viernes, 4 de junio de 2021

ESTUDIO DE LA TEOLOGÍA Y LA CIENCIA DE LA GNOSIS. (Primera parte) Material de estudio.

Toda alabanza pertenece a Allah, Quien ha iluminado los corazones de Sus siervos con el conocimiento de la verdad, probando y testificando, Quien ha refrescado vuestros ojos con el testimonio de Su divina gracia y amor desde la eternidad, Quien los ha llevado a las más altas posiciones de verificar en el mundo de la forma preexistente y la revelación espiritual, y Quien les ha permitido establecer pruebas basadas en el intelecto y pruebas claras basadas en las tradiciones a través de los niveles superiores del alma purificada y del intelecto iluminado.

Que Allah bendiga a quien guía hasta estas estaciones por medio de las luces de la visión interior que indican el camino que conduce a ésta divina gnosis; que bendiga a quien ha dejado claro el significado de la sharia, que es el código de conducta misericordioso que incumbe a todo musulmán. 

Sólo los siervos de abundante excelencia y conocimiento penetrante podrán llegar a lo Divino.. A la Presencia y cumplimiento de las exigencias de los estados sutiles divinos; son tales siervos quienes podrán acercarse a la Realidad de la Unidad y podrán extinguir su propia esencia en las estaciones de la unidad después de atravesar los nombres y atributos de lo Real por medio de la estación de la unidad y llegar al conocimiento de la unidad.. de las manifestaciones superiores e inferiores, junto con las manifestaciones dentro del yo y en el cosmos como un todo.
Solo estos siervos alcanzarán el nivel de los atributos angélicos por su comprensión de los signos más imperceptibles a lo largo del camino espiritual, por su lucha y perseverancia en la búsqueda de los significados, por su purificación y refinamiento en el comportamiento y por su capacidad para liberarse del yo y del velo de los impulsos animales. Solo estos siervos podrán romper las cadenas de los deseos corporales y las cadenas de la esclavitud material.

Nadie comprenderá la naturaleza del viaje de éste camino, excepto aquellos experimentados y conocedores de la ciencia de la verdadera divinidad y las estaciones de la revelación que son las estaciones de los awliya (los santos o amigos íntimos de Allah), los profetas y los más grandes de entre los hombres de sabiduría.

Las gnosis espirituales y las reglas de conducta encarnadas en la sharia nos han llegado desde la Divina Presencia por medio de la realidad de Muhammad, (s.a.w.s) y juntos transmiten las bendiciones del ejemplo profético y las estaciones de elevación. Mucho se ha escrito sobre la exposición del camino de la perfección, que es el camino de aquellos capaces de unir lo que está separado mediante su gnosis y aplicando la sharia.
También se ha comparado el camino de los sufíes sinceros con el camino de los grupos a la luz de las visiones divinas y de acuerdo con cada uno de los tres niveles de unidad, a saber, la sharia, la tariqah y haqiqah del Profeta Muhammad (el elegido). Estos tres niveles abarcan la totalidad de las estaciones del camino de Muhammad, (es decir), tanto la interna como la externa. Abrazan también todos los grados de perfección pertenecientes a los profetas y santos que son los vicegerentes del señorío divino de Allah.

Hemos seguido el camino de la sharia, el camino de los deberes y servicios específicos que Allah incumbe a Sus siervos.. pero: ¿Se puede recorrer el camino espiritual, en ésta época y en éste país desprovisto de hombres de excelencia?. 
La ausencia de polos espirituales (del grupo de guardianes espirituales, designados por Allah y específicos en número), no da por cerrada la puerta al viaje espiritual.
Si aceptamos que el conocimiento es otorgado por Allah a algunos de Sus siervos, entonces no es sorprendente que Él pueda almacenar todo el conocimiento para algunas de las generaciones posteriores de gnósticos. Por tanto, puede ser que la comprensión de aquello que fue difícil para muchas de las generaciones anteriores se vuelva mucho más fácil para las generaciones venideras. Creo que no hay un dicho más apropiado que el de quien dijo Tanto de las generaciones anteriores y lo que han dejado a sus sucesores. Que Allah nos proteja de la envidia que cierra la puerta de la justicia y bloquea el camino hacia el logro de las mejores cualidades del hombre. 

Al hombre de la riqueza material nunca se le atribuye generosidad mientras el pobre Generoso exista en el mundo; y si la tierra se vuelve estéril de cosechas y todo se marchita, después se pastoreará sobre el rastrojo seco.
Fieles palabras que se han relatado en una cadena ininterrumpida de transmisión: "Incluso si uno no logra todo, no abandona todo y No abandones lo fácil por lo difícil".

Esta introducción incluye una explicación de la sharia, la tariqah y la haqiqah, junto con una aclaración de sus diversos grados de acuerdo con el intelecto, el cuerpo de tradiciones y los estados de develamiento. La mayoría de la élite y la gente común de éste tiempo piensa que la sharia está en desacuerdo con la tariqah y que la tariqah está en desacuerdo con la haqiqah; se imaginan que existen diferencias reales entre estos niveles y atribuyen a cada uno de ellos ciertas cosas inapropiadas. La razón de esto es su falta de conocimiento de los diversos estados espirituales de cada uno de los tres grupos y su deficiente comprensión de sus creencias y principios. Por lo tanto, deseaba aclarar estos estados para aquellos que tenían conceptos erróneos sobre ellos; Quería revelarles estos estados espirituales de una manera que les permita obtener un conocimiento verdadero de cada uno de los grupos, en particular del pueblo de Allah. Hacerles comprender que la sharia, la tariqah y haqiqah son sinónimos de una verdad, aunque en términos diferentes.. y que se dejaran de disputas con los maestros de la ciencia de la unidad divina. Deseo que, como resultado, se liberen sus corazones y almas de la oscuridad de la mala conducta y la corrupción y se alejen del reino de la duda y el recelo. Aquí la aclaración sería una purga para sus mentes petrificadas y su naturaleza grosera: les haría deshacerse de materiales de desecho nocivos y humores corruptos, con el resultado de que adquirirían una capacidad para escuchar palabras que antes no habían podido digerir, y serían capaces de aceptar las creencias (de los grupos antes mencionados) siempre que alguien les diera la expresión adecuada.

Las palabras de los eruditos, (por ejemplo), confirman el código profético de conducta y las reglas divinas impuesto al hombre. De hecho, cada uno de los tres niveles, a saber, la profecía, la entrega del mensaje (risalah) y la santidad o autoridad divina (wilayah) son un requisito previo de los demás niveles y todos ellos están interconectados. Por lo tanto, la sharia es el prerrequisito de la risalah, la tariqah es el prerrequisito de la profecía y la haqiqah es el prerrequisito de la wilayah. Esto se debe a que la risalah es el término para la transmisión de lo que le fue revelado al Profeta (s.a.w.s) al dar su período de profecía; es la instrucción del Profeta al pueblo en jurisprudencia, política, comportamiento social y sabiduría divina, y esta es precisamente la naturaleza de la sharia en su conjunto. La profecía es también la expresión de aquello que se manifiesta durante el estado de wilayah, (es decir), la percepción de la gnosis que surge de la Esencia de la Verdad, a través de Sus nombres, atributos, acciones y leyes.

Es una expresión del estado de aquellos que adoptan Sus atributos y Su código de conducta y ésta es precisamente la naturaleza de la haqiqah misma. La totalidad de ésta sabiduría depende de una persona, a saber, el mensajero, o de una realidad y esa es la sharia. Esto concuerda con lo anterior, de que el código profético de conducta y el cuerpo divino de leyes impuestas al hombre son una verdad que abarca los tres niveles y que los diferentes nombres son sinónimos de ésta única verdad.
Hay muchos ejemplos de esto en otras esferas de investigación: los nombres aql (intelecto), qalam (pluma) y nur (luz) indican todos una realidad, a saber, la realidad del Hombre Cósmico, como en las tradiciones autorizadas que dicen: 'La primera cosa creada por Allah fue el aql / y la primera cosa creada por Allah fue la Pluma' y 'La primera cosa creada por Allah fue Mi luz'. Del mismo modo, el uso de Allah de las palabras fu'ad, qalb y sadr se refieren a una realidad, (a saber), la realidad del hombre menor: el fu'ad o corazón no fue falso al hacerle ver lo que vio 'y' El Espíritu Fiel ha descendido con él, sobre tu corazón (qalb) 'y' ¿No hemos extendido para ti tu pecho (sadr) y te hemos quitado tu carga'.
Por tanto, no hay disputa entre los profetas y los mensajeros con respecto a la cuestión básica de la verdad y la realidad, (a saber), en la cuestión de la religión del Islam y sus pilares o fundamentos. Allah dice: Él les ha aclarado sobre la religión lo que ordenó a Noé y lo que les hemos revelado, y lo que ordenamos a Abraham, Moisés y Jesús, que guarden obediencia y no se dividan en ellos y 'Lo mismo ordenó Abraham a sus hijos y (también) a Jacob.

¡Oh hijos míos! Ciertamente Allah ha elegido para ti (esta) fe, por lo tanto, no mueras a menos que seas musulmán y sus palabras en la lengua de Su Profeta: Y (saber) que este es Mi camino, el correcto, por lo tanto, sigue y no sigas (otros) caminos, porque te desviarán de Su camino; por lo tanto, Él te ha ordenado que te guardes contra (el mal) 'y finalmente Sus palabras: Esa es la religión correcta, pero la mayoría de la gente no sabe. Con estas palabras, Allah está indicando el camino correcto, el camino de Muhammad, mediante el cual el hombre debe establecer los tres pilares de la sharia, tariqah y haqiqah y cumplir con las demandas de cada uno, de acuerdo con los diferentes niveles. El hecho de que la mayoría no lo sepa se debe a su ceguera ignorante.

Si uno comprende que nunca ha habido ninguna disputa entre los profetas y mensajeros con respecto a los fundamentos y pilares del Islam, entonces también debe darse cuenta de que si ocurren diferencias en los detalles y ramas de la ley, entonces estas diferencias son de calidad o cantidad y no indican diferencia alguna en la esencia o realidad.

Por tanto, la realidad de la sharia ha sido la misma en todas las edades y lugares; de hecho, no está afectado por la contención y la diferencia. Las variaciones en la ley y las reglas surgen debido a la diversidad de situaciones y tiempos o debido a la diferencia de grado en el rango espiritual y la comprensión de las personas. Por eso Allah ha dicho: "No hacemos ninguna diferencia entre ninguno de Sus apóstoles". Al investigar más a fondo, nos damos cuenta también de que esta divergencia resulta de la complejidad del orden y la armonía de la creación y, como tal, no podría imaginarse de otra manera. Por lo tanto, se ha dicho que no hay una creación más perfecta en el reino de lo posible que la creación de éste mundo, ya que si hubiera una creación más intrincada en la mano de obra y Él la estuviera almacenando, entonces eso implicaría mezquindad de Su parte y una deficiencia en Su generosidad; también implicaría incapacidad y una negación de Su poder.

Además, si la existencia no estuviera organizada y arreglada con este grado de sofisticación, entonces no sería posible que ninguno de Sus siervos (es decir, toda la creación) lograra su propia realidad individual de acuerdo con su propia capacidad individual: está claro que sería imposible canalizar todas las capacidades variables en un solo camino y por un solo camino y nivel simple. Allah mismo dice: "Para cada uno de ustedes, nombramos una ley y un camino". Por lo tanto, estas diferencias están de acuerdo con la naturaleza de la existencia y un estado de cosas diferente a este no sería posible.
Las expresiones e indicaciones de los sufíes para describir estos grados y niveles son difíciles de entender; de hecho, su profundidad de significado no está destinada a ser comprendida por todos. Así, los Shaykhs ​​docentes se esforzaron siempre por aconsejar y guiar a sus discípulos en tales asuntos, diciendo por ejemplo: "No se dejen engañar por la diversidad de los términos; Seguramente cuando los que están en sus tumbas sean levantados y se conozca lo que hay en sus pechos, y cuando la humanidad se presente ante Allah en el Día de la Resurrección, entonces por su descuido en los significados y su abandono de los principios de ésta materia, así serán tratados".
Si se comprende éste punto, también debe darse cuenta de que la intención última es explicar que todos estos nombres se refieren a una realidad, aunque utilizando términos diferentes; por tanto, no hay diferencia fundamental entre ellos. Además, debemos recurrir a los tres aspectos de la sharia, la tariqah y la haqiqah para demostrar este hecho con más detalle. Primero, debemos explicar que estos tres nombres son, de hecho, aspectos de una realidad; en segundo lugar, que la gente de haqiqah es más grande que la gente de tariqah y la gente de tariqah es más grande que la gente de sharia, y que entre ellos no existe una divergencia esencial; y en tercer lugar, que una explicación de la sharia debe basarse en el intelecto y el intelecto en la sharia. 
Con respecto al primer aspecto de su definición y su realidad como un todo unificado, entonces sepan que la sharia es el nombre del camino dado por Allah que se encuentra ante el hombre en su vida en éste mundo; y abarca tanto los principios como las ramas de la religión; engloba tanto los deberes como las prescripciones que admiten un cierto grado de elección para el hombre en su método o tiempo de realización y también los deberes obligatorios; también abarca todas aquellas acciones que son más excelentes a los ojos de Allah.

En cuanto a la tariqah, es el camino de la máxima prudencia, el camino de la mejor y más segura acción: así, cualquier camino que lleve al hombre a lo mejor y más seguro en el habla o la acción, en los atributos que adquiere o en los estados que experimenta, es llamado tariqah. En cuanto a la haqiqah, es la afirmación de la existencia del Ser, ya sea a través del descubrimiento y la visión de su sustancia, o experimentando estados espirituales, o afirmando la Unidad de Allah. También se ha dicho que el significado de la sharia es que lo adoras, de la tariqah que alcanzas Su presencia y de la haqiqah que lo presencias. Además, se ha dicho que la sharia significa que eres mantenido en la existencia por Su mandato, tariqah de que llevas a cabo Su mandato y haqiqah de que existes por y en Él. Este significado está respaldado por las palabras del Profeta que dijo: La sharia son mis palabras, tariqah mis acciones, haqiqah mis estados, la gnosis es mi capital, el intelecto la base de mi religión, el amor mi fundamento, la pasión mi monte, el miedo mi compañero, el conocimiento mi arma, la paciencia mi amigo, la confianza es mi manto, el contentamiento mi tesoro, la veracidad mi residencia, la certeza mi refugio, la pobreza mi gloria y por ella alcanzo un honor por encima del resto de los profetas y mensajeros.

Asimismo, las palabras del Profeta (en la ocasión en que le preguntó a Harith ¿Cómo estás esta mañana? y éste último respondió: 'Me he convertido en un verdadero creyente'): Para cada verdad hay una realidad, entonces, ¿cuál es la realidad de tu creencia?.. Él respondió: 'Vi a la gente del Jardín visitándose y a la gente del Fuego aullando unos a otros; Vi claramente el trono de mi Señor'. Luego dijo: "Has hablado correctamente, así que persevera". Por lo tanto, su verdadera fe en lo invisible fue su sharia, su develación y la conciencia del Jardín, el Fuego y el trono fue su haqiqah y su prescindir en éste mundo y las acciones emprendidas por él de tal manera que mereció éste grado. Además, los tres niveles están abarcados por las leyes prescritas del Islam y de ninguna manera están fuera de él: hemos visto anteriormente cómo el código islámico los incluye a todos.

También se ha dicho que el código islámico es como la almendra, que consiste en el aceite, la semilla y la cáscara: la almendra en su conjunto es la sharia, la semilla es la tariqah y el aceite la haqiqah. 
También se ha aplicado un significado similar a la oración: "Ciertamente la oración es servicio, un acercamiento y una llegada"; el servicio corresponde a la sharia, el acercamiento a la tariqah y la llegada a la haqiqah. Además, la palabra oración incluye los tres. Allah mismo se ha referido a estos tres grados con las frases: ilm al yaqin (el conocimiento de la certeza), ayn al yaqin (la visión o experiencia de la certeza) y haqq al yaqin (la verdad de la realidad de la certeza). 

Al investigar, nos damos cuenta de que la sharia expresa la afirmación del hombre de las palabras del Profeta en el corazón y la actuación del hombre de acuerdo con las leyes del Islam; nos damos cuenta de que tariqah es el cumplimiento y realización de estas leyes junto con el patrón profético de comportamiento y la puesta en práctica de esta vía (o tariqah) mediante la adquisición de los atributos apropiados; También nos damos cuenta de que la haqiqah es el testimonio a través de la revelación de los estados y estaciones de los profetas porque, como Allah ha dicho: "Ciertamente, tienes en el Apóstol de Allah un excelente ejemplo". El logro de este grado de haqiqah solo es posible mediante los atributos y el patrón de estilo del Profeta sobre uno mismo y mediante la percepción del conocimiento profético a través de la revelación; de hecho, uno solo alcanza este modelo de comportamiento al establecer los deberes del código islámico. indicó en las palabras del Sultán de los Santos y Herederos Espirituales, el Comandante de los Fieles: 'Voy a atribuir lo que nadie antes ha atribuido al Islam: Islam es sumisión y sumisión es afirmación y afirmación es certeza y certeza es la constancia y la constancia es el desempeño y el desempeño es la acción justa. Por lo tanto, quien desee modelarse a sí mismo en su Profeta como es apropiado, entonces debe asumir todas estas cualidades y no rechazar a ninguno de aquellos que ellos mismos han asumido estas cualidades en su comportamiento porque ...Por su naturaleza, lo esencial no puede separarse de la esencia. Palabras de Allah..Y seguirán difiriendo, excepto aquellos de quienes tu Señor tiene misericordia; y para esto Él los creó para confirmar esto en la medida en que las diferencias en el exterior surgen de diferencias en el ámbito interno del significado y las diferencias en el significado surgen de las diferencias en el ámbito de la verdad y la sustancia. Sin embargo, la verdad y la sustancia no están establecidas a tiempo por el Creador; por lo tanto, lo que se quiere decir con "Él los creó" no es que sean coaccionados en su forma de creación distinta, sinó que se les confiere existencia de acuerdo con su sustancia y realidad originales. Este otorgamiento no es una iniciación en el tiempo de algo por parte del Creador, porque en realidad no existen y están en aniquilación, y lo que no existe y está en aniquilación no es una creación del Creador, más bien es inherente e inseparable de Su conocimiento.

