domingo, 24 de enero de 2021

LA JIRGA DE AL-KHADIR (Al-Khezr--Al-Hudr).



 AL-KHADIR (Al-Khezr--Al-Hidr) EN EL CORÁN.

Existe en el Islam la figura de Al-Khadir. Generalmente se le asocia con la historia de la Sura decimoctava, (la Sura de la Caverna), que recoge un encuentro extraño entre Moisés y uno de "Nuestros Siervos", a quien "Nosotros le hemos concedido Nuestra misericordia y a quien le hemos mostrado el conocimiento de Nuestra propia Presencia". 
En ésta historia, observamos que Moisés, profeta de su tiempo, fue el único que habló con Allah y Le miró frente a frente,.. quedó profundamente desconcertado ante la Verdad que éste siervo le trae en cuanto a su planteamiento. A pesar de haber prometido conformidad, no pudo asumir las contradicciones aparentes en las acciones de ésta persona: hunde un barco en perfecto estado, mata a un niño y reconstruye un muro, sin pedir ninguna recompensa a la gente que le había negado la hopitalidad.. ¿que se debe esperar?. En cualquier otra situación, ya sea negociando con el faraón o con los poblemáticos israelitas, Moisés se presenta con continuidad en la comunicación con Allah con mucho conocimiento y capaz de hablar y obrar sabiamente. Sin embargo, aquí aparece impaciente, incomprensible e incapaz de contener sus palabras o mantener su promesa. Perturbados por esta razón, algunas autoridades han llegado a preguntar si el Moisés mencionado en ésta Sura, no sería otro Moisés, ya que precisamente lo que desconcierta de esta historia, es que Moisés, (uno de los profetas más importantes), seguramente no se hubiera comportado así.. de forma tan desconcertada, y que el Sagrado Corán apunte a otro tipo de enseñanza distinta de la traída en perfección.. por eso, (sólo el Corán), como revelación que todo lo alumbra, puede albergar la Verdad.
Sin duda, su fin es mencionar una historia con moraleja, pero no sólo por su hecho historico. Esto no quiere decir que no sea verdad, (al contrario), es de naturaleza mitológica y nos muestra una verdad y realidad que pueden llegar a ser mucho más importantes que muestras verdades sobre éste mundo. Por ésta razón, algunos han afirmado que ésta figura que enseña a Moisés es realmente un significado ajeno a éste mundo, "una figura sin nombre", "uno de Nuestros Siervos", que se le conoce como Al-Khadir, Al-Khezr, Al-Hidr, una persona misteriosa como profeta y que tampoco está obligado a convertirse en mentor de nadie. 

Ibn Arabi trata la figura de Al-Khadir desde cuatro perspectivas diferentes:

1) La propia figura, sus orígenes tras el diluvio y la historia de como consiguió la inmortalidad.
2) El papel como mentor espiritual de Moisés, que ofrece una base textual para una enseñanza esotérica (interior) dentro del Islam - presentando muchas doctrinas interesantes, entre la tensión creativa de lo externo y lo interno, entre la conformidad y el entendimiento, con la total aceptación del conocimiento de los misterios divinos por parte de la mentalidad humana, etc.
3) Su estatus espiritual como integrante de los cuatro Soportes (literal del mundo). Según Ibn Arabi, hay cuatro guias humanos que jamás han pasado por la muerte Enoch/Idris; Elias/Ilyäs Jesús/Isā, y Al-Khadir. Entre ellos, dos se encuentran en el cielo tras haber ascendido (Enoch y Jesús) y dos en la tierra (Elias y Al-Khadir). Entre otras cosas, cada uno de ellos está asociado con una de las esquinas de la Kaaba, (la Casa de Allah).
4) Su función como iniciador de santos y, por ende, de los encuentros personales del propio Ibn Arabi con él. En el tasawwuf, cabe indicar, que Al-Khadir no se le relaciona únicamente con los milagros, como ocurre en las mitologias populares, sinó que es representado como el "maestro", un iniciador en los misterios divinos de uno mismo; tal y como refleja la cita coránica mencionada anteriormente,.. "para quien le hemos mostrado el conocimiento desde Nuestra propia Presencia".

UN SIERVO: LA TIPOLOGÍA ESPIRITUAL.
La descripción coránica de Al-Khadir como "uno de Nuestros siervos" atrae a una de las obras de Ibn Arabi menos conocidas pero muy importantes, [Aitab at-Abadila, El Libro de los 'Abd Allahs], es decir, los siervos de Allah. En dicho documento, se establece una sorprendente visión global de los tipos espirituales de gran relevancia a efectos de éste trabajo. Esta tipología se acerca en la noción del verdadero siervo de Allah, el que ha culminado su entendimiento y al que por lo tanto se le puede llamar con propiedad un siervo del Omnisciente. El documento contiene las expresiones de 117 "personas" o modalidades espirituales. Cada una recibe normalmente el nombre de 'Abd Allah de P.ej. (un profeta) y (un nombre divino). Asi, encontramos por ejemplo a 'Abd Allah b. Ilyas.. Abd al-Hayy o también 'Abd Allah b. Muhammad b. al-Muhsin..etc. Dichas expresiones reflejan una combinación de la sabiduria del profeta y del nombre divino mencionado en este particular.
En éste grupo de 117 personas aparecen tres tipos de figuras proféticas y sagradas: coránicas y bíblicas como por ejemplo: Idris, Abraham, Lot, José, Moisés, Yehoshua/Josue, David, Salomón, Job, Zacarias, incluyendo también las: judias/biblicas de Set, Samuel); y cristianas, Juan el Bautista, san Jorge). En si misma, ésta combinación de fuentes que abarcan las tres tradiciones religiosas parece ser bastante única en los escritos de Ibn Arabi, que normalmente usa la exégesis musulmana, del Corán y la Sunnah - no he encontrado ningún tratamiento similar, en comparación con otros autores sufies -. Es como si quisiera aliviar sus enseñanzas mediante una investigación amplia, espiritual y religiosa sobre los innumerables elementos que se encuentran en las tradiciones elevadas.
Observa al-Hayy (el Viviente), y hace notar la conocida asociación con la Resurrección, el agua, la vida y la muerte, etc. dando a entender su ascetismo y una elevación espiritual; el nombre al-Zahir (el Testigo), quizás está haciendo referencia a esa presencia en la mesa o en las ceremonias, y el nombre al-Rahman (el Misericordioso), que muestra misericordia con los creyentes. Aparentemente, aqui nos encontramos frente a un resumen de los aspectos de Elias, y aquellas otras cualidades que el mismo encarnaba, dada su dimensión universal de la que permite a todos tomar parte. En el caso de Al-Khadir hay únicamente una entrada, que aparece con el Nombre de al-Wahäb mostrando (el Dador), que evoca la cita coránica de uno de Nuestros siervos a quien le hemos mostrando el conocimiento y que sugiere que el atributo más destacado que encarna Al-Khadir proviene directamente de Allah, (y que se le otorgó libremente sin pedir nada a cambio), excepto el cumplimiento absoluto de sus requisitos, y que es diametralmente opuesto al conocimiento de la mente humana ordinaria. Tal y como le dice Al-Khadir a Moisés en la historia coránica, "Yo tengo algún conocimiento que Me han meritado, el cual no ha emenado para ti, mientras que tu tienes un conocimiento que te ha sido enseñado y que yo no conozco". También está una entrada para san Jorge bajo la rubrica del nombre Shahid (el mártir/el testigo). Dicha asociación no es para el nombre del martir, y para nada sorprende el puesto que la historia de Oriente Medio le ha dado a san Jorge, precisamente hace hincapié en su martirio (diferenciando la versión inglesa que sólo le considera un héroe patriótico de los grandes éxitos militares), y lo que aún es más curioso, es que él es el único personaje del que se habla en léxico como un verbo, sugiriendo una conexión entre el caballo que monta, (la oferta de la imaginación), tal y como explica Ibn Arabi en algún lugar, y que únicamente pueden expresarse en verso y no en prosa. Lo que aparece en éste trabajo nos muestra claramente que para Ibn Arabi, el hecho de haber vivido muchos años en Damasco, Alepo y en la Anatolia meridional debió suponer un conocimiento profundo de las tradiciones asociadas con san Jorge.
Por lo que a mi respecta, ésta es la única referencia a la figura cristiana en los documentos de Ibn Arabi.

Lo que es más importante señalar, es que a todos estos personajes se les ve como siervos de Allah, ya sean profetas o santos. No estando vinculados a ningún nombre divino o atributo en especial hasta despues de haber sido el Nombre Divino y Absoluto que todo lo abarca, Allah, el que les ha capacitado. De acuerdo con la visión de Ibn Arabi, la premisa fundamental del ser humano completo o del Hombre Perfecto, es aquel que conoce su realidad como imagen creada a imagen del creador.., Esta imagen es idéntica a su origen en todos los aspectos, con la salvedad de que su existencia es absolutamente dependiente de dicho origen Espiritual. Puesto que todo procede del original, la imagen no tiene nada de ella misma - excepto - su capacidad inherente e ilimitada de reflejar y de manifestar todo aquello que se le otorga espiritualmente en concesión. 

LOS ENCUENTROS CON AL-KHADIR.  
Fueron directos y son parte y ámbito de la tradición sufi, que comienza con cuentos de un encuentro entre Al-Khadir y el mismo Muhammad (s.a.w.s). En todos los casos, se trata de acontecimientos profundamente personales, la transmisión del conocimiento de sí mismo desde un "aparentemente otro" al propio sujeto. Por ésta razón se ha dicho que "trata a quienquiera que te encuentres como si fuera Al-Khadir", haciendo alusión a la posibilidad de hallar el entendimiento personal en cualquiera de los encuentros que suceden en nuestra vida. Un maestro de Asia central, (cuyo padre se dice que era un íntimo de Al-Khadir), fue llevado por éste último ante su maestro terrenal, Yüsuf al-Hamadani,.. "Fariduddin al-Attar habla de muchos maestros que estaban relacionados con Al-Khadir, como Ibrahim al-Hawai o Ibn al-Daggaq". El agua destaca de manera prominente en estas historias y se dice que Hakim al-Tirmi tomaba unas lecciones diarias de Al-Khadir, y que éste, habia hecho que uno de sus alumnos tirase un libro al rio Oxus para que Al-Khadir pudiera leerlo. También está el famoso comentario de Yahya Efendi (c. 1492-1570), de quien se dice que recibió el 'ilm ladumni de parte de Al-Khadir y que además fue el consejero de Suleiman I el Magnifico y de Selim II. En un barco cruzando con el sultan, compañero del Saylat, un joven, posteriormente se identificó con Al-Khadir y de repente agarró el tesbih del propio sultán y, ante la perplejidad de éste, lo tiró al agua, y únicamente para recuperarlo más tarde de forma milagrosa.

