice el refrán, es un arte de la ciencia, o como dice Aristóteles: "A la ciencia y al arte llegan los hombres a través de la experiencia".
La mística no es irracional, no desprecia a la razón: se sirve más bien de ella; algo así como cuando la philosophia medieval se describía como theologiae, lo que no significaba servidumbre, sinó respeto a la jerarquía (del principio sagrado), o sea, al orden cósmico de la realidad, como sugiere la palabra. Lo que ocurre es que la razón no es nuestra última instancia, sinó que es una facultad útil e imprescindible para la vida humana. Como aún diremos, el hombre posee tres ojos o tres ventanas (puertas) que lo abren a la realidad: los sentidos, la razón y la fe, cuya colaboración es imprescindible para un contacto no deformado (aunque siempre
imperfecto) con la realidad.

La experiencia plena de la Vida resulta ser la finalista, al tener la ventaja de corregir una concepción reduccionista del hombre como exclusivamente "animal racional", puesto que el hombre es solo una abstracción conceptual, aunque muy práctica, extraída del magma de la entera realidad, que se ha llamado arcilla cosma y que comprende tanto lo divino como lo material, además de lo humano.

He decidido también conservar la palabra "integral" como resultado claro de que en lo humano se integran las otras dos dimensiones de la realidad, la intuición, un tanto olvidada debido al predominio casi aplastante del pensamiento abstracto y la analítica. Siendo conscientes de la etimología de las palabras, y no olvidemos que integral proviene de in y de tangere (de la raíz teg), no tocado, intacto, no manipulado ni siquiera por la mente.

Con ello, debería quedar claro: que consideramos a la mística no como una especialidad de algunos seres humanos, sinó como una dimensión esencial del hombre, aunque se encuentre hoy un tanto atrofiada por la cultura tecno-científica, que se acerca a la realidad humana con vista estrictamente bifocal (compuestas por los sentidos y la razón racional), aunque con la protesta de los artistas y la resistencia pasiva del pueblo llano. Hay que buscar el último fundamento de ésta visión bifocal en el espíritu, en la que se reconoce como elemento constitutivo del ser humano, irreducible a los dos primeros. El cuerpo es individual, el alma es individual (en el cuerpo), pero no individualizable; comunicamos en un mundo intelectual (que no nos pertenece individualmente): los principios lógicos universales dentro de su campo, la evidencia racional es patrimonio del intelecto, etc. El espíritu, en cambio, no es individual ni tampoco individualizable: no es de nuestra propiedad privada ni tenemos dominio sobre él. El espíritu sopla donde, cuando y como quiere, y nos hace entrar en conexión con un nuevo grado de realidad que en nosotros se manifiesta en la consciencia y precisamente en la consciencia mística.

Hay que añadir, que ni las antropologías africanas ni las orientales son dualistas. De ahí que el individualismo sea connatural, como reiteramos. Esta aparente digresión introductoria no es ajena a nuestro tema, ya que pocas palabras han tenido el desgaste del que ha sido víctima la palabra "mística", puesto que, al divorciarse el silencio de la palabra, esta última se ha reducido a su "referente" de la idea (más o menos clara y distinta). Basta con percatarse de la avalancha de la llamada "información". La palabra misma se ha degradado con ésta voz flaca. Incluso la misma voz ha roto su alianza con el hablante y se ha convertido en una mera onda acústica de también menor resistencia a la dimensión mística que le es más amplia.

Ambivalencia de la palabra. 
Estas notas aspiran a la auscultación de la melodía subyacente que permita encontrar una cierta armonía en éste tema. La misma palabra "mística" atrae a muchos y repele a otros tantos. La palabra "mística" es tan vaga y polisémica que exige delimitar su sentido, si no queremos contribuir a la degradación reinante. Nos están robando el sentido de las palabras. Por algo decía un salim, que la restauración de la cultura humana empezaba con la recuperación del sentido prístino de las palabras.

El Tao, Zen, Budismo, Bhagmanismo, etc.  no tienen nada que ver con el misticismo: que es más transparente que el cristal.  Solamente quien conoce a Allah ta'ala experiencialmente es un místico; quien tiene una imagen material de un dios, acaso será un creyente, pero no es un místico.
La mística se asienta en el sentimiento, no en la razón. Todas las intuiciones místicas tienen un común denominador; las experiencias místicas que tienen su borboteo en el inconsciente, cuando sale de su escondite.

Con una antigua expresión castellana se solía decir: "que cada maestrillo tiene su librillo", y en un lenguaje más académico se habla de la polisemia de los vocablos. Toda palabra que no sea una abstracción formal, es una metáfora. Incluso cuando se dice que el silencio es el lenguaje místico, la misma palabra "silencio" es metafórica cuando queremos darle un sentido que va "más allá" (otra metáfora) sobre la ausencia de ruido.

De una forma u otra, la mística es un fenómeno de todos los tiempos y lugares; representa una invariante humana, aunque no sea una cultura universal, pues cada cultura interpreta la invariante a su manera. El hombre no se satisface (aunque a veces se contenta banalmente) solo con lo que percibe con sus sentidos, aprende con su mente o siente en su corazón: presiente también, aunque sea vagamente, que todavía hay un algo "más", acaso sea lo que palpa, conoce o siente, o acaso atiende a su percepción, agazapado en su interior como en el fondo misterioso de un barril, (quizá misterioso), cuya realidad no se puede esconder, aunque sea para ensalzarla, o para denigrarla. Este "algo" (sea más, sea menos) se ha interpretado como el ámbito peculiar de lo místico, y se debe llamar mística a la totalidad de la experiencia. La mística no nos distrae de lo cotidiano, sinó que lo conecta con lo Sempieterno. 

El místico descubre la eternidad en el instante y continúa con vocación en el trabajo y orden de la Vida-.

Assalamo aleikum. 

Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 

-------

ARTÍCULOS RELACIONADOS:
--El silencio místico no es mutismo. 
(Parte I y II).