miércoles, 20 de diciembre de 2017

EL ORGULLO ES DESGRACIADO.

La ley religiosa y los mandatos, (que no solo mi opinión), sino en las palabras del Corán y los Hadices, dicen que el orgullo, es la enfermedad más dura de todas, y una frontera separatista. El Imam Ghazali (ra)  ha escrito un capítulo separado sobre el orgullo con la mayor urgencia. Escribe: "El orgullo y el engreimiento es una de las enfermedades del corazón, una enfermedad tan crítica que su cura es muy difícil. El Orgullo (significa literalmente) que uno se siente grande y superior, y junto con ésto, desprecia a los demás despectivamente. Cuando este mal hábito penetra adecuadamente en el corazón, sus efectos son expresados ​​por la lengua, que comienza a señalar, creando un fondo firme de alabanzas y autoelogios del yo. También desea que los demás lo elogien, [en la misma manera], cuando Iblis proclamó: "Yo soy mejor que Adán (alai salam)". El segundo efecto, es que donde quiera que vaya, él permanece en busca de honor y una  posición alta, caminando delante de todos donde quiera que vaya. Si alguien lo aconseja o lo dirige para que detenga sus malos hábitos de manera correcta, se siente avergonzado y deshonrado al aceptar su consejo. Pero si aconseja o amonesta a alguien, lo hace de una manera dura y cruel. Si positivamente tiene ésta creencia de que él es más grande que otros, entonces se le denominará mutakabbir (arrogante). Por el contrario, debería tener la creencia de que la persona justa es la que es superior a los ojos de Allah ta'ala y éste asunto se manifestará verdaderamente en el más allá. En lugar de considerarse a sí mismo como superior, debería considerar a todos los demás superiores a él mismo. Si él ve un niño inmaduro, entonces debería pensar que éste niño nunca ha cometido un pecado, mientras que él es un pecador; en verdad, ese niño es mejor que yo. Si  cuestiona a un anciano, debería pensar que ha adorado a Allah ta'ala más que yo, y  por lo tanto yo no soy rival para él. Si se encuentra con un Alim (erudito) debe pensar también de ésta manera y que en verdad es superior a él. Si mira a una persona ignorante, debe imaginarse que ha desobedecido a Allah basándose en la ignorancia y el desconocimiento mientras yo estoy cometiendo pecados a sabiendas y conscientemente, y por lo tanto, Allah tiene más pruebas para ponerme bajo castigo; Incluso si la persona es un incrédulo, debes considerarlo más grande que tú porque sabes cuál será su estado en el momento de la muerte. Numerosos musulmanes solían mirar despreciablemente a Umar antes de abrazar el islam. Estas personas ignoraban su destino y el alto rango y estado al que sería elevado. Éste orgullo y presunción no serán eliminados del corazón hasta que no se den cuenta y crean que cada posición individual y estado se basa de acuerdo con su hora final; pero ésto es una cuestión de lo oculto. Bien podría ser, que la persona que consideramos piadosa, en su muerte sea una tragedia, y a la que consideramos malvada, en su momento final sea tan bueno que alcance el estado de piedad. Entonces, si una persona (perpetuamente) tiene éste pensamiento cargado en su mente, nunca tendrá estos malos hábitos.
Que Allah nos salve a todos de ésta enfermedad tan peligrosa y que está tan extendida.

In shaa Allah.

martes, 19 de diciembre de 2017

NO DIGAS QUE NO TE AVISAN.

No hagas mucho en creer,
del monje que construye su propio templo con ladrillos ostentosos; y que alterna la  oración, con muchas plegarias para cierto rey puesto; un ídolo abominable de escayola en el altar, y un pesado yugo al cuello portar.
Tienen tonta la piedad,
de tanto caminar como justicieros, siempre elogiando al carnicero.

Abandona alma mía,
aquél lugar que te sujeta con cuerdas de corcel.
Que del que tenga memoria sabe,
que el dulce en exceso empalaga y sólo atrae a las moscas.

Mi Amante toca el corazón,
de quién no reprime los efectos del enamoramiento, sin alcanzar ningún límite de atrapamiento.

Prefieren los monjes oler,
como incienso del placer; pero son unos buenos clientes, para el infierno aquél.

En tal grado de sacrilegio compiten,
que se refugian en un tórrido desierto de frustración, para no ser vistos en la holganza, en que ellos mismos se condenan por el espanto.

Se fueron del presente, arrepentidos por el pasado, lamentándose por el futuro en  la tierra, que no les procuró mitigar, los efectos sicarios de todas las mentiras; aquellas que contaron.

Dice el jeque delicado; que quién se aburre de su amor, no es digno de ser su amor.

El paraíso no se encuentra en ningún estómago rebosante, ni en aquellas elocuentes palabras, que tan sólo salen influidas del cerebro.

La mayoría son así,
salvo los que han llegado a creer; ¿Qué  sentido tiene amar, si no existe un ápice de realidad credencial?..

Por eso,
es al Creador al que debemos de adorar,
no al que se alimenta y fundamenta en ocultar, lo que otros están esperando.

No llenar vuestro estómago con el pecado.. pues vuestras lágrimas contarán, todo aquello que se oculta..
y quien se afirma mejor, será el más apropiado en ganar a manos llenas,
una fila para el paraíso.

Quién no acepte la humilde humillación,
su puesto será su opuesto, osea, el infierno.. y no se trata de ninguna competición.

En cualquier caso,
sólo puedo decir,
que por encima de todos,
hay un Omnisciente y Misericordioso.
Amén. 

TODA ORACIÓN Y PLEGARIA ES POCA.

-Cada acto y acción del Profeta Muhammad (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) era para la adoración divina. Cada palabra y quietud era un dhikr (recuerdo de Allah). Como ejemplo (y al ser parte del ilm) el autor ha mencionado algunos actos de adoración, de donde se puede medir que, Rasulullah (saws), aún sin pecado y con la seguridad del perdón y el alto estatus, que ningún wali de Allah puede alcanzar, ni ningún Nabi previo ha alcanzado; no se detuvo en eso, sino que le dio mucha importancia y atención a las devociones voluntarias. Nosotros, a quienes llamamos su ummah que pretendemos seguir su camino, debemos dar más importancia a ésta adoración que atribuimos a éstos actos cuando somos más pecadores y estamos más alejados. En relación con nuestros pecados, y para la escala, necesitamos más adoración que Rasulullah (saws). Entonces, nuestras oraciones son tales, que dejando de lado la remuneración completa, si sólo se recibe una remuneración mínima, se consideraría una bendición y una Gracia. Cada obra es recompensada por Allah Ta'ala de acuerdo con la sinceridad que se le atribuye. Mientras más sinceridad, mayor será la recompensa. Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) ha dicho: "Cuando una persona completa una salat, se escribe una décima parte de recompensa por eso, para una novena, algunos reciben una octava, séptima, sexta, quinta parte; tercera, mitad, etc., en proporción.  (Abu Daawud).
La décima parte se menciona como un ejemplo, de lo contrario, la recompensa puede ser menor que eso también. En otro hadiz se menciona que la primera pregunta que se formulará en el Día de qiyaamah será con respecto al salat.
Allah Ta'ala mandará a los malaikah (ángeles): "Vean las oraciones de mis siervos, ¿se han cumplido por completo o están incompletas?. Si están completas, se debe escribir una recompensa completa. Si está incompleto, entonces fíjate si hay oraciones voluntarias (nawafil), y si las hay, agrégalas a las oraciones obligatorias y complétalas. Entonces, de la misma manera, uno será interrogado sobre otras acciones como el  zakat, etc.
(Abu Daawud).
Sabemos muy bien cómo se realizan nuestras oraciones obligatorias. Es de suma importancia que uno realice actos voluntarios para salvaguardar el salat u otros actos de sadaqah y que las devociones se realicen en gran cantidad con cuidado y sinceridad. Ese tiempo será difícil cuando tengamos que presentarnos en la corte del Todopoderoso. Los dos supervisores de nuestras acciones siempre están con nosotros. Y cada porción de un cuerpo humano testificará en cuanto a las buenas y malas acciones cometidas por el hombre. Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) nos aconsejó contar la recitación de Kalimah Tayyibah - (La ilaha illallaah) y Tasbih (Alabanzas para Allah) con los dedos, ya que en el Día de qiyaamah los dedos también serán interrogados, y se les pedirá que revelen las obras cometidas. Allí los dedos tendrán  el poder para hablar.

lunes, 18 de diciembre de 2017

LLEGARON LOS HADICES.. CÓDICES QUE NUNCA CADUCAN.