Muchos de los contemporáneos de Ibn Arabi fueron privilegiados con éste tipo de encuentros, al-Baqi, (por ejemplo), que describe a Al-Khadir como uno de esos siervos especiales de Allah que vuelan en amor; cuenta que, en su primer encuentro del joven con el, éste le dio una manzana.. Tras comerla, tal y como le dijo, vio como si bajara un océano desde el Trono hasta la tierra,.. (y lo único que vi fue como el brillo del sol y se me abrió la boca sin yo desearlo y todo se me metió dentro. Me bebí todo el océano y no quedó ni una sola gota de él). Sin embargo, no se puede vincular a una afiliación concreta, ni tiene conexión directa con un supuesto maestro invisible. 
Uno de los maestros de Ibn Arabi, Abü l-Abbas Ahmad al-Harrat, también habló de algunos encuentros con Al-Khadir: "Dejamos Sevilla como un grupo deseoso de emprender su camino. Nos acompañaba Muhyiddin Ibn al Arabi y designamos al llamado Ibn 'Ammär como amir para que dirigiera nuestros pasos. Mientras recorriamos un área desértica, vimos la figura de Al-Khadir que se aproximaba hacia nosotros. Se subia las vestimentas por encima de los tobillos y sus pies no tocaban el suelo. Tan pronto como lo vimos, supimos quién era. Un estado de parálisis y preocupación imperó en el grupo. Vino hasta nosotros y nos saludó, pero fui el único que fue capaz de devolverle el saludo, puesto que el resto se vio muy afectado por los rastros de sus pretensiones individuales, (osea, se quedaron mudos)".

De todos los maestros, Ibn Arabi parece ser el unico que ha tratado con detalle el lugar y el significado espiritual de Al-Khadir dentro de la jerarquia de los profetas y santos. Sus explicaciones autobiográficas son a la vez un tanto particulares. En el capitulo 25 de la "Futahat", dedicada al conocimiento espiri- tual del Soporte, distinguido para una larga vida, Ibn Arabi hace mención a la historia coránica de las tres lecciones de Moisés hablando de tres ocasiones diferentes en las que conoció y supo aprovechar la presencia de Al-Khadir: "la primera en Sevilla, la segunda en la Bahía de Túnez y la tercera cerca de la costa meridional de Cádiz". De manera análoga a la historia de Moisés, dos episodios enfatizan el quebrantamiento de las reglas a través de manifestaciones y milagros de poder, y en otro representa una acción corriente que se opone a las leyes de la naturaleza. Después aparece la descripción de Mosul, donde tuvo lugar su investidura con el manto (jirga) a la manera de Al-Khadir, y luego el encuentro restante de los capítulos no parecen estar relacionados entre sí y están dedicados a las enseñanzas de uno de sus maestros de Granada y terminan con una breve sección de explicación metafísica. La intención de ver algo en éste capítulo, (o simplemente una parte aislada sin relación alguna con el resto), implicaría pasar por alto la visión más amplia a la que se refiere Ibn Arabi sobre las perlas del fondo del océano a las que anima a sus lectores para buscar. Esta es una problemática especifica que plantean los escritos de Ibn Arabi: ciertos pasajes pueden ser bastantes claros para el lector, pero a la hora de relacionarnos con lo que viene del antes o el después, pueden resultar inescrutables y podría ser una manera de dar a entender la superioridad narrativa de Ibn Arabi, (al menos), según la visión de su discipulado.

El capítulo 25 "sobre el conocimiento del Soporte" que ha sido mencionado y que ha recibido una vida prolongada sobre los misterios de los Polos diferenciados por los cuatro tipos de conocimiento, el secreto de la marca y las moradas espirituales y sobre el que está en ellas desde éste mundo".

Somos conscientes y sospechamos que ha habido otros encuentros con Al-Khadir. No obstante, al mencionar inicialmente tres, el Shaykh mantiene con cautela espiritual la referencia del número de episodios coránicos relativos a Moisés y Al-Khadir.


LOS ENCUENTROS.
Existen dos relatos del primer encuentro.
En éstos, se le muestra al joven Ibn Arabi la condición de confiar en los maestros espirituales y de no cuestionarlos en nada. 

Le conocí en Sevilla y me enseñó a confiar en los maestros espirituales y a no cuestionarlos. Ese mismo día, había puesto en entredicho a un maestro por un tema concreto y abandoné su presencia.  Me encontré con Al-Khadir en el barrio de Qaws al-Hanniyya de Sevilla, y me dijo: "Confia en lo que te diga el Shaykh". Por ello, me fui directo a ver de nuevo al maestro y cuando llegué a su casa, fue él quién me habló antes de que yo pudiera articular palabra alguna: "Oh, Muhammad, ¿esto quiere decir que cada vez que me pongas en entredicho en algún asunto, tengo que pedirle Al-Khadir que te diga que confies en el maestro?", A lo que respondi: "Maestro, ¿me estás diciendo que la persona que me instruyó era Al-Khadir?" "Asi es", afirmó. En ese momento, exclame ¡Alabado sea Allah por esta enseñanza! No obstante.. siempre tuve la razón en lo de antes...". -

Este es un ejemplo breve y delicado de un comportamiento adecuado en su contexto educativo (ya sea espiritual, religioso o académico). ¿Estuvo acertado Ibn Arabi en su opinión? Si. Hasta donde sabemos, la disputa fue sobre la identidad del Mahdi y su firme intuición resaltó ser verdad posteriormente. ¿Estuvo acertado en la forma en que expresó su opinión? Claro que no. Podemos imaginarnos el tono de intercambio entre un joven brillante de unos veinte y años y un anciano y verierable Shaykh. Para que ocurra la enseñanza, es vital que el alumno respete a su maestro y que acepte su autoridad externa, incluso en el caso de que el maestro no parezca estar en lo cierto. Sin ese acto de reverencia al maestro, ¿cómo se va a fomentar el progreso en la vía espiritual?.  En el caso de Ibn Arabi, el desafío fue sin lugar a dudas mucho más sutil. Él mismo añade, que si se hubiera tratado de una cuestión de prescripciones religiosas no hubiera estado, (de forma alguna), en posición de contradecir a su maestro. La importancia que se le otorga al buen comportamiento, de cara a los superiores, es algo que puede encontrarse en infinidad de lugares.. Pídele a Allah por los dirigentes y autoridades, no te pongas en contra de ellos, incluso cuando muestren opresión.

Lo que es realmente importante de éste principio, de respetar a los maestros, tal y como lo representa Ibn Arabi, es la manera en la que el mismo guía eterno enseña la lección y como enfatiza la relación de la obediencia interna en la propia vida de Ibn Arabi. Mientras, que él fue en algunos aspectos, un perfecto ejemplo de místico autodidacta, sin ningún maestro visible de entre los hombres; cabe señalar la paradoja aparente de que esta confianza interior en Allah no excluye la obediencia a los maestros espirituales, al contrario, la refuerza. Esta instrucción es idéntica a la regla de los afectos, que establece que la obediencia a los superiores es obediencia a Allah.

Su segundo encuentro tuvo lugar por la noche en el mar, bajo la luna llena en la Bahía de Túnez en el año 590/1194, cuando Ibn Arabi estaba cercano a los treinta años. Ibn Arabi regresaba de una visita a su Shaykh, Al-Kináni, de La Marsa, un pueblo cerca de Tünez. Mientras todos dormían, levantó la vista desde su barco hacia el mar y vio que alguien que se le acercaba caminando sobre las aguas. Cuando alcanzó el barco, se sostuvo sobre una pierna y levantó la otra para mostratme que no estaba mojada. Luego hizo lo mismo con la otra y tampoco lo estaba. Tras hacerlo, conversó conmigo en una lengua especial. Se despidió y se marchó en dirección al faro que se encuentra en lo alto de una colina a un par de millas de distancia. Él las recorrió en dos o tres pasos. Podía oírlo encima del faro glorificando a Allah. En ocasiones fue a visitar al Shaykh Al-Kinani. 
A la mañana siguiente le preguntaron a lbn Arabi sobre su noche con Al-Khadir, dando a entender que por el momento no reconoció por completo quién era o que se necesitaba confirmación exterma de su identidad. De nuevo encontramos un motivo mosaico, con la historia del barco, aunque esta vez no hay agujeros. Si el primero de los encuentros detonó en el uso erróneo del poder de la intuición, al no estar de acuerdo con una autoridad externa, el segundo muestra el poder real de la fe interior en forma de un acontecimiento y aparentemente milagro sobre la habilidad de Al-Khadir para caminar sobre las aguas y de cruzar grandes distancias en un abrir y cerrar de ojos y su manera especial de comunicarse.

El tercer episodio tuvo lugar en una mezquita en ruinas en algún emplazamiento en la costa atlántica cerca de la costa meridional de Cádiz a finales de mismo año; Viajando en compañia de un joven que se negaba a creer en los milagros, Ibn Arabi llega a la mezquita con tiempo para realizar la oración: Un grupo de peregrinos errantes encerrados en si mismos llegaron también con la intención de llevar a cabo la oración. Entre ellos estaba el que me habia hablado en el mar, el que según me dijeron era Al-Khadir. Entre ellos también había un hombre de méritos que estaba por encima de él. Le conoció antes y había sido su amigo. Me puse de pie y me apresuré para saludarlo. Me saludó también y estaba muy contento de verme de nuevo. Entonces se dispuso a rezar. Al terminar.. Nos pusimos a hablar en la puerta de la mezquita cuando el hombre que me habian dicho que era Al-Khadir tomó una alfombra de oración del mihrab de la mezquita.. la estiró en el aire siete codos por encima del suelo y se subió a ella para llevar a cabo los rezos 
supererogatorios. Le pregunté a mi amigo: "¿Has visto a ese hombre y lo que está haciendo?" Me respondió que fuera a preguntarle a él... Cuando Al-Khadir acabó de rezar, le salude y le recité algunos versículos.. Me dijo: "La única razón por la que hice lo que viste es por el bien de aquel que se negaba a creer", señalando así a mi compañero de viaje que se negaba a creer en los milagros y que estaba sentado en el patio de la mezquita. Mirándole, continuó: "Para hacerle saber que Allah hace todo aquello que estima con quien Él estima". Regresé con el que se negaba a creer, (mi compañero), le pregunté si tenía algo que decir y me respondió: "¿Hay algo que se pueda decir después de ver esto?"-

Esta historia pone de manifiesto de manera muy clara el poder de Al-Khadir, alguien que no se contenta simplemente con hacer milagros, sinó que se comunica directa e irresistiblemente, dejando a los demás sin palabras. Incluso quien rechaza la posibilidad de los milagros, deja de hacerlo. Tal y como anota Ibn Arabi, Al-Khadir pide que no haya objeciones; pero de igual manera, se dice también que representa objeciones inútiles a través del poder del conocimiento indiscutible. 
Tienen dos sentidos, las ideas puntuales de estos encuentros, en primer lugar: la presencia de uno de los maestros espirituales de Ibn 'Arabi: Al-Kináni y el hombre sin nombre de rango superior al de Al-Khadir. Esto puede suponer, que para Ibn Arabi, la aparición de Al-Khadir está vinculada de forma directa a la compañia espiritual de los maestros y no solamente, (como algunos presuponen), a la práctica espiritual del retiro solitario o a ser, como lo expresó Corbin, "el maestro de los que no tienen maestro". Su aparición coincide con la persona que necesita escuchar algo sobre la condición interna de una manera plena de confirmación directa, concisa e inequívoca. Y, (en segundo lugar), en cada ocasión siempre es otro alguien el que confirma realmente, que ésta persona es en efecto, Al-Khadir, lo cual sugiere que uno tiene que ser muy cauteloso a la hora de dar por sentado algo sobre ésta figura por uno mismo. De todos estos apuntes, deberia hacerse especial hincapié en que Al-Khadir no se presenta como un personaje imaginario/simbólico que sólo se muestra en sueños o visiones, sinó como un ser humano físico y real a la vista de otros. 