Existe una disputa de vastas dimensiones sobre este tema, (a saber), la naturaleza de los comienzos de las cosas y si son creadas o no por el Creador. Esta pregunta es de suma importancia con respecto a la ciencia del tawhid (unidad); de hecho, una investigación adecuada de la verdad de la unidad divina no es factible sin una comprensión de estos comienzos. Dado que los estudiosos involucrados en éste argumento continúan infiriendo y deduciendo otros asuntos relacionados con esta cuestión, y continúan acusando a cada uno de ellos.
Aparte de la mala interpretación y el engaño de algunos, las conclusiones básicas a las que llegó en éste asunto el pueblo de Allah y su élite, junto con las conclusiones de la gente de afuera y de adentro. La estación de unión entre Allah y el hombre es la más alta de las estaciones y el objetivo final. Con esto en mente, citaríamos las palabras de Allah: "Y si Allah hubiera querido, Él los habría hecho (a todos) una sola nación, y seguirán difiriendo, excepto aquellos de quienes su Señor tiene misericordia; y por esto Él los creó'. Hay que tener en cuenta que estamos aclarando el significado de las diferencias que existen en el ámbito de las realidades y sustancias - y las diferencias existentes en lo esencial y en las realidades esenciales de las personas y en sus opiniones y creencias. Además, debe tenerse en cuenta en éste punto que se necesita una nota de introducción: las sustancias y esencias, según la creencia de algunos, son traídas a la existencia por el Creador, mientras que para otros esto no es así. La primera creencia pertenece a la gente de afuera, es decir, a aquellos eruditos que exigen que la gente común imite su ejemplo en la ejecución de los deberes religiosos.

El segundo es el del pueblo de Allah, que son los hombres de la gnosis, los que afirman la Unicidad de Allah que todo lo abarca. En cuanto al primer grupo, citan el hecho de que Allah es Omnisciente y Sabio y que no actúa excepto en nombre de lo que es bueno y beneficioso y de acuerdo con Su conocimiento y sabiduría; también citan que no se le puede cuestionar acerca de lo que hace y ellos serán interrogados”.

Así, a la luz de éste enfoque, las diferencias en las sustancias y las esencias existen en relación con Su conocimiento y sabiduría; Del mismo modo, la creación de estas sustancias y esencias en el reino exterior y su creación en el mundo de la visión y el testimonio brotan de Su conocimiento de ellas desde antes de la eternidad: así, el acto por el cual Él trae a la existencia cualquier forma creacional corresponde a lo que está contenido en Su conocimiento. Esto se menciona en Sus palabras: 'Él hace lo que quiere' y Allah ordena lo que quiere'.
Sin embargo, debemos notar que muchos disputan la validez de éste argumento; su desacuerdo radica en el hecho de que cualquier sustancia o esencia puede protestar con una voz que emana de una estación de espiritualidad o con la voz del saber externo que dice ¿Porqué me has traído a la existencia en tal o cual forma?  o ¿Porqué no me creaste de otra forma?.  Así, la persona infeliz con respecto a la persona feliz y afortunada dirá: '¿Porqué me creaste en un estado infeliz? ¿Porqué no me creaste en un estado feliz?. Lo mismo podría decir el ignorante respecto al del conocimiento, el pobre respecto al rico. En efecto, tendrían un argumento en contra, pero Allah no está contra ellos, aunque Allah mismo dice: 'Entonces es de Allah la conclusión y el argumento". Además, no hay escapatoria a ésta acusación y no queda nada por hacer en este estado de cosas que someterse y contentarse con lo decretado: hay que aceptar que el asunto depende de Su conocimiento y sabiduría y que las cosas dependen enteramente en su voluntad y deseo. Sin embargo, no hay duda de que esta creencia no es ni razonable ni aceptable. Es por esta razón que Él dice: "No hagas preguntas sobre cosas que, si te las declaran, pueden perturbarte". En verdad, entonces, su creencia no está en consonancia con los hechos.

En cuanto a las personas del segundo grupo, dicen que las realidades, las sustancias y las esencias no son creadas por el Creador, sino que son parte de Su conocimiento desde antes de la eternidad. No está permitido que estos conocimientos se den a la luz porque, si estos conocimientos fueran 'creados', entonces o el conocimiento de lo que se conoce sería necesario antes de esto y dentro de un tiempo específico, o la falta de conocimiento de estos conocimientos estaría implícita antes de que Él los trajera a la existencia. Ambas ideas, sin embargo, son totalmente falaces. La única posibilidad que queda es que sus conocimientos no sean creaciones en el tiempo de su parte.
Además, se ha establecido en los principios de la lógica que el conocimiento depende o sigue a 'lo conocido: así, la existencia de una cosa dependiente, es decir, el conocimiento, sin la existencia de la cosa de la que depende, (es decir), la cosa conocida, es imposible. El conocimiento no se afirma como conocimiento excepto si corresponde a lo conocido. Si este no es el caso, entonces se llama ignorancia, que Allah sea exaltado por encima de esto. Por lo tanto, su objetivo al decir esto es establecer que el conocimiento debe estar de acuerdo con lo conocido, ya que cualquier conocimiento que no se corresponda con lo conocido en el ámbito de lo externo es ignorancia. Con base a esta premisa, por lo tanto, no se permite que Su conocimiento de antes de la eternidad sea parte de Su creación, o que sea concebido como creado por Él; si este no es el caso, entonces no se puede afirmar Su conocimiento y se le imputa la imperfección del conocimiento, como hemos visto anteriormente.

El gran Ibn al-Arabi dice: “Dado que las formas y realidades premateriales se conciben en el reino de la imaginación, no pueden describirse como creacionales o creadas; lo que se imagina no tiene existencia en el mundo fenoménico y sólo puede existir algo que es creado o traído a la existencia. Del mismo modo, algo representado en la imaginación, o en el ojo de la mente, a través del conocimiento que uno tiene de esa cosa, no puede describirse como creado mientras no se vea que existe en el mundo fenoménico; de lo contrario, las imposibilidades también serían capaces de hacerse visibles”.
También menciona un ejemplo aún más sorprendente cuando dice: Sepa que los nombres poseen formas racionales en el conocimiento de Allah, ya que Él es conocedor por Su propia esencia de Su propia Esencia, Sus Nombres y Atributos. Así, esas formas racionales que existen en el ámbito del conocimiento son en realidad la Fuente y la Esencia misma, manifestadas por su establecimiento en el ámbito de la especificidad; éste último también se llama el reino de las formas fuente preexistentes, independientemente de si estas formas son de naturaleza general o particular, de acuerdo con la terminología del pueblo de Allah. Sin embargo, según los teóricos, las formas generales o universales se denominan sustancias y realidades y las particulares se denominan esencias.

Así, las sustancias son las formas universales definidas a través de los nombres que residen en la Presencia de Su conocimiento y, como tales, estas formas fluyen de la fuente divina por un desbordamiento en el nivel de santidad y pureza; emanan de la Primera Manifestación por medio del Amor esencial y por la búsqueda de las llaves de lo invisible, cuyas manifestaciones externas y perfecciones sólo Él conoce.

Este desbordamiento divino puede dividirse en dos tipos: es decir, el desbordante de la mayor santidad y el que emana de la menor santidad. Del primero surgen las formas premateriales y del segundo las manifestaciones fenoménicas de las formas con sus cualidades y características relativas. Esta teoría se basa en la premisa de que el hacedor y el que recibe las acciones son uno y el mismo: no existe nada excepto Él y Sus perfecciones; así, Él es el Hacedor de un aspecto y el que recibe de otro.. así es como los filósofos han dicho sobre el intelecto, que el que usa ese intelecto y la noción concebida por ese intelecto son en realidad una cosa, aunque descrita de diferentes maneras y formas.

Así mismo podría decirse del amor, del amante y del amado. El Gran Shaykh (Ibn al Arabi) también se ha referido a esto en Al-Fusus cuando dice:' Es imposible admitir a otro igual a Él con respecto a las leyes divinas: todos los cuerpos reciben el espíritu divino a través de Él y por medio de Su aliento; esto no es otra cosa que ganar la capacidad de recibir la efusión constante e interminable de manifestaciones divinas mientras existen en esas formas. El receptor sólo puede existir por este mismo derramamiento de pureza y santidad. Así, todo, desde el principio hasta el final, es de Él, todo vuelve a Él tal como comenzó de Él.

Con esto en mente, no está permitido decir que las formas premateriales, las sustancias y los comienzos son creados por el Creador si suponemos que el Creador y el Receptor de las formas creadas son uno y lo mismo y si suponemos que el Hacedor es Su Esencia y el Receptor son Sus Nombres y Atributos. Si llamamos al primero la Esencia Absoluta y la Realidad y al segundo la existencia dependiente y la creación, si llamamos al todo una manifestación de Sus Nombres, Sus Atributos y Acciones, si aceptamos que las formas preexistentes, las sustancias y las realidades son imágenes de Su conocimiento primordial pre-eterno, entonces esta Existencia no daría lugar a algo que fuera dependiente y relacionado con Su Esencia y Perfecciones porque Él siempre ha sido el mismo y ¿cómo, uno puede preguntarse, podría llegar a ser de otra manera? El cambio no es posible, en particular con respecto a lo Necesario de la Existencia.

De hecho, no hay nada en absoluto que se haga realidad y esto se aplica igualmente con respeto a Sus Perfecciones esenciales y aquellas particularidades asociadas con Sus Nombres. Además, nada puede estar desprovisto de ambos aspectos: o es necesario por su esencia o posible por su esencia. Si es necesario por su esencia, entonces Sus perfecciones, Sus particularidades y todo lo que se basa en estas cosas se produce por la esencia: por lo tanto, no puede ser que lleguen a existir en el tiempo. Si es posible, entonces su sustancia en el reino del conocimiento y su forma preexistente en el reino de la racionalidad no son traídas a la existencia en el tiempo por Él ni por ningún otro, sinó que surgen del conocimiento divino pre-eterno, como ya se ha establecido en otros artículos. 

En cuanto a lo posible, no es más que la solicitud en la terminología de la gente de las estaciones espirituales: la existencia externa de acuerdo con la capacidad de esa cosa, una solicitud que se hace al Actor Real y de acuerdo con la existencia en el ámbito de la realidad y conocimiento. Este, (entonces), es el objetivo de nuestro estudio que dice: Y te da todo lo que le pidas, significado con la lengua de tu capacidad y receptividad y de acuerdo con la existencia en el reino del conocimiento, que es increado y fuera del tiempo. Si aceptamos esto, entonces Él no trae nada a la existencia de esa Existencia, sinó de la existencia en el exterior, como ya lo hemos dejado claro; además, no es cierto decir que algo nace "excepto dentro de la esfera de esta existencia externa". Comprendan bien éste punto, que será de gran beneficio en muchas ocasiones.

En el tema de nuestro estudio hemos cotejado secretos del mayor orden con respecto a la cuestión de la sublime predestinación; Por lo tanto, es necesario en éste punto que investiguemos más en este asunto y comenzaremos con algunos ejemplos apropiados, que aumentarán la comprensión y aclararán el tema. Sepan entonces un símil de las posibles formas preexistentes y posibles sustancias dentro del ámbito del conocimiento de lo Real que es el de la preforma y la forma fuente de las letras en la mente del escritor: su establecimiento en la mente no se debe a que el escritor los trajo a la existencia, el escritor sólo tiene conocimiento de su existencia y sus esencias, es decir, su existencia en el reino del conocimiento y sus esencias y diversas formas como imágenes mentales. Está claro que el conocimiento en sí mismo no tiene influencia sobre lo que se conoce.

Así, desde éste aspecto, estas letras no son creadas por el escritor, aunque es cierto que son creadas por el escritor cuando las trae a la existencia externa (por el acto de escribir) de acuerdo con lo que está en su lugar, en su mente. Esta misma metáfora se puede aplicar a lo Real: si Él trae algo a la existencia externa, de acuerdo con lo que está en Su conocimiento desde antes de la eternidad (y es obviamente anterior a la existencia de esa cosa), entonces se llama 'creado'.. sobre lo conocido.
Sin embargo, si estaba en Su conocimiento esencial de antes del tiempo sin fin y era parte de Su conocimiento primordial, entonces no se lo llama creado o traído a la existencia. Así llegamos a la conclusión deseada, a saber, que sus conocimientos de antes de la eternidad no se materializan; Y (en cuanto a) estos ejemplos, los presentamos para los hombres, y pocos los entenderán.

También hay otro ejemplo digno de mención: es que la fuente prematerial forma las sustancias que están relacionadas con las infinitas perfecciones ocultas en Su Esencia, que también se conocen como Atributos y Nombres. Estas expresiones son similares en su naturaleza metafórica a las ramas, hojas y frutos que son todas perfecciones del árbol mismo, que en su estado (mientras que en el reino del conocimiento) dentro de la esencia de la semilla no se llama con el nombre de árbol.. y no se llama existencia "en el exterior". Más bien, éste conocimiento se denomina conocimiento de la semilla junto con sus perfecciones esenciales y su grado inherente de "arborismo".

Del mismo modo, el conocimiento, con respecto a la semilla, por ejemplo, junto con los detalles de sus perfecciones esenciales en las formas de sus hojas, ramas, flores y frutos, no está relacionado con la acción de su nacimiento. De manera similar, el conocimiento de lo Real, junto con los detalles de Sus perfecciones esenciales en la forma de Sus nombres, atributos, acciones, manifestaciones y emanaciones, no presupone su creación en el tiempo. Así, Él mismo dice: "Cuando tiene la intención de algo, dice: "Sea, y es", lo que significa que si desea traer algo a la existencia externa a partir de las cosas existentes en el ámbito del conocimiento, entonces lo indica haciendo manifestarse en existencia después de su no-existencia, haciendo así visible lo que estaba oculto. Como Él mismo dice en el Corán, "Y Suyos son los atributos más exaltados en los cielos y la tierra". Sus palabras: ¿Te guiaré al árbol de la inmortalidad y a un reino que no decae? parecen indicar el Árbol Absoluto de la existencia, que es el mundo con todas sus ramificaciones, ya que sus ramas, hojas y flores son los seres existentes dependientes: cualquiera que sea testigo de éste árbol junto con sus perfecciones, nombres y atributos estará en un 'reino' que no se putrefacta. Este mismo significado también se expresa en el lenguaje de los estudiosos de esta ciencia en la medida en que relacionan la existencia en el reino del conocimiento con las formas fuente premateriales y la existencia en el reino exterior con las diversas creaciones manifiestas.

Además, relacionan la primera con la primera emanación de la Esencia y la segunda con la segunda emanación de los Atributos. Afirman que la primera emanación es la emanación esencial, que es la emanación de la Esencia sola dentro de su propia esencia y esta es la presencia de la Unidad - no habiendo ningún atributo o forma - dentro de éste reino, ya que la Esencia (que es el Absoluto Existencia de lo Real) es pura Unidad. Cualquier otra existencia que no sea ésta no es más que una inexistencia absoluta, es decir, la nada pura.

Así, la Esencia en su unicidad no necesita singularidad o especificidad para distinguirla de otra esencia, ni tampoco tiene necesidad de distinguirse de ninguna otra cosa en absoluto. De hecho, su Unidad es su esencia y esta Unidad es la fuente de su singularidad y Unicidad. Es esencia por sí misma y por sí misma y con eso quiero decir que no depende de nada; el Absoluto engloba su propio ser, no habiendo nada coexistente con él: esto es, en efecto, la singularidad completa. Las realidades en la esencia de la singularidad son como el árbol dentro de la semilla, escondidas dentro de lo oculto. La segunda emanación pone de manifiesto las formas fuente preexistentes que son el funcionamiento mismo de la Esencia; esta es Su recepción de la forma en el mundo de la creación. Lo Real desciende por medio de esta emanación de la Presencia de Singularidad a la Presencia de Singularidad a través de Su relación con los Nombres. Cabe señalar que esta noción está completamente de acuerdo con la dirección de nuestro inciso anterior.
El objetivo de utilizar citas y ejemplos de apoyo de las obras de los santos distinguidos de Allah es doble: el primero es tranquilizar el corazón del lector y ayudarlo a eliminar las dudas; el segundo es rechazar los dichos de los ignorantes y los que rechazan al pueblo de Allah, en la medida de lo posible. Si no se cumple este objetivo, existen muchos otros estudios a los que se puede hacer referencia; Sin embargo, no es necesario que los expongamos todos aquí.

Esta introducción es para comentar el significado de las palabras de Allah: Y seguirán difiriendo. Dado que esto se entiende y acepta como un principio, entonces también debemos darnos cuenta de que estas palabras son una indicación de las diferencias esenciales en el ámbito del significado interno con respecto a las formas fuente dentro de la Presencia de lo Invisible y con respecto a esas de su conocimiento. Son al mismo tiempo una indicación de las diferencias en la forma externa que corresponden a esas diferencias en la Presencia de lo Invisible y de la Esfera del Testimonio.

Además, el significado de estas palabras presupone que las formas fuente y las sustancias relacionadas son pre-eternas y no creadas. En cuanto a Sus palabras: Excepto aquellos de quienes tu Señor tiene misericordia, se refieren a aquellos conocidos por tu Señor como personas de guía y bondad que han permanecido fieles a su propio ser armonioso y a su forma de creación más fina y sutil. Se refiere entonces a las personas que se mantienen alejadas de las personas que discuten, de las que se desvían y se pervierten y no toman parte en sus disputas. En verdad, todo el asunto descansa sobre las exigencias de la esencia del ser en cuestión. Allah tiene, a su manera, conocimiento de lo que será en el futuro. Pero, como hemos visto, el conocimiento en sí mismo no influye en el asunto. Sus palabras, "Y para esto los creó" significa, de hecho, que debido a estas diferencias los creó - y son tan diversos en imagen, forma, opinión y creencia como lo fueron en su esencia, sustancia y realidad primordial. Él les da existencia externa de acuerdo con su existencia en el reino del conocimiento de tal manera que Su conocimiento no contradice Su acción y Su aspecto invisible y oculto no contradice Su testimonio. Además, no hay nadie que se oponga diciendo: ¿Porqué creaste de tal y tal manera?.