El advenimiento del Profeta Muhammad (saws) fue la época de la iluminación para la humanidad, independientemente de la nación, la raza, la casta, el credo, el sexo o cualquier otra base innecesaria de discriminación. El Sagrado Corán se encontraba en un constante y continuo proceso de revelación a medida que surgían las necesidades y las situaciones se demandaban. Guiándo a los compañeros, el Profeta, (Sallallahu Alaihi Wa Sallam), con gran prominencia, mostraban gran fervor y entusiasmo por la preservación de éste último de los testamentos, ya que el destino de los anteriores, era inquietantemente evidente para el mundo de entonces. Los Compañeros habían reconocido que, junto con la revelación divina, también existía otra fuente clave de orientación. Se confirmó, que lo que se escapó de los labios del Profeta (saws), también fue una forma secundaria de revelación, sin embargo, de autoridad similar a la primera ya que ambos provenían de la misma fuente. Inmediatamente se dieron cuenta de que era imperativo para la Ummah registrar ésta fuente de revelación como lo fue con el Corán. Pero ciertos factores los disuadieron de su implementación. Estos incluyeron su completa absorción, obviamente en el mandato y las instrucciones del Profeta, (Sallallahu Alaihi Wa Sallam), en la preservación del Corán. Además, el Profeta, (Sallallahu Alaihi Wa Sallam), en una etapa inicial, los había amonestado por compilar sus palabras para así no obstaculizar la integridad del Corán. También se dejaron mucho del proceso de compilación de documentación de Hadices debido a la naturaleza diversa de los deberes que los ataban, como socializar con los nuevos conversos, viajes y expediciones emprendidos para la propagación de su fe, etc. Y, después de todo, tenían que dedicar un tiempo significativo a sus familias, negocios y asuntos mundanos, ya que no estaban exentos de las necesidades y deseos mundanos. Parece que Allah, bajó una solución eficiente para ese propósito. Ciertos elementos habían estado en constante evolución por un tiempo antes de que finalmente se lograra el propósito. Estos incluían la ubicación geo-política y estratégica de los árabes, su vida en gran parte desocupada, un resultado directo de su soledad y confinamiento en su enclave peninsular, donde los recursos de avance se reducían a un sentimiento escaso, patriótico y feudal que todos habían resultado colectivamente en su inigualable interés en el amor y la admiración de la oratoria competitiva, presumiblemente para mantener el prestigio de sus tribus y clanes. Estos factores, en su conjunto, también los habían bendecido con un puñado de cualidades excepcionales entre las que se encontraba su extraordinaria memoria. Se han registrado asombrosas historias que respaldan el hecho que nos dan una buena idea de ésta capacidad casi ultrahumana. Con la llegada del Islam, ésta característica fue la más utilizada para su preservación. También fue el primero de los medios para el registro de Hadices, ya que el Corán fue inequívocamente puesto sobre cualquier cosa disponible inmediatamente después de la revelación. Prácticamente, no se tomaron oportunidades. Más adelante, en la vida del Profeta, (Sallallahu Alaihi Wa Sallam), cuando las situaciones se volvieron más equilibradas, el permiso oficial para registrar las palabras del Profeta (saws) también se le otorgó a un grupo selecto de sus Compañeros. A medida que nos acercamos al final de la vida del Profeta, (Sallallahu Alaihi Wa Sallam), encontramos que ya habían aparecido compilaciones independientes y privadas de sus dichos y hechos. Los registros muestran que Abdullah bin Al-'Amr bin Al-'Aas (ra) tenía una colección personal de varios cientos de narraciones llamada 'Al-Sadiqah' (la verdad). Todas las narraciones que tenemos hoy bajo la autoridad de 'Amr bin Shu'aib de su padre y de su abuelo provienen de ésta colección. Sayyiduna Abu Bakr (ra) también era conocido por tener una cantidad significativa de Hadices en colección. Sin embargo, incluso en éste período, confiar en los recuerdos individuales fue la práctica contemporánea. Es casi imposible determinar con exactitud cuándo y dónde llegó la primera colección a la escena pública en una forma completa. Desde la migración masiva de musulmanes, desde Medina, a la configuración rápida de varias escuelas e institutos de aprendizaje, a lo largo de las fronteras cada vez más amplias del mundo islámico, se puede sugerir una amplia gama de factores para ésta incertidumbre. En tiempos mejores, aún no se sentía la necesidad de recolectar Hadices en forma de libro. No fue hasta que surgieron los primeros conflictos, dentro del cuerpo musulmán, (que debieron permanecer fuertemente unidos), pues surgieron grupos callejeros y falsas doctrinas y ésta necesidad surgió críticamente. El primer decreto oficial para compilar Hadices fue emitido por el eminente Sayyiduna Umar bin Abdul Aziz (Rahimahullah) al asumir el cargo en el año 99 AH. Las compilaciones comenzaron a aparecer en escena y entre los primeros estaban los de al-Zuhri, Abu Bakr bin Muhammad bin 'Amr bin Hazm, Rabi' rahimahum ulla, etc. Siguió la tendencia y el mundo del Islam floreció con colecciones prósperas en la literatura de los Hadices. Esas colecciones iniciales fueron muy apreciadas. Sin embargo, sus contenidos generalmente estaban dispersos en la naturaleza. Sus ediciones carecían de una cuidadosa secuencia de capítulos. El Imam Malik (Rahimahullah), en su Muwatta, cambió por primera vez éste curso. Él utilizó sus esfuerzos, para analizar los fallos legales, en lugar de sólo recopilar tantas narraciones como estuvieran disponibles, reunió una gran cantidad de Hadices con sonido, especialmente de la gente de Hegaz, y junto con la audición de las declaraciones de destacados Compañeros (ra) y las opiniones y veredictos de los piadosos (literalmente, sucesores - Sucesores de los Compañeros). La compilación del Imam Malik fue abrumadoramente recibida, ya que fue la primera de esa naturaleza que hizo búsquedas específicas más prácticas y contenía la mejor de las narraciones; de hecho, la mayoría de sus Hadices son a través de 'Silsila Zahab' (la Cadena Dorada). La narración de Malik de Nafi '(ra) y de Ibn Umar (ra) sobre el Profeta de Allah (saws).
Esta nueva moda prevaleció durante un tiempo considerable. Las ediciones de Ibn Juraij de Meca, Al-Awza'ie de Siria, Al-Thawri de Kufa, Hammad bin Salmah de Basrah (ra) son ejemplos destacados de ésta tendencia. Nuevamente, no fue hasta finales del siglo II en que se originó la idea de compilar libros de Hadices sin un interés específico en la inclusión de 'Athar' (declaraciones de opiniones jurisprudicas de los Compañeros y los Sucesores); ésta forma de compilaciones se llamaba 'Musnad'. Un erudito se esforzaría por recopilar tantas narraciones como pudiera confiar de la autoridad de un Compañero nombrado. Él entonces nombraría ese 'Musnad' después de él. Este modo de recopilación fue ampliamente elogiado en la medida en que casi todos los eruditos eminentes (de la época) son sobrevividos por al menos un 'Musnad' o varios 'Masaned' que compiló. Los famosos 'Masaned' del Imam Ahmad bin Hanbal, Ishaaq bin Rahwayh y Usman bin Abi Shaybah (ra) son todos restos de ésta era. Aparentemente, el estándar de aceptabilidad en estos 'Masaned' fue bastante flexible. Ésta flexibilidad fue dada por garantizada por elementos anti-islámicos cuyo único deseo era, (como lo es hoy), colapsar toda la poderosa infraestructura del Islam desde dentro y  de cualquier forma posible y factible. El Hadiz creado comenzó a desarrollarse y prevaleció. La enemistad contra el Islam no fue la única causa de éstas acciones, sino que la lista de motivaciones, detrás de ella, fue bastante diversa. Algunos factores generales incluían el prejuicio, basado en la raza, la tribu, el idioma, intereses geo-políticos, etc., celo por instigar las mentes de las personas a través de falsas narraciones que representan, evidentemente, muchas  ganancias e intereses personales, diferencias jurisprudistas, teológicas y sobre la opinión, en ausencia del verdadero espíritu de erudición, de la difícil situación para buscar el favor de las clases dominantes, (y lo que es más irónico), la búsqueda sincera dejada sin atención incluso por los principios básicos del conocimiento de propagar el bien y la conciencia de Allah SWT entre la mayoría  general.

 

LA HERENCIA. (La larga historia del Imam Tirmidhi).

Abu bakr (RA) les dijo a ustedes que Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) dijo: "Nosotros no tenemos herederos".
A partir de entonces, cuando falleció y me convertí en el califa, y en los primeros dos años cumplí con éste deber tal y como lo habían hecho Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) y Abu bakr (RA) y Allah sabe mejor que al adoptar ésta manera estoy en la verdad, y de que se actúa en hechos piadosos. Posteriormente, y en ese mismo reclamo, uno reclamó los bienes de su sobrino y el otro la parte de su esposa. Sabes y debes conocer el dicho de Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) de que no tenemos herederos. A partir de entonces, pensé que era adecuado entregándote éste asunto como tutor. Me he comprometido contigo para que lo administres de la misma manera que lo hicieron Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam), Abu bakr (RA) y yo durante dos años. Lo aceptó y se lo entregué. ¿Te pido que hagas el juramento de que no te lo entregué de ésta manera?.. El presente del grupo admitió que lo había hecho. Sayyidina 'Abbas (RA) y Sayyidina 'Ali (RA) también admitieron éste hecho. Sayyidina 'Umar (RA) dijo entonces: 'Ahora desearán que apruebe una sentencia contraria a ésto. Juro por ese Ser en cuyo mandato se encuentran los cielos y la tierra, que nunca daré un fallo en contra de ésto. Si no puede administrarlo, devuélvamelo. Lo administraré '. Ésta es la larga historia a la que el Imam Tirmidhi se refiere como el que "Tiene una larga historia". Vale la pena mencionar algunos puntos aquí:
(a) Sayyidina 'Abbas (RA) había llamado a Sayyidina 'Ali (RA) y ambos tuvieron una discusión. Esto aparentemente parece inadecuado. Sayyidina 'Abbas (RA) es el tío de Sayyidina 'Ali (RA), y de acuerdo con ésto, tiene derecho para reprenderlo. En segundo lugar, cuando siente que Sayyidina 'Ali (RA) estaba equivocado, lo que se describirá más adelante, entonces tiene el derecho de llamar a éste acto como cercano de una opresión.
(b) Cuando Sayyidina 'Abbas (RA) y Sayyidina 'Ali (RA) sabían sobre éste hadiz de las herencias y sobre la investigación de Sayyidina 'Umar (RA) que aceptó el conocimiento de ello, ¿por qué hicieron la reclamación a Sayyidina Abu bakr (RA) y más tarde también a Sayyidina' Umar (RA). Si se acepta que no tenían conocimiento de éste hadiz de antes, seguramente lo sabían por el dicho de Sayyidina Abu bakr (RA). Cuando Sayyidina Abu bakr (RA) no aceptó sus reclamos debido al hadiz, ¿por qué vinieron otra vez a Sayyidina' Umar (RA) para escuchar un fallo? .. La respuesta es que seguramente estaban al tanto de éste hadiz. Al parecer, deben haber pensado que éste hadiz se refiere, por ejemplo, solo a dirhams, como se ha mencionado en un hadiz anterior, pero según todas las demás personas incluía todas las posesiones de Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam), como se menciona en las palabras de muchos Hadices: 'Lo que sea que deje es sadaqah'. En éste caso, el interrogatorio de Sayyidina Abu bakr (RA) al principio se debe a que pueden haber pensado que era algo especial, y cuestionar a Umar (RA), la segunda vez durante el período de su califato, puede haber sido porque pensaban que la opinión de Sayyidina 'Umar (RA) estaría de acuerdo con la opinión sostenida por ellos. es decir, Sayyidina 'Umar (RA)  también considera que es algo especial. Después de reclamar a Sayyidina 'Umar (RA), descubrieron que tenía la misma opinión que todos los demás. Las palabras del hadiz también muestran claramente que todo está incluido, y no es para algo especial. Es muy importante señalar una cosa aquí, que podemos sentir que los Shaykhayn (Sayyidina Abu bakr (Radiyallahu 'Anhu) y Sayyidina' Umar (Radiyallahu 'Anhu) estaban indefensos y obligados a no distribuir el patrimonio del  Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) debido a sus instrucciones. Y aunque la gente suplicó, el Shaykhayn no distribuyó la propiedad. También es necesario señalar, que mantener pensamientos malvados contra estas grandes personalidades, por temas debidos a la riqueza, (aunque siguieron suplicando por ello), y aunque sabiendo que Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) claramente afirmó que no tendría herederos, y aún así, todavía lo pedían. Tener tal punto de vista es un signo de descortesía y una gran falta de comprensión. Lo suplicaron porque pensaban que era para su estima hacer lo correcto. Por lo tanto, refutaron la opinión que era contraria a la que sostenían según sus hallazgos, y que Sayyidina 'Umar (RA) mencionó al decir: "Pensaron que Abu bakr (Radiyallahu 'Anhu) estaba usando un subterfugio".
(c) Después llegó la negación de Sayyidina Abu bakr (RA) y Sayyidina' Umar (RA).

domingo, 17 de diciembre de 2017

TRANSCRIPCIÓN.

De Sharif Sidi Muhammad Al-Ghally.