CUARTO EPISODIO: DESCRIBE BREVEMENTE LA INVESTIDURA DE LA JIRGA.
El cuarto episodio describe brevemente la investidura que recibió Ibn Arabi en el año 601/1204 a las afueras de Mosul, donde se le puso formalmente el "manto" de Al-Khadir a modo de gorro.
El Shaykh Gami me impuso la jirga exactamente en el mismo lugar de su jardin en el que Al-Khadir se la había impuesto a él y bajo el mismo estado espiritual que le vino a él cuando se la impuso.
La investidura con una prenda de vestir, supone un cambio en el estado interno del Shaykh para perfeccionar a su acompañante, era muy conocido éste gesto entre los maestros espirituales.. No obstante, la importancia que tenia para Al-Khadir fue lo que hizo de Ibn Arabi un abierto defensor de la misma y que se la impusiera a otros, incluyéndose numerosas discipulas mujeres. Como un juez, que se pone la toga en el despacho del juzgado con el propósito de representar a la justicia en acción, ésta ceremonia le otorga a quien la recibe el estado espiritual de Al-Khadir. De ésta manera, no sólo se encuentra con Al-Khadir en persona, sinó que también, (de algún modo), se conciencia realmente en lo que representa. La transmisión de la gracia espiritual se salvaguarda cuando se le transmite a otra persona, siempre y cuando este proceso se lleve a cabo exactamente de la misma forma, con plena consciencia y receptividad. Dicha transmisión hace referencia directamente a la historia de la increible transformación de Eliseo con el manto de Elias que el propio profeta le dejó durante su ascensión en el carro. Fue así que se convirtió en su heredero espiritual absoluto. Por su parte, Al-Khadir habría investido a muchos de la misma forma, tal y como se ha practicado en circulos sufies durante siglos, como medio de transmisión y transformación espiritual. Por ello, Ibn Arabi añade: "Esta es la investidura tal y como la conocemos, la transmitida por los verdaderos realizados (al-muhaqqiqun) de entre nuestros maestros. Podemos apreciar que éste episodio revela que el "manto" no sólo adopta la forma de una capa, sinó que también puede tratarse de otros tipos de vestimenta que "cubran", y es válido hasta con un simple gorro.

LOS TIPOS DE SERES ESPIRITUALES.  
Después de estos cuatro encuentros, Ibn Arabi cambia de tema y pasa a tratar, sin que exista relación aparentemente con lo anterior, los cuatro grados en los que se puede clasificar a la gente de Allah. Entonando esta estructura con la tradición profética que aparece en los versiculos del Corán, de que no hay versiculo/o signo alguno en el que no esté presente un significado exterior, (exotérico), un significado interior, (esotérico), un límite, (alcance), y una elevación, (lugar de completo conocimiento), y añade:
Los hombres de Allah se dividen en cuatro grados: los que poseen el exterior, los que poseen el interior, los que poseen el límite y los que poseen la elevación [...] Hay gente en los cuatro tipos y para cada uno de estos grupos hay un Polo, alrededor del cuál, la esfera de éste develamiento gira.
Éste momento describe a uno de sus maestros andalusis Muhammad Abdallah al Sakkaz, que vivió en Granada, y el que le mostró estos cuatro tipos de hombres y como se les hace alusión en algunos versiculos del Corán que mencionan "hombres"l:
Visite a nuestro Shaykh en la provincia de Granada en el año 595, uno de las mås importantes de cuantos he conocido en éste Sendero espiritual.
Me dijo: Hay cuatro tipos de seres humanos espirituales:

1/ Entre los creyentes se encuentran los hombres fieles a la unidad que forman filas con Allah. (Corán, 33:23), esos son los hombres del exterior. 

2/ Hombres a quienes ni el comercio ni los negocios les apartan del recuerdo de Allah, (Corán, 24:37), que son la gente del interior, los que se sientan con el Altísimo y Le consultan. 

3/ Hombres de las Almenas, (que son los hombres del límite). Allah afirmó que "sobre las almenas hay hombres, [a los que se les conoce por su marca]", (Corán, 7:46). gente de elevada sensibilidad (lit. olfato), y discernimiento, liberados de atributos al no presentar ninguno.. Abû Yazid al-Bistâmi era uno de ellos.

4/ Hombres que, a la llamada de Allah, acuden a Él a pie (apresurándose a responder), sin caballo: Anuncian la peregrinación entre la humanidad. Siempre irán a tú encuentro a pie. (Corán, 22:27), estos son los hombres de la elevación.

Estos cuatros grados evocan la imagen de un castillo medieval, como aquellos que aún se pueden encontrar en algunas ciudades de Andalucia como Almeria, Granada, etc. - con una muralla alta de piedra de protección que divide la ciudad entre aquello que se encuentra fuera y dentro de la medina: las almenas en lo alto de la muralla que les permiten a los soldados vislumbrar ambos lados y las imponentes torres de vigilancia, (que le confieren una posición estratégica por su elevación), a cualquiera que mira desde alli. Se levantan por intervalos a lo largo de la muralla. Cuando se está fuera de la muralla, el interior se escapa a la vista. Al revés también, alguien de dentro tampoco puede ver el mundo de fuera de la medina. Únicamente aquellos que se encuentren en la muralla pueden mirar al exterior y al interior. La muralla en sí misma está "desprovista de atritutos", puesto que no pertenece a ninguno de los dos lados. Sin embargo, es aquello que delimita los dos lados y que se "eleva" sobre ellos - sin muralla no habría distinción entre lo de dentro y lo de fuera, Las torres de vigilancia que aparecen por intervalos a lo largo de las almenas ya no están sobre la superficie del suelo, sinó que se elevan en una dimensión diferente, la vertical. Esta imagen representa muy alegoricamente los cuatro grados del exterior, el interior, la linea que los une e, (incluso), los separa y la posición elevada que todo lo supervisa.
En términos espirituales, no hay distinción posible tomando el género como base. Por ello, al término "hombre" se le asigna el significado de "alguien" que ha alcanzado la madurez espiritual, tanto si es un hombre como una mujer, En el Corán, el término hombres tiene dos acepciones: algunas veces significa lo opuesto a mujeres y otras denota al conjunto de ambos sexos. Para Ibn Arabi, el individuo viril, (espiritualmente hablando), es equivalente al término 'arif' que es el que conoce su realidad.

Ibn Arabi pretende decir algo más con estos cuatro grados que hemos visto antes: la gente del exterior son aquellos que manifiestan su acción y poder espiritual, (en el mundo exterior visible), mientras que aquellos del interior hacen lo mismo, (pero esta vez en el mundo del interior, en lo Oculto). Las hombres del límite tienen el poder de actuar en el mundo del Istmo (barzah) y son los que experimentan la mayor felicidad puesto que "son testigos, las lineas imaginadas entre cada par de puntos opuestos" [...] son hombres de la Compasión que lo abarcan todo. Tienen la facultad de introducirse en cualquier presencia y de tener una visión completa. El último grupo, aquellos de la elevación, tienen poder sobre todos los nombres divinos y abarcan las otras tres categorias de los mejores hombres, la gente de la autocensura (aunque parecen semejantes a la gente normal). Este último grupo representa para Ibn Arabi el punto álgido de la santidad, el grupo que de verdad ha realizado el significado de la servidumbre.

Una vez descifrados los conceptos, el lector tiene la clave para acceder a su propia experiencia interna. En lugar de explicar la Realidad, lo que Ibn Arabi hace es alentarnos a ir más allá, a explorar las alusiones que él mismo nos presenta. La sensación entre las diferentes partes nos invade y desemboca en la siguiente pregunta sobre la conexión entre sus encuentros personales con Al-Khadir y los tipos de espiritualidad. Ibn Arabi no especifica en ningún momento quién es Al-Khadir. En su lugar, establece una relación útil entre los cuatro episodios vividos con las cuatro categorias de hombres espirituales. Esta es precisamente la clave para un entendimiento más profundo del mismo Al-Khadir, su instrucción durante el día en una calle de Sevilla, en la que se le dijo que debía confiar en los maestros, demuestra el poder de la gente del exterior, así como por ejemplo, los Suyut; su noche a solas con Al-Khadir en la Bahia de Túnez nos muestra el poder de la gente del interior; y su episodio de la alfombra voladora en la mezquita, el milagro dentro del ritual oratorio, que muestra el poder de la gente del límite, es la visión desde las almenas y finalmente, la investidura con el gorro en Mosul muestra como una acción aparentemente ordinaria puede tener un significado espiritual primordial, puesto que muestra el poder de la gente de la autocensura. Esta es una participación total en el estado de Al-Khadir que va más allá del nivel de verle a él actuar, de hecho, la propia forma de Al-Khadir desaparece aqui por completo.
¿Cuál es el papel de Al-Khadir en estos cuatro episodios y grados?.
Como figura humana individual en el mundo, interactúa con el que busca y le guía por estos niveles, acercándose cada vez más a la compañia de la aniquilación del egoísmo. Aquellos que llegan a la realidad de esta manera, pudiéndose considerar hombres y mujeres espirituales, han sido llevados a la vida del espíritu más inmediata e interior. Cada uno de ellos es participe del estado de Al-Khadir como guía inmortal. En palabras de Corbin, "convertirse en Al-Khadir es haber conseguido la aptitud necesaria para la visión teofánica".. para el encuentro, para el diálogo inexpresable que, (sin embargo), la especificación de Ibn Arabi si sería capaz de narrar, y Al-Khadir es el símbolo vivo de esta novedad del espíritu que está en todos los niveles y que permanece activo en los cuatro grados.
Ibn Arabi termina con un breve resumen de la realidad de éste mundo como la manifestación de la Divinidad y habiendo revelado en todas las forman excepto en la Suya.. A través de Su manifestación y revelación, el mundo se halla en un estado de permanencia, en otras palabras, (de no aniquilación). Nuestros compañeros lo son, de acuerdo con éste Camino, y éste es el Camino de los profetas.. Por lo tanto, el verdadero misterio o "secreto" es la paradoja esencial de que Allah Es el que se manifiesta en todo lo que aparece como otro, sin volverse otro que Él mismo y sin que lo otro se vuelva Él. Es el Único que aparece en tanto y número, pero No se trata de la expresión de al-Hallay, (Yo soy la Verdad), que destruye la existencia aparente, sino de la profundidad inmensurable de la transfiguración y de la transfigurada Verdad del Hombre que yace en el corazón de cualquier tradición profética.
La Manifestación Divina, según describe también Ibn Arabi, en un sentido más interno, como la aparición de Allah en el Corazón de Su Siervo. Segün el hadiz qudsi, "no sólo el corazón de Mi siervo creyente me contiene, sinó que se puede decir que Allah se ha puesto como manto (jirga) del corazón del siervo".
La implicación, es tambien un camino del mismo Al-Khadir, en éste modo, Al-Khadir no es sólo un hombre en la mitología o un misterio, sinó que su significado oculto simboliza la revelación Divina, la naturaleza teofánica de todo el mundo y la verdad interior directamente manifiesta. Los que parecen ser un universo exterior se convierten en una experiencia interior. La singularidad incomparable de Al-Khadir es el reflejo de nuestra propia realidad verdadera, y que también es incomparable: El hecho, de que no parezca estar a la vista, nos hace intuir que quizás no hayamos entendido todavia lo que su presencia significa para nosotros.. Su forma y su manto (jirga) sólo siguen existiendo como manifestación eterna del amor y deseo divinos para revelar la cara de la realidad a cada corazón humano.