Este estado de cosas es como es porque el Actor no da existencia a las formas creacionales receptoras, excepto de acuerdo con su verdadera naturaleza. Esta existencia se busca mediante el discurso de espiritualidad del Actor. Este mismo significado ya ha sido referido con la metáfora del escritor, la escritura y las letras (y su existencia tanto en la mente como en el mundo concreto).

Estas formas y sustancias fuente no existen en el mundo fenoménico, pero existen en el reino del conocimiento y están constantemente buscando la existencia externa por medio de la lengua de la espiritualidad y su propia capacidad. El Actor, por Su parte, requiere de Su Esencia una constante efusión de existencia, por medio de las sustancias y formas fuente. Él es el Uno de la Generosidad Absoluta y, por lo tanto, el Emisor constante del Bien, ya sea en el ámbito de la existencia, del atributo, del conocimiento, del habla o de la acción. Por lo tanto, si una de las formas fuente pide a Allah, el verdadero Actor, mediante el lenguaje de la espiritualidad que se le dé existencia externa, entonces lo Real no tiene más opción que otorgarle la existencia requerida de acuerdo con la capacidad y receptividad de esa forma fuente particular.

Existe una relación similar entre el Uno de absoluta Generosidad y la forma creacional que le pide existencia en el sentido de que sólo puede otorgar la forma más completa y perfecta al ser creado; Quiero decir con esto que Él le otorga existencia en todo el alcance de su capacidad sin ninguna retención de Su parte, ya que la retención implicaría mezquindad, lo cual es una imposibilidad con respecto a Su Presencia, que Él sea exaltado por encima de tal noción. Les concede la existencia exterior exactamente de acuerdo con su capacidad, ni más ni menos. Si Él otorgara algo que estuviera por encima de su capacidad, ellos no podrían aceptarlo y, por lo tanto, este otorgamiento sería inútil, y tal inutilidad es imposible con respecto a Allah. De la misma manera, si Él otorgara menos de su capacidad, entonces ellos tampoco podrían aceptarlo y el otorgamiento sería nuevamente en vano.
Por lo tanto, nunca puede haber ninguna objeción por parte de los seres existentes, sin importar las circunstancias. Ningún ser podría decir: ¿Porqué me creaste de tal y tal manera?', Porque sabe en verdad que tal objeción sería injustificada; sabe que su existencia está de acuerdo con la forma de origen y la realidad y que Allah ha decidido por su propia naturaleza que sea creado de tal y tal manera. Asimismo, como hemos visto en el ejemplo de las letras, ni la '"a'" ni la "'b'" ni ninguna otra letra exigirían al autor que se escribieran de otra manera.

Esta noción es apoyada por Ibn al-Arabi cuando dice: "Él no nos gobierna excepto por nosotros, es más, nosotros nos gobernamos a nosotros mismos, aunque sea en Él". Es por esta razón que Él ha dicho: "Entonces de Allah es el argumento concluyente", (es decir), contra aquellos que están velados cuando le dicen a lo Real: ¿Porqué nos hiciste tal y tal cosa?. Cuando algo no concuerda con sus fines y el asunto se vuelve difícil para ellos. En cuanto a los gnósticos, el asunto está claro para ellos. Además, los velados piensan que el Real no ha actuado de la forma en que le pidieron que actuara; esta noción es obra de ellos, sin embargo, y solo saben tanto como su forma de creación particular les permite saber, por lo que su argumento es insostenible y el argumento concluyente es que el de Allah permanece. El famoso dicho de los árabes es particularmente relevante aquí: "Tus brazos son para apoyarte y tu boca para hablar".
Así, cualquier existencia que se manifieste, ya sea en el ámbito de la acción, perfección o imperfección del habla, ya sea bello o feo, depende de la forma fuente de acuerdo con la esencia. Por lo tanto, no depende directamente de Allah ni de otro que no sea Allah, aunque depende de Allah con respecto a Su otorgamiento de lo que se le pidió; con esto quiero decir, que la existencia de esa cosa es de Allah y en virtud de esa solicitud hecha a Él. Se hace referencia a esto cuando Él dice; Cada uno actúa según su manera y también en las palabras del Profeta: "Todo vive y se desarrolla de acuerdo con lo que ha sido creado". Estas dos declaraciones están respaldadas por las palabras de David: "Le dije a mi Señor: "Oh Señor, ¿para qué has creado la creación? " Él respondió: "Para lo que han sido creados",..es decir, para esa capacidad o receptividad particular, esa perfección o imperfección inherente a su creación. Una vez más, las palabras de Allah son suficientes en éste asunto, y para esto Él las creó, ya que esta declaración es la respuesta completa para el gnóstico.

Hemos visto que el término creación significa traer a la existencia algo: lo que se indica, como hemos visto en muchas ocasiones anteriores, es que Allah los crea de acuerdo con su forma fuente en el mundo de las esencias y sustancias; si hay diferencias en las esencias, también hay diferencias en los atributos; y si hay diferencias en las esencias y atributos, entonces no hay semejanzas o semejanzas entre ellos en la totalidad de los estados. Así, quien ha dicho que "No existe ninguna semejanza entre las cosas en absoluto excepto por lo Necesario de la Existencia" ha dicho la verdad y de acuerdo con lo que ha presenciado.

Los estudiosos de la ciencia de la unidad han establecido como principio que las manifestaciones divinas no se repiten y que lo Real nunca se manifiesta dos veces de la misma manera, ni en el ámbito de la forma ni del significado, así ha sido desde antes de la eternidad y así será por la eternidad. Él es el que continúa desde antes del tiempo sin fin y es el que está en constante aniquilación. Si ahora consideramos la premisa básica de que no existe nadie más que Él, y nada más que Sus Nombres y Atribuciones, y que Todo es Él, por Él, de Él y para Él, entonces nos damos cuenta de que Sus perfecciones son interminables y sin embargo sin repetición. De hecho, toda la existencia es una manifestación interminable de Sus perfecciones.

Nos damos cuenta de que el parecido y la igualdad con respecto a todos los aspectos de una cosa no son posibles bajo ninguna circunstancia; nos damos cuenta también, del significado de Sus palabras, Y continúan difiriendo 'y el significado oculto indicado en y para esto Él las creó'. Y Allah es más sabio y de juicio más agudo en todos los asuntos.

El siguiente dicho del Profeta (s.a.w.s) también es relevante: "Quien encuentre el bien, que alabe a Allah, y quien encuentre algo diferente a esto, que no culpe a nadie más que a sí mismo"; también lo son las palabras del Imam ibn Musa al-Rida: "La generosidad de parte de la criatura es llevar a cabo lo que le corresponde; la generosidad de parte del Creador es tanto en Su dar como en Su retención; esta es una sutil declaración que contiene secretos de gran valor, secretos que sólo pueden ser entendidos por la élite, porque estos secretos surgen de los secretos del destino, cuya divulgación está prohibida a otros que no sean dignos de ellos.

Esta idea está contenida en las palabras de Allah cuando dice: 'Seguramente Allah te ordena que entregues fideicomisos a sus dueños. Es como si Allah se estuviera refiriendo a esto cuando dice: "He preparado para los justos de mis siervos algo que el ojo nunca ha visto, lo que el oído nunca ha oído y lo que el corazón del hombre nunca ha percibido". Este algo es un secreto especial de la élite de los amigos de Allah y los grandes profetas.

Nos hemos detenido mucho en esta cuestión porque es una de las más importantes en la ciencia de la unidad divina; es un principio que contiene joyas preciosas y costosas perlas de sabiduría que solo pueden obtenerse por aquellos que están purificados de la contaminación de la codicia, del anhelo y de cualquier cosa que les impida alcanzar las estaciones de la unidad divina. Que Allah santifique sus almas purificadas y les conceda la iluminación divina; que Allah nos conceda la luz que se refleja en sus perfecciones y emanaciones, después de buscar Su ayuda, porque Él es el Generoso, el Noble.

Si habéis entendido las ideas, que he expuesto, ideas que ameritan ser escritas con una pluma de luz en las mejillas de los selectos del Paraíso, o ser colocadas, (para que vivan a través de los siglos) si no lo ha hecho, imprimirlas en su mente con el ojo interior, si las ha colocado en los baúles del almacenamiento de su memoria e intelecto perceptivo, entonces volveremos a nuestro tema original.

Sepan entonces que todos los diferentes niveles de la humanidad, tanto el común como la élite y la élite de la élite, son tres en número; con estos me refiero al principio, al intermedio y al final. Incluso si estos niveles no contienen características y detalles individuales, abarcan con respecto al tipo y grupos universales. Así, la sharia es el nombre del Código Divino y el patrón profético de comportamiento, y también es el comienzo; la tariqah por su nombre y significado e indica la etapa intermedia; y la haqiqah por su nombre y significado indica la etapa final. Ningún nivel cae fuera de estos tres.

Además, el primero, la sharia, los abarca a todos (como hemos visto anteriormente); esto se debe a que abarca el primer nivel, a saber, el de la gente común, el segundo, el de la élite, y el tercero, la élite de la élite. Los musulmanes como cuerpo que, por su aceptación del Islam, asumen los deberes de la religión junto con los hombres de intelecto, no están fuera de estos tres niveles; (lo he dicho muchas veces), y los niveles abarcan el todo y están sujetos a las demandas del todo en el sentido de que cada nivel posee leyes distintas a sí mismo. Por tanto, no está permitido negar la validez de ninguno de estos niveles, ni reprochar a ninguna de las personas (que los siguen). El modelo de comportamiento profético, Muhammad (s.a.w.s), solo se puede seguir a la perfección cuando se respetan estos tres niveles.

Allah ta'ala habla de las diferencias de capacidad y receptividad dentro de la creación cuando dice: "Para cada uno de ustedes hemos establecido una ley y un camino, y si Allah hubiera complacido, los habría hecho (a todos) un solo pueblo, pero para que Él pudiera prueben lo que Él les dio, por lo tanto, esfuércense unos con otros para apresurar las acciones virtuosas; a Allah es su regreso, de todos (ustedes), por lo que Él les hará saber en qué diferían''. Por Allah, por Allah, si ésta fuera la única aleya en el Corán, sería prueba suficiente de lo que estamos diciendo, sin siquiera considerar el hecho de que un tercio del Corán está cargado de tales ejemplos y sin tener recurrir al cuerpo de tradiciones auténticas relacionadas con el Profeta.
Si investigamos más a fondo, nos damos cuenta de que la sumisión, la fe y la certeza son los requisitos previos de estos tres niveles y también una parte inherente de estos tres niveles. Lo mismo podría decirse de los tres estados de revelación, inspiración y desvelamiento, de profecía, mensaje y wilayah (tutela espiritual), de conocimiento de certeza, experiencia de certeza y realidad de certeza, y finalmente de la suma de palabras, acciones y estados todos los cuales existen de acuerdo con los tres estados de la sharia, tariqah y haqiqah.

Toda la existencia está contenida en estos niveles, siendo necesaria la división en tres niveles, dada la multiplicidad de realidades creacionales y metafísicas. Vemos esto en los tres niveles de conocimiento, el conocedor y lo conocido, que es la división en tres niveles de la individualidad manifiesta, la Presencia de la Singularidad y la Unicidad Divina con respecto a los mundos de lo invisible. Vemos también las tres divisiones del conocimiento, el mando y la voluntad con respecto a los mundos creados y sus correspondientes formas de receptividad, (a saber), el conocido, el mandado y el objeto de la voluntad de uno. Además, somos testigos de la existencia del mulk (el reino), el malakut (el reino de las formas angélicas) y el jabarut (el reino de Su Dominio Absoluto), y luego el mundo de las inteligencias, las almas y los sentidos. Existe también el nivel de tres niveles del aspecto Muhammadiano al que se refiere cuando dice: Hay tres cosas que me son queridas en este mundo tuyo, el perfume, las mujeres y la frescura del ojo que proviene de la oración y todo lo demás en la creación concuerda con estas clasificaciones.

Por lo tanto, no está permitido negar los dichos de los profetas, ni aquellos que hablan o entregan el mensaje profético, particularmente con respecto a la gente de la sharia y la gente de los comienzos. Además, no está permitido negar las acciones de los profetas, ni de aquellos que asumen los atributos proféticos y actúan en consecuencia, particularmente con respecto a la gente de tariqah y la gente del camino medio o intermedio. Finalmente, no está permitido negar los estados de haqiqah, o rechazar a aquellos que han adquirido las cualidades correspondientes de este nivel junto con las del nivel final del final.

En resumen, no está permitido rechazar a ninguna de las personas de la sharia, tariqah o haqiqah. Las palabras del Profeta (s.a.w.s): "Me han dado todos los nombres y he sido enviado a un perfecto buen comportamiento" es una indicación de lo que hemos estado indicando: las realidades creacionales no son tales que puedan estar completamente contenidas en cualquier nivel o estación; más bien son tan diversos como sus capacidades y receptividades y cada uno debe recibir el lugar que le corresponde de acuerdo con esta capacidad y receptividad. Así es como se nos ordena hablar con la gente de acuerdo con la capacidad de sus intelectos.

Se puede decir que según el argumento anterior se afirma que cada grupo, con su forma particular de adorar, sus opiniones y creencias, es correcto, pero por la naturaleza de las cosas, todos y cada uno no pueden tener razón. Servidor diría, en respuesta, que quien viva de acuerdo con la sharia, la tariqah y haqiqah (como se definió anteriormente) y que lleve a cabo lo que se le exige de acuerdo con los niveles respectivos de cada uno, entonces tiene la verdad y está en el camino recto y su religión es correcta. Las palabras de Allah 'Esa es la religión correcta, pero la mayoría de la gente 'no lo sabe' son otra indicación de éste mismo significado. Cualquiera que no sea como está descrito está descarriado, en el error y rechaza la verdad.

Es obligatorio evitar a tales personas y esta es una regla de comportamiento que siempre se observa entre las personas de realización espiritual; de hecho, todos los principios y ramas de la religión se basan en esta regla, Allah lo indica cuando se dirige al Profeta diciendo: "Este es mi camino": "Llamo a Allah, yo y los que me siguen con certeza". Las palabras de aquellos que han descrito los Shaykhs ​​de instrucción también dan testimonio de este hecho: en el hombre, los gestos son de los que me siguen con certeza.  El Shaykh conoce las ciencias de la sharia,  tariqah y haqiqah; y ha alcanzado su conocimiento sobre las enfermedades del yo y las curas correspondientes proporcionadas, (por supuesto), el yo está dispuesto a aceptar esta cura en forma de guía espiritual. 

Puede verse una división similar en la descripción de los niveles de conocimiento del conocedor, (es decir), en los términos de la cáscara y el núcleo. Cada uno indica un nivel de conocimiento junto con una conciencia correspondiente de las demandas y reclamos de cada nivel.

Por lo tanto, se ha dicho que la cáscara se refiere a cualquier conocimiento externo que protege el conocimiento interno, es decir, el núcleo, del daño: la sharia por lo tanto, tiene una relación similar con la tariqah como la tariqah con la haqiqah. Quien no proteja su estado espiritual y su camino por la ley islámica destruirá ese estado y causará daño a su camino, ya sea por deseo, locura o susurros satánicos. Quien no alcance la haqiqah por medio de la tariqah y no proteja a la primera con la segunda, causará daño a su haqiqah y recurrirá a la herejía y la incredulidad. La cáscara es el intelecto que está iluminado por la luz de la santidad y purificado de las tinieblas causadas por la fantasía y la imaginación. El núcleo es la materia misma de la luz divina y sagrada de la que el intelecto busca ayuda para librarse de las obscuridades antes mencionadas; así, el corazón que está apegado a éste mundo, cerrado al entendimiento y velado por el conocimiento oficial, no será capaz de comprender las ciencias superiores en virtud del bien que Allah le ha predeterminado.

Sepan también que las leyes de la sharia constituyen el código divino y el orden social: corresponde a los profetas y amigos de Allah establecer este orden junto con sus pilares y ordenar a la nación musulmana que respete y cumpla sus demandas. Con esto quiero decir que no se les permite omitir ninguno de los tres niveles, pues esto implicaría una omisión o deficiencia con respecto a sus obligaciones. Siempre han respetado estos tres niveles y se desprende de sus diversos sharai (códigos de conducta de inspiración divina) y formas de adoración que se les ha dado a todos los profetas desde Adán hasta Muhammad (s.a.w.s). Nuevamente nos referimos aquí a las palabras (mencionadas anteriormente) de nuestro Profeta: "Sharia son mis palabras, tariqah mis acciones y haqiqah mis estados". El significado de estas palabras también se ve reforzado por las instrucciones dadas por Ibrahim a su pueblo en la Sura, El ganado, que cuenta la historia de la estrella, la luna y el sol. La primera instrucción es para la orientación de la gente común, la segunda para la élite y la tercera para la élite de la élite de acuerdo con las tres distinciones de la sharia, la tariqah y la haqiqah.

El primero simboliza la luz de la bondad que pertenece a la gente de la sharia, la gente exterior y la gente común en su búsqueda de la verdad y en su ir más allá. Es tal, porque la estrella de éste mundo es como la luz del bien en el hombre.
El segundo simboliza la luz del intelecto y aquellos de esta estación que están buscando la verdad y el viaje más allá son la gente de tariqah, la gente del interior y la élite. Esto se debe a que la luna en este mundo es como la luz del intelecto en el hombre. 
El tercero simboliza la luz de la santidad, conocida como la luz de la Realidad, y aquellos que buscan lo Real y el viaje más allá son la gente de la haqiqah, la gente del interior de lo interior y la élite de la élite.
Esto se debe a que la luz del sol en éste mundo es como la luz de la santidad en el hombre de acuerdo con las palabras de Allah: '¡Qué! ¿Es aquel cuyo corazón Allah ha abierto para el Islam de modo que está en una luz de su Señor (como el de corazón duro)? .