1. Las fuerzas enemigas de la Luz siempre pretenden que dudemos de Allah SWT.
2. El ruido de las monedas no deben hacerte sordo para lo demás.
3. Le hice compañía a la soledad para recordar lo que era el silencio..
4. Entonces, olvidé el murmullo de la multitud y pude viajar sin consideraciones..
5. He aquí, que todas las cosas se acercan a la palabra sin sentimientos ocultos..
6. Allí, en el abandono, (el Jalwa) recuerdo cómo suena la verdad sin los elogios vanos..
7. Cuando llega la oscuridad, el tiempo, es más explícito y buscas más la luz..
8. Ahí, en la intimidad, se revela toda la esencia de las cosas, para los que quieren aprender..
9. Pocos saben comprender la sabiduría de las fuentes y de las almas profundas..
10. Muchos se afanan por lo superficial y dejan lo más sencillo y complaciente por escuchar..
11. Se han acostumbrado a la facilidad de tragar las palabras del recital, en vez de darles la brillantez del concierto.. 
12. No tienen la paciencia de la sapiencia ni la súplica del sosiego consolador del corazón..
13. La paciencia nunca fue egoísta por soportar contenta al corazón.
14. Muchos pintan un cielo con jardín a su conveniencia, despreciando lo que les han ofrecido en obsequio.. !Qué poca humildad¡.
15. Tened despierto vuestro Espíritu, para que no sea un remilgón y perezoso en la mirada, (la contemplación)..
16. Pues la certeza del ángel es "ver" más lejos de la propiedad oculta.
17. Realmente, el interior del hombre es como una perla (que se tiene que extraer del material viscoso) para disfrutar de su tesoro..
18. La característica de ésta forma, son los atributos extraordinarios que puedan entrar en nosotros por la Gracia  transformadora, que Allah SWT, otorga como una bendición para el siervo justo y obediente.
19. Todo bien y mal que le sucede al hombre es decretado por Allah.
20. Implorar mucho a Allah para librar de la maldad a vuestra alma.
21. El universo entero es una morada llena de misterios divinos, que se depositan en las cosas creadas.
22. Sustancias, elementos, cuerpos, formas y propiedades: todos estos son velos de misterios Divinos.
23. El hombre, enamorado de su entorno burdo, permanece sumido en la ignorancia y la apatía, sin intentar quitarse el velo que ha caído sobre él.
24. El alma animal es el más grande de todos los velos entre Allah y el hombre.

sábado, 16 de diciembre de 2017

UNA VEZ

Mucho no les avergüenza tener que hacer las cosas cuando tienen la conciencia en sus cabezas.
Me has dejado llevarte de la mano en la hora del descanso..
Ahora mira, escucha y comprende.. Imagina.
No hay escondrijos para los que pierden el corazón con las bajezas de sus bocas y sus estómagos henchidos..
Que astuto es el Diablo, (que hasta el día de vuestro ocaso), os continuará mintiendo con sus susurros impuros.
De improviso, el Diablo cruzó los brazos y observó, aunque no podía escuchar..
Los que viven en las brumas temen a la luz y la luz nunca reposa..
Los que juegan con las palabras que provocan dedos puntiagudos para la crítica acalorada y opinión pública desbocada.. Más el hábil Diablo, crítica contra la devoción y ensalza la lisonja de las bajezas y podredumbres humanas, que sólo con pingajos se empacha, de los ambiciosos y cobardes.. No viven al lado del cieno, sino en el cieno mismo, como los escarabajos peloteros.. No pueden oler las flores ni ver las úlceras que les consumen en el orbe, ni pueden despistar el gran fuego donde las almas se deprimen..
Sólo unos pocos tienen el corazón dulce y perseverante en el Espíritu.. Los que son a medias, perjudica al todo, y los demás son tan sólo cadáveres sin amor que se marchitan y se dejan caer al primer viento.
Que fugaz es la condición humana, cuando se olvidan de quien son los frutos.

Hasta aquí el viaje..
!Ves la entrada¡..
Pero aún no es tú momento..
Retorna ahora al lugar..
Guarda las imágenes con
las impresiones.

LA HORA ES AHORA.

El pecado y la inmoralidad se han extendido tanto, que no hay nadie que se libre de los comportamientos hacía los males; muchos por debilidad y otros por lo material que obtienen 'in situ' y que les condenará para siempre; excepto los que están protegidos por Allah, (el Altísimo), y que se han apartado de la negligencia mundana. Sin embargo, Allah SWT no permitirá que el mal triunfe sobre Su obra, y hará que su Luz sea perfeccionada, y por lo tanto, muchas personas despertaran del sueño de la negligencia. Muchos se han dado cuenta de que no han cumplido con sus deberes hacia Allah SWT, y han lamentado su descuido y su pecado, y por eso han comenzado a moverse hacia el arrepentimiento. Otros se han cansado de ésta miserable vida de pecados y miseria, y entonces están buscando un camino, fuera de la oscuridad, y hacia la luz. Estas personas se enfrentan a muchos obstáculos, porqué piensan, que algo se interpone entre ellos y el arrepentimiento, algunos de éstos obstáculos sólo existen dentro de sí mismos, y otros existen en el mundo que les rodea; para estos dos tipos, no es difícil el cambio de rumbo y el encuentro con el camino recto, pues la actividad es sobre el individuo mismo, que cuándo se preocupa por su vida y piensa en el más allá, la cualidad de esas características, (a menudo), hacen que la transformación sea factible.
Entonces queridos lectores; Cierren los ojos por unos minutos y piensen en profundidad: ¿cuánto hemos roto los Mandamientos de Allah? ¿Estamos cumpliendo con sus deberes? ¿Estamos practicando la Sunna del Profeta (Sallallahu Alayhi Was Sallam)? ¿Es nuestra vida según la Sharia?.. Si nuestras respuestas son positivas; entonces le daremos gracias a Allah SWT y le pediremos firmeza total hasta nuestra muerte. Pero si nuestras respuestas a esas preguntas son negativas, ¿Es tiempo para el dejar los juegos y cuidar la salud de nuestro espíritu? para no condenar el Destino venidero.

viernes, 15 de diciembre de 2017

CAMINANDO HASTA LA PERCEPCIÓN.

En nuestras percepciones de las esferas de las posibilidades, las correlaciones son infinitas.. En éstos conceptos de la infinidad, y con la sensibilidad espiritual objetiva de los sucesos del espacio temporal, se pueden producir ciertos acontecimientos visuales que nos hacen ver más allá de lo simplemente material.
Una de las condiciones para que ésto suceda, es quitar el atrapamiento producido por el apego a lo mundano y la forma de pensar rígida, que hacen que se pierdan la fluidez, la imaginación creativa y la espontaneidad inherente en el recibir de esas posibilidades espirituales, (la percepción entre ellas), por parte de Al-Gafur.
Cuando nos apegamos a algo, se cierra la voluntad y alejamos la fluidez y el proceso espiritual flexible y ponemos frontera a la posibilidad total de la visión creativa.
Los que caminan en la senda, saben, que cada problema en la vida es un gran beneficio y una oportunidad para evitar la incertidumbre.. es una percepción afianzada en la sabiduría y la intención que nos permite estar en alerta a la solución.. y que normalmente suele aparecer de forma espontánea.
La meditación te ayuda a conectar con el interior, (y a través de éste), saber quien eres tú y quien es el Ser Superior.. Allí hay paz interna y el amor se nota.
La mente interactúa y trata de indicarte que tú sólo puedes lograr pasar al estado de la contemplación visionaria.. pero el ego debe ser anulado para que no existan los conflictos de la vida, los negocios, la familia..etc. que entorpecen los avances y te hacen vulnerable.
Existen unas pruebas sencillas que nos ayudan a cerrar el círculo y hacer que el ego no interfiera al mismo tiempo y silenciarlo..[el "yo digo"].. que debes de engañarlo para que no moleste.

Es hora de despertar para saborear la realidad y cambiar los sueños incompletos por realidades inherentes.
La verdad a veces es una penosa caverna pero alimenta al espíritu.. [referencia a la seclusión en Jalwa por tres días].
En cambio, la mentira y el orgullo conducen a la muerte.
Mirar cómo la felicidad es sencillez y austeridad.. es escapar de los cerrojos del pasado y superar lo mundanal.
No te dejes contagiar de la rabia y la frustración, del que hace lacra social con la valentía de retornar a la idolatría.. pues es como un carbón ardiente que tú mismo te pones en la frente.
Si todos, bajo el sol tienen problemas..¿pueden culpar al sol de sus miserias?..(y pueden llorar y gemir).. más el sol seguirá implacablemente ardiendo.
Toda la plegaria de corazón es escuchada en justa petición; pero no pidas cosas materiales de éste mundo, que las puedes conseguir con tú esfuerzo, (mejor), suplica por las cosas del Otro mundo.. que es mejor.

Ahmad Salah as Sufi

EL ESTÁNDAR SUPREMO DEL ESTADO ESPIRITUAL.

Uno es perfecto en su fe o no de acuerdo con las medidas con las cuales ha sido bendecido con ésta riqueza.
La famosa tradición del Santo Profeta que consiste en el diálogo entre él y el ángel Gabriel (Alaihis salaam) es un indicador en ésta dirección. La manera en que aparece el término Ihsan después del Iman y el Islam da testimonio de la verdad de la afirmación de que Ihsan trabaja la última etapa en la evolución de la fe. Brevemente, la tradición dice que un día el Santo Profeta estaba sentado con algunos de los compañeros cuando Gabriel (Alaihis Salaam) entró, disfrazado de viajero desde un lugar lejano. Se sentó cerca del Santo Profeta y comenzó a hacerle algunas preguntas. La primera fué: "¿Qué es Iman (fe)?" Y la segunda, "¿Qué es el Islam?" El Santo Profeta dio respuestas adecuadas a sus preguntas. Luego preguntó: "¿Qué es Ihsan?" El Santo Profeta respondió: "Ihsan significa adorar a Allah como si en realidad lo estuvieras viendo o lo vieras a Él". En otras palabras, el escenario de Ihsan se alcanza cuando la conciencia de Allah se convierte en la realidad más grande de la propia vida y cada uno de sus actos se realiza bajo el constante sentido de Su presencia, pero aunque el hombre no puede ver a Allah, Allah sí lo ve. Ésta condición es conocida entre los sufíes (místicos musulmanes) como presencia y afinidad y cuando alguien es descrito por ellos como, (Sahib-e-Nisbat), denota que lo ha logrado de una manera considerable. Cuando se alcanza éste estado de espiritualidad, una persona se vuelve permanentemente sintonizada con Allah y se vuelve inmune a toda clase de dudas sobre Su Ser; es un resultado natural de ésta refulgencia omnipresente de la fe. En éste sentido omnipresente de presencia divina, todos los demás lazos y apegos se fusionan y pierden su identidad en una gran lealtad al Todopoderoso. Todos los actos internos y externos como el amor, la amistad, la enemistad, las relaciones sociales y las transacciones comerciales se llevan a cabo sólo por él. Una tradición del Santo Profeta sobre el tema del Ihsan menciona: "Una persona cuyo estado puede ser que, cuando ama, ama por Allah, cuando odia odia por Allah, cuando retiene su mano de dar, la retiene por el bien de Allah, ha alcanzado la perfección en su fe."  Fué por ésta misma razón que los Compañeros benditos (radiyallahu anhum) sacrificaron todo lo que tenían, la vida, la familia, la riqueza y todo lo demás. ¿Por qué? ¿Qué habían visto? Fué por éste simple hecho que adquirieron una fe absoluta en Allah a través de la auspiciosa compañía del Santo Profeta.
Muchos hombres (santos) como: Hasan Basri, Junaid, Abdul Qadir Jilani, Khawaja Bahauddin, y otros devotos de Allah, etc. gustaron y fueron adornados con ésta virtud del Ihsan, para escalar a tal grandeza y alcanzar las alturas espirituales. Cualquiera que posea el más breve conocimiento de éste eslabón luminoso de la cadena adecuada, estará de acuerdo, en que lo que han logrado les ha llegado a través de éste pasaje. Por lo tanto, ¿cómo podemos dudar de la solidez y la eficacia de un sistema que ha producido tan espléndidos hombres de fe, que pueden ser justamente descritos como la flor espiritual y la gloria del Islam?..
Es evidente, que cualquiera que se publicita y se promueve a sí mismo como un guía espiritual, seguramente y bajo el microscopio, no es digno ni capaz de tomarse como guía ni mentor de nadie. Sin embargo, algunas secciones de la ummah han sido los culpables de éste error y locura en diversa medida, tanto de naturaleza conceptual como de forma práctica. En el Tasawwuf, uno puede encontrar muchas variantes en la fe misma. El mundo sabe y acepta que hay falsos maestros religiosos y maestros espirituales auténticos, como falsedad entre los líderes políticos, médicos y demás; pero distinguir lo verdadero de lo falso, hoy se puede hacer sin mucha dificultad. Los expertos, que son bendecidos en éste campo, con una amplia comprensión de la Shari'ah, (y de los últimos tiempos), establecieron, a la luz del Corán y el Hadiz y su propia experiencia y conocimiento, cómo reconocer a los hombres con un corazón despierto y un alma en evolución. La prueba elemental es que, además de ser temerosos de Allah y tener estricta observancia de la Shari'ah, su estado debería ser tal, que en su compañía la gente recuerde a Allah y el amor por el mundo material se debilita; crece el amor en Allah y la soledad de la vida eterna (en el Más Allá) puede estar incrustada en el corazón al estar con ellos. Éstas cualidades también deben manifestarse claramente en sus predecesores y discípulos.
Ver los artículos de éste blog sobre el tema de Shaykhs y discípulos.