"Ni Mis cielos ni Mi tierra pueden contenerme, solo el corazón de Mi siervo creyente Me contienen".

Pueden leer más sobre éste tema en el artículo de éste blog titulado
DETERMINANDO CIERTOS CONCEPTOS. 

Assalamo aleikum. 

PD.jac./ Para la Tariqa Sufiyya España.
Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 
Material de estudio.  


viernes, 22 de enero de 2021

LA MISERICORDIA DIVINA.

Reconocer las señales de la misericordia de Allah en la vida cotidiana.

Términos árabes:

Rahman: La cualidad de misericordia que Allah tiene para con toda la creación, sustentando el universo con un flujo inacabable de bendiciones.

Rahim: Esta tiene un significado más específico, se refiere a la misericordia de Allah para con el creyente, en particular durante el Día del Juicio. "...Él es compasivo con los creyentes" (Corán 33:43).

Allah es el Clemente y el Misericordioso, Su misericordia abarca todas las cosas y es la fuente de toda compasión y de toda misericordia que existe. 

“Mi misericordia lo abarca todo...” (Corán 7:156).

En español la palabra misericordia tiene varios significados, que incluyen compasión, perdón, amabilidad y ternura. En árabe, el término para misericordia es rahmaAr-Rahman y Ar-Rahim son dos de los más importantes nombres de Allah y se derivan de esta palabra raíz. La misericordia de Allah es esa cualidad etérea que también encarna gentileza, cuidado, consideración, amor y perdón. Cuando estas cualidades son observables en este mundo, son apenas un reflejo de la misericordia de Allah hacia Su creación.

El Profeta Muhammad, (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él), nos informó que Allah es más Misericordioso con Sus siervos que una madre con su hijo y, (de hecho), la palabra árabe para útero se deriva de la misma raíz que la palabra para misericordia. Esta es una señal de la conexión única entre la misericordia de Allah y el vientre materno. Allah nos nutre y nos protege del mismo modo que el útero nutre y protege al niño que está por nacer. En el Corán, en la Sunnah y por todo el mundo hay muchas señales de la misericordia de Allah para con Su creación.

El Mensajero de Allah, (que Allah le dé Su gracia y paz), dijo: “Adoptad las cualidades de carácter del Misericordioso”. Y en otro hadiz dijo: “En verdad Allah, (sea ensalzado), tiene trescientas cualidades de carácter; quien se encuentre con Él teniendo una de ellas, a la vez que el tawḥid (el reconocimiento y la declaración de Su unicidad), entrará en el Jardín.

Adoptar la cualidad del Raḥman es que mires toda la creación con el ojo de la misericordia. Adoptar la cualidad del Raḥim es que socorras a los pobres y a los apesadumbrados y que tengas compasión con todos los siervos de Allah sin excepción. Hacerlo realidad en uno mismo, descubrirlo en uno mismo reconociendo que pertenece a Allah. El Hadiz dice: “En verdad Allah creó a Adán según Su imagen” se ha interpretado en el sentido de que lo creó y le dio atributos parecidos a los Suyos.

Hacer realidad el nombre Ar-Raḥman, así como Ar-Raḥim, es que la misericordia y la compasión sean en ti algo natural, constitutivo, hasta el punto que seas una misericordia y un refugio para los siervos de Allah, siguiendo los pasos del Mensajero, (que Allah le dé Su gracia y paz), del que Allah dice: “Y no te hemos enviado sino como una misericordia para los mundos”. “No te he enviado [¡oh Muhammad!] sino como misericordia para todos los seres” (Corán 21:107).


-Sobre la Misericordia hacia todos

Amr ibn Shayb informó de su abuelo que el Mensajero de Allah, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo: "Cualquiera que no muestre misericordia a nuestros hijos ni reconozca los derechos de nuestros ancianos no es uno de nosotros. 

Jarir informó que el Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo: "Allah Todopoderoso no mostrará misericordia a la persona que no muestre misericordia a otras personas".

Umar tenía barba para decir. Cualquiera que no muestre misericordia, no tendrá misericordia. Quien no perdona, no será perdonado. Quien no perdona, no será indultado ni protegido.

Se escuchó a Umar decir: "Cualquiera que no muestre misericordia, no se le mostrará misericordia. Cualquiera que no perdona, no será perdonado. Cualquiera que no se arrepienta no se volverá ni será protegido o guardado". 

Mu'awiya ibn Qutta informó que su padre dijo: "Un hombre suid, Mensajero de Allah, iba a sacrificar una oveja y luego sentí pena por 'lástima por la oveja que iba a sacrificar". Lo dijo dos veces. Ya que mostraste misericordia a las ovejas, Allah te mostrará misericordia".

Abu Hurayra dijo: "Escuché al Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), el verdadero confirmado. Abul Qasim, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo: La misericordia sólo se quita al que está destinado a la miseria.

Jarir informó que el Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo: "Allah no mostrará misericordia a una persona que no muestre misericordia a otras personas.

Anas ibn Malik dijo. "El Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), fue el más misericordioso de los miembros de su familia. Hizo que su hijo (Ibrahim) se amamantara en parte de Medina y el marido de su nodriza era herrero. Nosotros solíamos ir con él y la casa se llenaba del humo de los fuelles, besaba al niño y lo tomaba en su regazo

Abu Hurayra dijo. Un hombre se acercó al Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), con un niño al que empezó a abrazar. El Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo. ¿Tienes misericordia de mí? Sí, respondió el hombre. Él dijo: Allah es más misericordioso contigo que tú con este niño. Él es el Más Misericordioso de los misericordiosos.

Abu Huraira informó que el Mensajero de Allah, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo: "Un día, un hombre tuvo mucha sed mientras caminaba por el loco. Se encontró con un pozo, bajó a él, bebió y luego salió. Delante de él encontró a un perro jadeando, comiendo el polvo de la sed. El hombre dijo: Este perro tiene tanta sed como yo. Bajó al pozo y llenó su receptáculo, se lo metió en la boca (para volver a subir) y luego le dio agua al perro. Por lo tanto, Allah le dio las gracias, y lo perdonó". Dijeron: "Mensajero de Allah, ¿tendremos una recompensa a causa de los animales? Él dijo: "Hay una recompensa por cada ser viviente".

Abdullah ibn Umar informó que el Mensajero de Allah, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo: "Una mujer castigó a su gato encerrándolo hasta que murió de hambre y, a causa de ello, entró en el fuego, se dijo y Allah sabe mejor: "No lo alimentaste ni le diste agua cuando lo encarcelaste, ni lo soltaste y dejaste que comiera de las plantas de la tierra".

Abdullah ibn al-'As informó que el Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo: "Muestren misericordia y sí se les mostrará misericordia, Perdone y Allah los perdonará. Nosotros a los vasos que captan palabras (es decir, los vars), ¡Ay de aquellos que persisten y continúan conscientemente en lo que están haciendo.

Abu Umama que el Mensajero de Allah, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo. "Cualquiera que muestre misericordia, incluso con un animal destinado al sacrificio, será misericordioso con Allah en el día del levantamiento.

Abdullah informó que el Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), se detuvo en un lugar y luego alguien tomó huevos de ave y el ave comenzó a batir sus alas alrededor de la cabeza del Mensajero de Allah, (que Allah le bendiga y conceda paz), Él preguntó: "¿Quién de ustedes ha tomado sus huevos?" Un hombre dijo: "Mensajero de Allah.. He tomado sus huevos". El Mensajero de Allah, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo: "Devuélvelos por misericordia al pájaro".

Abdullah informó que el Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo: debes ser sincero. La veracidad conduce a la obediencia y la obediencia conduce al Jardín. Un hombre continúa diciendo la verdad hasta que está escrito como un siddiq con Allah, ten cuidado con la mentira. Mentir conduce a la desviación y
la desviación conduce al Fuego. Un zimmi continúa mintiendo hasta que se le escribe como mentiroso con Allah".

Abdullah dijo: "Mentir no es correcto, ni en seriedad ni en broma. Ninguno de ustedes debe prometer algo a su hijo y luego no dárselo".

Ibu 'Umar informó que el Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), dijo. "El creyente que se relaciona con la gente y soporta sus heridas es mejor que la persona que no se mezcla con la gente ni soporta sus heridas".

-Allah dividió su misericordia en cien partes.  

Abû  Huraira  dijo:  ‘Oí  al  Mensajero  de Allah  (B  y  P)  decir:  «Allah  dividió  la  misericordia  en  cien  partes;  retuvo  con  Él  noventa  y  nueve y  hizo  descender  en  la  tierra  una  parte.  Por  esa única  parte  es  que  las  criaturas  son  misericordiosas  entre  sí;  hasta  el  caballo  levanta  sus  cascos lejos  de  su  potrillo,  por  temor  a  golpearlo  con ellos»’.