A partir de entonces, se debe seguir un ir más allá: y con esto me refiero a un ir más allá de la luz de lo Real. Esto se debe a que el que ve, lo visto y la luz que conecta entre ellos son tres cosas distintas que significarían multiplicidad. La visión y el testimonio en el reino de la unidad divina no admiten esto; más bien debe haber un cruce más allá de un punto donde se logre la unidad. A éste punto se llega por la aniquilación del conocedor en lo conocido y del testigo en lo atestiguado.

En cuanto a la opinión de algunos comentaristas, al saber, que Ibrahim era en ese momento un niño pequeño y no podía distinguir entre la estrella, la luna, el sol y su Señor, entonces dicen que es una perogrullada total, (dicen que de hecho puede ser una herejía completa). 
Exposición: Las estaciones de los profetas y Amigos de Allah serán exaltadas por encima de tales palabras. Esto es así porque los profetas y Amigos de Allah son infalibles y su infalibilidad se extiende necesariamente a lo largo de toda su vida, desde la niñez hasta la vejez con respecto a sus palabras, acciones, estados, religión, creencias y todos los demás aspectos de su carácter, ya sean visibles o invisibles u ocultas. Ningún acto atroz en absoluto podría surgir de su mano, ni de un error involuntario, error humano o descuido consciente.
Además, la opinión de otros, principalmente los eruditos racionalistas, de que Ibrahim estaba entonces al comienzo de su camino y al comienzo de su conciencia intelectual y gnóstica también es incorrecta. Esto lo sabemos porque este incidente ocurrió durante el período de su profecía cuando estaba llamando a su pueblo al Islam; así fue durante el período de su perfección, con respecto a su intelecto, su gnosis y su perspicacia. ¿Cómo, se puede preguntar, se pueden expresar tales opiniones cuando la profecía, el barco mensajero y los conocimientos asociados no son cosas que se adquieren y no son de naturaleza teórica?.. más bien son obsequios directos de Allah, actos puros de dar sin causa ni razón, por parte del Señor, y no adquiridos mediante ninguna acción de su parte. Esto se indica cuando Allah habla de nuestro Profeta diciendo: "Él te ha enseñado lo que no sabías, y la gracia de Allah sobre ti es muy grande", o cuando le dice a Salomón: "Este es nuestro regalo gratuito, por lo tanto, da libremente o retenga, sin contar”, o cuando (Isa) Jesús dice: Ciertamente soy un siervo de Allah; Me ha dado el Libro y me ha hecho profeta; y Él me ha bendecido dondequiera que esté, y me ha ordenado la oración y la pobreza mientras viva,.. o cuando se dirige a Juan el Bautista, ¡Oh Yahya! Toma el Libro con fuerza, y le concedimos sabiduría cuando aún era un niño. Dejemos que estos ejemplos sean suficientes como una indicación de nuestro significado, aunque hay muchos otros ejemplos en el Corán.
Que el testimonio de Allah sea suficiente para nosotros. Si esto no hubiera sido durante el tiempo de su profecía y llamamiento, Allah no habría dicho: "Y la gente disputaba con él". Debe recordarse que algunos de su pueblo estaban adorando y postrándose ante las estrellas, mientras que otros adoraban y postraban. a la luna, y sin embargo, un tercer grupo adoraba y se postraba ante el sol y otros ídolos. Ibrahim los guiaría de acuerdo con las leyes de la sharia junto con las enseñanzas sobre la Unidad de Allah, el Creador y Originador de toda la existencia; también los instruiría en la ciencia del interior y en el testimonio de la Unidad en toda la existencia, en el testimonio de Aquel que trae todo a la existencia y la manifestación de Él como el Dios Único. Esto podemos ver en sus palabras: "Seguramente yo me he vuelto, siendo recto, completamente a Él, Quien originó los cielos y la tierra y no soy uno de los politeístas". 
También pregunta: "¿Es este mi Señor?" en tres ocasiones diferentes, no como una indagación genuina, sinó más bien como una pregunta cuya respuesta se supone que es negativa. Por lo tanto, la expresión completa podría ser: "¿Es posible que este evento creado y fenomenal, a saber, la manifestación de la puesta de la estrella, la luna y el sol, sea mi Señor y el Señor de todas las cosas?.. No, por Allah, eso no es posible: no es ni mi Señor ni el Señor de todas las cosas, más bien es una cosa creada modelada por Allah; o podría decir: "¿Es a la luz de esta cosa creada y fenomenal, por esta luz que es la luz de la bondad, la luz del intelecto o la luz de la santidad o la combinación de estas que yo conozco a mi Señor? ¿Es posible obtener conocimiento de Él por medio de estas tres luces?.. No, por Allah, no es posible; más bien, solo es posible cruzando más allá de ellos y ascendiendo por encima de sus niveles. La llegada al verdadero conocimiento de Él y el testimonio directo de Su esencia solo es posible por Él y por Su luz de la Realidad. Esto se menciona en las palabras del Profeta cuando dice: "He conocido a mi Señor por mi Señor". Uno de los gnósticos de su pueblo también ha dicho: Por Allah no se puede llegar a Él sino por Él. Todo gnóstico sabe que solo es posible ver el orbe del sol y sus rayos a través de la luz misma del sol.
La gente de la shariah que busca la gnosis de lo Real a través de la luz de la bondad es como la persona que busca ver el orbe del sol en la oscuridad de la noche a la luz de las estrellas; como es obvio, nunca podrá verlo. La gente de tariqah que busca la gnosis de lo Real a través de la luz del intelecto es como la persona que busca el orbe del sol en la oscuridad de la noche a la luz de la luna; como está claro, nunca lo verá. La gente de la haqiqah, que busca la gnosis de lo Real por medio de la luz de la santidad es como la persona que realmente ve el sol: está claro que puede verlo, aunque su visión es la del testigo y como el testigo, (no la del testigo) viendo la pura unidad divina.
Las sutilezas del significado aquí expresado es que así como quien ve la luz del sol por medio de la luz del sol solo puede llegar a ser testigo del sol después de establecer una conexión basada en la pureza, la luz y la nobleza perfecta entre él mismo y él, así también la persona que ve lo Real sólo puede llegar a este testimonio después de establecer una conexión basada en la liberación del yo de otro que Él, mediante el contentamiento y la afirmación de Su absoluta santidad y exaltación por encima de la creación.
Tal conexión significa asumir Sus características, como lo demuestran las palabras del Profeta cuando dijo: "Haz de tu carácter el carácter de Allah", y las palabras de Allah en un hadiz sagrado (pronunciado directamente por Allah, aunque en la lengua del Profeta y en las palabras de éste último): "Yo era su oído, su vista, su lengua, su mano y su pie". Es por eso que el gnóstico ha dicho: "No es todo el que se pone el que llega, ni todo el que llega alcanza, ni todo el que alcanza alcanza, ni todo el que alcanza se separa, y no todo el que se separa llega, y no todo el que llega llega".

Ali (RA) explica la relación (entre Allah y Su siervo) de la siguiente manera: Allah posee una bebida que está reservada para Sus amigos íntimos (awliya): cuando beben se intoxican, cuando se intoxican se vuelven alegres, y cuando se vuelven alegres se vuelven dulces, y cuando se vuelven dulces comienzan a derretirse, y cuando comienzan a derretirse se vuelven libres, y cuando se vuelven libres buscan, y cuando buscan encuentran, y cuando encuentran llegan, y cuando llegan se unen, y cuando se unen, no hay diferencia entre ellos y su Amado".

Allah describe la falta de distancia o separación en Su relación con el Profeta cuando dice: "Y no golpeaste cuando golpeaste (al enemigo), sinó que fue Allah quien golpeó". El Profeta también ha dicho: "Quien me ve, ha visto la Verdad". Esta estación se llama la estación de la aniquilación en la unidad, con esto me refiero a la estación de la aniquilación del conocedor en lo conocido, el amante en lo amado y el testigo en lo presenciado por medio de la desaparición de la dualidad fenoménica y la eliminación del egoísmo que es el obstáculo para llegar a Él. El siguiente versículo también se refiere a esto:
"Entre Tú y yo está la existencia individual que me sigue. Entonces, por Tu gracia, quita esta individualidad entre nosotros".

Los profetas, mensajeros, amigos íntimos y gnósticos han alcanzado un punto de aniquilación en Él y luego una continuación en Él; por lo tanto, su contacto con el mundo ordinario todavía existe a pesar del hecho de que fueron aniquilados espiritualmente en Él. Es necesario entender bien éste punto, para la aniquilación de éste estado de aniquilación.

Además, sus palabras "Soy un hombre como el resto de ustedes" son una indicación de la posición de continuar en el mundo. Las palabras de Allah, Y en cuanto a estos ejemplos, los presentamos para los hombres, y nadie los entiende sino los eruditos 'y' Todo es perecedero excepto Él; Suyo es el juicio, y a Él serás traído de vuelta 'y' Todos los que están en él deben morir. Y perdurará para siempre la persona de vuestro Señor, el Señor de la gloria y el honor", son todas otras indicaciones del mismo significado.
Si el significado de la aniquilación del siervo en su Señor no estaba claro, lo describimos metafóricamente como la desaparición de la luz de las estrellas a la luz del sol cuando este último se eleva en el horizonte, o como el constante rompimiento y desaparición de las olas en el mar. Esta idea también se ha expresado en el siguiente verso:
-El mar es el mismo mar de antaño; Los hechos de hoy son sus olas y sus ríos-.
Así se ha dicho que el que continúa (después de la aniquilación) en la eternidad y el que es aniquilado se encuentra en un estado de aniquilación que aún no ha terminado. El Conocimiento de certeza, la experiencia de certeza y verdad de certeza son términos que describen las tres gnosis. La verdad de la certeza es particular de la etapa de aniquilación y desaparición de los rasgos del esclavo en su Señor (como indica la cita anterior).

De hecho, el establecimiento de la posición de la verdad está en la desaparición de estos rasgos individuales; Si una persona logra este tipo de aniquilación, entonces aniquila su existencia en la existencia de la Verdad, su esencia en Su Esencia y sus atributos en Sus Atributos; si borra su forma, entonces su nombre se aleja de él como la desaparición de la luz de las estrellas a la luz del sol. Si él es testigo de la verdad, por la misma Verdad, en las manifestaciones de sus perfecciones y atributos, se da cuenta de que el significado de Todo está pereciendo menos Él.  Si él entiende el secreto de Sus palabras, (Por lo tanto), a donde te dirijas, ese es el propósito de Allah, si comprendes por qué el gnóstico dijo: "Cuando la pobreza se perfecciona, entonces eso es Allah".. y por qué dijo: 'Gloria a mí mismo, cuán grande es mi asunto! - y por qué dijo: "¿Quién hay como yo y hay alguien más que yo en los dos mundos?" y las palabras de Allah, Señor nuestro! Haznos perfectos para nosotros nuestra luz y concédenos protección, Tú tienes poder sobre todas las cosas'' - si él comprende todo esto, entonces es como una guía que le permitirá ver esta luz que aniquila las tinieblas de su propia existencia y lo lleva a su Señor por un vínculo de espiritualidad, Verdad de su esencia en Su Esencia y sus atributos en Sus Atributos; si borra su forma, entonces su nombre se aleja de él como la desaparición de la luz de las estrellas a la luz del sol. Si él es testigo de la verdad, por la misma Verdad, en las manifestaciones de sus perfecciones y atributos, se da cuenta de que el significado de Todo está pereciendo menos Él, liberándolo de la dependencia del mundo de la forma. Es por esta razón que Allah dice en responderles, "Se dirá: Vuelve atrás y busca una luz. Esto significa: "Regresa al estado original de 
no-existencia y a la aniquilación necesaria de las esencias de posibilidad y existencias contingentes, deja atrás la visión del ojo físico, y librarse de la oscuridad del egoísmo y la alteridad, y luego asirse de la luz de la verdad: les permitirá continuar por los siglos de los siglos y les hará entrar en el Jardín de la Esencia, en la Arena de los atributos y el mundo de las emanaciones divinas interminables".

Dice el Corán: "Allah es la luz de los cielos y la tierra; una semejanza de Su luz es como un nicho".., nos damos cuenta de que alude al testimonio de ésta luz según los tres niveles de conciencia. El nicho se refiere al mundo del mulk (el mundo fenoménico) y corresponde a la sharia. El vaso se refiere al mundo del malakut (el mundo de la forma angélica y espiritual) y corresponde a la tariqah. La lámpara se refiere al mundo de jabarut (Su dominio) y corresponde a la haqiqah. El árbol se refiere a Su Presencia de Poder y corresponde a la Existencia Absoluta de la cual surge toda forma dependiente.

Esta interpretación es correcta porque de común acuerdo, la luz es existencia y la oscuridad es no existencia. Palabras de Allah, Luz sobre luz. Allah guía a Su luz a Quien Él quiere 'es una indicación de la luz del más allá y la causa del testimonio y la llegada, y también es el medio para la relación de conexión entre Él y Sus Siervos. Así, Allah dice inmediatamente después, 'Allah presenta parábolas para los hombres' como una exhortación a Sus Siervos para que se den cuenta de que el logro de la luz del testimonio depende de la eliminación de la oscuridad de su existencia (existencia que es contingente y un mero reflejo de la verdadera existencia).

En esta aleya y en otras anteriores, hay secretos más allá del alcance de los cielos y la tierra. Así, por ejemplo, Él dice: Si el mar fuera tinta para las palabras de mi Señor, el mar seguramente se consumiría antes de que las palabras de mi Señor se agoten, aunque tuviéramos que traer algo parecido a ese (mar) para agregarlo. Esta aleya y los otros ejemplos anteriores demuestran la validez de lo que estamos describiendo con respecto al logro de esta luz y el testimonio; Demuestran también la importancia de la dualidad del mundo fenoménico y la forma en que el Profeta guió a su pueblo a ésta misma luz.

Así dice en una de sus súplicas: Oh Allah, pon luz en mi corazón, luz en mi oído, luz en mi vista, luz en mi carne, luz en mi sangre y luz en mis huesos, luz delante de mí, luz. detrás de mí, luz debajo de mí, luz sobre mí, luz a mi derecha, luz a mi izquierda y luz en mi tumba. Oh Allah, acrecienta mi luz y concédeme luz y dame luz, por la verdad de Tu Realidad, Oh Misericordioso de los Misericordiosos. 

Es por estos ejemplos que reconocemos el respeto de los profetas y mensajeros por estos tres niveles de conciencia, y vemos cómo ordenaron a sus respectivos pueblos que también los respetaran y que llevaran a cabo los deberes que les incumben, ya sea por la ley islámica, sharia, la tariqah o haqiqah. Por lo tanto, es obligatorio que toda persona en su sano juicio lleve a cabo estos deberes en la medida de sus posibilidades. Además, es de la dualidad del mundo fenoménico y la forma en que el Profeta guió a su pueblo a esta misma luz.
Debemos esforzarnos por alcanzar la perfección y la dicha en cada uno de estos tres niveles (antes mencionados) después de la completa sumisión al Señor: esta es la creencia del pueblo de Allah, su élite, los maestros de la unidad divina y los elegidos entre ellos. Feliz en verdad es el Siervo que sigue sus pasos. Toda alabanza es para Allah, quien nos guió a esto, y no hubiéramos encontrado el camino si no hubiera sido por Allah.

Assalamo aleikum. 

PD.fd. Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 

________________________
¤-Habiendo establecido que la sharia la tariqah y haqiqah son términos que describen la Verdad Única, el Código Divino, y de que no existe contradicción entre los diferentes niveles, continuará con el segundo aspecto de nuestro estudio, (a saber), la superioridad del nivel sobre el siguiente. Proseguimos en la parte segunda. 

miércoles, 2 de junio de 2021

ASPECTOS IMPORTANTES DE LA ORACIÓN.

Se han explicado que las cinco raíces (las cinco ramas) o pilares del Islam son establecidas por los profetas y los mensajeros por mandato de Allah, a fin de que lo que es deficiente pueda ser compensado y que cada uno puede alcanzar su propio específico (como se explica en Su conocimiento divino). También nosotros hemos explicado cómo ésto se ve facilitado por la perfección de las fuerzas del conocimiento y la acción. Además, hemos explicado que, si la humanidad hubiera necesitado más que ésto para alcanzar ésta perfección, habría sido responsabilidad de Allah comunicar ésto a los profetas y mensajeros, y que ellos, tendrían que exponerlo con más detalles.

Sin embargo, la humanidad no necesita más que ésto, por lo que Allah no ordena más que ésto, ni ordena a Sus profetas que ordenen a la humanidad más que ésto. Es como el boticario que da sólo la cantidad de medicamento específico que necesita el enfermo por orden del médico, ni más ni menos. Hemos estudiado cómo puede haber diferencias individuales de juicio entre los médicos del exterior y los del interior, pero esto es sólo de acuerdo con las diversas circunstancias del tiempo y del lugar; Al analizar, nos damos cuenta de que hay un consenso y una armonía básica: ésta noción se refleja en las palabras de Allah, y si fuese de cualquier otro que no fuera Allah, se habrían encontrado muchas discrepancias.

El lector también debe darse cuenta de que cuanto mayor es el profeta o mensajero, más intensa es su inculcación de estas raíces y ramas. De común acuerdo, nuestro Profeta Muhammad, (la paz sea con él), es el más grande y noble de los profetas y, por tanto, por necesidad, el establecimiento de estos principios son del más alto nivel. Es por esta razón que su oración abarca la totalidad de los actos de adoración estipulados en la sharia (y establecidos por todos los profetas y mensajeros); de hecho, su oración abarca todos los actos de adoración que incumben a la creación en su conjunto. Esto se afirma en las palabras de Allah: "Y no hay animal que ande sobre la tierra ni pájaro que vuele con sus dos alas que no sean criaturas como ustedes; No hemos descuidado nada en el Libro; luego serán reunidos para su Señor".