jueves, 14 de diciembre de 2017

EL MURID Y CAMINANTE ES UN SIERVO.

El siervo-murid deja todo a un lado y se absorta en la adoración de Allah. Se separa, tanto de todo lo demás, como de todos sus pensamientos, pues éstos se pierden en el recuerdo de Allah hasta que llega a la etapa en que su amor por la creación se transforma en amor por Allah, por lo cual, será ayudado para cuando tenga que enfrentar la espantosa visión de la tumba. Ese día, aparte de Allah, no habrá amigo ni protector. Si una persona tiene amor verdadero por Allah, entonces no hay límite para el éxtasis y la felicidad que sentirá. Incluso, si las personas más duras de corazón, realizan la adoración sincera, entonces no habría barrera alguna para evitar que esa persona alcance el estado mencionado anteriormente. Allah SWT, es tal, que acepta cualquier excusa para perdonar y muchas veces perdona sin razón alguna por Su Misericordia y amor por perdonar.
Como dijo un poeta:
"Esto es lo que el corazón anhela y desea. Tu generosidad es tal que la puerta de Tu misericordia está siempre abierta. En cuanto al otorgamiento de Allah, pregunta a Moisés (Alayhis salaam), que fué a buscar llamas y se le dio la Profecía en su lugar".
El siervo disfruta de una relación especial por servicio y seguimiento.. Entonces, ¿cuál es la esencia del reflejo del espejo?.. Su esencia es la parte integral del ejemplo que dejó el Profeta Amado Muhammad (saws), y cuyo esfuerzo, el siervo-murid tiene que ser un claro reflejo constituyente.
Los requisitos esenciales para el siervo-murid son:
Leer LOS SIETE RANGOS en éste blog..
Leer LA YIHAD (parte 2°) EL SOBRE-ESFUERZO en éste blog..
Leer todo lo referente al discípulo, al Bay'at y artículos afines sobre el tema/en éste blog.

Sukram.

Abdel haqq Miranda.
Murid de la Tariqa Sufiyya España.
2017/10

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EL FINAL DE LA FUNCIÓN DEL MAESTRO.

Al-Jilâni dijo: “Al cabo de dos años, el destete”. Si la compañía (suhba) de un maestro se realiza cumpliendo estrictamente sus condiciones, llega el momento en que el discípulo puede independizarse para continuar sólo adentrándose en la proximidad (qurb) a la que su maestro lo ha asomado.

Ese momento tiene señales, como la desaparición de sus pasiones, el olvido total del mundo, un anhelo vehemente por llegar hasta Allah. En las profundidades de ese aspirante puede existir un secreto  (sirr) al que no tenga acceso el maestro, o, a la inversa, el maestro tenga un ‘secreto’ que el discípulo no pueda descifrar. En estos casos, el aspirante se ha independizado de la necesidad de un maestro y todo su corazón pende ya de Allah en exclusiva, (y alcanzado ésto), ¿cómo podría estar en contacto con un shaykh?. Ha llegado el momento en que deba seguir su propio camino, en conformidad con lo que dicen los sufíes: “Los caminos hacia Allah son en el número de los alientos de todos los seres humanos”. Y Allah dice en el Corán: “Guiaré por mis Caminos a quienes luchan por Mí”.

Por respeto, el murid esperará a que su maestro le indique que lo abandone (incluso puede llegar a prohibirle que vuelva a verlo), y a partir de entonces se sumirá en su propio mundo siguiendo el Camino que le dicta su Señor. Al-Jîlâni decía: “Allah bendiga al maestro, y al discípulo sincero que prescinde de su maestro porque ya no le basta más que Allah”.

Desde el principio hasta el final, hemos ido describiendo los aspectos formales de la vivencia sufí: la preparación en la Sharî‘a, el despertar de la resolución con la Tawba, la disciplina en el seguimiento de un Shaykh, la propia independencia para seguir libremente por el Camino de su Creador. En el seno de esos procesos se producen emociones  (ahwâl), se conquistan rangos  (maqâmât), se descubren esencias  (haqâiq) y se guardan secretos (asrâr), todo ello ya en la intimidad del corazón.

Aunque como ya sabemos, un Shaykh espiritual se tiene para toda la vida.

Allah SWT siempre cuida mucho de sus siervos justos.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

EL CAMINO DE LA APTITUD.

En éste artículo, se aclaran dos cosas simples:
¿Cuál es el camino del Sufi?
¿Y qué significa ser un maestro sufí?
El camino del Sufi es el camino para lograr la perfección espiritual a través de la aptitud de uno mismo. Esto se hace para que uno pueda acercarse a Allah, (quien es Perfecto). Por lo tanto, al esforzarnos por alcanzar la Perfección Espiritual, uno se acerca a Allah. Y así es, que el objetivo principal del Tasawwuf es transgredir las barreras de uno mismo, lograr la forma más elevada de riqueza espiritual, en lugar de la de éste mundo. La velocidad con la que uno viaja a lo largo del "camino del sufismo" depende de la cantidad de amor que el corazón tiene para nuestro creador divino, Allah, (el Señor de los Mundos). El jeque Uddin Rumi, un destacado poeta del siglo XIII, y un verdadero maestro de la manera sufí, dijo una vez: "El corazón de un hombre es como un pedazo de hierro oxidado. Déjalo como está y se oxidará más, pero si uno lo coloca en un horno y lo templa, se purifica y pule el hierro, reflejará lo "invisible". Para reflejar el amor de Allah en el corazón de uno, ¡ésto es lo que significa ser un maestro sufí!. Para profundizar su comprensión sobre el tema de Tasawwuf, relataré una historia escrita por Shaykh Rumi.
Hace mucho tiempo, la gente de las tierras de China y Grecia acudió a un sultán. Los chinos querían mostrar sus habilidades en el arte y le dijeron al Sultán: "Oh, Sultán, somos los mejores artistas". Los griegos, sin embargo, no estuvieron de acuerdo, y respondieron: "¿Cómo puede ser esto cuando tenemos una mayor habilidad, estética y sentido? "El Sultán les impuso un desafío para resolver el asunto, poniendo cada una en una habitación, con sólo una cortina que separaba a un grupo del otro. Los chinos le pidieron al Sultán cien colores diferentes, oro y plata, joyas y gemas de todo tipo. Los griegos, por otro lado, solo pedían pulimento diligentemente. Cuando los dos grupos terminaron, el Sultán entró en la habitación china. Miró las pinturas que habían pintado. Él estaba impresionado por la vista. Los griegos, como los sufíes, sin estudios de catedráticos, han limpiado sus almas de sentimientos mezquinos, como el odio, la codicia, la lujuria y la envidia. (Tomado de Masnavi 1: 3467-84).  Éste extracto (traducido libremente para que sea más simple de entender) enfatiza perfectamente en la analogía de la forja del "hierro espiritual", como se mencionó anteriormente. Concluyo éste artículo diciendo que uno debe luchar la batalla espiritual contra uno mismo, contra su ego, para caminar en el Camino del Sufi. La marcha será difícil y las dificultades serán muchas, pero si uno reza en busca de ayuda y guía del Creador de los Mundos, entonces, si Allah Ta'al lo quiere, ésta guía y ayuda vendrá en toda su majestad y belleza, entonces sólo así serás verdaderamente exitoso. Esto, en esencia, es lo que significa ser un 'Maestro Sufi' -un Mahi Haidara- un Shaykh de Tariqa- un doctor espiritual.

Y Allah SWT siempre sabe más y mejor.

LLAMAR AL DOCTOR ESPIRITUAL .