Abû  Huraira  relató  que  el  Profeta  (B  y  P) dijo:  «Cuando  Allah  creó  la  creación,  escribió  en Su  Libro,  que  está  en  el  trono  con  Él;  se  prescribió a Sí mismo: ‘Mi Misericordia supera a mi ira’». 

Abû  Huraira  también  relató  que  el  Profeta  (B  y  P)  dijo:  «Yo soy como mi  siervo piensa que soy.  Estoy con él  cuando me recuerda. Si me recuerda en  sus adentros lo recuerdo en mi esencia;  si me menciona ante un grupo de personas lo menciono ante un grupo mejor que ellos. Si se acerca a Mí un palmo me  acerco a él un codo. Si se acerca a mí un  codo me acerco a él una brazada. Si viene a Mí caminando voy a él corriendo».

Algunos  caerán y  quedarán  por  siempre  en  el  Infierno;  otros,  serán  despedazados  y  luego  se  salvarán.  Cuando Allah  quiera  tener  misericordia  con  quienes  quiera  de  la  gente  del  Infierno,  ordenará  a  los  ángeles  que  saquen  de  allí  a  todos  los  que  adoraban a  Allah.  Los  sacarán,  pues,  y  los  reconocerán  por las  marcas  que  deja  la  prosternación.  Pues  Allah ha  prohibido  que  las  marcas  que  deja  la  prosternación  sean  consumidas  por  el  fuego  infernal.  A cada  ser  humano  lo  consume  el  fuego  excepto  las marcas  de  la  prosternación.  Los  sacarán  del  fuego  y saldrán  convertidos  en  esqueletos;  se  les  vertirá  encima  el  agua  de  la  vida  y  surgirán  como brota  una  planta  a  las  orillas  de  un  arroyo.  Luego Allah termina  de  juzgar  a  sus  criaturas;  y  queda un  hombre  entre  el  Infierno  y  el  Paraíso;  será  el último  de  las  gentes  del  Infierno  que  entra  al  Paraíso. 

Textos del Corán donde aparece la palabra misericordia. 
La Basmala. 
Sura La Vaca, 105 y 155-157.
Sura La Familia de Imran, 107 y 157-159.
Sura Las Mujeres, 175.
Sura Los Lugares Elevados, 52 y 56-- Etc.. Y Así, hasta 77 veces aparece la palabra misericordia en el Corán, y en otras traducciones llegan a cien.
Textos citados del Sahih Al Bujari. 

Assalamo aleikum. 

Dedicado para todos los musulmanes y para los miembros de la Mezquita Ar-Rahma de Zaragoza. 

Textos clasificados como material de divulgación. 


viernes, 15 de enero de 2021

LA EXISTENCIA NO ES CONCEBIBLE SI NO FUERA POR ÉL. (Material de estudio).


La constitución natural (naša) de éste mundo tiene su propia característica (ihtisās) que contrasta con la otra para el (último fin) pero no hay concordancia entre las dos constituciones naturales en ambos aspectos.. (La constitución natural del universo es una potencia material y la otra equivalencia es una expresión luminosa) tal y como se menciona en el artículo de éste blog: "SACAMOS DEL AGUA A TODO SER VIVIENTE".     

EL ABC.

[El mundo] tiene su propia característica y cómo podría ser diferente entre las dos constituciones, ya que la constitución natural de éste mundo es una constitución de mixtura y la constitución del otro mundo es una constitución de pureza. 
(Los aspectos). El alma tiene otras características inherentes y distintas de estas características inherentes.. que son captadas por la constitución del otro mundo con éste (simil) ojo.
Aquellos que respetan el Adab se sientan en compañía del Verdadero y quien no tiene adab no tiene contemplación directa (Shayl), y quien no tiene contemplación directa viaja en el mar del pensamiento racional por medio de la imaginación (khial), y él y el desconcertado, (nunca se deja llevar), porque busca a Aquel que, por Su realidad esencial, no se puede buscar y cuando dice: He encontrado y obtenido lo que buscaba, se engaña a sí mismo (harira) y cae en el error, sin darnos cuenta: ¡busquemos refugio en Allah de la masa quejumbrosa de los ignorantes!. 
Los bienaventurados de las personas de reflexión e investigación, que no tienen pie firme, no tienen una morada espiritual establecida.
[Si Allah los hace salir con esa complexión hacia el Cielo sufrirían y su entrada les haría daño, al igual que el aroma de la rosa daña al escarabajo].
Leer el Corán, 56: 60-62: [...]  En cuanto al término forma, aparece en el Corán sólo en la Sura 82: 7-8 --¿En qué forma Él te compuso?" No hay otra manera que medir con la Verdad, en lo que respecta a Su Esencia y Su Existencia, y no está permitido que Él sea buscado por Su Esencia. En realidad, lo que el buscador busca es Su conocimiento, contemplación o visión, y todo esto proviene de Él, pero no idéntico a Él: pues no se puede alcanzar a Allah buscando en los pensamientos reflexivos sobre lo que no es apropiado pensar.
El sabio realizado entra en la casa por su puerta.. no entra a través de las paredes. 
Hay ciencias que no se obtienen sinó a través de la contemplación y la visión, y nunca llegan a ellas pensamientos como el conocimiento de la Esencia santísima, de la constitución natural del más allá, de sus propiedades y de otras cosas semejantes. 
(Corán, 11:123).
Ésta es la frontera de los similares, cuyo logro concierne específicamente a los conocedores y quien sufre transmutaciones (hudilo) en la forma conoce la realidad esencial de la emanación (sudür) (o: proceder) de las cosas de Él, y no es admisible que Él, (Gloria a Él Altísimo), sea el origen, (metafórico de algo que no es cierto en sí mismo), y no podemos usar esta expresión ya que no hemos recibido la autorización al respecto. Es fundamental que apliquemos sólo aquellas expresiones que Él ha usado con respecto a Sí mismo, y que hemos sido autorizados a aplicarle, tanto.. (que los realizados entre nosotros), niegan que podamos usar Sus saludos, (Gloria a Él), con el término de 'Cualidades' ya que no se ha recibido autorización a éste respecto, mientras que el término "Nombres" (se han obtenido del Corán como autorización para hacerlo ("id"). ¿Cuánto más fuerte es su prohibición? (takrīm)) (de usar términos inapropiados) hacia la Divinidad, ¡la satisfacción de Allah (riduan) sea con ellos!.. personalmente, entre sus realizados, existe un firme rechazo (inkār) para usar el término "eternidad (qidam)" con respecto a Él; [uno de ellos] dijo: "No es apropiado usar éste término para Él, (Gloria a Él), aunque racionalmente Él es Aquel que es nombrado (en su significado, y no dijo): "calificado por lo que significa", para que no se apegara al mismo la intención de quien rechazaba Sus Nombres.
De lo anterior, los respectivos, (se sitúan, por así decirlo), en una perspectiva vertical, siendo el reflejo o manifestación de los Atributos divinos, mientras que las similitudes se sitúan en una perspectiva horizontal. 

La expresión" los Nombres más bellos" aparecen cuatro veces en el Corán, 7:180, 17:110, 20:8 y 59:24. Los términos de su significado oculto, (por otro lado), no se deben usar, ni siquiera, los verbos que le puedan corresponder, pues pueden ser expresiones que se refieren a los hombres y no se le pueden atribuir a Allah, sinó a lo que Allah se atribuye a Sí mismo.
Él, es demasiado alto para ser un nombre de cosas, debido a la falta de correlación entre lo posible y lo necesario, y entre quienes admiten la primordialidad (amaliya) o la condición inicial y quien no la admite, como Aquel que está calificado desde la eternidad sin principio (asal), entre quien es adepto y quien no está calificado por dependencia. Pero Él dio existencia (anegada) a cosas en conformidad a Su Ciencia de ellas, después de que no tuvieran existencia en su esencia: están relacionadas con Aquel que les dio existencia por el vínculo (irtibal) y por una posible dependencia a un independiente necesario, pero no se puede decir que el Creador Único se llame mumkin (la criatura) ni tampoco (wa'ana 'ujib). 
El término Único implica una reciprocidad conceptual y sólo puede establecerse mediante el texto Coránico y entre la prueba de que hay un aspecto por el cual se establece la conexión, que tiene relación con la prueba y la relación con lo que es probado por esa prueba. La creación y la Verdad nunca se unen en el aspecto en que concierne a la Esencia, sino sólo en la medida en que ésta Esencia está calificada por Divinidad y eso sólo concierne a Allah, ¿Quién existe como Él? ¿Cómo podría ser similar a una cosa u otro ser similar?. Todo lo indicado por la Ley o tomado por la razón (como indicación) se correlaciona con la Divinidad, no con la Esencia.

La existencia no es concebible si no fuera por Él.

La dependencia requiere inclinación y aceptación del movimiento, mientras que la independencia no tiene esa propiedad en Aquel que es independiente. 
(P.ej.) Sabemos que entre el imán y el hierro hay necesariamente una correlación y un vínculo, como es el vínculo de las criaturas con el Creador, pero si tomamos el imán, el hierro es atraído hacia él y sabemos que la atracción está en el imán.. mientras que en el hierro está la posición de ser atraído, y por eso reacciona con el movimiento. En cambio, si tomamos el hierro, el imán no se siente atraído por él, e incluso si están mutuamente unidos, permanecen separados y distintos. ¡Hombres!, el mundo depende de Allah y Allah es independiente de los Mundos.

Cuando hablamos de Él, ¡nos refugiamos en Allah! Por lo tanto, la Gloria es a Él, lo mismo que la Gracia no es en absoluto el origen de una cosa posible (así como Él, el Altísimo), por eso, todas las Glorias y las Gracias son siempre para Allah. (Shaykh M. Al-Ghally).
Nuestra Palabra, cuando queremos una cosa decimos "Sí" [kun "y es"] (Corán, 16:40) en la que la "cosa" es el objeto de la Palabra antes de que exista e independientemente de la Voluntad divina. La frase "Gloria a Él" no es en absoluto el origen de una cosa posible, por tanto, debe entenderse en el sentido de que es posible, en su estado permanente de no- manifestación, no "procede", sinó que existe desde la eternidad cierta del principio. 
Cuando nosotros decimos, que la Posibilidad Universal es infinita o ilimitada, debe entenderse que no es más que el Infinito mismo, considerando en cierto sentido, la medida en que es lícito decir ya los aspectos del infinito.. como él especificó al principio, cuando se manifiesta de existencia "desde".. y nunca con el visto del procedimiento de caducidad.  
(adir datika al-sary 'min-hu)=(Gestiona tu seguridad secreta) y por eso, pensamos que debemos evitar en la medida de lo posible, el uso de términos que puedan evocar la idea, (o más bien), una falsa imagen, de la buena salida del Principio. Así, dicho principio de la manifestación universal, es Uno.. y por encima de Él no hay otro que Él y Él es Aquel cuya existencia es necesaria para Su Esencia. Lo testificamos cada día cuando pronunciamos la Shahada. Entonces decimos, que para la propiedad del estado ocurre (Shahada) por las posibilidades, y en la medida de lo posible, el recurso (Shahada) con respecto a la manifestación de sus esencias con la expresión La ilaha illallah. De éstas palabras se deriva una dirección que distingue la base del estado en el que se encuentra el que lo pronuncia y el oyente, (testigo), del lugar y la forma en que se lleva a cabo.. porque Allah ya sabe lo que existe en el interior del pronunciador. En cuanto al aspecto más destacado de la locución de la Verdad a los conocedores de entre Sus servidores del Mundo de la manifestación sensible, se llama "muhadapa".. él pronuncia la dirección, pero el corazón ya formó el discurso, por lo cual, se obtiene la ciencia de algo nuevo sobre el conocimiento del contenido de esas palabras. 