En éste punto, será necesaria una explicación más detallada para mostrar que la persona que está en un estado de oración, no solo está en oración, sinó también en ayuno, pagando zakat (el impuesto para las limosnas), realizando el hajj (peregrinaje) y esforzado con el sobre-esfuerzo (jihad). Este aspecto de la oración se afirma en las palabras de Allah: "Él conoce la oración de cada uno y su glorificación, y Allah es consciente de lo que hacen". Cada ser existente tiene su propia oración y glorificación de Él; así la persona en estado de oración está en armonía con la totalidad de los seres existentes y de acuerdo con sus diferentes situaciones y obligaciones.

Hasta éste punto, hemos considerando la oración como una súplica y un acto de obediencia. Si ahora lo consideramos como una forma particular de adoración que abarca los diversos movimientos de pararse, sentarse, inclinarse, postrarse, junto con las palabras de alabanza y glorificación, y que todos tienen lugar dentro de un tiempo específico, entonces también es cierto que la persona que reza está en armonía con la totalidad de las criaturas y que por su adoración abraza todos los actos de adoración. Esto es cierto, ya que todas las criaturas, tanto espirituales como corporales, tienen sus propias formas específicas de alabanza, glorificación, reverencia, postración, pararse y sentarse (como hemos visto anteriormente con la aleya del Corán y como ya hemos explicado en otros artículos).

Si consideramos la posición en la oración, esto está en armonía con la humanidad en general, ya que los movimientos de los hombres son rectos. Si consideramos la inclinación y el movimiento hacia la posición horizontal, entonces esto concuerda con el patrón de todos los animales ya que, como todos coinciden, sus movimientos son en un plano horizontal. En cuanto a la postración y el movimiento descendente, están de acuerdo con el patrón de todas las plantas y minerales. No hay otros tipos de movimientos, (aparte de estos), y todas las cosas compuestas existentes, tanto del reino vegetal como del animal junto con el hombre, están abarcadas por ellos.

Se puede, (si se desea), expresar esto de otra forma mayor diciendo que la posición está de acuerdo con aquellos ángeles cuyo deber es estar de pie constantemente, la reverencia está en armonía con aquellos ángeles cuyo deber es inclinarse constantemente y la postración está de acuerdo con aquellos ángeles cuyo deber es postrarse constantemente. Lo mismo puede decirse de todos los movimientos específicos de la oración. Allah se ha referido a esto en su totalidad cuando dice: "¿No ves que Allah es Aquel ante Quien se postra todo el que está en los cielos y la tierra y el sol y la luna y las estrellas y las montañas y los árboles, y los animales y mucha gente".. Lo que se quiere decir con "postración" aquí no es otra cosa que la oración misma.. aquí la palabra se refiere al todo en lugar de a la parte específica, al igual que cuando alguien dice que una persona determinada se está postrando, quiere decir que está en un estado de oración, o cuando uno dice tal o cual persona se postra, lo que significa que está orando constantemente. También está permitido entender esta palabra en el sentido de obediencia o sumisión, ya que Allah dice en otra parte, "Y las hierbas y los árboles se postran ante Él", lo que significa adorar o hacer reverencia a Su mandato y voluntad. Además, hay muchos casos de uso de ésta palabra en diferentes maneras tanto en el Corán como en el idioma de los árabes.

En cuanto al dicho del takbir [el Allahu Akbar]--(Allah es grande) del comienzo de la oración, indica que uno ha entrado en la santidad de la oración y todo lo demás está excluido, entonces esto se aplica a todos en su adoración y en particular a los peregrinos y los que se dirigen a la Casa de Allah en Mecca.

En cuanto a la intención, esa es la meta establecida en el corazón, entonces esto también se aplica a todos en su adoración, ya que todos apuntan a Su presencia: si no fuera así, entonces Allah no habría dicho: 'Y si les preguntaras quién creó los cielos y la tierra, ciertamente dirían: Allah ... 'y Él tampoco habría dicho: 'Y todos tienen una dirección en la que deben volver, por lo tanto, apresúrate a (hacer) el bien (obras).! En cuanto a la alabanza y la glorificación de Allah, esto está en armonía con todas las cosas existentes, como lo testifican las palabras de Allah: Y no hay una sola cosa que no lo glorifique con Su alabanza, pero ustedes no comprenden su glorificación. Esta alabanza concuerda en particular con los ángeles, ya que Allah dice: "Y celebramos Tu alabanza y ensalzamos Tu santidad". Lo mismo se aplica a todos los estados de recuerdo de Él, a todas las súplicas y movimientos asociados y los períodos de quietud.

En cuanto a desear bendiciones para el Profeta, esto está en armonía con Allah, con los ángeles y con todos los creyentes, como se dice en Sus palabras: "Ciertamente Allah y Sus ángeles bendigan al Profeta": ¡Oh, creyentes! Pídanle bendiciones (divinas) y saludenlo con un saludo (apropiado)".

En cuanto al número de ciclos (rakat's) contenidos en la oración, ya sean dos, tres o cuatro, esto está de acuerdo con los pueblos de cada uno de los profetas que vinieron a establecer una sharia particular. Así se ha narrado que algunos de los profetas solían rezar dos ciclos de oración, unos tres y unos cuatro. Se dice que Adán oraba dos ciclos, Noé tres y Abraham cuatro. Esta noción de número también concuerda con la oración de los ángeles, expresada en la aleya como 'volar con alas'; Toda alabanza es para Allah, el Creador de los cielos y la tierra, el Creador de los ángeles, mensajeros que vuelan con alas, dos, tres y cuatro; Aumenta en la creación lo que le place; seguramente Allah tiene poder sobre todas las cosas'. Esta percepción de la naturaleza de la oración es cierta ya que la oración de cada cosa existente es de hecho esa misma capacidad o receptividad (que hemos explicado anteriormente) y que se indica en las palabras de Allah, Di: "Todos actúan de acuerdo a su manera 'y' Él conoce la oración de cada uno y su glorificación y Allah es consciente de lo que hacen".

Las alas, el modo de oración de los ángeles, es el poder que ejercen tanto en el mundo superior como en el inferior. Abd al-Razzaq se ha referido a esto en su interpretación del Corán diciendo: "El Hacedor de los ángeles, mensajeros que vuelan en alas" es una expresión de su influencia cósmica tanto en el plano espiritual o esfera celeste y en el dominio terrenal por medio de estas alas. Allah los ha hecho mensajeros enviados a los profetas con revelación, a los santos con inspiración ya otros entre la humanidad que tienen la capacidad de dirigir y ordenar sus asuntos; lo que mantiene esta influencia entre estas personas o cosas es el medio de las alas.
Así, cada dimensión está sujeta a la influencia de un ala específica: las facultades gemelas del intelecto, la activa y la perceptiva, dan dos alas al alma racional; el entendimiento (o memoria), el estimulante (de éste entendimiento) y lo que motiva la acción. Dan tres alas al alma animal; los medios para extraer el sustento, el impulso hacia el crecimiento, la regeneración y una forma o forma específica. Dan cuatro alas al alma vegetativa. El número de alas de los ángeles no está restringido, sinó que corresponde a los diversos tipos de influencia que poseen. Es por esta razón que el Mensajero de Allah ha relatado que vio a Gabriel con seiscientas alas en la noche del mir'aj; También se informa que "Gabriel se baña por la mañana y por la noche en el río de la vida, sacudiendo el exceso de agua de sus alas al emerger; luego Allah creó innumerables ángeles a partir de estas gotas". Allah se refiere a estas numerosas alas cuando dice al final de la aleya: "Él aumenta en la creación lo que le place; seguramente Allah tiene poder sobre todas las cosas". Estas palabras también demuestran que tal cosa es posible y que Allah es capaz de hacerlo.

Hasta éste punto, hemos estudiado cómo la persona que ora comparte con la totalidad de la creación cada vez que realiza una oración. La forma en que la persona que ora comparte con lo Real en todos los aspectos puede verse al considerar el hadiz, relatado por el Profeta, quien a su vez lo relata de Allah, que dice: 'He dividido la oración entre Mi y Mi siervo..; la mitad es para mí y la otra mitad es para mi siervo, y mi siervo recibe todo lo que pide. Cuando el siervo dice: "En nombre del Compasivo, el Misericordioso", Allah dice: Yo (también) alabo a Mi suervo. Cuando el siervo dice: "La alabanza pertenece a Allah, el Señor de los mundos", Allah dice: "Mi siervo me ha alabado". Cuando el siervo dice "el Compasivo, el Misericordioso", Allah dice: "Mi siervo me ha exaltado". Cuando el siervo dice "Amo del Día del Juicio", Allah dice: "Delego la gestión de los asuntos a Mi siervo". Cuando el siervo dice: "A ti te servimos y a ti te suplicamos ayuda", Allah dice: "Esto es entre mí y mi siervo". Cuando el siervo dice: "Mantennos en el camino correcto ..", entonces Allah dice: "Esto es para Mi siervo y Mi siervo tendrá lo que pide".

Uno de los gnósticos ha expresado la misma noción; lo mencionaremos aquí para ampliar nuestra visión y estimular nuestro interés sobre éste asunto. El deseo mutuo y la armonía que existe entre el alma y el cuerpo requiere el ascenso de la forma corporal al alma y el descenso de la forma espiritual al cuerpo. La reflexión sobre el significado de las gnosis y las realidades espirituales, la mención del Amado, la percepción de Sus atributos de belleza y majestad y el testimonio de Su inmensidad y resplandor hacen que el cuerpo se estremezca por la fuerza de sus sentimientos y el temblor de sus miembros. Del mismo modo, la mención del enemigo, de las estratagemas que emplea para sus fines perversos que son aborrecidos por el alma, despierta la ira, enrojece la cara y los ojos, hincha las venas y hace que el cuerpo se caliente y tenga movimientos para descoordinarse.

Pero la sumisión de los miembros, la humildad del cuerpo, la protección y purificación de este último de cualquier influencia maligna, el recuerdo, la glorificación y la alabanza de Allah en la lengua, la armonía de lo interior con lo exterior por medio de la intención de uno, la evitación de los placeres de los sentidos, el recuerdo de los estados del reino angélico y el dominio del poder, el acercamiento de la forma corporal a estos dos reinos y al más íntimo de los siervos justos de Allah, causa el ascenso del corazón y el espíritu a la Presencia de la Santidad, un acercamiento a lo Real, una imbución del mundo de las luces, el logro de la gnosis y realidades espirituales y el sustento del reino angélico (malakut) y el dominio del poder (jabarut).

Así, la oración se establece como una forma de adoración que engloba las posturas de sumisión y humildad; el malestar y las penurias de los miembros debidamente distanciados y purificados del mal, la determinación de acercarse a Él, la sinceridad de la intención, los actos de recuerdo que evocan sus bendiciones, que lo glorifican y ensalzan de una manera acorde con su presencia, la extrema humillación ante su poder y la reverencia a su mandato y juicio son parte de la oración.

Esta oración se repite día y noche el mismo número de veces que los cinco sentidos. Estos sentidos son el medio por el cual el alma del hombre percibe los diversos estados del mundo y de las tinieblas; son un medio de salida de lo Real al mundo de la humillación. Por estos sentidos, el alma logra entrar a las formas de oscuridad que se entiende que existe en el nivel material de los estados corporales básicos, las impurezas y los modos siempre cambiantes; por ellos el corazón se oscurece y se contamina y se vela del mundo de la luz. Se vuelve confuso, (pero el corazón es consciente) y percibe la generalidad de las cosas y lo aleja de la percepción de las partes. Este despertar es como el surgimiento del amanecer del significado interior por medio de la luz del sol del espíritu y su regreso al horizonte oriental.

El tiempo de la oración de la mañana es el punto de unión entre la noche y el día: consiste en dos ciclos de oración relacionados con el espíritu y el cuerpo, así como el hombre antes de la pubertad era una entidad, un cuerpo natural se convierte ahora en dos con la apariencia del intelecto.

El principio y la forma de esta oración tienen un orden específico: la posición en el primer ciclo simboliza el estado natural del hombre y la forma del alma racional, erguida entre los demás seres existentes; esto se afirma en las palabras de Allah: "Ciertamente, creamos al hombre a la mejor imagen. Entonces le damos el más bajo de los bajos".
La reverencia simboliza la posición del alma animal, ya que un animal está en un estado de reverencia. Y la llegada a la posición erguida nuevamente simboliza su transformación en otro tipo o clase de ser por medio de la luz de la racionalidad. Este otro tipo posee particularidades de rectitud y aspectos de perfección por los cuales se logra la armonía y adquiere características dignas de elogio; de esta manera se adquieren las cualidades de superioridad y excelencia propias del hombre. La postración simboliza el alma vegetativa; esto es así porque las plantas se encuentran en estado de postración. El significado de levantar la cabeza después de la postración se aclara a la luz de la descripción antes mencionada de la posición erguida y la inclinación. La segunda postración indica que esta alma en particular, a pesar de convertirse en una especie más noble en el hombre, y a pesar de ser superior al resto de las especies vegetales al levantarse de la tierra mineral, contribuyendo a la producción de los cuatro humores, no alcanza un grado más alto que éste; más bien permanece en su propio estado, carente de percepción y voluntad, y sólo se ocupa de aquellas actividades que le son naturales como planta.

La posición en el segundo ciclo simboliza el mundo del intelecto y su entrada al camino del jabarut (el dominio del poder) por la perfección del despojarse de la alteridad obtenida por un proceso de razonamiento. En cuanto a la inclinación de esta alma, representa su entrada al camino del malakut (el reino angelical); esto se obtiene alejándose del deseo sexual, la ira y cualquier influencia de los aspectos inferiores del alma. La elevación de esta alma a la posición de estar erguido indica un aumento en su rango, por su disposición a recibir la santidad (wilayah) y la perfección de la gnosis. En cuanto a la postración de esta alma, simboliza la nobleza de las almas vegetativas junto con sus formas corporales, a lo que Allah se refiere cuando dice: "Y las hierbas y los árboles lo adoran".

El sentarse después de la postración es como lo hemos descrito anteriormente. El regreso a la posición de postración simboliza la permanencia en el estado en el que ejerce influencia sobre el mundo corporal; también simboliza el movimiento de esta alma, en su nobleza, hacia este mundo particular. El dicho de la shahadah (presenciar que Allah es Uno y que Muhammad es Su Mensajero) simboliza la llegada del alma a través de esta verdadera adoración al estado de presenciar, (es decir), percepción y conciencia de lo que está contenido en los dos mundos. También simboliza la llegada final a una posición de intimidad y establecimiento en aquello a lo que se llega; es el estado de cumplir su deseo siendo obediente al Profeta; es la estación asociada con las palabras, (Que la paz, la misericordia y las bendiciones sean contigo, oh Profeta; y la paz sea con nosotros y con los justos siervos de Allah). La paz a la que se hace referencia aquí es un desbordamiento de Allah que emana y sostiene el mundo de la santidad; llega a estas almas cuando se despojan de la imperfección y la enfermedad y se visten con las perfecciones del carácter del atributo divino. A través de estas emanaciones, estas almas se convierten en manifestaciones de uno de Sus Nombres de acuerdo con la capacidad de cada uno.

Es en éste punto, en que las palabras del gnóstico llegan a su fin, que Allah santifique y purifique su espíritu y la luz de su tumba. Demuestran su logro de la perfección total y su posición de develación de tal manera que fue capaz de descubrir los secretos de la oración. De este modo, ha transmitido estas realidades de desvelamiento y sutilezas de la experiencia física "probada" a las generaciones que vivieron después de él. Fue así por medio de él y de otros como él de entre los perfeccionados y los polos espirituales que estos secretos se hicieron manifiestos y se levantó el velo que los rodeaba.

Hasta éste punto, hemos estado considerando la sabiduría detrás de las diversas condiciones y etapas de la oración. Consideraremos ahora la oración en relación con el ayuno y, en particular, la posición de la persona que ora, que en efecto entra en el mismo estado que la persona que está ayunando. Consideraremos también el resto de los actos de adoración antes mencionados. Haremos esto incluyéndolos en una explicación general de por qué la oración tiene prioridad y se prefiere sobre todos los demás actos de adoración; también los incluiremos en nuestra explicación de por qué los actos de adoración, que son las ramas del Islam, son cinco en número. Esto requiere el establecimiento de otro método de clasificación que contenga y defina de manera específica todos estos puntos.

Assalamo aleikum. 

PD. Fd. Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 

ARTÍCULOS RELACIONADOS:
-Las posiciones en la oración. 

lunes, 31 de mayo de 2021

EL INTERIOR DE LA PALABRA.

..Luego él pronunció una frase que también la dijo Isa (Jesús) (PyB) y Muhammad (s.a.w.s); porque está atribuida por la escritura divina; y Muhammad, (s.a.w.s), porque la pronunció en cierta ocasión y la recitó una noche entera, sin pasar a otra cosa, hasta levantarse el alba: "Si Tú les castigas, ellos son Tus servidores; y si Tú les perdonas, eres Tú el Poderoso, el Prudente".

Allah dictaminó entonces: "Ese mismo día, que es un día en el que los justos ganarán en su justicia; los jardines regados por los ríos serán su morada perpetua. Allah será satisfecho de ellos y ellos serán satisfechos de Allah. Este es el gran triunfo". Además, hay un versículo en el Corán en el que Allah dice: "Nos hicimos del hijo de María y de su madre (o sea de la madre de Jesús) un signo. Nos les dimos como morada un lugar elevado tranquilo y abundante en fuentes" (Sura 23 Los creyentes, verso 50).
Estas son las dos paradojas fundamentales que caracterizan toda espiritualidad abrahámica de la cuarta dimensión, y proceden de la aceptación del tiempo (la historia, la vida, el movimiento, el cambio, el progreso, el avance, la epéctasis, etc.) como sagrado, de acuerdo con el hadiz. Por lo que respecta a "desde Él y hacia Él", estos dos conceptos pueden ser (los paradigmas de la "creación") y se pueden incluir: pero no es la creación de un dios que crea una ilusión o de un dios que crea por necesidad, de modo que cualquier realidad creada es o bien un desbordamiento y una progresiva degradación del ser o bien una consecuencia terminal del descenso por una u otra serie arbitraria de inteligencias subordinadas.
Sin embargo, ninguno de estos paradigmas, (aunque sean ingeniosos), es esencialmente paradójico, aunque todos sean enigmáticos, ninguno es compatible con el Evangelio, el Corán, o la Torah por mucho que a veces hayan preocupado, o seducido e incluso capturando la imaginación de algunos escritores judíos, cristianos y musulmanes.