En la actualidad, muchas personas plantean muchas objeciones en contra del Tasawwuf. Esto se debe a la falta de comprensión del Din, ignorancia o indiferencia. Cientos de sabios y cientos de libros han tratado sobre éste tema de forma completa. Todos debemos tener en cuenta que reformar el carácter y el yo interior de acuerdo con los mandamientos de Allah es imperativo para cada individuo musulmán, así como la realización de nuestras cinco oraciones diarias. Si tomamos éste punto en la contemplación, nos damos cuenta de que si el alma interna no es refinada, entonces toda nuestra adoración, en lugar de obtener recompensas, se convertiría en una flagelación. Porque éste es el fundamento de la vida espiritual de cada hombre. Es imposible construir un edificio, si su base es débil. Cuando hablo de moral y los personajes, es diferente de lo que comúnmente entiende el público. La moral no se limita a ser cortés con las personas y hablar de manera agradable, para mostrar a los demás que ésta persona está dotada de una gran moral y para elevarlo al cielo. Pero es más bien una paradoja, tal como la entiende el Islam, aunque es mucho más exhaustiva que esto. La moral trata principalmente con la atribución del yo interno, el corazón y el alma. Antes de proseguir, examinemos en primer lugar qué es el hombre y entonces será fácil entender éste aspecto al detalle. El hombre es una combinación de cuerpo y alma, no solo es cuerpo. Eche un vistazo anatómico, a pesar de estar compuesto por un corazón, pulmones, brazos, piernas, etc. un ser humano fallecido ha dejado de ser un hombre y se convierte en un cadáver sin vida como el polvo y la piedra. Mientras él todavía está vivo, él es muy enérgico y activo. Muestra afecto a las personas, a su sociedad, a su familia y es capaz de cuidar de sus posesiones. Pero, cuando se enfrenta a su último aliento, ¿qué ocurre? Se vuelve inmóvil, no es ya beneficioso para las personas; Aquellas personas que lo amaron son las mismas personas que están ansiosas por enterrarlo. Nadie está dispuesto a retener su cuerpo. Qué cambio tan extremo se produce después de que el alma ha abandonado el cuerpo. Esto demuestra la importancia del alma; el cuerpo ha dejado de ser un hombre y se convierte en una materia de desecho. Un cuerpo pasa por muchas etapas. Hay un momento en que es saludable y un momento en que está enfermo. Se vuelve esencial para tratarlo con medicamentos cuando está enfermo, y para ello, tiene que recurrir a un médico profesional. Del mismo modo, el alma también pasa por diferentes etapas, a veces pasa a través de buenas etapas, (es decir), el alma es fuerte, aunque a veces pasa por malos momentos. Las enfermedades, a través de las cuales sufre el corazón, son como los celos, el orgullo, el egoísmo, etc. Los buenos hábitos como la clemencia, la gratitud, la modestia, etc. embellecen el alma. Estos buenos atributos son como la buena salud, rostro atractivo, brillante, belleza, que embellece el cuerpo. Allah y su Mensajero nos han ordenado cumplir muchos deberes. Algunos de estos se relacionan con el aspecto físico y otros con los espirituales; físicos como los rituales de salat, hajj y ayuno; y espiritual como la rectificación del corazón, ésto es obligatorio para todos, al igual que nuestras cinco oraciones diarias. La rectificación del corazón es muy importante, pero es triste decir que muchas personas descuidan ésta tarea. 'Sepa que si el corazón está en buenas condiciones, entonces todo el cuerpo estará en buenas condiciones, pero si se corrompe, todo el cuerpo se corromperá'.  (Hadiz).
Allah Todopoderoso ha provisto soluciones al permitir que ciertas personas se conviertan en guías espirituales. Estos guías son doctores espirituales que pueden diagnosticar las enfermedades y recetar remedios para éstas enfermedades.
Mucha gente piensa que el Tasawwuf no tiene nada que ver con el Islam, ésta mentalidad es incorrecta. Todo lo que el  Tasawwuf trata es sobre la rectificación del corazón. Estos son otra clase de médicos y son los únicos que pueden detectar las enfermedades espirituales internas, (a pesar de que la tecnología avanza en la actualidad, aún con eso no pueden diagnosticar las enfermedades espirituales). Estos doctores espirituales son los sufíes piadosos a través de los cuales Allah ha prescrito remedios. Si el ser interno no se rectifica, nuestro culto diario o cualquier otra adoración, que se relaciona con el cuerpo, será de poca utilidad. En lugar de ser aceptado, podría ser arrojado a nuestras caras. Un ejemplo simple es 'Ikhlas' (sinceridad). Cuando hacemos cualquier forma de adoración, tenemos que hacer una firme intención de que hacemos ésto para obtener el placer de Allah. Si tenemos la intención de agradar a otras personas, entonces es un gran pecado. El Profeta dijo: "Quien reza por ostentación, entonces ha cometido shirk".. Entonces, para que nuestras oraciones sean aceptadas, debemos cultivar la sinceridad en nuestros corazones. La forma de hacer esto es primero comprometer su lealtad a un Shaykh (guía espiritual). Ponerse bajo la mano de un Shaykh, hacer ba'yat de  fidelidad y deviene en su discípulo. El Shaykh le prescribe algunos ensayos diarios. Al ser puntual en los ensayos, le ayuda a adquirir mayores grados de carácter y desarraigar las enfermedades del corazón. El programa diario se proporciona para que los discípulos reciten estos ensayos sin que él preste atención a los pecados. Para ésto, el discípulo está sujeto a servir con esfuerzo. A través de ésto, una persona adquiere buena moral, carácter sublime y  un incalculable sin fin de buenos atributos que le facilita Allah SWT.
Al final, se convierte en el amado de Allah.

 

LA PERCEPCIÓN INTERIOR.

El Creador del Universo dota a algunos seres humanos de la percepción de 'ver' y ver la verdad acerca de la cual el Santo Profeta dice: "Temen la percepción intuitiva de los creyentes (firasat) porqué ven con la Luz de Allah (incluso desde largas distancias) y a pesar de la distancia del tiempo y espacio, (ven las cosas)".. Y lo que está escondido detrás de miles de velos y en los recovecos de los corazones, Allah (el Altísimo) les muestra esas características. Con ésto, no se trata de divulgar los secretos de nadie ni de nada, sino que se quitan los velos por el bien de la gente para que se puedan guiar a las personas hacia el camino de la verdad y entrenarlas adecuadamente. En consecuencia, el Shaykh, al observar las causas de las desgracias, calamidades y otros supuestos, en medio del sistema, incide en los musulmanes para evitar acciones deplorables como insultar, agraviar, burlarse y ridiculizar a los hombres de Allah. Además de los ojos externos, Allah Altísimo le da a sus siervos aprobados esos ojos del corazón con los que también pueden ver todas las cosas que la razón, el discernimiento y la guía, (que éstos seres humanos no agraciados), no pueden ver. Millones de incidentes están disponibles en la historia islámica. Sólo vamos a  mencionar un incidente. La Percepción intuitiva de Hassan Al-Afgani que fué uno de los sucesores más gloriosos de  Shaykh al-Din Zakariya. Allah SWT le dotó  de iluminación (kashf) y otros atributos no cegadores y considerados como  milagrosos. Los biógrafos escriben acerca de él que, en las ciencias (internas) esotéricas, no tenía ningún tipo de educación, pero la condición de las ciencias esotéricas era tal en él, que toda la Tablilla Protegida estaba inscrita en su cofre amistoso. La gente, (sólo para probarlo), solía escribir tres líneas en un papel para mostrarle; una línea del sagrado Corán, la segunda de la tradición profética del Hadiz y la tercera uno de los dichos del Shaykh sufi. Habiéndolos observado, deslizaba su dedo índice sobre la línea Coránica y decía:
"Éste es el discurso de Allah".
Luego señalaba hacia la línea del Hadiz y decía:
"Ésto es del orden profético"..
y luego, poniendo el dedo en la tercera línea, decía:
"Esta línea es de los dichos de shaykhs sufíes"..
Cuando la gente le preguntaba: "¿Cómo supiste ésto?" Él decía: "No hay ningún impedimento para la identificación, pero cuando miro la línea Coránica observo  que su luz se extiende hasta el espacio infinito (La Misahat); la apariencia del Hadiz, la veo hasta el séptimo cielo y la luz de los dichos de los Shaykhs sufíes, la  contemplo en el cielo lunar ".

ATRIBUTO y NATURALEZA DEL TAWHID.


Allah Ta'ala dice: "Y, Allah te ha creado a ti y a tus obras". "Y no deseas nada, pero Allah Ta'ala lo desea". 
Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) dijo: "Debes saber que si toda la creación se une para beneficiarte, no podrán otorgarte ningún beneficio sino lo que Allah ha ordenado para ti. Y si ellos se unen para hacerte daño, no te dañarán en lo más mínimo, sino el daño que Allah ha ordenado para ti ".
Su naturaleza.
Tawhid en éste recuadro se refiere a Tawhid-e-Af'ale o "Unidad de Acciones". Esto significa que uno tiene que tener una fe implícita y fuerte y sin la Voluntad de Allah Ta'ala nada puede suceder. Éste estado de Tawhid se adquiere al contemplar la debilidad de la creación y el poder del Creador.

 

TIPOS DE ATRIBUTOS.

Hay dos tipos de atributos internos.
Un tipo está relacionado con el corazón y el otro con el nafs. Los atributos internos  relacionados con el corazón se llaman Ajaq-e-Hamedah (los Atributos Hermosos) y Malakat-e-Fazilah (las Excelentes Facultades). Estos también se conocen como Maqamat. Ellos consisten en: Tawhid, Ijlaas, Taubah, Muhabat-e-ilahi, Zuhd, Tawakkul, Qana'at, Hilm, Sabr, Shukr, Sidq, Tafwez, Taslem, Ridha, fana y fana-ul-fana.  Los tipos de atributos relacionado con el  Nafs se llaman: los atributos despreciables y son: Tam'a, Tolul amal (codicia de deseos más largos), Ghusah, Darogh, Ghebat, Hasad, Bukhl, Riyaa, Ujub, Kibr, Hiqd, Hubb-e-maal, Hubb-e-Jaah, Hubb-e-dunya. El proceso de purificación del nafs de éstos atributos despreciables se llama Tazkiyah-e-Nafs. En éste sentido, Allah Ta'ala dice: "El que ha hecho Tazkiyah (purificado) su nafs, en verdad, ha logrado el éxito".

TODOS LOS ATRIBUTOS SON NATURALES.


Todas las cualidades del atributo puente son propensiones naturales. En lo que respecta a la propensión natural, un atributo no es reprensible. Los atributos se vuelven encomiables o reprensibles por la operación que desarrollan. Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) dijo: "Aquel que da por el bien de Allah y lo niega por Allah, en verdad, ha perfeccionado su Iman".  La estipulación, 'por el bien de Allah' se relaciona tanto con 'dar' como por 'retener'.  A partir de ésto, queda claro que la generosidad ilimitada no es digna de elogio, ni tampoco es censurable la retencion del gasto. Ambos serán dignos de elogio si se emplean por el bien de Allah Ta'ala y ambos serán reprensibles si no fuera para Allah Ta'ala. El principio que gobierna la eliminación de los atributos reprensibles es "por Allah o no por Allah".
Todos los atributos reprensibles están interrelacionados.
Por lo tanto, el nafs tendrá un control más amplio sólo después de la eliminación de todos los atributos. Rectificar un atributo sin tener en cuenta otro no será beneficioso. Una persona afligida por una serie de dolencias se considerará saludable sólo después de que todas las dolencias hayan sido curadas. Del mismo modo, el hombre habrá adquirido una hermosa forma interna, cuando todas sus condiciones internas se hayan vuelto loables. Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) dijo que, de hecho, un musulmán es aquel cuyo carácter es perfecto. También dijo que el creyente más noble es el que tiene el mejor perfil base. Ésta base se llama Din, y Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam) llegó a perfeccionar éste Din.

ACERCA DE AQL (INTELIGENCIA)

El equilibrio en Aql hace que el hombre sea sabio, culto, agudo y perspicaz. Su consejo será sólido y éste posee la capacidad de actuar en todos los asuntos. El ingenio se manifiesta en él.
Si Aql excede I'tidal se llamará engañoso, fraudulento e impostor. Aql por debajo del grado de I'tidal será ignorancia, tontería y estupidez. La consecuencia de ésto es que una persona así es rápidamente engañada. En resumen, se describirá que el hombre tiene un hermoso puente sólo cuando todas éstas facultades se encuentran en equilibrio. Se ha dicho que lo mejor es el medio (su estado de equilibrio). Allah Ta'ala dice: "Nuestros sirvientes son tales que no son extravagantes ni mezquinos, pero permanecen en una situación intermedia (es decir, en el estado de equilibrio)". La belleza interna (puente) varía con las personas al igual que la belleza externa  es diferente. El poseedor del puente (atributo) más hermoso fue Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam). Acerca de su excelencia, el Corán declara: "En verdad, estás en un personaje espléndido". Entre los musulmanes, el grado de belleza del personaje será proporcional al grado en que se parezcan al personaje del Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam). Cuanto mayor sea el parecido en ellos con el carácter de Rasulullah (Sallallahu Alayhi Wa Sallam), mayor será la belleza de su puente; es evidente que el éxito y la fortuna en el Ajirah serán proporcionales a la belleza del puente (atributo) adquirido.

SOBRE LA FACULTAD DEL DESEO.