Algunos encuentran en su corazón una ciencia sobre alguna realidad, que pertenece a las ciencias innatas para los hombres: es una ciencia auténtica, pero no se obtiene a través de una sola alocución y nuestro discurso aquí concierne sólo a la asignación divina llamada revelación. Allah, el Altísimo, ha asimilado ésta categoría de revelación a un discurso y del discurso se adquiere la ciencia de lo que ese discurso le aporta y por eso la resolución se diferencia (de otros tipos de inspiración), donde se da cuenta de éste hecho; En cuanto al dicho del Altísimo o detrás de un "velo", es un discurso divino pronunciado al oído, no al corazón, y aquel a quién le está prometido lo percibe y comprende de él lo que quiso decir Aquel que le hizo sentir eso. A veces esto sucede en forma de manifestación divina (falti), en cuyo caso esa forma divina le dirige el discurso y es el velo mismo. Y él entiende de esa alocución la ciencia de lo que se le indica, (pero es un velo), y Aquel que le habla está detrás de ese velo. No todos los que perciben la forma de la manifestación divina saben que "ese" es Allah y el dueño de éste estado tiene, además de los demás, el hecho de que él tiene que reconocer la Verdad de esa forma, incluso si es un velo, que en sí misma es la manifestación de la Verdad para él.

En cuanto al dicho del Altísimo o el envío de un mensajero, se trata de lo que el Ángel revela o lo que el Enviado humano nos trae, cuando transmiten de forma específica el discurso de Allah. Tal es el caso del dicho del Altísimo: "concédele asilo para que pueda escuchar el discurso de Allah" (Corán, 9:6). Y del dicho del Altísimo: "Y lo llamamos desde la ladera derecha del monte e hicimos que se acercara en plan confidencial".[en secreto] (Corán, 19:52). Y del dicho del Altísimo: "Al llegar a él, le llamaron: ¡Bendito sea Quien está en el fuego y quien está en torno a él! ¡Gloria a Allah, Señor del universo!.(Corán, 27:8).  A veces el mensajero y la forma están juntos, como en el acto de escribir. Un Libro es un mensajero y también es el velo del que hablamos, para que te haga entender lo que ha traído, pero ésto, no ocurre cuando el mensajero escribe sólo lo que sabe, osea, cuando escribe un buen discurso con cartas que transcribe. Entonces, cuando no es inspirado, no es un discurso (divino). Esta es la regla general.
Hablar de la Verdad cara a cara en el Mundo de la similitud. Eso corresponde a su dicho, de que Allah hará descender sobre él Su esperanza y paz, ese refugio consiste en adorar a Allah como si lo vieras. El beso proviene del acercamiento (ighal) y la recepción (gubül de la asignación cara a cara (fahuiniya) es parte de la Presencia de la lengua, que es el soporte del Discurso. El acercamiento hacia Él también se da a través del Don que se siente, ya que se da en la contemplación del símil. Se puede concebir, que quien está allí, trate de acercarse en la dirección del cara a cara, pero cuando habla, no se le permite contemplar, ésta es la estación mosaica. 
La disponibilidad (fahayyu) de lo que se desea (mira hacia la Voluntad específica, hacia la Alocución divina) de acuerdo con el ordenamiento (tartīb) de éste estado [principial]: "Cuando queremos algo, Nos basta decirle: ¡Se!, y es." (Corán, 16:40). Entonces la Palabra, la Voluntad, volverá de la contemplación al Discurso (Aulam), abandonando la contemplación y procediendo hacia la asignación cara a cara, ya que es practicable; terminando el Altísimo dijo: "No está dado que Allah le hable a un hombre excepto por revelación (inspiración) o desde detrás de un velo, o mandándole un Enviado que le inspire, con Su autorización, lo que Él quiere. Es Altísimo, Sabio". (Corán, 42:51).

Es fundamental que los hombres consideren con qué está conectada la Orden y con qué Poder están conectados, para poder unir el dato y la razón tradicional. Decimos que la obediencia [a la Orden] tuvo lugar debido a Su dicho.. "Se, y es", y lo que se ha ordenado es la existencia: por lo tanto, la Voluntad viene con la especificación de una de las pistas (estados) posibles, es decir, la otra existencia es la no existencia), mientras que El poder está conectado con lo posible y su efecto en él es la escucha. Esta es una condición inteligible [la misma expresión líneal] como un intermedio entre la no-existencia y la existencia. De ahí la Orden conectada con ésta entidad que ha sido especificada (por la Voluntad) para ser y (obedece y es). De lo contrario, lo posible no tendría entidad y no estaría calificado por medio del alojamiento de la existencia, como el Orden de existencia se dirige a esa entidad cuando la existencia tiene lugar. Quien afirma, en la explicación del "kun", la disponibilidad (coercitiva) de la cosa deseada, no está en lo correcto. Esta última afirmación "aparentemente" contradice lo que se informa en el texto de Ibn Arabi, que lo cita y comenta unas cincuenta veces y merecería un estudio por separado. Además de los pasajes ya reportados anteriormente, me limitaré a citar lo concerniente al Verbo de la Divina Presencia, que es el verbo -Yaekis- (Revertir) .."El Altísimo ha dicho: "Revierte Nuestra Palabra a una cosa cuando la queremos" - y (la expresión) "Nuestra Palabra" indica que hay Uno hablándole (mautakullin) - Es y el Poder son fijos (tabita) junto con la Ciencia, son entendimientos (uqilat), con lo Necesario incondicional, Él existencia Independiente, en el momento de la contemplación (mutāhada). Reflexión (fikr) comprende (adraka), estas propiedades, (a excepción de la propiedad de la Palabra), que afirma (athata) y la develación (kaff) que ve. La Realidad esencial divina, es tal, que la razón (aql), en cuánto a la reflexión, nunca lo sabrá, y cada reflexivo (mufakkir) convierte ésta propiedad en otra cosa que no sea la Palabra y expresa una apreciación (tahakkama) sobre Allah con lo que no le conviene, y sería mejor para él dar su consentimiento (taslim). El Verbo (kalima) de la Presencia [es decir, el "kun"] es contemplado por aquellos que están presentes en él; está dirigido (mutawaiha) a todo lo posible existente, y la forma del ordenamiento en estas propiedades es Ciencia, Voluntad, Palabra y luego Poder: una sola Esencia y una propiedad diferente.

La razón por la que los reflexivos niegan la propiedad de la alocución divina, es que no contemplan su efecto en lo posible. La existencia testifica el Poder.. (tafuri), la especificación es testigo de la Voluntad y las propiedades son testigos de la Ciencia, y no perciben el testimonio de la Palabra y por tanto la niegan, no siendo justos (ansafi). La prueba (dalih) de la razón no puede hacer imposible ésta propiedad.. no le conviene desviarla del aspecto Verbo para convertirlo en otro aspecto que no trae su realidad esencial, y esto, aparte ¡Sería puro juicio!.. Pero sería mejor si dijeran al respecto: "¡Allah es más sabio en lo que ha dicho!". 

En cuanto a las realizaciones, las personas del descubrimiento y la contemplación, escuchan la Palabra y no pueden negarla después de haberla entendido. Si la persona que razona profundiza en Su dicho, el Altísimo, le dijo a Ibrahim, (la paz sea con él): "[Toma cuatro pájaros y Ibrahim tomó cuatro pájaros y los cortó, colocando pedazos de cada uno en las colinas cercanas; cuando los llamó, cada pieza se unió y cuatro pájaros volaron de regreso a Ibrahim. Este milagro, (como lo cuenta el Corán, Sura La Vaca, verso 260), fue una demostración de Allah para mostrarle a Ibrahim cómo Allah dio vida a los muertos. 
Y te contamos; Sé "-y" es justamente lo que Él dice, y se manifiesta de ello, lo que se nos dijo "Sí", por lo que le dio una orden ¿y el que sintió?, un estado de existencia como de realidad) y de nuestra fisicalidad (obedeció la orden del Verdadero [De ahí Su Orden y Su Poder y la aceptación de aquel a quien se le ha ordenado ser y su predisposición]. {Especifico}: Allah, el Altísimo, afirmó tácitamente que somos parte de la totalidad de los vegetales de la Tierra; Él dijo: "Allah os ha hecho crecer de la Tierra como plantas". (Corán, 71:17), que significa: "habéis crecido como vegetales", como la infinidad, (kun). Alógicamente significa, el venir a ser, así como atribuyó la manifestación de vegetales a los vegetales.

Este Atributo, de ser el Único que todos necesitan, tiene una epifanía que lo caracteriza en lo concerniente a la esfera del corazón en el momento del descenso inicial. Quien quiera detenerse en su forma y en la modalidad de obtener la teofanía y en lo que ello conlleva en cuanto a las realidades esenciales (ya sean dones) y las ciencias, debe buscarlo allí.. y si Allah, el Altísimo, quiere (exteriormente parte de los atributos intrínsecos).
A veces, los entendidos de éste camino, (el Camino de los iniciados), dedican tiempo y ayuno para la teofanía.. Por eso decimos: la Palabra de la Presencia a veces nos identifica con las entidades de las esencias, si es la esencia de la elección (ihtsas), y de ella se hace lo que hace la Palabra de la Presencia, (إحساس); por tanto, ésta esencia es un manto (sobre la Palabra) y la Palabra es envuelta por El nombre del Verbo y se aplica a esta esencia, por la concurrencia de la manifestación y por sus efectos en el momento de su orientación a la existencia del efecto... "está al lado, está cerca". 

Este es un trabajo clasificado como material de estudio

Assalamo aleikum. 

PD. Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 
Editar. Estudio. 





martes, 12 de enero de 2021

SACAMOS DEL AGUA A TODO SER VIVIENTE. (Material de estudio).

DIFERENCIA DEL AGUA Y EL ACEITE, DE LA VIDA Y EL CRECIMIENTO.