Abu Bakr, (el primer califa), ya había indicado esta "autenticidad" de la paradoja cuando dijo (como Ibn al-Arabi nos recuerda tan a menudo): "La incapacidad para lograr la comprensión es en sí misma una comprensión". La "búsqueda de Allah", es igualmente un incesante "encontrar mediante un no encontrar".

Ibn al-Arabi escribe como sufí, y de hecho como "un gran-sufi", como uno de los Amigos de Allah (consciente de que Abraham es el amigo de Allah), que son la Gente del Reproche (malamiyya) los que poseen la plenitud de la sabiduría, y cuyo recuerdo de Allah es constante, incluso cuando "andan por el mercado y hablan con la gente.. o/a solas con Allah, arraigados firmemente, sin que su servidumbre y humildad vacile ni un sólo instante".
En eso, cumplen el mandato del (Deuteronomio, 6:6-9): "Amarás al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas... Estas palabras estarán escritas en tú corazón y las repetirás estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuanto te levantes". 

Cuando estudié la superficialidad de las "Religiones comparadas" limitadas a las exterioridades (las subsconscientes al igual que las conscientes), "espiritualidades comparadas", fue útil esa moderna expresión, aunque también se está viendo degradada como parte de ese proceso en circunvalación que ahora conduce hacia la preocupación académica epistolar por la facilidad con que se establecen comparaciones entre los textos, sin importar si es pequeña o grande la divergencia cultural en el tiempo o el espacio que exista entre ellos. El problema es, en parte, el del nivel en que se deben hacer las comparaciones: entre lo que es contemplado y la expresión de esa contemplación en palabras, imágenes, vida y cultura. Aunque, como decía un sabio, el corazón de la mente tiene que ser circuncidado, desnudo o descubierto pero créeme, es igual en todas partes: y necesita ser buscado. Toda conciencia de ésta "igualdad" está arraigada, por supuesto, en la Gente de la Reflexión y el Estudio, en la gente limitada al tamal, manzar y kalam, (por lo menos), en tanto,  que los que son también contemplativos se llaman la Gente del Descubrimiento o Verificadores.
Dos son los modos de adquirir conocimiento: o bien por reflexión (tamal) o bien por donación (wahb), que... más allá del estado de razón... no tiene cabida en las ciencias del Profeta (s.a.w.s) y del amigo de Allah. "Dos caminos conducen a Allah, y no hay un tercer camino". Mi llamado se centró en el segundo camino, aunque ésta sea precisamente la ruta de los humildes, en la que ha surgido la crisis metodológica que está siendo encontrada por los eruditos cuando se ocupan de cualquier metafísico contemplativo que les obliga a dar un paso más allá de la protección de los recintos académicos, y presentar el "significado" (ma'nà), y no sólo la "forma" (sura). Dicen que se les escapa a la comprensión de las mentes académicas, ya que el fluir del qalb debe siempre eludir las cadenas del 'aql, y la ciencia de los cuerpos (ilm al-abdan) no puede abarcar la "ciencia de la religión" (ilm al-adyan). Tal vez, al físico le falta la capacidad del metafísico.. (los físicos nucleares, al adquirir conciencia de esto, a menudo hacen intentos de aficionado para remediar lo que ellos ven como un defecto, desde dentro de ese mismo campo de estudio). De igual modo, al metafísico (como tal) le falta la capacidad del contemplativo.

Allí donde las metodologías académicas quedan excluidas, ipso-facto aparece un enfoque más institucional que puede ser más fácilmente tolerado, para establecer tan brevemente como sea posible una terminología adecuada, para debatir la doble paradoja (la del "desde" y la del "hacia") en su mapa espiritual donde (por citar una frase: "todas las calles van en dos locas direcciones a la vez".  
Algo común a Ibn al-Arabi (y a ciertas tradiciones) han enraizado y se han valorado desde hace algún tiempo como un auténtico intérprete de los profetas y usando su propia transformación sobre los términos instrumentales; (y no los de un platonista que explota las Sagradas Escrituras) es esencial ver cómo el "segundo camino" viene hacia él a manifestarse el desde él, aun cuando ontológicamente este último sea anterior al primero, y así la búsqueda de Allah no será nunca un viaje a algún lugar donde Allah pueda ser "encontrado", sinó un viaje que se adentra en Allah, con un itinerario puesto en que Allah está siempre presente tanto en quien lo busca como en cada acto por medio del cual se busca: "Antes de que me llames, ya estoy ahí".

La búsqueda de Allah, dura toda nuestra vida, es el núcleo de la regla, la cual exige del maestro que compruebe respecto de cada recién llegado, si de verdad busca a Allah. Toda cofradía es el corazón de la mente (como debe ser para cada sufí) el lugar de una abrahámica emigración, un viaje al haqq. El escenario descrito con magistral destreza por el Shaykh.. es el mismo escenario descrito, por otros anteriormente, y sin embargo, cada una de sus descripciones, al igual que la de Ibn al-Arabi, ha aportado algo precioso y original que permite diferenciarlas: no trataré aquí de analizar la individualidad del Shaykh al-Akbar, pues no puede ser útilmente valorada antes de que se aprecie con esa familiaridad, y solamente la apreciación puede preparar a la mente occidental para el retorno de las enseñanzas del Shaykh a una Europa que puede esperarlo confiadamente.

A lo largo de los cuatro recorridos (afuera, adentro, arriba y de nuevo afuera) la mente primero considera las cosas y discurre a partir de ellas hasta encontrar su causa mediante la lógica racional, hasta que es llevada a percatarse de que ella misma es no sólo una parte del Universo, sinó que es para sí misma la parte más privilegiada: "Viajando en busca de signos... uno no encuentra otra prueba de la existencia de su Creador que la propia posibilidad de uno mismo". Volviéndose hacia sí misma, deja de lado las cosas externas que afectan a los sentidos, y entonces se despoja de todas sus imágenes interiores de las cosas exteriores, y llega a ver que la mente desnuda, (en tanto que sujeto), no puede nunca ser el objeto de su propio conocimiento, puesto que, en cada intento de la mente para captar a la mente, capta sólo lo que ya pertenece al pasado, y de esa manera llega a ver que, a través de su propio conocimiento de sí misma como incognoscible para sí misma, la mente no es otra cosa que la mera (aunque luminosa) posibilidad de conocer, y que el ente luminoso que tiene como posibilidad luminosa, avance hacia él desde el futuro hasta el presente, que es siempre el preciso instante del tiempo cero en el cual es aniquilado en el pasado. Nosotros recibimos verdaderamente un ser luminoso, pero lo retenemos durante un tiempo cero en una fase intermedia entre el futuro y el pasado, entre el será y el fue, que no deja el más mínimo resquicio para el Es o Soy. Sólo el ser luminoso no-recibido puede decir YO SOY, puesto que SOLO EL ES, como Le reveló a Moisés con la Zarza Ardiente (ella misma es un símbolo de epéctasis:
"YO SOY..." enviado a ti, tú diles que EL ES enviado a mí.

Ahora el tercer viaje de la mente se convierte en su propia epéctasis de la tensión continua en dirección a Allah o Ente Luminoso, aunque es Allah quien está avanzando continuamente hacia ella. La mente en tanto que mera (e inmutable) posibilidad de recibir el ser luminoso avanza desde el pasado hacia el futuro, pero el ente luminoso que ésta recibe se mueve del futuro hacia el pasado: los dos se juntan incesantemente en el "ahora" o influencia del tiempo cero fuera del cual nunca damos un paso, y acerca del cual muchos dijeron mentiras "fuera de la competencia de la física". Manteniendo la conciencia de esto en el cuarto viaje de vuelta al mercado, vemos todas las cosas reflejadas en nuestra propia composición de posibilidad y ente luminoso.

Allah o Ente Luminoso, stans de la eternidad sin futuro ni pasado, se conoce necesariamente a sí mismo, y necesariamente es su propio conocimiento de sí mismo (El conoce las cosas a través de su propio conocimiento de Sí mismo y Su yo es Su conocimiento). Del mismo modo que Él es también su propia auto-revelación de sí mismo en el primer nivel de autorrevelación. En éste auto-conocimiento y auto-revelación el teólogo tiene que reconocer el eterno "Logos" que es Su propio conocimiento de Sí mismo, ya que es su propia auto-revelación de Sí mismo y para Sí mismo) con alguna precaución. Si esta distinción la defiende Ibn al-Arabi, ella representaría una contribución importante para la teología y sería la contribución más importante que podría hacer a los estudios akbaríes en el más amplio orden. En términos humanos para nuestras relaciones humanas (lo conocido) cabe en (conocedor), pero lo conocido (lo revelador) cabe en conocedor (aquello a lo que es revelado). Al ser su propio conocimiento de Sí mismo, y al ser, un auto-regalo para Sí mismo, su propia auto-revelación es para Sí mismo, (estas dos relaciones, aunque en realidad distintas), y a causa de esa distinción real, son una afirmación del tawhid, (Unidad) y una total exclusión de cualquier forma de triteísmo.

Conociéndose a sí mismo, se conoce la verdad de todas y cada una de las posibilidades de recibir la propia auto-donación divina del Sí mismo, siempre que Allah quiera darse a Sí mismo a esa posibilidad en tanto que su realización en el tiempo, mediante las divinas y no creadas energías de los Nombres Divinos. 

La verdad de esas posibilidades que reciben la realización mediante la orden creativa es conocida con el conocimiento de la visión contemplativa, y la verdad de las que no la reciben es conocida por el conocimiento de la simple comprensión.

Las posibilidades no existen, pero su verdad existe y es esta verdad (que es su propia verdad) la que Allah, al-Haqq, conoce al ser su propio conocimiento de Sí mismo. En consecuencia, todas las cosas a excepción de Allah no son "seres", sinó "devenir": y todas son verdaderas posibilidades que realmente reciben como su propia realidad (por medio de la cual son actualizadas) la auto-donación de Allah en cada una según su capacidad: la Naturaleza posee la recepción y lo Real posee la donación (wahb). Las cosas que reciben la auto-donación del Ente luminoso son de ese modo todas inteligibles (podemos conocerlas y las distintas ciencias son posibles). Sin embargo, únicamente el humano la recibe luminosamente, y es por ello inteligente. A excepción de Allah todas las cosas son "otras", porque sólo en Allah se identifican la esencia y la existencia (la esencia de Allah es Ser, existir; la naturaleza del ente luminoso es ser luminosamente) y ningún devenir puede llegar a ser el No-devenido. De ahí que todo sea "él y no-él" (huwa la huwa), pero sólo el ser humano avanza mediante epéctasis tanto en ésta vida como en la otra: buscamos "el aumento y la donación en éste mundo y en el otro".  

En su centro (donde está "consigo" misma, es decir, donde es "espíritu") qalb permanece en reposo (igual que la parte central de una rueda, que permanece en reposo independientemente de que la rueda gire o no), y el tiempo coincide perpetua e inmediatamente con el stans en la eternidad. Aunque el qalb pueda parecer inactivo, el acto de recibir la auto-donación de Allah (la recepción de la "sabiduría") según la terminología, es una incesante recepción, tanto de la generación eterna del conocimiento que Allah tiene de Sí mismo de que Él Es, como de la eterna procesión de la auto-revelación de Allah a Sí mismo de que Él Es) en la actividad más alta y es lo que específicamente constituye la actividad de la contemplación mantenida por los sufíes naturalmente y sin esfuerzo.

Mantener la memoria perpetúa de Allah (de nuestra nada o "posibilidad", esa "única prueba de la existencia del Hacedor de uno") es en sí una posibilidad a causa del continuom que permite la paradoja de la estabilidad interna de conversión, la paradoja de Nisa dice: que las mentes (al mismo tiempo son talwin y tamkin (1), así la paradoja nunca se escapa a la física.

En ocasiones el Shaykh parece hablar del AHORA como de la "duración más pequeña" en el cosmos, de manera que se puede decir que las cosas "permanecen" mientras tienen una duración en el momento de su existencia y llegan a su plazo en el segundo momento del tiempo de su existencia.. ésta es una posición  mantenida por pocos y salvada por los Compañeros del Descubrimiento,  Verificada entre nosotros (los contemplativos) y por algunos de entre los teólogos.
El término como "mudda" para períodos de tiempo muy breves (no puede tener el período de tiempo más pequeño, puesto que los períodos son divisibles hasta el infinito) es útil para describir cómo la mente sólo aprende de la mente de hace un "momento", aunque se puede llamar a tal "momento" un femto= fs (1 x 1E-15 segundos) o un atto= as (1 x 10-¹8 segundos).

El Shaykh habla del "instante indivisible" del tiempo cero (fuera del cual no se puede salir): "Las formas, en el mismo hecho (fi-nafs al-amr), sufren una transmutación (istiḥāla (2) en cada instante indivisible".  Puede ser una ventaja que dispongamos de una distinción clara entre instante y momento en nuestra lengua, o como en el francés, pero algunos textos parece que evaden con éxito cualquier ambigüedad que puede estar escondida en la rica variedad de los términos árabes referidos al tiempo. El cosmos nunca está fijo en un mismo estado durante un momento, puesto que Allah está creándolo constantemente. Y también: (Ver el versículo).. " Siempre está ocupado en algo" (Corán 55:29), y de ahí resurge el instante indivisible. Y Allah llamó al instante indivisible "día" porque siempre hay alguna tarea que realizar en él.
Se diferencia el uno del otro igual que el infinito privativo se diferencia del infinito negativo, y se diferencian porque ningún devenir puede llegar a ser lo No-devenido. Puesto que ambos están en coincidencia constantemente, "desde él" (la creación continua) es necesariamente coincidente con el "hacia él" (la epéctasis es: avance, escalada; taqlid, taqallub, taraqqâ (3). Allah no precisa de ningún camino para descender hasta nosotros (Él es El Cercano), pero nuestro camino hacia Él es la interminable via eterna del avance incesante hacia Él (Él es El Distante), ya que "Él está con nosotros, nosotros no estamos con Él". Aquí está la paradoja que puede incluso velarse en una perogrullada: El nivel que hemos alcanzado en nuestro éxito desde Él es necesariamente el nivel que alcanzamos en nuestro rédito hacia Él.
En cuanto "desde él" es todavía creación (siempre nueva), pero en tanto que "a él" es la Nueva Creación, dice: ("Mira, estoy haciendo nuevas todas las cosas".. (Revelación, 21:1-5); en cuanto "desde él" es imagen, en tanto que "a él" es semejanza.

Si se pudiera estar un poco más seguro sobre el desarrollo de las ideas del Shaykh, resultaría valioso confirmar si, como a veces he sospechado, de que su consciencia sobre la doble paradoja comenzó con una total claridad en cuanto al "desde él" expresado, por ejemplo, como huwa la huwa, y que la paradoja del avance "hacia él" fue una clarificación subsiguiente de esa claridad anterior. Si esto es así, debió ser antes de que debatiera el "avance" de los sufíes fallecidos, y antes del Libro de las Teofanías, y por tanto no después del año 1209 en Aleppo. Lo asombroso es que siempre está avanzando, aunque él no sea consciente de ello.

La paradoja de la creación continua, aunque aclarada por la contemplación posterior (y accesible en las Dos Verdades) que forman una paradoja accesible, como tal, incluso a la mente en calidad de aql, puesto que mira tanto al 
exterior con el fin de captar las cosas, como al interior con el fin de captar su propia invisibilidad para sí misma; la paradoja de la epéctasis requiere una fuga de retirada desde el aql hasta dentro del qalb antes de que el viaje de la mente pueda ser emprendido.

Con Ibn al-Arabi la paradoja de la creación continua adquiere su claridad a partir del concepto de posibilidad; sin embargo la paradoja de la posibilidad adquiere su claridad a partir del qalb preconceptual o corazón (en apertura).. las funciones del qalb y del modo como posibilidad de concepto y posibilidad del acto, son fundamentalmente la paradoja de la doble paradoja que es la posibilidad que debe ser en sí misma posible.

Assalamo aleikum. 

PD. Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 

_____________________________
(1)Talwin «cambio de aspecto».
El desplazamiento del siervo de un estado a otro. Para la mayoría [de los que utilizan el término] representa una etapa incompleta. Para nosotros, es el más perfecto de los estados. En él, el estado del siervo es el estado que dice el Más Alto: "Siempre está ocupado en algo" (Corán 55:29).
Tamkin «consolidación, estabilidad»>. Para nosotros, significa estabilización del talwin.
Se llama así al estado de aquéllos que han llegado (ahl al-wusul).

(2) istiḥāla= Se refiere a la transformación de impurezas en purezas. Por ejemplo, cambios en la esencia y características, en procesos como la combustión, fermentación, filtración, o mezclando impurezas con una pureza.

(3)Taqlid). Siguiendo la autoridad. El hombre solo debe seguir la Autoridad de Allah. Los Verificadores, que son la categoría más alta de los amigos de Allah, han verificado el conocimiento adquirido al seguir la Autoridad de Allah.
Taqallub). Fluctuación o alteración, transformación o cambio. El corazón (qalb) es lo que fluctúa constantemente, sufriendo transformaciones interminables, y es el corazón que contiene a Allah.  
Manteniendo la vigilancia sobre sus corazones, los conocedores han llegado a saber que Allah es Incognoscible.
Taraqqa). El ascenso progresivo a través de los estados, estaciones y conocimientos espirituales.

sábado, 29 de mayo de 2021

MÁXIMAS DEL DISCÍPULO.

Bismillah ar Rahman ar Rahim.