El nombre del estado de I'tidal (de la facultad del deseo), se llama (Castidad).

Cuando ésta facultad excede al equilibrio, se denominará Hirs (avaricia) y Hawaa (lujuria). Allah Ta'ala ama la condición de la castidad. Las excelencias producidas por la castidad son generosidad, vergüenza, paciencia, contentamiento y también se denomina Ittiqaa. En éste estado, el deseo y la esperanza del hombre disminuyen, el miedo y la humildad aumentan y el deseo de ayudar a otros se engendra. Si ésta facultad cae por debajo de I'daal resulta en codicia, expectación, adulación, servidumbre a las personas adineradas, desprecio por los pobres, desvergüenza, extravagancia, espectáculo, estrechez de miras, impotencia, envidia, etc.

SOBRE LAS CUATRO FACULTADES INTERNAS.

La Facultad de Conocimiento (ilm).
El ser humano tiene la habilidad para distinguir entre declaraciones de falsedad y verdad; entre las creencias auténticas y las bagatelas y entre las acciones del vicio y la virtud. Cuando se han cultivado éstas habilidades, se experimentarán los frutos de la sabiduría (Hikma). Con respecto a tal Hikma, Allah Ta'ala dice: "Aquel a quien se le ha concedido Hikma, de hecho se le ha concedido abundante bondad". En realidad, éste hikma es la raíz de toda significación y excelencia. La facultad de distinguir y la facultad del deseo. Estas dos facultades comienzan a funcionar siguiendo las líneas de Hikma y Shari'a, sometiéndose en su totalidad a las demandas y órdenes de la Shari'a y absteniéndose de incurrir en  prohibiciones.
La Facultad de Justicia
El I'tidal de la facultad de justicia; es tomar las riendas de la facultad de la ira y la facultad del deseo y asegurarse de que se ajusten al Din y a la Inteligencia. Aql (inteligencia) es como el rey y la facultad de justicia es como un diputado del rey, tiene que cumplir con las órdenes del rey. Las facultades de la ira y el deseo deben ser entrenadas respondiendo y actuando de acuerdo con el llamado del maestro. Cuando éstas condiciones se cultivan y se vuelven dignas de alabanza, el hombre será descrito como el depósito de un  bello carácter, (Adab). Se dice que su puente es hermoso.
Sobre la Facultad de la Ira.
Cuando ésta facultad se encuentra en el estado de I'tidal, se la conoce como Shuja'at (Valor, valentía). Esto es digno de alabanza por Allah Ta'ala. Un exceso en ésta facultad se llama Tahawwur (temeridad) y una deficiencia se denominará Yubnat (cobardía). Ambas condiciones de Tahawwur y Yubnat son reprensibles. En el estado loable de Shuja'at (Valor) fluyen las cualidades de la bondad, caballerosidad, coraje, generosidad, tolerancia, constancia, ternura, la capacidad de contener la ira, la dignidad y la clarividencia en todos los asuntos. El estado de Tahawwur produce inexperiencia, jactancia, orgullo, incapacidad para contener la ira y vanidad. El estado de Jubnat crea cobardía, deshonra, desprecio, inferioridad. Todas éstas cualidades se encuentran en la manifestación externa.

DE DÓNDE VIENEN LOS TRES DÍAS.

Yahya me relató de Malik que Humayd Ibn Qays al-Makki dijo:
“Yo estaba con Muyahid cuando él estaba realizando el  tawaf  alrededor de la Kaaba, y un hombre se acercó a él y le preguntó si los días (de ayuno)  por  kaffara debían ayunarse consecutivamente, o bien podían hacerse por separado. Yo le dije: “Sí, se pueden hacer por separado, si la persona así lo desea.”
Muyahid dijo:
“No debe separarlos porque en la recitación de Ubayy Ibn Ka’b se habla de ellos como de tres días consecutivos.” 
(Al Muwatta de Imam Malik).

Yahya me contó de Malik, de Sa'id Ibn Abu Sa'id al-Maqburi, de Abu Shurayh al-Ka'bi, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: "Quienquiera que crea en Allah y en el  Último Día, debe hablar bien o permanecer en silencio. Quien cree en Allah y el Ultimo Día, debe ser generoso con su huésped. Su bienvenida es para un día y una noche, y su hospitalidad es para tres días. Lo que es más que ésto es  sádaqa. Para un huésped no es  halal  quedarse con un hombre hasta que se convierte en una carga."
(Al Muwatta de Imam Malik).
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617.  Abû  Huraira  dijo:  ‘Mi  amigo  (el  Profeta (B  y  P))  me  aconsejó  tres  cosas  que  no  dejaré  hasta  morir: 
1.  Ayunar  tres  días  de  cada  mes. 
2.  rezar Al-duhâ
3. rezar el witr antes de dormir.’
(Sahih Al Bujari).
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  ...el  Profeta  (B  y  P)  dijo: «Estoy  bajando».  Entonces  se  levantó  y  (vi  que) tenía  una  piedra  atada  al  vientre,  pues  teníamos tres  días  sin  probar  bocado.  El  Profeta  (B  y  P)  golpeó  la  roca  con  la  espada  y  la  roca  se  convirtió como en arena’.
(Sahih Al Bujari).
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El aislamiento y las palabras del Profeta (B  y  P): «No está permitido que un hombre se aisle de su hermano por más de tres días»
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2038.  Abû  Ayyûb  Al-Ansârí  relató  que  el  Mensajero  de  Dios  (B  y  P)  dijo:  «No  es  permitido  que un  hombre  se  aísle  de  su  hermano  por  más  de  tres noches,  encontrándose  y  uno  desvía  la  mirada  y el  otro  también.  El  mejor  de  ambos  es  quien  saluda primero».
(Sahih Al Bujari).

Dijo Attá: “por la paciencia que tuvieron con el hambre que pasaron los tres días de la promesa del ayuno”. En general, la paciencia en la perseverancia de la obediencia a Allah y todo tipo de obras justas. Página 68 del Tafsir del Corán Al-Quturbi.

LAS FUNCIONES DEL SHAYKH.

Un shaykh acepta a un discípulo sólo por amor a Allah (lillâh), y nunca por amor a sí mismo. Cuando un maestro no tiene más propósito que servir de utilidad a sus discípulos, estos aprovechan sus enseñanzas. Si se trata de un farsante que busca prestigio o riquezas, entonces sus palabras son cáscaras y no llegan a trasformar corazones.

 El maestro comienza con su discípulo dándole buenos consejos, sencillos y con suavidad. No le impone nada por encima de sus fuerzas. Emplea el rifq,  (la amabilidad), porque la amabilidad permite la confianza y la intimidad. Cuando se apercibe en esa intimidad que el discípulo tiene aptitudes y aspiración poderosa, le ordena cargar con tareas más penosas. Le obliga a dejar de depender de su naturaleza, le retira las licencias del Islam y le impone el ‘açm, la resolución y la decisión firme. Si no es así, si el discípulo es de carácter débil, va más despacio en las exigencias; y si en él no hay aptitudes, ni tan siquiera para eso, no lo priva de su bendición.

El shaykh debe estar vigilante e indagar en el corazón de su discípulo, estando alerta contra las señales de las enfermedades del ánimo. Para ello debe ser experto en la conducción de los corazones. Si el aspirante está demasiado atado al mundo, lo libera exigiéndole anonimato; si está demasiado satisfecho de sí mismo, lo reduce con hambre y haciéndole velar por las noches; si tiene en demasiada consideración la opinión de la gente, lo priva de compañía y lo sumerge en la soledad, el retiro y el silencio; si es de carácter rudo, se lo suaviza obligándole al estudio y a la cortesía.

Cuando el maestro ve que su discípulo mejora y supera las trabas secretas de su ego, es sincero en su combate y tiene firme voluntad de alzarse por encima de todas las cosas, entonces ya no le perdona nada, se vuelve instructor y le exige los ejercicios más desafiantes para acceder a los rangos espirituales  elevados (maqâmât). Se considera, que el Shaykh que no es severo en ese grado está traicionando a su discípulo.

El shaykh debe también cuidar de su discípulo interiormente. Un maestro verdadero es un ser especial, tal como hemos visto al principio de este apartado, y vela por su discípulo a un nivel que éste todavía desconoce, pues el corazón del maestro habita en un mundo sobrenatural y secreto para la inmensa mayoría de los hombres. El Shaykh al-Yîlâni dijo: “Yo guardo a mi discípulo. Si le ocurre un mal estando en occidente mientras estoy en oriente, lo protejo. Si mi discípulo no es excelente, yo sí soy excelente”.

LA CONDUCTA DEL DISCÍPULO.

En primer lugar, el aspirante que se dirija a un maestro con la intención de que éste pueda pulir su corazón, corrija su universo interior y lo asome a Allah, debe tener la certeza de que la persona en cuyas manos va a ponerse es la más idónea y presentarse ante ella con esa seguridad. Para ese discípulo no puede haber nadie mejor como guía que el maestro que ha elegido. A esto se le denomina sinceridad (sidq). Sin sinceridad, el discípulo no aprovecha lo que su shaykh puede darle.

Esto no quiere decir que deba creer que su maestro es infalible (ma‘sûm), pero sí que el bien que puede sacar de él sólo puede ser fruto de una buena manera de acompañarlo, basado en una exquisita y sincera cortesía basada en la seguridad que hemos mencionado.

El discípulo debe obediencia (tâ‘a) a su maestro, cumpliendo externamente lo que le pida, sin resistencias ni reparos de ningún tipo y no oponiéndose a ello en su corazón. Si se trata de algo que no entiende, debe relegar su opinión. Al-Yîlâni decía: “Contrariar a los shuyûj es un veneno mortal”. Ibn ‘Arabi decía que si un maestro te ordena entrar por el ojo de una aguja, debes intentarlo pensando que es posible.

Es muy importante la cortesía (adab) en la presencia del maestro. El discípulo no debe hablar ante él innecesariamente, ni interrumpir sus palabras para expresar su propia opinión, y aunque crea que se equivoca o se confunde, guardará silencio. Un sufí dijo: “Quien diga ‘no’ a su maestro, no triunfa”. Al-Yîlâni decía a un discípulo cuando lo aceptaba: “Cuando te presentes ante mí, pliega tu ciencia y deja de verte, y entra sin nada. Si vienes a mí con tu ciencia y contigo mismo, no verás nada de lo que te indique”.

Es imprescindible que el discípulo no oculte nada de sí a su maestro, aunque se trate de algo vergonzoso, dando así la oportunidad al maestro para que le hable, le guíe o invoque en su favor, pues tal vez su bendición lo trasforme.

El aspirante no debe dudar acerca de su maestro ni acusarlo de nada. Si cree que su maestro ha cometido un error o algo censurable, que piense que es él el que se equivoca debido a su propia ignorancia y falta de entendimiento. Si no puede abandonar la sospecha, que deje al maestro, tal como dijo al-Yîlâni: “Si acusas de algo a tu maestro, no lo acompañes; el enfermo, si duda del médico, no se cura”.

El discípulo siempre debe estar dispuesto a servir a su maestro y atento a cumplir sus deseos, apresurándose a satisfacerlos incluso antes de que los formule. A esto se le llama jidma, servicio. El discípulo no debe excusarse ni anteponer sus necesidades, pues para un verdadero aspirante no existe más que su shaykh.