La creación no es idea del hombre, pues éste mismo ha sido creado; la creación es obra de Allah. 
¿Acaso surgieron de la nada o son ellos sus propios creadores? ¿O crearon los cielos y la Tierra? No tienen certeza de nada(Sura El monte, 52:35-36).

El sagrado Corán dice que Allah ha creado a todos los seres vivientes a partir del agua: ¿Es que no han visto los infieles que los cielos y la tierra formaba un todo homogéneo y los separamos? ¿Y que sacamos del agua a todo ser viviente? ¿Y no creerán? (Sura Los Profetas, 21:30)

Allah creó a todos los animales del agua: de ellos unos se arrastran, otros caminan a dos patas, otros a cuatro. Allah crea lo que quiere. Allah es omnipotente. (Sura La Luz, 24:45)

Él es Quien ha creado los cielos y la tierra en seis días, teniendo Su Trono en el agua, para probaros, para ver quién de vosotros es el que mejor se comporta. Si dices: «Seréis resucitados después de muertos», seguro que los infieles dicen: «Esto no es más que manifiesta magia».
(Sura Hud, 11:7)

El Profeta nos dice que al principio estaba Allah y nada más. Entonces, Allah creó el agua y el Trono (Arsh). Estos fueron creados de manera independiente de cualquier ángel, antes de que fueran creados los cielos y la Tierra. El Profeta Muhammad (s.a.w.s), dijo: "Estaba Allah y no había nada más aparte de Él, y Su Trono estaba sobre el agua. Escribió todas las cosas en el Libro (en el cielo) y creó los cielos y la Tierra" (Sahih Al Bujari).

"Allah ordenó las medidas de la creación cincuenta mil años antes de crear los cielos y la Tierra, mientras que Su Trono estaba sobre el agua" (Sahih Muslim).
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En el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Allah se movía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Allah: «¡Que haya luz!» Y hubo luz. (Biblia, Genesis, 1:1-3). [Sin cronología].
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La vida es crecimiento. El deseo y el lubricante es un libre albedrío y nada en comparación con la naturaleza; pero el deseo es como el afán: En el deseo surge el espíritu, que moviliza lo natural y lo sobrenatural, pero no por su propiedad, sino por la propiedad del deseo.
El deseo es la instigación de la esencia, un afán, y el lubricante es la esencia del afán, que se toma en sí mismo, porque el deseo es sólo una voluntad hambrienta, y es el espíritu natural en sus formas; pero el lubricante está fuera de la libertad: Porque Allah no tiene deseo en cuanto a su propia esencia, por cuanto se le llama Único; porque no necesita nada. Todo es Suyo, y él mismo es Todo.
El lubricante es libre, sin afecto, no puede apuntarse ninguna manifestación, porque está desprovisto de deseo; es como la nada con respecto a la naturaleza, y sin embargo es todo; pero no en el sentido del deseo, (osea), según la naturaleza, pero sí según la satisfacción de la naturaleza que es la satisfacción del deseo hambriento,  de la naturaleza; que se entrega de manera libre y voluntaria al hambre de la naturaleza; pues es un espíritu sin esencia ni deseo, totalmente libre como una nada, pero el deseo le hace esencial en sí mismo, y le siguen dos propiedades, (la libertad eterna), que está libre de la fuente; y el otro, según el deseo que da vida (vegetativa y crecimiento).

La esencia libre es y da un aceite, y la propiedad del deseo da vida al aceite; el aceite es una luz, y la propiedad del deseo le da luz a la esencia con la propiedad ardiente, de modo que la luz brilla, como se ve en el fuego y la luz, y el lubricante libre sigue un libre albedrío en sí mismo, pero da mansedumbre, es decir, una libre resignación del deseo, que llega a la esencia y al brillo: Su voluntad es buena, y no tiene otro deseo sinó ser bueno, manso y agradable; tampoco hay otra posibilidad en ello; porque es como una nada, donde no puede haber ninguna perturbación o fuente, sinó la mansedumbre misma.

Allah es la Luz de los cielos y de la tierra. Su Luz es comparable a una hornacina en la que hay un pábilo encendido. El pábilo está en un recipiente de vidrio, que es como si fuera una estrella fulgurante. Se enciende de un árbol bendito, un olivo, que no es del Oriente ni del Occidente, y cuyo aceite casi alumbra aun sin haber sido tocado por el fuego. ¡Luz sobre Luz! Allah dirige a Su Luz a quien Él quiere. Allah propone parábolas a los hombres. Allah es omnisciente. (Sura de la Luz, 24:35)

Debemos considerar, que cuando el aceite-lubricante libre se entrega en sí mismo, al afán del deseo, hace de la propiedad una semejanza según la libertad, es como la nada, y sin embargo es; agua y aceite dentro de un vidrio. 

Viendo éste deseo, (es decir), el afán, que se llena con el aceite libre y su propia propiedad en la esencia de la libertad--también en esencia; su esencia es el agua y la esencia lubricante es el aceite. Así, surge una luz sola de dos propiedades, la [propiedad] ardiente según la propiedad del deseo, y una propiedad alegre o lúcida según la libertad.
El fuego da en su esencia, en ese agua, una agudeza del deseo austero, que es dulce o salado; y de la angustia ardiente,  ofrece azufre.. en esa impronta, se hacen piedras, tierra y minerales; y así también los elementos y las estrellas, todo según las formas del deseo; y la propiedad oleosa da en mansedumbre, un aceite de amor, que el ardiente lo impresiona con el deseo: esa mixtura físico-química del oleoso se hace vida vegetal y brotes en crecimiento con la impresión de fuego, donde el fuego debe dar su esencia e instigación, osea, la vehemente compunción en la atracción del deseo, que es el separador y la causa de la esencia y la variedad.
Los antiguos han llamado a ésta forma, la esfera incitadora ansiosa, que es causa de movimiento y pábilo, (el astro radiante), en la propiedad aceitosa y acuosa. 
El que produce. 
¿Qué hacemos?.. debemos buscar y descubrir el gran misterio, de cómo hay aceite, azufre y sal en todo, y cómo surgen; porque Allah ha hecho todas las cosas de la nada, y esa misma nada es un amor que está en sí mismo. Si no hay afecto: el amor no se manifestaría, y no permanecería dentro del vidrio.. no habría alegría ni movimiento en ella, sinó una quietud eterna. Pero al ver que se introduce en la esencia a través del deseo, su eterna quietud se convierte en esencia y fuerza lumífera, (que es el trabajo), con dos propiedades, en el que la fuerza es un buen espíritu según la propiedad del amor, que resiste a la ira del deseo y apacigua su afán con la agradable mansedumbre; lo que hace que el lubricante del aceite del amor vuelva a curar: Y así hay bien y mal en cada vida, y sin embargo no hay maldad en nada, a menos que el bien, se encuentre envenenado por la impresión excesiva del afán del deseo. Osea, si el espíritu del hambre (en sus propias formas) se impresiona demasiado por [mucho tiempo, o imagina] después de sí mismo, y ansía demasiado su propia manifestación, no puede tomar del aceite gratuito, que apacigua su hambre, en sí mismo; porque la propiedad de la naturaleza debe estar sinceramente inclinada hacia la propiedad del libre amor de Allah, y dirija completamente su hambre de amor; y entonces el hambre recibe el amor en sí mismo, y lo hace esencial en sí mismo, y ya no es de Oriente ni de Occidente. El deseo de ese amor se llama naturaleza de Allah, y el [deseo hambriento ardiente] se llama ira; y en la naturaleza exterior se llama fuego, pero en la propiedad del interior, (donde el deseo actúa como energía de la propiedad), éste deseo es deseo divino, desde donde arde el amor luminoso y de dónde procede la alegría; pero, para que se pueda producir éste amor, debe existir movimiento, (el trabajo de Luz sobre luz), porqué donde hay quietud estática no hay alegría ni movimiento.
La propiedad de Allah se manifiesta a través de la propiedad lumínica, y la propiedad ardiente, hace que la esencia surja de la impresión del deseo en una luz o brillo; porqué el deseo suave da el destello de un espíritu en shulfur, (azufre), y la mansedumbre le da su amor y disipa lo que fue atraído hacia él, osea, la oscuridad, y se manifiesta la libertad eterna, y ésto es ahora: el Ver.