Allah ta'ala prueba al discípulo en toda su Jornada Espiritual con la experiencia de su vida cotidiana ordinaria, y no en grandes ceremonias de Iniciación ni en el plano astral, eso sólo son símbolos de la realidad. Cuanto más cerca esté el discípulo de la meta, más se verá rodeado por las dificultades; estas son pruebas necesarias para su propia seguridad, ya que antes de que pueda seguir adelante, debe poder sostenerse poniendo su propia nota sin vibrar con los sonidos que lo rodean, por muy fuertes que puedan llamar; debe sostenerlo clara y firmemente, porque de ahora en adelante debe ser capaz de responder a las vibraciones superiores que se escuchan en silencio, y al escuchar en silencio puede emitir un sonido. Este silencio solo se puede obtener eliminando todos los sonidos que no están en vibración armoniosa; pero como vive en un mundo lleno de todo tipo de vibraciones, tanto armónicas como inarmónicas, debe saber cómo hacer esto sin sentirse abrumado por ellas, y no ser zarandeado de aquí para allá en el océano de vibraciones.

La clave es escuchar la nota de Celestial, y cuando pueda escuchar esto a través de todas las discordias que lo rodean por todos lados, habrá dominado el océano y podrá navegar con su Maestro.
Durante la etapa de prueba, el alumno puede seguir su propia luz y puede comparar muchas líneas de desarrollo en su beneficio; pero directamente, si se convierte en un Discípulo aceptado de cualquier Maestro, debe, durante el tiempo del Discipulado, darle a ese Maestro una confianza absoluta, hasta el punto de renunciar a veces a la propia voluntad personal; Sin embargo, debe entenderse claramente que esto debe ser una entrega voluntaria, ya que aquí no puede existir ninguna coacción, y nadie debe aceptar como Guía Espiritual a alguien a quien no pueda dar esa confianza. Hay lugares en el camino espiritual donde el discípulo debe caminar con los ojos vendados; y la confianza de la Guía es una necesidad; pero esto es para la protección y seguridad del Discípulo, no para la glorificación del Guía; ningún Maestro Espiritual verdadero desea, o aceptaría, devoción u homenaje para sí mismo, sino solo para Allah, a quien pertenece todo hombre. La fe y la confianza en el Guía son los únicos medios por los que el Discípulo puede alcanzar las alturas y alcanzar el deseo de su alma; hay muchos miles en éste camino que han recorrido la mitad pero no pueden avanzar más porque no pueden dar toda la confianza, nunca alcanzarán la meta hasta que puedan hacerlo, aunque pueden recorrer un largo camino; los Guías entienden y nunca llevarían a un Discípulo más lejos de lo que él deseaba; No podrían ni aunque quisieran, porque la fe y la confianza necesarias (en ésta etapa del viaje) deben ser espontáneas y no pueden ser forzadas, saben que los ojos de tales Discípulos aún no están completamente abiertos, y con infinita paciencia aguardan la revelación completa. 
Mientras el Discípulo se identifica con su personalidad, nunca podrá avanzar por el camino espiritual; en esta etapa del viaje debe ser libre para satisfacer los reclamos de su alma y cumplir con los deberes que el alma le demande, no desviándose continuamente para satisfacer los reclamos de la personalidad, aunque, por supuesto, estos deberes deben ser cumplidos y las deudas incurridas deben ser pagadas, deben liquidarse definitivamente antes de que se pueda hacer un avance real, de lo contrario, no hay lugar para el retorno. Para un progreso real a través de todas las dificultades que afectan a la personalidad (prácticamente la totalidad de la vida diaria en el mundo) hay un solo corazón fijo y, manténgalo en Allah; no solo con los pensamientos, sinó con el corazón, el amor más grande del que es capaz el corazón debe estar allí "Porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón", sólo entonces cada pensamiento volará hacia Allah como paloma mensajera para descansar, y solo cuando Allah es deseado por encima de todo en la vida, las dificultades de la vida dejarán de obstaculizar el progreso del discípulo. Nadie ha visto a Allah, pero es a través de la puerta del Maestro que se realizará el amor y el deseo por Allah.
Todo debe regresar a Allah, y no puede hacerlo de ningún otro modo. Tan pronto como se inicia el viaje de regreso, surgen muchas y variadas dificultades en la vida humana de tal alma. El Discípulo puede, en el momento de su realización, estar en un camino paralelo en lugar del suyo; esto significaría muchos cambios en la vida exterior, tales cambios son inevitables, ya que en esta etapa se da cuenta plenamente en su propio ser y de que cada uno debe recorrer su propio camino. Hasta que comience el viaje de regreso, no tiene mucha consecuencia qué camino esté siguiendo el Discípulo, y muchos pueden atraerlo hasta que llegue ese momento, pero cuando lo hace, él lo sabe. Otra dificultad son los amigos y compañeros hechos por el Discípulo en las diversas formas que pudo haber obtenido. A menos que ellos también lleguen a la etapa del regreso simultáneo (lo que ocurre muy raramente) el camino a veces está sembrado de amistades rotas, que es causa de mucho sufrimiento; porque nunca será comprendido excepto por aquellos que han alcanzado la misma etapa del desarrollo. Sin embargo, recuerde el discípulo que es imposible que un alma dañe a otra a menos que haya un deseo de dañar; la acción sin motivo no es nada, y el deseo es la única fuerza que realmente puede afectar a otros.

Cada alma pertenece a Allah, y Su ayuda es la única ayuda que necesita cualquier ser humano, por muy necesaria que le parezca a otro, en realidad solo Allah es necesario. Tratar de tomar un lugar que no te pertenece puede obstaculizar en lugar de ayudar al progreso de esa vida. Allah es muy capaz de cuidar a todos a su manera y usa cada golpe del destino para abrir una puerta por la cual su amor y su luz puedan ser alcanzarlos.
Se necesita poco para el desarrollo espiritual; solo Allah es necesario.
Cada vida tiene un lugar y un propósito, y hasta que un hombre no lo encuentre, no podrá progresar. Muy a menudo, cuando un discípulo comienza a caminar por el Sendero, encontrará que su propia gente, a veces los más cercanos y queridos, de su propia casa incluso, se oponen amargamente a él, cuanto más religiosos sean, mayor será su oposición, y esto causa una gran contienda y mucho sufrimiento. Parece difícil de entender, y extraño, que aquellos que han caminado felices y juntos por la tierra, no deban también caminar juntos hacia Allah; esto siempre ha sido entendido por los Maestros de Sabiduría y hay muchos dichos relacionados con este tema.
¡Oh, creyentes! No sigáis a vuestros padres y hermanos si éstos prefieren la incredulidad en vez de la fe; quienes de vosotros lo hagan serán inicuos. [Corán 9:23].
Son versos duros y difíciles de entender e interpretar para algunos. Pero tienen un significado interno para aquellos que tienen oídos para escuchar; En la vida ordinaria del mundo, un hombre puede caminar al lado de otro en unidad y con muchos estar en desacuerdo, pero directamente, pone su pie en el camino espiritual y parece que se ha enfrentado a todo tipo de dificultades y obstáculos y se ha encontrado por eso en todo tipo de condiciones, buenas y malas, armoniosas e inarmoniosas, y para poder dominarlas o elevarse por encima de ellas, debe hacer la gestión de soltar lastre, si quiere seguir adelante.. hasta que nada tenga poder para moverlo u obstaculizarlo de seguir el propósito de su vida, ahora estará comenzando a regresar a la morada de su alma, y/a encontrar su propio lugar en ella; esto necesariamente causará una separación de todos aquellos que no están recorriendo el mismo camino de Retorno, porque hay muchos caminos, y aunque todos conducen a Allah (en última instancia) cada uno tiene su propio lugar y no todos hacen vibrar con la misma nota espiritual, hasta que el Todo completo se haga Armonía Divina. 
Cuando el discípulo está haciendo sonar su verdadera nota, como lo hace en el camino del Retorno, entonces solo puede vibrar en armonía con aquellos que pertenecen al mismo acorde vibratorio; con otros distintos habrá una discordia, porque nunca podrán ponerse de acuerdo sobre las verdades espirituales, aunque en los asuntos mundanos puedan hacerlo.
Esta Verdad (o mejor dicho) la incomprensión de ella ha sido causa de muchas tragedias y mucha persecución religiosa, porque todos creen que su camino es el único camino hacia Allah; así puede ser para él, pero no necesariamente para el otro. Cada hombre debe dar a los demás la libertad que reclama para sí mismo. "No existe coacción en la religión".

El discípulo debe esforzarse de continuo por vivir en el mundo. En realidad, no es más que una sombra de la vida real o interior, y sin esa vida interior nada podría existir.
Así como cambia la vida interior de un discípulo, también cambia su sombra, o su vida exterior, porque la sombra debe tomar la forma de la realidad que la causa.

"¿Cuándo está el palo torcido y la sombra recta?" (Al-Ghazzali).

“¿Dónde están quienes se querían por Mi Gloria? Hoy, los cubriré con Mi sombra, en el día en que no existe salvo Mi sombra” [Muslim].  

Cuando haya encontrado a Allah en su propio corazón, en su vida interior, también lo encontrará en la vida exterior, reflejado en cada ser y en cada cosa. Cuando esta verdad se realiza, (es decir), se hace realidad, entonces se soluciona todo el misterio de la vida en éste mundo y en el siguiente.

La razón por la que el hombre no puede comprender éste misterio es porque toma a la sombra por la realidad, y es como el gato que cruzaba un puente sobre un arroyo y se veía reflejado en el agua.. veía a otro más grande; lo quiso tocar y el reflejo desapareció. 

En las aguas de la ilusión todo se presenta así en la mente del hombre, las sombras se hacen aparecer más grandes e importantes que la realidad misma; y puede ver la sombra con sus ojos externos y le parece deseable, pero no puede ver la importancia de Aquello que crea la sombra porque su visión interior está cegada.

El discípulo sincero en el Camino de Allah entiende que donde hay luz también debe haber sombra, pero mientras el hombre mundano le da la espalda a la luz, para que la sombra esté siempre ante su vista, el hombre espiritual se enfrenta a la luz y/a la sombra que cae detrás de él, por lo que sus ojos se llenan de la visión de Allah, y para él la vida mundana no es más que la sombra de la realidad.

El Discípulo debe seguir adelante sin lamentar ni una sola vez mirar hacia atrás, y recordar que cada dolor, dificultad y cada gozo era una experiencia necesaria, para enseñar alguna lección que tenía que aprender antes de poder recorrer el camino que había elegido. Necesitará una gran fuerza, un gran valor y una gran fe, pero la recompensa es más de lo que ha entrado en el corazón del hombre para concebir, es el gozo del servicio, la plenitud del gozo, que nadie le puede quitar.

El Discípulo no puede recibir verdadera inspiración hasta que haya dejado de desear algo para sí mismo. Hasta entonces, todo lo que se recibe está siempre coloreado, más o menos, por la personalidad; cualquier recipiente que se le ofrezca al Maestro para que lo llene, primero debe estar vacío, y sólo entonces Él podrá llenarlo.

Cuando el corazón haya alcanzado el estado de perfecta quietud, que es el nivel de vibración más alta, y haya dejado de vibrar en el nivel de vibración de otro, entonces cada grito de la humanidad sufriente encontrará un eco allí, porque el corazón quieto o vacío estará lleno de Allah y sintonizado con Aquel sin cuyo conocimiento ni un pájaro cae al suelo; pero Allah los mantendrá firmes.

El Discípulo debe mantener los pies firmemente sobre el camino espiritual, y que no se desvíe ni a la derecha ni a la izquierda, no mirar ni antes ni después, sinó hacia adelante, y caminar con fe segura, manteniendo sus pensamientos siempre en Allah, entonces seguramente lo encontrará. El mejor camino es el del medio.
Solamente un Maestro puede recorrer con seguridad el camino del psiquismo, que es la Ilusión de las Ilusiones, un camino que conduce a un mundo lleno de peligros, engaños y falsas concepciones de ideas falsas; la advertencia debe darse siempre que sea posible, porque se ha levantado el velo entre los dos mundos, se ha hecho la demanda y debe cumplirse; pero para todos, excepto para los fuertes que están firmemente establecidos en el conocimiento de Allah, es una grave amenaza. El Discípulo no debe desear el desarrollo psíquico, sino sólo el conocimiento divino. Ésta es la única forma segura de progreso.
El Discípulo nunca debe dejar de buscar la tierra sin velo, pero manteniendo una salvaguarda, ya que todos los que entran a Su atmósfera quedarán paralizados, ya que serán quemados si se acercan demasiado.

El Mensajero de Allah (s.a.w.s) estará siempre cubierto con un velo, cubierta sobre cubierta, para que aquellos que realmente le están buscando puedan encontrarle. Cada alma debe encontrar por sí misma, lo que ningún hombre le puede mostrar a otro, porque Él es diferente y sin embargo, Él es solo Uno; porque ningún hombre puede enfocar sinó en la medida en que su vista espiritual pueda enfocarse mediante la contemplación. 

Los velos de la tierra son en cada momento de la vida física una represión continua para evitar que la luz dentro de Él cause ceguera a los que comienzan a despertar.
El Discípulo que refleja la Luz de la única manera en que la humanidad sufriente puede recibirla, debe permanecer inmóvil e inquebrantable por los gritos de la tierra.
Aquel que se convierta en un canal de Luz debe contentarse con no ser nada; para no ser mal entendido por un mundo que, oyendo no entiende, y viendo no percibe; porque nunca puede comprender lo que está más allá del alcance de su percepción.

Para la mayoría, el objetivo de la "bondad", es la incapacidad para ver la "veracidad".

A menos que todo el ser del Discípulo se vuelva hacia Allah, y no se refleje ninguna otra cosa en su corazón, el reflejo de Allah es borroso y la luz inestable y vacilante; cuán pocos son capaces de lograrlo así; no significa que el "reflector" se vuelva indiferente a los dolores de los demás, o sordo a sus gritos de ayuda, sinó que se da cuenta de que él mismo nunca podrá curar a los quebrantados de corazón, y que sólo Allah puede ayudarlos; él tambien se da cuenta de que para llegar al alma humana Allah requiere un canal, que debe estar perfectamente quieto y completamente vacío, para que Él lo llene consigo mismo, y por medio del Amor del Discípulo, vaciado de cualquier otra cosa, pueda Él mismo tocar a los afligidos, hablar palabras de paz y sanación para los quebrantados de corazón y alumbrar a los que se sientan en tinieblas.
Todo lo que el mundo cuenta como bueno debe perderse antes de encontrar a Allah.

La oración continua en labios de éste discípulo debe ser: "Dar al corazón, ¡oh Allah!, más Luz y la plenitud de alegría".

El Discípulo puede enfocar su corazón en el Corazón del Maestro, cuyo corazón a su vez está enfocado en las Almas Iluminadas detrás de él, y quienes nuevamente están en contacto con Seres Poderosos, él puede, (por el momento), ser un eslabón de esa gran Cadena que conduce, en un rayo de Luz ininterrumpido, al Trono; es un gran y maravilloso privilegio en verdad; convertirse en un eslabón permanente de esa cadena que no le está permitido a todo hombre lograr.

Lo primero que se necesita es que el enfoque del corazón debe ser absoluto, sin sombra de cambio, entonces, antes de que el alma pueda estar ante Allah, ambos deben convertirse en uno.

Los ojos deben estar cerrados al bien y al mal, y ver solo la Visión de Allah. Los oídos deben estar sordos al placer y al dolor, y escuchar solo la Voz de Allah. Los labios deben callar de alegría o de dolor, y pronunciar solo el Nombre de Allah.. y ningún otro corazón debe reflejarse en el corazón del Discípulo que reflejará a Allah.
Ninguna otra voz debe llegar a los oídos del discípulo que quiera escuchar la Voz de Allah.
Ningún otro nombre debe estar en los labios del Discípulo que pronunciará el Nombre de Allah. Todas estas cosas debe alcanzar el Discípulo antes de que pueda convertirse en un eslabón en la Cadena Divina de los Santos. 

Mientras la vida se mantenga, debe mantenerse, y los deberes deben cumplirse fielmente, pero los deberes son para la personalidad, es el ser más íntimo del hombre quien contempla la Visión de Allah, y antes de que el alma pueda ver, la personalidad debe estar perdida en Allah, y aquí está el misterio de los misterios, la gran paradoja de la vida: ¿se puede encontrar perdido - solo por lo que es que posee el que ha renunciado?.
¿El que sostiene es el que desata? ¿O sólo renunciando a la vida se obtiene el poder de mantener la vida?. 
El que ve el bien y el mal como Verdad, en verdad observa con una Visión abierta.
Cuando un alma ha elegido recorrer el camino espiritual y es aceptada como Discípulo por un Maestro Espiritual, tanto su razón como su corazón deben dar su consentimiento; en otras palabras, los aspectos positivos y negativos de su ser deben estar conectados con su Maestro.
El siguiente paso es unir estos dos aspectos en el cuerpo físico, para que se manifieste la Luz o Verdad espiritual.
El conocimiento del alma, que está en el fondo del corazón, debe salir a la superficie, para que se refleje en la mente y se irradie por todo el cuerpo.
Este proceso se repite en todos los planos del ser, pero debe comenzar en el físico; es un gran misterio y sólo se puede aprender muy gradualmente.

Cuando la unión tiene lugar en el plano espiritual, entonces todo conocimiento es como un libro abierto ante el alma. Pero el Discípulo debe comprender las leyes que gobiernan la energía potencial en su propio cuerpo y ser capaz de unir allí las fuerzas positivas y negativas, antes de que se le pueda confiar el conocimiento de su funcionamiento en los planos superiores de su ser.

"LA" es negativo pero es positivo para el hombre por su afirmación; esta es una de las lecciones más difíciles en el camino del desarrollo espiritual y solo puede sugerirse con palabras; el Discípulo debe meditar sobre ello y esforzarse por realizar el misterio dentro de su propio ser; se os pueden dar algunas palabras; pero son sólo cubiertas para la verdad que contienen, como la cáscara de una nuez es una cubierta para el grano que protege.
El "LA" negativo implica un vacío absoluto cuando el alma se vuelve hacia Allah; pero cuando se trata de hombres, debe dar la nota positiva y plenamente, debe darse cuenta de que está lleno de Allah y, por lo tanto, es capaz de reflejarlo a los demás; el alma que está llena, (no vacía), no puede recibir en sí ningún otro reflejo; cuando el Discípulo comprenderá plenamente esta verdad, el sabe que nunca podrá ayudar a otra alma humana si no es estando él mismo lleno de Allah, y que todos los que están en su atmósfera deben sentir a Allah; en la medida en que sean capaces de sintonizar su corazón con la nota positiva que así suena, podrán recibir la ayuda que necesitan. 