El discípulo acompaña a un shaykh por amor a Allah (lillâh). El maestro es un medio y por ello el murîd cumple las condiciones, vaciando su corazón de todo lo que no le exige ese momento suyo. Cuando sigue a un maestro, la condición es la plena dedicación a él, hasta que llegue la separación. Someterse a un shaykh representa ‘abandonar del mundo’, centrándose el discípulo en él para olvidar el duniâ (el mundo efímero de las apariencias y las ilusiones), preparándose el aspirante para un vacío aún mayor en el que sólo tendrá a su Señor. Esto es lo que significa Irâda,  (la Voluntad, que es el progresivo desapego de lo mundanal para afrontar la Realidad del Uno-Único) de la que deriva la palabra murîd.

Por último, en su relación con el maestro, el discípulo tiene que armarse de una sólida paciencia (sabr) -Paciencia que le ayude a soportar la aspereza (jushûna) del maestro. La aspereza es con lo que el shaykh suaviza el carácter del discípulo y mata sus quimeras. Al-Yîlâni decía: “No huyáis de la aspereza de mis palabras. A mí me ha hecho crecer la aspereza”.

[man sabar zafar]. El que tuvo paciencia venció. 
Nosotros decimos: "EL QUE SUFRE, ES VENCEDOR”

LA CORTESÍA ENTRE HERMANOS.

Al igual que hay cortesías (adab) que rigen la relación del discípulo y el maestro, las hay que deben practicarse entre los aspirantes (llamados ijwân, hermanos, cuando son discípulos de un mismo shaykh). Se considera que la atención a dichas cortesías y la insistencia en su observancia acaba por trasladarlas a la relación con todas las criaturas. Una Hermandad sufí, en torno a  un maestro, es un mundo en pequeño en el que el aspirante se educa para afrontar las esencias, siendo relanzado, por un lado, hacia el Creador, y, por otro, hacia la creación. Se ha dicho: “El Tasáwwuf, todo él, es adab”.

 Un primer grupo de cortesías es al que se denomina futuwwa (literalmente, significa jovialidad, entusiasmo). La futuwwa es el total de las virtudes que propician los sentimientos de hermandad y complicidad, a cuya cabeza están la solidaridad, el desprendimiento, el olvido de las afrentas, el servicio, el socorro mutuo, la indulgencia, etc.

Los maestros siempre han enseñando que entre ‘hermanos’ debe haber humildad y tolerancia, renuncia a los conflictos, cesión de derechos y ausencia de polémicas.

El discípulo debe ser ciego ante los defectos de sus hermanos, dejando su corrección al maestro, y se priva de hacer lo que les resulte detestable.

Entre aspirantes hay amor y atención. Si alguno nota desdén en otro, lo soporta, se vuelve hacia sí y espera a que desaparezca el desdén.

Entre hermanos hay renuncia a los propios derechos y no se hacen exigencias; es más, cada uno considera a los demás con derechos sobre sí y por ninguna ofensa desatiende sus obligaciones de hermandad.

La futuwwa fue el germen de grupos solidarios que jugaron un papel destacadísimo en la historia del Islam. En torno a las Hermandades en las que los lazos entre sus miembros eran sólidos se crearon vínculos que integraron a sociedades y tribus enteras. La solidaridad predicada por el sufismo permitía la cohesión entre los musulmanes, de un alcance extraordinario que se proyectó sobre el devenir del Islam.

Los maestros sufíes, a la vez que enseñaban las claves de la fraternidad, daban consejos a sus discípulos sobre las relaciones que debían mantener de distanciamiento de los ricos y poderosos y proximidad a los pobres y necesitados.

LOS SIETE RANGOS.

1- Muyâhada, el Esfuerzo

La Muyâhada es el acto de la intención y la voluntad. Sin ella -sin el Esfuerzo-, todo está avocado al fracaso.

El universo, la existencia entera, pertenecen a Allah, son de la Verdad. Lo que pretende el peregrino es sumergirse en esa Realidad que configura todas las cosas, el Señor de los Mundos. Ahora bien, el Corán enseña que el ser humano ha sido creado como califa, como ser soberano, como rey. La grandeza del hombre radica en su capacidad para abarcar el infinito, de convertirse en expresión de la inmensidad. Esa debe ser su conquista. Para ser suya, debe ser el resultado de su lucha. La Muyâhada, el empeño, es lo que hace del ser humano un conquistador de su Señor y lo inmensifica en el ser. Por ello, la  necesidad de la acción -inmersa en un profundo sentido del Destino como trasfondo que devuelve todo a la Verdad y reunifica la existencia en el Acto de Allah- es el espacio en el que la soberanía de lo humano se convierte en realización de esa función suprema a la que llamamos califato.

La tensión del sufí, su combate, su Yihâd, (sobre-esfuerzo) es lo que precipita la Contemplación  (Mushâhada). Es lo que le hace ser testigo de Allah en el mundo. Los maestros enseñan que la Contemplación es en la medida de la Muyâhada. El Profeta (s.a.w.s.) enseñó que cada cual alcanza aquello que está en su intención. El hombre consigue aquello que anida en su corazón. Si su anhelo interior es Allah, conquista la eternidad; si su inclinación es hacia el mundo, se hunde en la frustración de lo condenado a la muerte. El sufí hace de su Señor el objeto de sus deseos, hasta enamorarse por completo de Él de modo que no quede en su espíritu nada que pueda ser frustrado. Para ello, combate en una lucha denodada por purificarse, por simplificar su aspiración, por reunificar su ser.

¿En qué consiste la Muyâhada? La Muyâhada del sufí se manifiesta como cumplimiento estricto de todas las exigencias del Islam con las miras puestas en Allah en Sí. En su acción se desnuda de todo deseo que no sea Allah. Ello requiere un descomunal esfuerzo añadido, y ésa es la Senda interior en la que va deshaciéndose de todo lo que obstaculiza su relación inmediata con la Verdad. El Islam lo ayuda eficazmente en ese objetivo, pues todo lo que le exige lo pone constantemente ante Allah: sólo le queda poner todo el corazón en ello.

 El Islam somete al sufí a Allah, lo rinde ante Él, lo coloca en su verdad, que es la estricta sujeción (‘Ubûdía) a su Señor (Rabb). El sufí profundiza en la significación, exigencias e implicaciones de ello hasta morir en Allah y resucitar en la inmensidad. Por ello, los maestros no dejan de insistir en la necesidad de una acción que consiste, como hemos adelantado, en el cumplimiento estricto del Islam, con lo que se materializa la intención.

La Muyâhada, (el Esfuerzo), puede generar una enfermedad espiritual, que es la excesiva confianza en uno mismo y en la eficacia de la acción, que hacen arrogante al ser humano y lo alejan de Allah en lugar de conducirlo a Él. Por ello, no es válida la acción si no está inserta en Rangos que la orientan adecuadamente.

2- Tawakkul, el Abandono

El Tawakkul es la confianza absoluta en Allah, (un abandono a Él), una dependencia real de Él. El Corán dice: “Quien se abandona a Allah, Él le basta”, “Abandonaos a Allah, si verdaderamente os habías abierto a Él”. Esta es la actitud de quien sabe realmente quién es Allah.

El Tawakkul se basa en una cosmovisión  (‘Aqîda) en la que Allah, (la Verdad Una-Única), es el centro de la existencia, el trasfondo del devenir. Todo depende de Él, y nada hay al margen de su Voluntad. Sólo Él es Eficaz. Todo lo demás es espejismo y transitoriedad. He aquí la clave de los unitarios, los que reunifican su ser y sintonizan con la existencia, abandonándose a lo que escapa a todo control y previsión, y que es la sustancia misma de la realidad.

Todo es gobernado en su esencia por Allah, y además, Él se muestra constantemente como Fuente de Abundancia y Vida. El musulmán se abandona y confía en Allah: se abandona abandonando el conflicto, deja de pugnar con la Verdad, y por otro lado, confía en Allah, su Creador, su Señor, su Soporte y Destino, el Fundamento de su existencia, en quien, debido a todo ello, no puede imaginar una mala intención. Su abandono es confianza, es Tawakkul.

El Tawakkul se concreta en la remisión de todo a Allah y el desapego respecto a las tinieblas de la elección y la gestión. Hemos de analizar esta definición. ElTawakkul es Tafwîd, (remisión de los asuntos a Allah), es decir, es confiarlo todo a Él, esperar de Él, en definitiva, es dejar de depender del mundo. Es un radical acto de la conciencia con la que despega de todas las circunstancias para ir al fondo de todo, a la raíz insondable donde lo que está es lo que hace ser las cosas. El Tawakkul es desapego respecto a la elección (Ijtiyâr) y la gestión (Tadbîr), es decir, dejar de depender incluso de uno mismo. El que se abandona a Allah elige y gestiona sin pasión. Vive, pero inmerso en su Señor, y sus elecciones y sus previsiones se someten al Destino, sin entrar en conflicto con él. Es la paz interior de quien sabe que en el fondo todo es gobernado por Allah.

En la práctica, el Tawakkul significa que el dinero, el poder, el prestigio, etc., pierden su importancia ante el musulmán. Todos los dioses caen ante la conciencia de que lo único eficaz es Allah, el Señor Verdadero de los Mundos. El sufí, el musulmán que lleva a su extremo ésta exigencia del Islam, se mueve en un universo completamente desidolatrizado, en sintonía con el prodigio desconcertante que hay en su centro. Llamamos Allah, por tanto, a la Verdad intuida y con la que se topa cuando el hombre se despoja, en el seno de un Tawakkul radical, de sus miedos y fantasmas, de sus expectativas y sus ansias de control.

El Tawakkul debe ser un corrector de la Muyâhada, no un anulador de la acción. La confianza y el abandono a Allah no deben incitar a la pasividad, el fatalismo o la irresponsabilidad. Esos son males a los que hay estar atento, pues el Nafs, el ego, puede refugiarse en el Tawakkul para justificar su pereza y su estupidez. Por ello, al Tawakkul debe acompañarlo el Husn al-Júluq, el Comportamiento Noble.

3- Husn al-Júluq, el Comportamiento Noble

 Para la mayoría de los sufíes, el Husn al-Júluq, el Comportamiento Noble, es decir, la práctica de las cualidades elogiables (como la amabilidad en la relación con los demás, la generosidad hacia todos, el valor, la cortesía, la lealtad, etc.) no constituye un Maqâm. El Husn al-Júluq, efectivamente, tiene más que ver con el carácter, y dulcificarlo es un cometido de todos los musulmanes en relación con el mundo que les rodea. El Husn al-Júluq se da por supuesto en todo musulmán. No se concibe que quien no haya educado su carácter primero tenga aspiraciones espirituales. Es más, es la primera obligación de cualquier musulmán. Pero al-Yîlânî sí lo enumera entre los Maqâmât, y lo hace en consideración hacia el Profeta (s.a.w.s.) a quien Allah dice en el Corán: “Estás asentado sobre un Júluq (carácter, comportamiento, naturaleza) inmenso”. El Júluq de una persona, su forma de ser y de relacionarse con los demás, es, por tanto, de una gran importancia.

Este rango, citado precisamente después del Tawakkul, es el que da el tono verdadero al significado del abandono en Allah y contrarresta toda propensión a la pasividad o el fatalismo. En su radical confianza en Allah, el sufí sabe que su peregrinación interior no está desconectada del mundo exterior. La consagración a su Señor no significa una deserción del mundo, sino un desapego liberador. Tiene que seguir trabajando sobre su carácter y dulcificarlo, haciéndose amable, sincero, generoso, compasivo, interviniendo con ese Comportamiento Noble en el mundo que le toca vivir.