Cuando surge el resplandor prueba la dulzura de la luz, entonces el deseo del fuego alcanza la mansedumbre, y la mansedumbre es como una nada del todo incomprensible: ahora el afán del deseo comprende su propia esencia y lo devora haciendo nada; ésta es la oscuridad, que es la esencia del hambre ardiente que devora la propiedad de la luz libre: Como vemos, tan pronto como la luz brilla, priva a las tinieblas de su poder; y por tanto, Allah es Señor sobre todos los seres, porque Él es el Poder y la Luz eterna: una semejanza de lo que vemos en el sol, que disipa las tinieblas de todas las esencias, y gobierna en todo lo que crece, vive y se mueve de éste universo.
Además, debemos considerar las múltiples fusiones, cómo toman su origen en el original y se separan en muchas propiedades. La primera es espiritual, y da la agudeza en la esencia libre; es un corte, o una agudeza de los poderes: la otra es la agudeza de la impresión, según la propiedad de la austeridad astringente que es la angustia en la impresión, es decir, la tosca materia, en que la propiedad esencial es el agua.
El agua es la propiedad mortal de la sal; y el shulfur, que proviene de la angustia, es una propiedad de la sal viva; porque tiene el deseo del movimiento y que hace la forma de la vida, y sin embargo, el azufre no es sal, sinó la angustia en la impresión que también llega a ser materia.
La sal es la nitidez del azufre en cuanto a la astringencia; la sal hace que la angustia sea material; y así, la sal habita en el azufre con nitidez y conserva el azufre en la esencia material, y también el espíritu del azufre, que no cae al polvo: la sal imprime los poderes de la angustia y separa la materia de acuerdo con las formas de la naturaleza.
La naturaleza pedregosa tiene su origen en lo sulfuroso del agua del azufre.
De la propiedad acuosa (donde el azufre está en el agua) produce árboles, hierbas y todo lo que crece en la propiedad terrenal, en la substancialidad mortificada o muerta, que sin embargo tiene una vida vegetativa.
La primera propiedad, que hace el sabor de una cosa, sea dulce, agria, astringente, picante o amarga, o como quiera; se encuentra y se conoce en las hierbas: en algunas es un veneno amargo, y en algunas nuevamente es una curación del veneno; pero si se rompe la propiedad venenosa en el aceite de la mansedumbre, entonces el amor de la luz se inclina también hacia el aceite, porqué el original de ambos es de una voluntad, pero está alterado en la impresión: Como lucifer, cuando era un ángel, se transformó en una propiedad diabólica venenosa, y Adán pasó de una propiedad celestial a una terrenal.
Todo lo que crece, vive y se mueve en éste mundo, tiene azufre, y el cuerpo es múltiple según la propiedad del azufre y la sal.. es, según esa propiedad; también el aceite injertado, que brota todo el tiempo en el poder, (porque el aceite hace el poder de influencia virtual), en cada cosa. En el aceite impreso, está el otro aceite, el espiritual, que nos da luz, pero tiene otro principio; no recibe en él ninguna otra fuente que el lubricante del amor; es esencialidad divina: y por lo tanto, la propia esencia creadora está cerca en todas las cosas, pero no esencialmente en todas las cosas; tiene otro principio, y sin embargo se inclina a todas las cosas, en la medida en que cada cosa tiene algo de propiedad divina, y reciben virtudes de la propiedad divina.
El amor de la luz puede curar cualquier enfermedad, para que la vida, comience de nuevo a brillar intensamente. Porque toda enfermedad en el cuerpo no es más que una corrupción o envenenamiento del aceite, del cual arde o brilla la luz de la vida; porque cuando la luz de la vida brilla o arde en el aceite, expulsa y aleja todas las influencias venenosas, se esfuerza por expulsar lo abominable, pero en éste austero esfuerzo, enciende cada vez más su forma interior, con lo cual el aceite  venenoso se vuelve completamente en acuoso y desciende la purificación.. luego, en luz y también fuego, (que se apaga con el espíritu sulfuroso).. como cuando se apaga una vela.
En esta propiedad, la criatura es capaz de percibir la luz divina que se enciende de nuevo. Porque la esencialidad divina, cambia de nuevo el aceite muerto del mundo exterior que no vuelve más, y sólo ha sido por un tiempo un espejo reflector.. aunque se transforma en otra fuente; y vuelve a entrar en el misterio, de donde procedió al principio en la creación del mundo, y el cuerpo también entra en el mismo misterio.
¿Dónde estará entonces el mal?, ¿dónde estará la muerte?, ¿estará separado del bien?, ¿se restaurará y producirá lo que ha caído de él en la muerte?.
El Médico sabe: que el Espíritu es más fuerte cuanta más luz tenga, pero debe romperse lo viciado, la vida ansiosa y envenenada: para adquirir la propiedad del aceite de la luz, por lo que será fuerte y potente con su alimento y conservación; si ésto puede separarse de él, surge un encendido poderoso de todas las vidas oscurecidas, (porqué en éste aceite), se encuentra la vida gozosa.. un aceite claro, que el fuego ardiente ni siquiera le tocará, pero que producirá una potente luz. 
Atrás se quedarán las oscuridades repugnantes.. para producir otra constitución purificada. 
Pues: "En efecto, el hombre fue creado impaciente. Es Pusilánime cuando el mal lo toca. Es Mezquino cuando la fortuna (el bien) le favorece". (Sura Las Vías de Ascensión, 70:19-21), por lo tanto, no puede separarse (farfakku) de aquello sobre lo que era innato (gubila lalay-hi), y el Verdadero, el Altísimo, determinó el asiento [correcto] en el que ejercitar estos atributos de relación.

La constitución natural (naša) de éste mundo tiene una característica de sus propias (ihtisās) que contrasta con la otra [o última] constitución natural, tanto que no hay concordancia entre las dos constituciones en todos los aspectos.  Por ésta razón, ya en los antiguos textos árabes léxicos, el verbo (anla-le), que se refieren a Allah, se hace equivalente a halaqa, pero éste equivalente no debería haber sido tan riguroso, ya que de lo contrario, una expresión como "nal int al- kalq "que aparece en el capítulo 371 [III 419.7] de Ibn Arabi sería algo sin mayor perjuicio de lo inadecuado en la traducción para el verbo (ania'a) y adoptado el término "producir", que implica el concepto de dar luz y desarrollar algo que no estaba, mientras que para el término producto o producción, que en expresiones como (nal'at al-invan) generaría malentendidos, prefiero adoptar la expresión conmitución natural, que no deja lugar a dudas sobre el hecho de que en el ejemplo dado no es producida por el hombre, y que para el adjetivo "natural" éste implica un aspecto del devenir y el desarrollo.
En el capítulo: 32 (I 207.12] Ibn Arabi especifica: "Con éste verso del Corán 30:19-25), Allah llamó la atención sobre el hecho de que la constitución sensible natural (nal a hissiyya) del más allá se asemeja a ésta constitución del mundo de abajo, pero no es lo mismo, ya que es de otra composición (tarkib) y de otra complexión (mizal), según lo informado por la Legislación tradicional y las notificaciones proféticas sobre la finalización de esa (morada)..(Sahir)..(primavera) no tienen ninguna propagación biológica, ya que son entidades que están esparcidas en las tumbas y que resucitarán; sin embargo, la composición y la faz serán diferentes para los accidentes y atributos que corresponden a esa vivienda, pero no para ésta vivienda. Incluso si la forma es única, en lo que respecta al ojo, oído, nariz, boca, manos y pies, en la integridad de la constitución, (sin embargo), la diferencia será evidente, y hay diferencias que se notan, y que perse, sienten notablemente y hay algunos imperceptibles: desde la forma de producción (en la última vivienda sobre la forma de ésta constitución natural, no notaremos sensiblemente lo que hemos indicado. Pero como el régimen (hukm) será invierno, sabemos que la faz será diferente y esta es la diferencia entre la parte perteneciente a la percepción sensible y la perteneciente a la razón. El Altísimo dijo: "Y tu sueño (manām) de noche y de día es parte de Sus signos" (Corán, 30:23), y no mencionó la vigilia (raza) que también es parte del conjunto de signos. Luego mencionó el sueño cíclico del despertar en el estado de éste mundo e indicó que el despertar no ocurre excepto en la ocasión de la muerte y que el hombre continúa durmiendo hasta que muere. Y mencionó que está en un estado de sueño de noche y día, en su vigilia y en su sueño, y en la tradición se relata: "Los hombres duermen y cuando mueren se despiertan". Este mundo es un puente pues pasa y no se queda (yu baru li yu maru). La vida de éste mundo es un sueño: cuando el hombre se traslada al más allá, con la muerte, no trae consigo nada de lo que poseía y que percibía con sensatez, hogar, familia, riqueza - así como cuando está despierto de su sueño no ve en su posesión nada de lo que había logrado en su sueño - en ese estado de sueño. Por esto el Altisimo dijo que estamos en un estado de sueño de noche y de día y que la vigilia será en el más allá, y es allí donde se interpretará el sueño (ruwhih)". En el cap. 351 [III 223.32] él autor especifica además: "El hombre en el más allá tendrá una constitución natural invertida (malib), por lo que su lado interior se fijará de acuerdo con una sola forma, como su lado exterior (gahir) aquí, mientras que su lado exterior tendrá [el mundo] que tiene sus propias características y cómo podría ser diferente entre las dos constituciones, (dado que la constitución natural de éste mundo es una constitución de mezcla (imtiaz) y la constitución del otro mundo es una constitución de lux pureza por ésta faz, (mientras los condenados se caracterizarán por su infelicidad y no hay nada de bueno en ello), el bienaventurado se caracteriza puramente por su felicidad y no hay nada de malo en ello, porque la esencia de la otra vivienda implica eso. Por tanto, no hay absolutamente ninguna cobardía, ni avaricia, ni envidia en la constitución natural de los bienaventurados, y si fuera diferente de ésta Constitución natural, las características inherentes (no se separarían de ella) por las rápidas transmutaciones en las formas, como aquí su lado interior. El Altísimo dijo: "y los injustos sabrán, en qué reversión serán derrocados" (Corán, 26:227), y cuando sean derrocados cambiarán y no se les agregará nada más que lo que son"; y en el capítulo 559 (IV 419.35) el autor agrega: "Allah creó al hombre con una constitución natural invertida: su día está en su lado interno y el mundo de abajo está en su lado externo. Su lado externo está limitado por la forma, y por eso, Allah lo ha atado por medio de la Ley tradicional: como la forma no cambia, ni siquiera la Ley cambia. En su lado interior el hombre está en constante variación y cambios debido a los pensamientos que se le ocurren en cada forma que se le presenta, así como la última constitución natural será para él en la otra, su lado interior en éste mundo será una forma exterior en la otra Constitución natural, y su lado exterior será su lado en la otra constitución. Por eso dijo: "Entonces y como Él te originó, así regresarás" (Corán, 7:29). La otra vida es el reverso de la constitución de éste mundo y éste mundo es el reverso de la otra constitución, pero el hombre (aquí) es idéntico.
Este término aparece en Corán, 76:2. En cuanto a la mezcla, en el Capítulo 20 (I- 169.10), Ibn Arabi especifica: "Por lo que hemos mencionado, éste mundo está mezclado, dicha mezcla con el castigo, y siempre por lo que hemos mencionado, el Cielo será todo dicha y Infierno todo castigo, y para aquellos que residen allí esa mezcla cesará. Por lo tanto, la constitución natural del más allá no permite la faz de la constitución natural de éste mundo, y esta es la distinción entre la constitución natural de éste mundo y la del mundo del "más allá".
Estos términos aparecen en el Corán Suras 76 y 82. Lo que aquí se niega no es la faz en sí, sino la identidad de la faz de éste mundo y la del más allá. En el cap. 70 (1 588.23] Ibn Arabi especifica: "El estado (hal) es lógico para el alma como la complexión (no para el alma viviente que la complexión domina al cuerpo y el estado domina el alma"); 198 (II 456.9 y también asimila el cutis a la naturaleza (tul). En la sección 18 del capítulo 198 [II 471.31] se proporcionan más detalles sobre el cutis y las dos constituciones naturales.
En el capítulo 410 IV 14.35) Ibn Arabi especifica: "Esto es lo que implica su complexión en esa condición, [la de los condenados]. Si entraran en el Paraíso con esa faz, el dolor los golpearía y sufrirían, (si entienden), la bienaventuranza (na'im) está constituida por las cosas que están haciendo (adquirir y el castigo patrio) está constituida sólo por lo que no es adecuado, sea cual sea la zona. Sea como fuese: si le sucede sólo lo que es adecuado para usted, está en un estado de felicidad, y si no le sucede, pero lo que no se adapta a su complexión, está en un estado de tormento [o castigo), los lugares de origen (kadima) se han ganado la aceptación de su gente. Para la gente del infierno, eso es una esperanza de que ellos regresarán.. de que Allah será Misericordioso. De manera similar, en el cap. 420 TV 29.14), se agrega: Y Allah los hace permanecer en el infierno de acuerdo con un atributo y una complexión tal que si Allah los hiciera salir con esa complexión hacia el cielo, (directamente), sufrirían y su entrada les haria daño, al igual que el aroma de la rosa daña al escarabajo.

Assalamo aleikum. 

PD.kljb. Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 

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