El discípulo en su camino por la vida entrará en contacto con todo tipo de personas que exigirán su simpatía; tanto para los buenos como para los malos, sentirá que tiene mucho que dar; pero: ¿Cuánto será capaz de mantener negativo y positivo para el hombre?, quienes buscan la Verdad encontrarán su ayuda y curación con su presencia, pues irradiará vida y luz; pero aquellos cuya única satisfacción consiste en atraer hacia sí la vida magnética de otro, se irán vacíos..  porque la actitud positiva les impide recibir satisfacción alguna; y mantener esta actitud es tan necesario para la protección de tales personas como para la del mismo Discípulo, ya que si permite a la fuerza que le acusa; será alejado de él por otro, y ese otro estará en grave peligro, ya que su naturaleza absorbente se multiplica por diez; por tanto, una gran responsabilidad recae sobre el discípulo así acusado.

Los ojos de quien quiera ser un Maestro espiritual siempre deben estar vueltos hacia adentro, hacia si mismo si quiere caminar con seguridad el Sendero hacia Allah y guiar a otros. El Sendero mismo está dentro, y es el Discípulo y nadie más quien da cada paso que debe dar a medida que avanza; es él mismo quien coloca cada obstáculo a su manera sobre el que le cuesta tanto dominarlo. Esta es una de las últimas y más difíciles de todas las lecciones que se aprenden en el camino espiritual y en esta etapa se necesita un Guía que pueda enseñar esta lección, que nada en todo el mundo puede afectar a un hombre para bien o para mal que no sea el resultado de su propio pensamiento; no hay nada más que pueda, y para el hombre que es capaz de controlar sus pensamientos, todas las cosas son posibles. La única forma en que el discípulo puede lograr esto con seguridad es permitir constantemente que sus pensamientos descansen en Allah y obtener el control de sí mismo diariamente, con la extracción de sus pensamientos de cualquier cosa que afecte a la vida personal, y así comunicándose con su propia alma en el silencio. Entonces oirá la Voz de Allah y verá con visión abierta la solución de todos los problemas de la vida.

El discípulo debería pensar en la vida en el mundo como un viaje que se emprende con el propósito de experimentar; por supuesto, en realidad el hombre viaja en círculo y al final llega al lugar de donde salió; más la esencia de su experiencia; lo que le permite proceder donde el pensamiento no puede seguirlo. La vida está llena de dificultades y peligros que hay que luchar y vencer, para que el hombre sea vencedor y dueño de su vida, pero son muchos los dolores y tragedias innecesarias que el hombre se hace a sí mismo; en cada experiencia que encuentra en el viaje de la vida está destinada a ser vivida y dejada atrás, los problemas comienzan cuando se da cuenta de que es solo un viajero y no debe detenerse, sinó continuar su viaje. Quizás encuentre una experiencia tan placentera que quiera vivirla una y otra vez, reteniéndola hasta tener que desprenderse de algún proceso doloroso; si el hombre pudiera comprender el significado de la vida, se daría cuenta de que está aquí para obtener el dominio, no para convertirse en un esclavo de la tierra. Mientras esté retenido por una sola experiencia de la vida, es un esclavo; directamente es capaz de dejar ir, de elevarse por encima de todas esas experiencias, y entonces es maestro y ha aprendido el verdadero propósito de su viaje; Para retener en sí mismo solo los resultados de la experiencia, las experiencias en sí están realmente muertas o desperdician materia directamente, la esencia se ha retirado y se ha convertido en una carga demasiado grande para que la lleve cualquier hombre, por lo que se ve obligado a retrasar su viaje hasta que de alguna manera su carga se vacia. Esto sucede muchas veces en la vida ya que siempre es difícil para el hombre recordar un dolor pasado cuando se encuentra en medio de alguna experiencia placentera, pues el placer actúa como un narcótico y llega hasta el olvido.

En el cuerpo físico se toma alimento para nutrir el cuerpo, que de otra manera no podría vivir, pero solo se retiene la esencia del mismo; el mismo proceso debe repetirse en los cuerpos materiales que pertenecen a la vida terrena, de lo contrario hay enfermedad o malestar. Allah nunca coloca cargas innecesarias o insoportables sobre el hombre, es el hombre mismo quien lo hace en su ignorancia del verdadero significado de la vida.

El Discípulo que quiera seguir los pasos de su Guía Espiritual, debe estar inconsciente de los pasos que sus pies están dando, debe estar consciente sólo de la meta; si se quedara a examinar cada paso del camino, ya fueran los que había pisado o los que estaban de frente a él, no podría ni por un momento permanecer de pie sobre el lugar al que había llegado. Esta etapa del viaje, cuando el Discípulo está pisando las huellas de su Guía puede compararse con un hombre que camina sobre una cuerda floja, solo puede caminar sobre ella con seguridad si todo su ser está consciente de su destino y sus ojos están fijos en el lugar al que desea llegar, si por un segundo su mirada se volviera hacia abajo, caería al suelo; sobre cualquier objeto que sus ojos estén fijos, ese objeto se alcanzará. El magnetismo de la mirada atrae el objeto contemplado, como un imán atrae una aguja si se gira en su dirección. Es muy necesario que un Discípulo en el Sendero Espiritual medite sobre esta enseñanza aplicada a la visión interior, y trate de comprender la importancia que los Místicos de todas las edades le han dado a la realización de la Presencia constante de Allah. Bienaventurado aquel cuyos pies pueden pisar las huellas de su Maestro, de cierto, que alcanzará la meta.

ÉL ES LA LUZ que guía al viajero por el Sendero Espiritual, en realidad, la luz que brilla desde su propia alma; cuando sus ojos interiores se abren, siempre verá esta luz ante él iluminando el camino que está recorriendo, y todos los que encuentra, y todo, animado o inanimado, se ilumina ante su vista. Al principio, el discípulo no comprende esta verdad; ve una luz, y porque ve, la sigue, hasta que se desconcierta al verla en tantos lugares, que antes eran para él tinieblas; esto le lleva por caminos extraños, y así se le revelan muchas verdades, porque todo aquello sobre lo que cae ésta luz revela su secreto al que está atento. Pero el Discípulo no se ha dado cuenta del misterio de la Luz de la Guía hasta que ha dejado de seguirlo fuera de sí mismo. Llega un momento en el desarrollo espiritual cuando el viajero hacia la meta cierra los ojos; y el significado de ésto es que no busca nada, ni siquiera la Luz de Orientación fuera de sí mismo. Cuando ha llegado a ésta etapa, sabe que la luz que tanto tiempo había estado ante su vista guiándolo por tantos caminos era sólo un reflejo de la Luz de Allah dentro de su propia alma, que se volvió hacia Allah, y así se enfocó en el Único.. en la Única Luz.

Assalamo aleikum. 

PD. Shaykh Ahmad Salah As Sufi. 

martes, 25 de mayo de 2021

LA TRANSFORMACIÓN PSICOLÓGICA DEL DHIKR.


LA TRANSFORMACIÓN PSICOLÓGICA DEL DHIKR. 

El dhikr es, en realidad, una fuerza progresiva ejercida por lo Nombrado en el corazón.
A un nivel psicológico el dhikr es un poderoso agente de transformación. Cada átomo de la creación canta Su nombre sin saberlo, y anhela volver a unirse a Él. El dhikr infunde luz.. una luz en la conciencia para éste recuerdo inconsciente. Le infunde el deseo consciente de los enamorados de recordar a su Amado. Conscientemente anhelamos volver a nuestro Hogar, para recorrer el camino.

El viaje de regreso al Hogar es un viaje hacia el vacío psicológico, lo que Jung denominó "individuación". La "individuación" es básicamente un proceso de desarrollo natural inmanente en todo organismo vivo. Es lo que hace que una semilla se transforme en un árbol, o que un gatito se convierta en un gato. Pero cuando conscientemente emprendemos el camino del sendero de la individuación, éste proceso se acelera de manera dinámica. Cooperamos conscientemente con el movimiento del Yo hacia el vacío.

El Yo, (no el ego), es el primer agente de transformación. El ego nos lleva hacia la separación, mientras que el Yo nos impulsa hacia el vacío. Repitiendo Su nombre, sintonizamos con la llamada del Yo para "volver a la raíz de la raíz de nuestro propio yo". El dhikr, cargado con la energía del Yo, opera en el inconsciente, desenredándonos y liberándonos de los complejos, mecanismos y condicionamientos. Un ejemplo es el efecto visible que puede tener el dhikr sobre el miedo o la ansiedad, sentimientos que a menudo acosan a los caminantes. El hecho de repetir Su nombre puede ayudar a disolver estos sentimientos y el control que tienen sobre nosotros.

En nuestros corazones estamos unidos al Amado. Este estado de unión es el vacío del Yo, que está enterrado profundamente en la inconciencia. Acordándonos de Su nombre, activamos la memoria del corazón, la memoria de nuestro estado de preexistencia de vacío. Esta memoria es una realidad dinámica interior, un arquetipo de transformación. Cuando sintonizamos conscientemente con éste arquetipo, permitimos que su energía penetre en cada uno de los rincones de nuestra psique, en cada uno de los átomos de nuestro ser. Gradualmente, el Yo revela su naturaleza, e incluso las células de nuestro cuerpo resuenan con la alegría de su recuerdo, como decía Abu Sa'id: "Cada uno de los átomos de mi cuerpo comenzó a exclamar: ¡Allâh! 
¡Allâh! ¡Allâh!"..
La repetición del nombre de su Amado invisible, que está tan cerca y, sin embargo, tan lejos, representa una profunda alegría para los enamorados. Cuando está cerca, es maravilloso poder agradercerLe la bendición de Su presencia, la dulzura de Su compañía. Cuando está ausente, el dhikr nos ayuda a soportar el anhelo y el dolor, ya que Le llamamos cada vez que respiramos. En momentos difíciles, Su nombre nos da seguridad y ayuda. Nos da fuerza, y puede ayudarnos para disolver los bloqueos que nos separan de Él. Cuando Le llamamos, Él está con nosotros, aunque nos sintamos solos con la carga de nuestros problemas.

Allah ama a aquéllos que Le aman. Se acuerda de los que Le recuerdan. El dhikr nos hace conscientes del vínculo que siempre tuvimos con Él, y de los profundos secretos de la verdadera Unión. El dhikr transporta el sello impreso en el corazón al mundo del tiempo, y también nos devuelve a Él. Gradualmente, comenzamos a tomar conciencia de la profundidad de nuestra conexión, del nexo y momento eterno de unión con Él, que siempre ha existido en nuestros corazones.

El nombre revela lo que nombra, y los que Le aman comienzan a comprender que no hay nada más que Él:
Allah hizo de Su nombre un espejo para el ser humano, para que cuando se mire en él, conozca el verdadero significado de "Allah era y no había nada más que Él," y en ese momento se le revele que su escuchar es el escuchar de Allah, su mirada es la mirada de Allah, su palabra es la palabra de Allah, su vida es la vida de Allah, su conocimiento es el conocimiento de Allah, su voluntad, la voluntad de Allah, y su fuerza, la fuerza de Allah...
Repitiendo Su nombre, los amantes se identifican con el Amado, oculto en sus propios corazones. Al Amado le complace escuchar Su nombre de los labios y de los corazones de Sus siervos y, en respuesta, descorre gradualmente los velos que Le ocultan. Entonces, Sus amantes Le encuentran, no sólo oculto dentro del corazón, sino también en el mundo exterior, de tal forma que "adónde quiera que mires, verás la Faz de Allah".

El Amado se convierte en la compañía constante de los que Le aman. Esta relación de compañía pertenece al más allá y, sin embargo, se vive en éste mundo. Representa la más profunda amistad, y requiere la participación total de los amantes. Somos Sus siervos, y a Él le complace ser llamado "el siervo de Sus siervos". Con el dhikr sintonizamos todo nuestro ser con la frecuencia del amor. Aceptamos tanto el dolor de la separación, como la alegría de conocerle a Él, del que estamos separados. Repetimos el nombre de nuestro Amado, porque nos recuerda a Aquél a quién anhelamos. Decir "Allah" desde el corazón es, simultáneamente, rezar nuestra oración y recibir la respuesta a nuestra oración. Le llamamos, porque no Le hemos olvidado. El recordarle siempre aquí, en éste mundo, es estar siempre con Él. El corazón lo sabe, aunque la mente y el ego no lo sepan. Rumi cuenta la historia de un devoto que estaba rezando, cuando se le apareció Satanás y le dijo:
"¿Cuánto tiempo vas a seguir gritando ¡Oh Allah? Cállate, pues no recibirás respuesta". El devoto inclinó la cabeza en silencio. Poco después, tuvo una visión en la que se le apareció el profeta Khidr, que le decía: "Oh, ¿Por qué has dejado de llamar a Allah?.. "Porque no recibía la respuesta: Estoy Aquí",.. replicó.
Khidr le dijo: "Allah me ha ordenado que viniera y te dijera ésto:
¿No fui Yo el que te puso a Mi servicio? ¿No te dije Yo que pronunciaras Mi nombre? Tu 'Allah!' era Mi y 'Aquí estoy,'
Tu dolor anhelante era el mensajero que Yo te enviaba.

En Todas aquellas lágrimas, llantos y suplicaciones: "Yo" era el imán que las atrajo, y Yo les dí alas".

El mismo mensaje nos transmite el sueño de una mujer, en el que ella aullaba a la luna, sintiéndose terriblemente fracasada y desesperada, porque no recibía ninguna respuesta. Más tarde, comprendió el secreto de la más profunda intimidad del amor: que nuestro llanto es Su llanto por Él mismo. En palabras de al-Hallâj:
Te llamo... No: Eres Tú el que me llamas hacia Ti. ¿Cómo podría decir yo siendo que "¡Eres Tú!", si Tú me has dicho antes, "Yo Soy El que Soy"?!!

EL PACTO.
Con el dhikr expresamos la oración primaria del alma, el recuerdo de Allah. El alma lleva éste recuerdo oculto en el corazón. Al repetir conscientemente Su nombre, reconectamos con el momento eterno del alma, en el que el alma reconoce que Él es el Señor. Esta afirmación es el pacto primordial con Allah. Tal y como se pone de manifiesto en el pasaje del Corán (Sura 7:172), cuando Allah se dirige a "la humanidad aún no creada con las palabras siguientes: ¿No soy Yo vuestro Señor? Y la humanidad responde: Sí, de ello damos testimonio".
La respuesta del alma "Sí, de ello damos testimonio", fue el primer dhikr impreso en el corazón. Cuando decimos Su nombre, llevamos al mundo del tiempo y del espacio el estado instintivo de devoción y de adoración del alma. Con cada respiración repetimos la oración de la adoración del alma, la afirmación de que Él es el Señor. Su nombre, en los labios de Sus amantes, une los dos mundos: el mundo eterno del alma con el mundo temporal, que se experimenta como un estado de separación.

El dhikr es una práctica que ayuda a disolver la ilusión del estado de separación. Mediante el dhikr, la soledad del sendero se reemplaza por Su compañía. Al repetir Su nombre en nuestra vida cotidiana, experimentamos la conexión más íntima del corazón, la promesa primaria de dar testimonio de Él, lo cual produce en nosotros un sentimiento de suma satisfacción, ya que admitimos la necesidad de la vida de reconocer a su Creador. Estamos participando conscientemente en el mayor misterio de la vida: la relación de la creación con el Creador.

Al hacer el dhikr reconocemos la necesidad del corazón de adorar, la necesidad de los enamorados de pensar sólo en el Amado. Nos apartamos de los mecanismos de autonomía del ego y sintonizamos todo nuestro ser con la devoción del alma. Mientras que el ego dispersa nuestra atención en millares de direcciones, interiormente, el corazón siempre está atento a Allah. Repitiendo Su nombre, nos alejamos de lo múltiple y nos acercamos al Uno. Retornamos, de la multiplicidad de la creación, a la unicidad de nuestra propia esencia.

El secreto del dhikr es que el nombre que repetimos no es otro que el de nuestro propio ser interno. En las profundidades del corazón, el alma enamorada y el Amado son uno. "Yo soy Aquél a quien amo; y Aquél a quien amo soy Yo". Invocamos nuestro estado de unión y su vacío dinámico. Transmitimos nuestra propia divinidad a la conciencia. Esta divinidad es, (al mismo tiempo), un estado de unión y un estado de oración y adoración. Dando testimonio de que Él es el Señor, reconocemos la conexión del corazón, la verdad de la unidad del amor.

Sin embargo, detrás de nuestro deseo de recordarLe se encuentra Su gracia, que abre la puerta a Su recuerdo. Sólo cuando Él nos otorga la visión fugaz de la unidad, sentimos el impulso de acordarnos de Él. Le anhelamos porque primero Él nos anhela. El recuerdo es un regalo, otorgado a aquellos que Él llama hacia Él, de regreso a su lado. Por esta razón, el recuerdo jamás puede ser forzado. Es una disciplina nacida de la devoción y de la gracia. Si Él no ha despertado nuestro amor por Él, nos aburriríamos con la constante repetición de una misma palabra. ¿Quién iba a que repetir la misma palabra, en todo momento, día a día, si ésta no estuviera cargada de la belleza que entraña el amor que siente un enamorado al recordar a su amado?. El nombre del Amado sólo es algo nuevo cada vez que se repite para aquellos que están enamorados. El amor no pertenece a la dimensión del tiempo, sinó al momento eterno del alma. Cada vez que lo repetimos, es como si fuera la primera vez. Cada momento es una nueva oportunidad de decir el nombre de nuestro Amado.

Él nos otorgó la gracia de recordarLe. Sin la gracia divina, el dhikr se haría monótono y no tendría sentido. En cambio, cuando las corrientes del amor fluyen desde el corazón de los corazones, Su nombre nos aparta de nosotros mismos y nos lleva de regreso a Él.

Assalamo aleikum. 

Ver en éste blog más artículos sobre el dhikr y sobre la oración.