Ahora bien, el Husn al-Júluq, el Comportamiento Noble, sí aparece, sublimado, en otro capítulo que sí forma parte del consenso de los maestros, y es a lo que llaman Futuwwa, la caballerosidad de los peregrinos, la jovialidad de los sufíes. La Futuwwa es un profundo sentido de la fraternidad, la propia entre caballeros. Los sufíes se hermanan para la práctica de una serie de valores que implican el Husn al-Júluq: la defensa de los débiles, la liberación de los oprimidos, el arrojo en el mundo y en el espíritu, la intrepidez, etc., todo ello dentro de la sinceridad más exquisita. ‘Ali es el modelo de la Futuwwa, el jefe de los espiritualmente jóvenes (los fityân).

4- Shukr, la Gratitud

La Gratitud para con Allah, el Shukr, es un tema recurrente tanto en el Corán como en la Sunna. Consiste en el reconocimiento del Favor de Allah, un reconocimiento que es activo: por un lado, se manifiesta en la sumisión a Él, y por otro, es plasmado por la expresión del elogio del que es merecedor el que constantemente beneficia con su bien y su excelencia a la criatura.

El Shukr es la forma apasionada del conocimiento. El que verdaderamente conoce a su Señor, se vuelve agradecido, y su saber se convierte así en una emoción, no en un simple dato. La Gratitud, que es la acción del saber, su forma externa, es un modo de vivir en medio del conocimiento que el corazón adquiere de su Creador. Es verdaderamente shâkir, (agradecido), el que utiliza el favor del que es objeto -la existencia, la vida, todas las bondades de las que disfruta- en el servicio a la Voluntad de Allah. Esa es la sumisión. Pero también es importante el elogio, la alabanza, que es la manifestación de palabras de que se reconoce a Allah como fuente de todo aquello con lo que se es constantemente favorecido. Al-Yîlânî dijo: “No te confundas ante el criado que te trae una ofrenda. Descubre tras él a su Dueño que te lo envía cargado de obsequios. Quien sólo tiene en cuenta lo aparente y la causa inmediata, es un ignorante. Al inteligente se le llama inteligente porque penetra en la realidad de las cosas”.

Para todo musulmán, Allah es la verdadera razón de todo. Por tanto, Él es el origen de todo bien puesto al servicio del hombre. La Compasión de Allah, (su Rahma), es lo que inmediatamente manifiesta la existencia. La Excelencia (Ihsân) de Allah es un constante desbordamiento que posibilita lo mejor. Son lo que hay en raíz de todo, pero, como Allah dice en el Corán: “Pocos de entre mis criaturas son agradecidos”, pocas son las que detectan la bondad intrínseca a la vida. Quien se hace agradecido abre ante sí la puerta que permite contemplar a Allah, teniendo la posibilidad de sumergirse en su bondad exuberante.

En la lengua árabe existen dos palabras para agradecido: shâkir y shakûr. Quien agradece lo que se le da recibe el nombre de shâkir. Y quien agradece incluso lo que no se le da es llamado shakûr. En el versículo arriba citado “Pocos de entre mis criaturas son agradecidos”, se refiere precisamente al shakûr. Es fácil ser agradecido cuando se recibe un bien; más difícil es descubrirlo incluso en el mal. Efectivamente, el shakûr percibe la misericordia de su Señor incluso en lo que lo contraria, en las desgracias y en medio de las calamidades, en lo que va contra su propio interés. La gratitud del shakûr es una emoción enraizada en un saber profundo, en el que enseña que todo viene de una Misericordia latente incluso en lo que el hombre soporta como una agresión, que la Rahma es, en el fondo, la raíz de todas las cosas.

Efectivamente, todo viene de Allah, y todo es Rahma, hasta cuando su apariencia sea la todo lo contrario. Esa Gratitud es la propia de la quien contempla la existencia con unos ojos que detectan en todo la Acción de Allah. Es difícil, casi imposible para el común, y por ello es más meritoria, y es signo de un espíritu inmenso. Implica una sintonía que va más allá de todas las formas y de todos los criterios. Se asienta sólidamente sobre una percepción unitaria que hunde sus raíces en una comunión auténtica con el Destino, que no conlleva, por otra parte, nada de fatalismo, sino participación del corazón en los movimientos del universo de acuerdo a su Eje, por siempre pura Misericordia. Es la Gratitud de quien no juzga a Allah sino que recibe sus bendiciones en medio de lo que confunde y desespera a los hombres.

5- Sabr, la Paciencia

En quinto lugar, encontramos la Paciencia, (el Sabr), que es la capacidad de resistencia, la tenacidad y la perseverancia del peregrino. Ya hemos señalado que la Gratitud más fácil es la de quien reconoce un favor evidente, y que la Gratitud ante la calamidad es mucho más difícil. Por tanto, mientras no adquiera ese grado supremo, el aspirante debe practicar, si no la Gratitud, sí la Paciencia ante todo lo que le asalte de mala manera.

El Sabr, (la Paciencia), es una virtud que el Corán no deja de elogiar: “Ciertamente, Allah está con los pacientes”, “Oh, vosotros, los que os habéis abierto de corazón a Allah: sed pacientes, perseverad, acuartelaos, y sobrecogeos en el Recuerdo de Allah. Tal vez triunféis”.

El Imâm al-Yîlânî definía el Sabr como “la capacidad para mantener la cortesía en medio de la calamidad”. Estas palabras tienen una significación que va de un nivel simple a otro más profundo. En principio, quieren decir que un musulmán no debe dejarse conducir por la inquietud, las prisas o la desesperación. En ningún caso las circunstancias lo arrastran. Necesita actuar con la sabiduría de quien es prudente y paciente. Por otro lado, el Sabr es también perseverancia: ninguna circunstancia puede derrotar a aquél cuyo corazón tiene la fuerza del Sabr. Ninguna adversidad es tan fuerte como para desmoralizar a quien sabe con todo su corazón que, en el fondo, el universo entero y el devenir es gobernado por Allah Uno-Único. Para el sufí, la Paciencia es seguir constante en el Camino a pesar de los obstáculos que encuentre.

Hay una Paciencia en Allah, que consiste en ser firme ante el Destino cuando es contrario. Hay una Paciencia por Allah, que consiste en ser cortés en medio de la adversidad. Hay una Paciencia con Allah, que consiste en obedecer estrictamente sus órdenes. Y hay una Paciencia que es aguantar estar sin Allah, es decir, soportar su ausencia. Esta última es la más fácil para el común de los hombres y, sin embargo, es la más difícil y amarga para los que conocen a Allah.

Los signos de la paciencia son: la calma, es decir, la imperturbabilidad en medio de la desgracia; la ausencia de acusación, es decir, evitar el lamento en la adversidad; el cumplimiento de la Ley Revelada en todas las circunstancias.. En realidad, el Sabr, la Paciencia-Perseverancia, la Tenacidad, es una de las claves fundamentales y tiene en su base secretos unitarios de un gran alcance. Al igual que todos los Maqâmât  anteriores, es un esfuerzo que sitúa al aspirante en medio de la Verdad.

6- Ridâ, la Satisfacción

La práctica de la Gratitud y la Paciencia -llevados a su significación más profunda- desemboca en la Satisfacción (Ridâ). Esa beatitud es el fruto espontáneo que nace del estado de alabanza absoluta en el que se sume el peregrino, pero también es estimulada independientemente con un esfuerzo añadido con el que se pretende sentir la plenitud que guarda como secreto interior todo lo que acontece en la existencia. Todo es testimonio del desenvolvimiento de un Poder majestuoso en cuyo seno el corazón encuentra sosiego y placer. En cierta ocasión, el Profeta (s.a.w.s.) dijo: “Quien ha probado el sabor de la Sensibilidad Espiritual está satisfecho de que Allah sea su Señor”.

La Satisfacción es la plena realización de la dependencia respecto a Allah. La verdad del ser humano -ya lo hemos visto- es la sujeción a su Señor. Cuando, gracias al Esfuerzo, la Confianza, el Comportamiento Noble, la Gratitud y la Paciencia el peregrino vibra al ritmo del Destino (al-Qádâ wa l-Qádar), su existencia pasa a ser expresión de la Voluntad creadora en una satisfacción íntima. Ridâ es paz acompañada de alegría en el corazón, pues el hombre se ha vaciado de todo egoísmo, de toda separación. Al-Ŷîlânî decía: “Pedidle a Allah que os proporcione Ridâ, porque es el gran descanso, el paraíso más elevado, la gran puerta hacia Allah, lo que desencadena su Amor hacia el hombre...”.

La plena Satisfacción es la alquimia que transforma al ser humano. Cuando el aspirante consigue estar más allá de sus ambiciones, cuando ha trascendido todas las circunstancias, cuando ha dejado atrás todas las inquietudes, cuando ha salido del desasosiego, entonces entra en el espacio inmenso del Ridâ. El Corán dice: “Allah está satisfecho con ellos, y ellos están satisfechos con Él”.

Esto es sólo posible en una realización completa de los Comportamientos Nobles. Quien ha superado las miserias de los hombres (la envidia, el rencor, la avidez, la avaricia,..) y las ha sustituido por sus contrarios, está preparado para saborear la Satisfacción. Cuando los Comportamientos Nobles son coronados por la Gratitud y la Paciencia, entonces la Satisfacción emerge dulcificando la existencia del sufí.

7- Sidq, la Sinceridad

La Sinceridad, (Sidq), puede parecer contraproducente cuando se espera del aspirante que haya sido sincero en todo momento. Pero, en realidad, se trata de otra sinceridad, mucho más radical: la consonancia con la Verdad.

La Sinceridad es un secreto inmenso. Sólo en árabe es posible entender sus implicaciones cuando pensamos que tiene que ver con la amistad (sadâqa), con la obligación de auxiliar al necesitado (sádaqa) y con la dote que el novio entrega a la desposada (sadâq), por enumerar sólo algunas de las implicaciones que coinciden en la palabra Sidq. La Sinceridad de la que estamos hablando es un nexo íntimo con la Verdad, que es Allah. El Profeta (s.a.w.s.) colocó este Maqâm sólo por debajo del de la Profecía (Nubuwwa).

La Sinceridad es una entrega absoluta a Allah, sin reparos, sin condiciones, sin esperar nada a cambio, por puro amor a su autenticidad. El sincero (sâdiq) es muy sincero (siddîq) y comparte entonces una intimidad muy estrecha con Allah. El sincero y el muy sincero están ya más allá de la muerte. Son, (en esta vida), la reverberación del Tawhîd, los signos de la unificación.  La Sinceridad comienza diciendo la verdad, amando la verdad, hasta que sincera al hombre y lo hace verdadero. Ése es su secreto.

No hay autentica sinceridad en ninguno de los Maqâmât anteriores hasta que son coronados por el Sidq, no ya como virtud sino como realidad del ser. El Sidq está estrechamente relacionado con otro concepto central en el Islam, (el Ijlâs), el absoluto desinterés, la pureza de la sinceridad. El Ijlâs es la capacidad liberadora de la Sinceridad, que purifica por completo al hombre y lo hace califa.