Assalamo aleikum.
¿Acaso necesita la religión predicación para desterrar el mal o hacer tolerante lo que es inevitable?..
Lo pretende el sufrido para la tolerancia de sus adversidades, pues no hay mejor consuelo para el afligido que la religión. Pues todos los hombres usan de ella de manera diferente y según la variedad de sus intereses y costumbres.
Los que juzgan la religión, como una incisión en la sabiduría humana, encuentran en ella la ventaja que favorece sus intentos por establecer un culto para la divinidad establecida solamente para tapar sus defectos y flaquezas; ésto es algo vergonzoso, falso e independiente de la verdadera creencia. Otros, cambian de religión cómo si se cambiaran de camisa, según las circunstancias, tiempos, lugares o personas, (y como hay tantas religiones), es un mercado ideal para el ponente que piensa, que de esa forma no se injuria la fiabilidad de dios, aunque desprecian el tiempo que guarda, como un nuevo comienzo para profesar; pero si es falsa, se vuelve terquedad, más que en constancia, por verse obligado a respetar unos mandamientos; y hay otros que la estiman en esa misma prueba, pero la deshonran con sus servicios; pues el ambicioso quiere algo más por ambiciones y desea un dios ambicioso, y así sucesivamente, por lo cual, cada uno busca su religión cómo sujetos a una pasión de desafío que los domina.
Muchos quieren de la religión, misterios adorables e impenetrables secretos y por consiguiente, la razón humana justa, pero con todo ello, quieren su sabiduría.
Muchos se disgustan por no alcanzar sus secretos y hacen un cambio en el culto que profesan. Otros buscan en ella un conocimiento presente del futuro, una predicción, y solicitan de ella en sus pronósticos para destripar sus conclusiones miedosas. Luego, están los hipócritas, que con artificios disimulan andar buscando la religión más sincera, porque ese es un pretexto para la obstentación de su bizarra inocencia, pues tienen que disimular su malicia abusando con sus acciones sobre dicha religión. También existen aquellos, que disputan sobre los mandamientos y las leyes, para no hacer obediencia en ellos y que ni siquiera, guardan una sola prescripción. Otros desean una religión acomodada a sus variantes humanas, para disipar sus errores sobre el entendimiento, pero sin que nada les deje a su libre albedrío.. necesitan un self-control sin esfuerzos.. ósea, lo quieren todo masticado.
El hombre sabio nunca se porta así con la religión y sus materias, pues reconoce cuán dignas son las adoraciones y porque el mundo está lleno de dificultades sobre lo que el sabio descifrador extrae un ejercicio de entendimiento, una sustancia para su instrucción, neutralizando lo negativo y admirando lo divino, que hemos de adorar siempre.. ¿Quién dudará de todas las cosas justas de la Deidad misma?.. Tampoco se debe preguntar, porque tantas lecciones son tan simples, cuando la curiosidad es nuestra y no alcanza el entendimiento para hacer algo tan simple, pero que alcanza a las cosas divinas sin importar el tamaño o su especie.
Conforma el sabio su vida en lo segundo de su calidad, pues primero es el Supremo y Sus leyes y lo tercero es todo lo demás, y con ello, (familiarmente), estudia y entiende toda obra, aún sin causa. En verdad, se encuentra el sabio en la zona de la contemplación, en el buen camino para sus pasos sobre aquello que profesa. Primero fué el nacimiento, con su abrigo, un logro de hechos actuantes; la segunda, la costumbre de observar y la tercera, los buenos ejemplos que facilitan el uso de un buen carácter; pero ésto, se debe obtener desde el principio, con todo lo infalible, (con todas sus máximas verdaderas), tanto en su doctrina como en todo lo venerable de la religión; pues defiende el sabio aquél campo que le cultiva y nos pone en la obligación de defenderle, pues Allah SWT nos defiende de muchos intereses para que defendamos los Suyos.
El sabio se opone a los intereses de los poderosos, (por eso, tradicionalmente), antaño le cortaban la lengua y le privaban de libertad, pues al libertino no le interesan las palabras, sinó el poder.
El sabio se sirve de la religión para servir a Allah SWT y darle culto; hace de su silencio una pluma que escribe contra los farsantes y debate contra las razones brutas con el escudo de los beneficios espirituales; Así es libre y sincera su propuesta sobre la verdadera religión; aunque muchos son los que preconizan que "su" religión es la auténtica: sólo vive con esplendor aquél que ha dormitado en el Paraíso elevado.
Puedes soñar con el tronco, pero siempre existe la amenaza del hachazo que condena.
Eres un favorecido, si te alegran los favores que lloran por despertar a la vida.. Otros lloran por los tizones del tronco quemado en el infierno. ¿Estoy entre aquellos que adoran la Verdad pura?.. ¿Aquellos que adoran al Espíritu de Verdad? o ¿Estás con aquellos del abismo y las blasfemias?.. En fin, (me dirás), que gozas de una religión acomodada y constante y que logras saber mejor sobre tus culpas y su conocimiento para apagar su ímpetu destructivo.. Teme, teme, que después de la muerte verás lo que te puede consumir, recibir o añadir, pues Sus Gracias son también acusaciones, testigos y sentencia. No tomes la doctrina si no haces honra de ella.. no llores, pero si no practicas te condenas.
No te desvanezcas con grandes reflexiones, que a unos cuantos el pecado demoníaco los desvió, y en sus brazos están.
¿A cuantos predicadores, tú corazón ha escuchado?.. pero no los conoce, aunque sabe dónde está la auténtica descripción que bendice lo celestial.. ¿A cuántos reveló la oración sus íntimos arcanos?.. En el Otro mundo no saben de idiomas, más que el prescrito.
¡Sabes! con ésto, antaño uno era valeroso y no dudaba entre el alma y el cuerpo; ¿Eres firme o dudas de la fe que te ofrecen?- Pronto aprenderás hacía dónde corren los ríos de la verdad y sabrás diferenciar entre tú sangre y la de los tiranos. Pues la verdadera religión penetra en los siervos justos con el mismo espíritu que Aquel que lo otorgó, y se aleja mucho de las vanas mortificaciones y comedias de corral. No es buena academia la de aquellos que declaran guerras, piden sangre, fuego y anteponen sus estandartes a Allah SWT con humor altivo y semblante de pasiones mundanas en sus ojos, escondiéndose bajo la ubicuidad del dominio de otros y tirana violencia cargada de ignorancia y tristeza sin argumentos. Evita todos esos empeños de hazañas de hombres, porque unos apetecen sus necesidades con los males del infierno, mientras el sabio busca lo deleitable para lucimiento del Creador. El pecado ensucia el alma con la fiebre de las riquezas mundanas o de sangre, pensando que toda cruzada es argumento para tomar la tierra, cuando no son más que vanaglorias y desprecio por el público, y una ingratitud hacía la divinidad.
Pobre de aquel que pone su afecto en las riquezas ordinarias del mundo, pues esa será su ejecución y prisión asegurada.
No existe una pasión más cruel, que aquella, que tiraniza el corazón de quién la posee, y anhela lo que le posee y se le aferra.
Ahmad Salah As Sufi.